Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)
Volumen 1
Epílogo: Una Promesa Bajo la Luz de la Luna
Ikki se despertó con una luminosidad que se esparcía sobre sus parpados como una borrosidad y los abrió sin luchar. Un techo desconocido flotando en la luz tenue ante sus ojos.
– ¿Este lugar es el consultorio médico?
Eso era exactamente correcto. Ikki quien había colapsado después del encuentro, tenía un trauma físico que inmediatamente fue tratado con una capsula. Entonces, él fue traído dentro del consultorio médico y puesto en la cama. Aun, la languidez de la fatiga permanecía en su cuerpo.
*ronquido*
– ¿Hmm?
Para su sorpresa, Ikki escuchó un ruido familiar en la debilidad. ¿Qué fue eso? Levantando su cuerpo aún muy lento.
– Stella…
Ella estaba dormitando en una silla detrás de la cama. En su memoria justo antes de perder completamente la conciencia, había sido cargado sobre una camilla y había la figura de una chica que lo estaba llamando mientras era transportado.
– ¿Estaba conmigo todo el tiempo después de eso?
Pensando en eso, Ikki sintió una dulzura como un apretón en su pecho.
– Ah.
Cuando miraba cercanamente, vio un poco de baba cayendo de los labios de Stella mientras ella dormitaba. Parecía que incluso una princesa era indefensa cuando está durmiendo, pero esto probablemente era algo que ella no quería que vean las personas. Ikki sintió alrededor de su bolsillo, saco un pañuelo, y gentilmente quito la baba colgada mientras cuidaba evitar despertar a Stella. Pero…
– Nn… uu… fuaa.
¿Estaba durmiendo ligeramente? Stella abrió sus ojos al momento en que el pañuelo tocó sus labios.
– Lo siento. ¿Supongo que te desperté?
– ¿Ikki…?
Stella estaba a punto de dormirse por un momento y se movió distraídamente, pero lentamente su vista se enfocó en el pañuelo húmedo de su propia saliva.
*¡Poof!*
Su rostro se puso de un rojo brillante y arrebató el pañuelo de la mano de Ikki.
– ¿Viste algo?
Ikki se avergonzó ante la pregunta, la cual parecía estar llena con una ferocidad que parecía que lo apuñalaba.
– N-No vi nada.
– Mentira.
– …Si. Discúlpame.
– ¡Ooh…!
El respondió obedientemente y el rostro de Stella se volvió más y más de un morado oscuro, su boca yendo de atrás hacia adelante con una voz ronca.
– Eres el peor. ¡Esta forma de despertar! ¡Es muy vergonzosa!
– …Realmente es difícil responder ese tipo de crítica.
– ¡Cállate, idiota! ¡Comprare otro pañuelo para devolvértelo más tarde!
– ¿Eh? No necesitas hacer eso. No te preocupes por eso.
– Tengo que preocuparme por eso, ¿sabes?
– Ah, Okay. Por favor discúlpame.
Ikki tuvo que retroceder cuando Stella gruñó y mostró sus colmillos, pero justo mientras la conversación se detuvo, *retumbo retumbo*, un lindo sonido desde el estómago de Stella resonó en el silencioso consultorio médico.
– ¡Ser vista así en el momento que me despiertas, también te haría llorar! ¡Todo esto es completamente tu culpa! ¿Qué es esto? ¡Oyéndome hacer sonidos de hambre como si nada! ¡Idiota, idiota!
Stella golpeo a Ikki una y otra vez con los puños cerrados. Dolía un poco, pero no podía quejarse con Stella quien permaneció a su lado tanto tiempo que tuvo saltarse las comidas. Ikki inclino la cabeza ligeramente ante los regaños de Stella.
– …Realmente lo siento. Solo te he mostrado cosas tristes, y te hice preocupar.
– ¡No estoy preocupada en lo absoluto! ¡Ese tipo de lesiones son como rasguños después de una siesta en una capsula…!
– Pero estuviste conmigo todo el tiempo, ¿verdad?
Poniendo su mirada sobre la barriga que hace algún tiempo hizo un gruñido, Stella extrañamente aparto su cara.
– ¡No-No se podía evitar! ¿Sabes? ¿Lo olvidaste? Soy tu esclava y es natural para una sirvienta cuidar de su amo enfermo. ¡No es algo por lo que me tengas que agradecer!
– No. Quiero decirlo. Si no hubieras estado ahí hoy, habría sido realmente peligroso.
Cuando casi estuvo a punto de rendirse, ella gritoó que amaba alguien tan inexperto y fue por eso que Ikki no abandonó sus esperanzas mientras muchas personas lo llamaban inútil. Incluso en su amargura, recordó esas palabras de amor y ahora Ikki tenía que expresar algo sin importar que.
– Hey, Stella
– Dije que no necesito gratitud…
No. Lo que quería expresar no era gratitud.
– Yo también…Te amo.
Mirando a la chica que dijo que amaba la forma en la que él vivía, esos eran sus verdaderos sentimientos y toda expresión cayó del rostro de Stella ante la repentina confesión. Porque era demasiado abrupta, al principio no lo entendió, pero la compresión se esparció a través de su mente.
– ¡Hyau…!
Stella gritó, se tambaleó de la silla y cayó sobre su trasero.
– ¡Que, Estas bien Stella!
– Idio-Idiota ¿Entiendes lo que acabas de decirme?
– Si, lo sé. Te amo, Stella.
Si Ikki se habría preparado a sí mismo con anticipación o no, sus palabras no eran vergonzosas. Pero Stella, quien no estaba lista para este tipo de confesión, tenía su rostro sonrojado que era incomparable al rojo de no hace mucho tiempo y estaba desconcertada ante las lloriqueadas incoherencias.
– ¿Permitirte decirlo, pero, e-eso? Lo que es… la forma de vida de Ikki, su voluntad, algo así, dije que amo eso, ¿sabes? No particularmente a ti, eso… como un hom-hombre, si te amo, No estaba hablando acerca de eso, ¿sabes? El punto principal es que soy una princesa de un país y el cariño hacia una persona común, ese tipo de cosas, ¡E-Es imposible!
Ikki asintió.
– Si, también se eso. Soy una persona desarraigada quien ni siquiera puede volver hacia su propia familia y tú tienes tus propias circunstancias, posición, etc. Por eso las palabras de mi boca no pueden volverse nada. Pero hoy, tampoco las puedo mantener dentro de mí.
Esta dulzura, ocultarla era demasiado difícil.
– Si no te lo digo ahora, no voy a ser capaz de hacerlo luego, así que… Quiero que sepas que conocerte me hizo realmente feliz. Por supuesto, no tienes que responder.
Sabía que sería rechazado, pero la amargura de eso era mucho mejor que no expresar su gran gratitud, y fue por eso que Ikki ofreció sus sentimientos de esa forma. Pero…
– …Engañoso.
Miró directamente a Stella quien estaba hinchando sus mejillas.
– ¿Engañoso?
– …Solo tú siendo honesto, es engañoso.
Ikki no entendió lo que Stella estaba diciendo. Simplemente tenía una corazonada que la ira de Stella fue terriblemente despertada. Como lo pensó, probablemente estaba molesta al escuchar la confesión de alguien incluso más bajo que un plebeyo. Mirándola bastante molesta, Stella dijo…
– Cierra tus ojos por un momento.
«¿Voy a ser golpeado?»
– Uh, umm, Stella. Lo siento. Si hice algo desagradable…
– ¡Esta bien entonces cierra tus ojos como dije!
– ¡E-Entendido!
En la voz de Stella, había a veces una seria fuerza persuasiva. Podía ser una habilidad perteneciente a la realeza. Ikki cerró sus ojos mientras hacia un sonido nervioso, y después de un silencio corto…
*beso*
Una sensación tierna y húmeda fue sentida en si mejilla.
Eh…
Ikki abrió sus ojos en asombro. La Stella en frente de sus ojos tenía las mejillas teñidas en un rojo tan brillante como una manzana.
– S-Stella… justo ahora…
No yendo tan lejos hasta el punto de preguntar, como se esperaba, lo que había sucedido justo ahora era algo que incluso el torpe Ikki entendería.
Stella, había besado la mejilla de Ikki.
Sin embargo, algo como que Stella este haciendo ese tipo de cosas, porque Ikki no lo esperaba ni lo veía venir…
Una estupefacción ordinaria y solo miraba a Stella como un tonto, completamente sin decir nada.
Los ojos de Stella se humedecieron ante la amabilidad de Ikki, y…
– No lo mal entiendas. Justo ahora, esclava o amo o princesa… no tenía ninguna relación con este tipo de cosas. Porque pensé que quería hacerlo. Te permito decirlo, pero supongo que me dieron una orden, Absolutamente no estaría haciendo este tipo de cosas…
-…En otras palabras, sobre esto, ¿estás diciendo que esto está bien?
A esa pregunta, Stella ocultó sus ojos humedecidos, mientras también sonrojaba sus mejillas por la vergüenza y un poco más, realmente un pequeño pedazo… pero seguramente ella asentaría con un sonido.
– … ¿P-Pero sabes? Eso es… porque no he socializado con chicos en el pasado, por alguna casualidad, tu puedes estar extremadamente desilusionado.
– ¡Ese tipo de cosas no es absolutamente el caso! Además, yo también, No he hecho cosas como socializar con chicas.
Es verdad. Ikki hasta ahora nunca había tenido un amor. Su primer beso… el otro día este había sido robado por su hermana menor, pero su experiencia con el género femenino era equivalente a nada. Diciendo eso francamente, y…
– Entonces, ¿Soy el primer amor de Ikki?
– S-Sí.
– Si es así como es… Jejeje, de alguna manera estoy feliz…
Stella entrecerró sus ojos como si estuviera realmente encantada y suavizó sus mejillas.
– Lo siento… Stella en este momento, es demasiado linda y no puedo resistirlo.”
– ¿¡Kyaa!?
Retroceder era completamente inefectivo. Sin esperar a que Stella termine sus palabras, Ikki empujó su cuerpo hacia ella y la sujetó firmemente.
– Gracias. Estoy muy feliz.
– …Por Dios. Este tipo de agresividad es solo por hoy, ¿sabes? Si no eres amable desde ahora en adelante voy a morderte, ¿está bien?
Suspirando
Suspirando como asombrada, Stella también puso sus manos lentamente alrededor de la espalda de Ikki, y aceptó el abrazo de Ikki. El cuerpo de Stella era cálido, suave… pero el sintió una fuerza como una llama ardiente. Esa temperatura era enormemente agradable.
Y… por esa razón…
– Hey, Stella.
– … ¿Qué es?
– Hace algún tiempo, tú dijiste que si estabas conmigo darías tu máximo esfuerzo,
¿verdad?
– …Sí.
– Yo también, si es con Stella, siento que puedo volverme más fuerte hasta el límite. Por eso…
– Por eso vamos. Con nosotros dos, hasta la cima de los caballeros.
– Y para la última batalla del regreso de la cumbre… Quiero pelear contra ti.
Separando sus cuerpos un poco, directamente anunciando esto a las pupilas escarlatas de Stella. Caminando juntos, elevándose juntos entre sí, tener un encuentro cara a cara una vez más. Al principio, sus profundas pupilas carmesí se dilataron en asombro, pero algo ahí comenzó a tener influencia. Eso era el resplandor, de la luz de un fuerte espíritu de lucha.
– … Estaba esperando eso, ¿sabes? Porque esta vez absolutamente, no voy hacer algo como perder.
Lo que Ikki deseaba, Stella también deseaba eso de nuevo desde su corazón. Porque ella lo amaba más que a nadie. Porque ella lo respetaba más que a nadie. Por esta razón, con el caballero en frente de sus ojos, quería luchar una vez más. Eso era natural. Porque una vez más, ella era la misma que Ikki, una persona que se dirigía hacia el límite de dar lo máximo de uno.
Había una cumbre. En ese caso ella no tenía ninguna intención de ceder. Por eso las dos personas, en medio de un silencio al grado de que duelan los oídos, se comprometieron ante la luna que brilla intensamente. A partir de ahora, es probable que tengan muchos enemigos y peleas fuertes aun no vistas.
Aun así, no perder ante nadie…
Y algún momento en el futuro sin falta, en ese campo de batalla donde se decide el Rey de espadas de las Siete Estrellas, para una vez más encontrarse con la más alta y más querida de sus rivalidades…
– Es una promesa.
-FIN DEL VOLUMEN 1-
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