Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen 1

Capítulo 3: Rebelión

Parte 9

– ¿Qué?

Una barrera de agua precipitándose hacia arriba… solo un Blazer podría crear una cosa asi. Bischof consideró que otros caballeros habían sido ocultados y gritó

– ¡Si no permanecen quietos entonces voy a matarlos a todos! ¡Todos ustedes bastardos, disparen a los rehenes!

A la orden de Bischof, los seguidores apuntaron a los civiles que estaban al otro lado de la barrera de agua y jalaron sus gatillos simultáneamente.

Aquellos rehenes, sorprendidos por la barrera y entonces por la descarga de balas, entraron en pánico y se encogieron de miedo como si habían sido arrojados a una caldera de aire caliente. Pero ni una solo bala alcanzó a los rehenes. A pesar de hacer sonidos como una cascada, las balas fueron detenidas por la Noble Arte de Shizuku, Shouha Suiren.

El agua tenía un fuerte impacto de resistencia y cayendo sobre su superficie desde lo alto como si golpearan concreto. Para un objeto de alta velocidad como la bala de un rifle, golpear agua ordinaria seria lo suficiente para romperse en fragmentos y si el agua era llenada con el poder mágico de Shizuku, su solidez se volvería como un muro de hierro. Nada hecho de plomo podría penetrar eso.

Y Shizuku no estaba peleando sola. Al mismo tiempo que ella uso Shouha Suiren, Ikki invocó a Ittou Shura. Saltó desde el patio interior, haciendo un decisivo ataque sorpresivo desde encima de la cabeza de Bischof.

– ¡Che! ¿Había también camaradas de mayor rango?

Pero Bischof era un terrorista que había luchado en muchas experiencias de vida y muerte. Inmediatamente notando el ataque sorpresivo, rápidamente hizo un contraataque, estirando el brazo hacia el Intetsu de Ikki con la misma mano izquierda que había atrapado el ataque de Stella hace un momento.

El Anillo del Juicio que se apoderaba de cada simple ataque como pecado… su mano izquierda activaba la habilidad del golpe estremecedor que había dejado a Stella impotente.

La espada de Ikki era más rápida que la espada de Stella; era varias veces menos poderosa, así que no podía penetrar esa habilidad. El ataque sorpresa fue un tonto error. El golpe de Ikki seguramente sería tomado como pecado y devuelto a él como penitencia… ¡Si la mano izquierda de Bischof podía capturar el filo intermitente de Ikki!

– ¿…Huh?

En ese instante, Bischof vio algo increíble: su propia mano izquierda volando en un chorro de sangre.

No importaba como Bischof podía usar su mano izquierda para dejar un ataque indefenso, no había forma que pudiera atrapar un ataque que no podía ver. Lo que no podía ver, no podía atraparlo. Lo que no podía atraparlo, no podía detenerlo. Ikki balanceo su espada con una velocidad que excedía la percepción de movimiento de los seres humanos, tan rápidamente que el propio cuerpo de Ikki no podía rastrearlo. Era un corte invisible, uno de las siete técnicas de espada originales de Ikki.

– El séptimo filo secreto… Raikou. (NT: Raikou significa Rayo)

***

«Me encargare del pez más pequeño, así que Ikki, por favor incapacita a su vulgar jefe mono.»

Ikki hizo exactamente lo que dijo Arisuin. Con el corte invisible Raikou, atravesó el brazo izquierdo robador de pecados de Bischof y lo mandó a volar, entonces con un golpe de vuelta también daño el brazo derecho.

Ahora que ambos brazos de Bischof fueron cortados, no importaba que tan fuerte era su fanfarronada. Aunque está herida difícilmente detuvo la boca del hombre.

– ¡Gaaah! ¡M-Mis brazos! ¡Cómo te atreves!

– ¿Ese traqueteo ruidoso, huh?

– ¡Hiii…!

Pero Bischof se retractó de su lenguaje grosero en el momento que vio el rostro enojado de Ikki.

– Incluso si se ve mal, no voy a pasarme contigo. Después lo que le hiciste a Stella, no me importaría tomar una o dos extremidades. Después de todo, con tratamiento en la cápsula IPS, ese tipo de trauma no es permanente.

Ikki rechazó a Bischof al apartar su mirada fría, como si fuera suciedad. Los rehenes que ahora inspeccionó estaban ilesos, lo que significaba que su táctica había sido un éxito.

*Golpe*

Arisuin palmeó su hombro.

– ¿Lo hiciste, huh?

– Alice. ¿Tú también terminaste por ahí?

– ¿Debería decir que termine? ¿O quizás que está hecho? Creo, esa chica es bastante sorprendente.

Ikki frunció el ceño ante las palabras confusas de Arisuin y volteó… pero pronto vio lo que Arisuin quiso decir. Los soldados de la rebelión estaban colapsados por aquí y por allá, ni uno solo estaba de pie. En el campo de batalla, solo podía ver la espalda de una persona.

– Stella…

Era la Princesa Carmesí con su cabello rojo moviéndose, su cuerpo cubierto en un vestido de llamas y su mano sujetando a Lævateinn mientras esta esparcía llamas. Después de sufrir un golpe crítico y una deshonra que nunca antes había recibido, Stella aun hizo el primer movimiento y derribó a cada uno de los soldados tan rápidamente que Arisuin no pudo hacer su parte. Había hecho un juicio preciso con una compostura tranquila y a pesar de ser humillada de esa manera, aun controló su fuerza. Ikki de acuerdo con la opinión de Arisuin que era sorprendente, pero…

– Permíteme reportar esto a las personas de afuera. Por favor ve por allí.

– Gracias.

¡No puedo hacer nada inaceptable!

– ¡Stella!”

Ikki corrió hacia Stella y cuando ella volteó hacia su voz, la abrazó con fuerza.

– ¡Ah! ¿¡Oye, q-que!?

Stella estaba confundida y alarmada por el abrazo repentino, pero a Ikki no le importó. Ahora, sabía que quería hacer esto, por lo que abrazo fuertemente a Stella, ocultando su piel con su propio cuerpo. Parecía que puso, a esa amable y chica heroica, tranquila.

– Lo siento. Solo si hubiera venido y salvarte más rápido… entonces no estarías avergonzada de esta manera.

– ¡Ikki…!

Si sus sentimientos fueron entendidos o no, Stella confió su pequeño cuerpo tembloroso al abrazo de Ikki. Ikki trató de no mirar la expresión de Stella, pero su abrazo permanecía fuerte.

No mucho tiempo después, Shizuku lo llamó.

– Onii-sama.

– Shizuku, gracias. Alzando una barrera fue una gran ayuda. ¿Alguien salió herido?

– Claro que no. ¿Crees que soy tan torpe?

Mirándola indignada, Shizuku le dio a Stella el uniforme que se había sacado y lanzado al piso.

– Lo recogí por ti. ¿Me pregunto, cuanto tiempo piensas permanecer así?

– G-Gracias… estoy sorprendida que me hayas tomado en cuenta.

– Que grosera. ¿A quién deberías agradecer por salvarte después de que saliste corriendo descuidadamente?

– Ooh…

Echando chispas por los ojos a Shizuku, Stella conscientemente apartó su mirada. Pero Shizuku…

– Sin embargo… tengo una pequeña mejor opinión acerca de ti.

– ¿Eh?

– No pude salvar a esa madre y a ese niño y aun así pusiste tu vida en riesgo por el bien de un completo desconocido.

– …No es como si estuviera tratando de dar una mejor impresión… Pero bueno, habría sido peligroso si tu barrera no hubiera estado ahí. Esa técnica estuvo esplendida…

Ellas habían sido completamente hostiles hasta ahora, pero si desde una opinión honesta o de vergüenza. Las miradas de Stella y Shizuku ambas eran inusualmente cálidas, e Ikki podía ver el intercambio de cierta aceptación mutua.

Sería bueno si tomaran esta oportunidad para llevarse mejor.

– Ah, es verdad. Shizuku, ¿puedes hacer un hechizo de curación?

– Claro, pero… ¿estás diciendo que saliste herido?

– No, no yo, él.

El apunto a Bischof. Su sangrado era muy severo, por lo que no podían dejarlo así, y curar una herida al manipular el agua era una habilidad limitada a los usuarios de agua de alto nivel.

– No necesitas conectar el brazo, solo detén la sangre. De otra manera se pondría violento y problemático de nuevo.

– Lo entiendo, Onii-sama. No quieres tener la vida de este hombre en tu conciencia.

– Lo dejé indefenso, pero aún tengamos cuidado…

– ¡¡Nooooo se muevann!!