Bluesteel Blasphemer (NL)

Volumen 1

Prólogo: De un Final a un Principio

 

 

Bluesteel Blasphemer Volumen 1 Prólogo Novela ligera

 





 

Dicen que, en el momento de la muerte, la vida de una persona pasa ante sus ojos. Si ese es el caso, Amano Yukinari pensó que realmente iba a morir.

Toda una serie de recuerdos parpadeaban en el fondo de su mente. Recuerdos fragmentados, constantemente parpadeando, sin un contexto que los rodee. Incluso hubo varios eventos que el propio Yukinari casi había olvidado.

Como cuando fue a ver su primera película con su hermana mayor, que por alguna razón era una película del viejo oeste pasada de moda.

Como cuando su madre amenazó sacando un cuchillo de cocina a su padre después de criticarla por haber invertido dinero en la religión.

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Como cuando esperó solo en la sala de espera a que terminara la cirugía de ojos de su hermana.

Como cuando se quedó despierto toda la noche jugando con el modelo de una pistola que compró ahorrando su dinero.

Como cuando su hermana horneó un gran pastel de manzana para su cumpleaños.

Como cuando accidentalmente pisó los lentes de su hermana y se disculpó una y otra vez.

Los recuerdos parecían ser eternos.

Mu-gen-hou-ei. Sueños, ilusiones, burbujas, sombras.

Es una palabra que describe la vida de los seres humanos en retrospectiva: transitoria y corta, como burbujas que suben a la superficie del agua y estallan. Esto era especialmente cierto para Yukinari.

Dieciséis años no era mucho tiempo de vida para un humano, y Yukinari no había pensado en su vida como una que fuera rica en altibajos. Pero aun así, mientras estaba a sólo unos momentos de cruzar el límite entre la vida y la muerte, innumerables escenas cruzaron su mente, una tras otra.

Esto fue sorprendente. Tal vez su vida había dejado una impresión emotiva y profunda en su memoria, aunque no fuera muy consciente de ello. Creía que había pasado por la vida sin preocuparse demasiado por su hermana. Tal vez, en las profundidades de su conciencia, algo parecido a un instinto de supervivencia era incapaz de renunciar al futuro que estaba en proceso de perderse.

Pero en poco tiempo, los recuerdos que pasaban por su mente se conectaron a la escena final. Es decir-

Recordó el bermellón de las llamas que cubrían su visión. La luz y el calor que pronto lo consumiría todo. Era el período, golpeado con fuerza fatal, al final de la vida de Amano Yukinari.

Ya sea que mirara a la izquierda o a la derecha, las llamas se mantenían como una barrera, como para decirle que este era el final del camino. Fue un incendio en una casa. No sabía qué lo había causado. ¿Fue un accidente causado por el incendio de un viejo aparato? ¿O fue un incendio provocado?

No pudo ser que olvidara cerrar el gas o que fuera descuidado al introducir algo. Todo el equipo de cocina de la casa funcionaba con calefacción por inducción y ni Yukinari ni su hermana fumaban. No pudieron ser sus padres, ya que rara vez venían a casa en primer lugar.

No, nada de eso importaba ya. Sólo había una cosa que importaba.

“¡Hermana!” gritó. Su mano extendida estaba lejos de alcanzar más allá de las llamas. Incluso si hubiera sido capaz de llegar, no era como si hubiera logrado algo, ahora que estaba rodeado de llamas por todos lados. Aun así, no pudo evitar extender la mano. No podría haberse preocupado menos por sí mismo. Pero su hermana Hatsune tenía que ser salvada.

“Yuki…”

La silueta de ella se balanceaba más allá de las llamas con una sonrisa fuera de lugar en su rostro. ¿Había llegado a la paz con su destino, o alguna parte de su mente se había roto por tanto miedo y desesperación? O tal vez estaba llorando. Sus gafas estaban nubladas por el humo y el calor, y era difícil ver sus ojos.

La distancia a ella no podía ser más de dos metros, pero se sentía terriblemente lejos. El aire quemaba los pulmones de Yukinari mientras jadeaba para respirar y sus piernas eran tan temblorosas que podían ceder en cualquier momento. Sería imposible escapar de aquí ahora. No, incluso si fueran rescatados milagrosamente en este mismo momento, todavía sería demasiado tarde. El cuerpo de Yukinari no aguantaría hasta el hospital. Ya no sentía dolor al tocar las llamas; sólo le quedaba la sensación de “calor” quemada en su conciencia.

“Yuki…” Su hermana extendió ambas manos hacia él.

“Hatsune…” Yukinari estiró más su mano quemada.

Su conciencia, borrosa por el calor, se entregó lentamente a la irritación. ¿No podía al menos alcanzar su mano…? Si no podían salvarse, deseaba al menos tomarla de la mano para que pudieran estar cerca el uno del otro. Incluso si sus muertes eran inevitables ahora… si él podía morir junto con la hermana que amaba, sería al menos la más pequeña de las consolaciones. Sus temblorosos dedos desesperadamente arañaban la nada-

Y al momento siguiente, el techo en llamas se cayó. La despiadada realidad se abalanzó sobre ellos, incinerando y aplastando su deseo tan pequeño que ni siquiera podía llamarse esperanza. Confrontado con la visión de la desesperación misma.

“¡Hermana!” Yukinari gritó despertandose.

“¿Eh?”

Por un momento, no entendió lo que estaba pasando. ¿Seguía soñando? Yukinari parpadeó rápidamente sus ojos. Se reenfocaron y su visión borrosa y poco clara recuperó rápidamente su claridad. Su mano derecha, que había extendido voluntariamente mientras gritaba, estaba agarrando el cuello de una joven que parecía haber estado mirando su cara.


Por un momento, pensó que era su hermana, pero no lo era. No es que no hubiera algunas similitudes. Daba una sensación vaga y tranquila, y sus rasgos faciales tenían un aspecto amable. Sin embargo, era pelirroja y sus ojos eran azules; probablemente ni siquiera era japonesa. Y lo más importante, esta joven no llevaba las gafas que su hermana nunca soltaba, ni siquiera por un momento.

“¿Quién eres?”  Yukinari preguntó y sólo entonces se dio cuenta de que había sido colocado en algo parecido a una cama dura.

“Cálmate” dijo la mujer, en un idioma que nunca había oído antes, en un tono tranquilo. Pero Yukinari lo entendió, casi como si conociera el idioma desde el principio.

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“¿Qué dem-?” ¿Qué clase de idioma era éste? ¿Cómo podía entenderlo? Pero primero- ¿quién era esta mujer?

“Cálmate, ¿vale?” repitió la mujer y apoyó su mano en su pecho. Yukinari había levantado la parte superior de su cuerpo de la cama y prácticamente colgaba de su cuello. En lugar de empujarlo hacia abajo, ella le puso un poco de peso detrás de la palma de la mano y lo puso de nuevo sobre la cama.

Aunque estaba confundido, no luchó contra su mano. Después de todo, sentía algo de su hermana en ella. Su amable y gentil hermana mayor. Se preguntaba qué le había pasado. Se preguntaba qué era lo que le había pasado a el mismo. ¿Era esto un hospital? ¿Habían sido traídos aquí y rescatados del borde de la muerte?

Mientras estaba acostado en la cama, Yukinari observó sus alrededores. Inmediatamente se dio cuenta de que no estaba en una cama de hospital o en un quirófano. La luz de la habitación la proporcionaban unas lámparas anticuadas fijadas a la pared y, lo que es más notable, no había ningún equipo médico: ningún ventilador para ayudarle a respirar o un monitor de electrocardiograma para leer el latido de su corazón. En su lugar, sólo había herramientas de metal, su propósito no está claro, y algunos recipientes de vidrio, como frascos y tubos de ensayo, dando a la habitación una atmósfera siniestra.

Es como un tipo de laboratorio…

Lo que vino inmediatamente a la mente fue el personaje estereotípico que Yukinari había visto tan a menudo en las viejas películas de ciencia ficción: el científico loco. En cuyo caso, ¿estaba a punto de ser operado? No, tal vez ya lo habían hecho. No pudo ver ni una sola cicatriz en sus brazos, los cuales sabía que estaban horriblemente quemados-

“¿Te duele algo?” preguntó la mujer. Parecía una persona amable, no alguien que realizara experimentos inhumanos. No sólo sus palabras, sino también sus expresiones y pequeños gestos mostraban un cuidado genuino por cómo se encontraba Yukinari.

“¿Quién demonios eres tú?” Yukinari preguntó en lugar de dar una respuesta.

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“¡Habló!” Una voz gritó, sonando sorprendida. Era obvio que no venía de la mujer que había estado al lado de Yukinari todo el tiempo.

“¡Hermana, ha… hablado!” Sonaban como si acabaran de ver un perro o un gato hablar.

Una pequeña e irónica sonrisa se dibujó en los labios de la mujer.

“Naturalmente” dijo. “‘Hecho por el hombre y producto de la inteligencia, poseen todo el conocimiento desde el nacimiento’ – por supuesto, eso es ir demasiado lejos, pero imprimí un vocabulario funcional durante el procedimiento, así que es natural que pueda hablar desde el principio.” Se dio la vuelta para enfrentar a la persona que le había hablado. Era una chica.

Tenía una figura pequeña y su pelo plateado cortado, lo que llevó a Yukinari a pensar por un momento que podría ser un niño. Sin embargo, el tono de su voz y la ropa que llevaba dejaba claro que era una chica. Él Pensó que era más probable que fuera algo más joven que la otra chica.

Probablemente tenía trece o catorce años.

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Podía ver algunas similitudes con la chica mayor en su cara. Dado que ella había dicho ‘hermana’ hace unos momentos, las dos eran probablemente hermanas. Cuando la comparó con la mayor, con su mirada intelectual y su aire agraciado, la más joven parecía algo torpe y como una muñeca.

“En su caso” continuó la mujer “a menos que me equivoque mucho, antes era un humano vivo, así que es natural que tenga un sentido de sí mismo para poder hacer pleno uso de su conocimiento.”

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“Oh… Huh.” La chica asintió con la cabeza, pero sus ojos celestes se desviaban sutilmente del centro de su hermana y de Yukinari. No estaban centrados en ningún lugar en particular y sus pupilas miraban vagamente hacia el infinito.

Esta chica, ella… probablemente no podía ver. La chica llevó una caja de madera llena de instrumentos de laboratorio a su hermana y la puso a su lado. Parecía segura de sus movimientos. Tal vez no estaba completamente ciega, o estaba usando el sonido para determinar aproximadamente dónde estaban las cosas a su alrededor. Parecía actuar como la asistente de la joven o mejor dicho, su ayudante.

“Dasa. Estoy segura de que lo entiendes, pero tienes que mantener esto-” “…Mm” La chica llamada Dasa respondió, asintiendo con la cabeza.

Satisfecha, la mujer se volvió hacia Yukinari y sonrió. “¿Estás bien? ¿Recuerdas tu mundo anterior? O…” “¿Mundo anterior?” Sonaba casi como si hubiera renacido. No, más bien…

“Mi nombre es Jirina. Su nombre…” dijo señalando a la chica que estaba a su lado “es Dasa. ¿Puedes recordar el tuyo?”

“Yukinari.” respondió, pero no sin sentirse algo inquieto e incierto.

¿Soy… realmente Amano Yukinari?

Fue la visión de sus manos, sostenidas frente a sus ojos, lo que le hizo cuestionarse esto. Eran manos sin manchas, sin una sola marca de quemadura. A diferencia de su cara, que sólo podía ver mirándose en un espejo, sus manos eran algo que veía prácticamente todos los días y cada uno de sus contornos estaban marcados en su memoria.

Como demuestra la ‘lectura de manos’, las manos humanas son únicas y vienen en todas las formas y tamaños.

Sin embargo…

¿Son estas mis manos?

Él sentía como si no lo fueran. Probablemente no eran sus manos. La frase ‘mundo anterior’ cruzó su mente una vez más, junto con un sombrío recuerdo de fuego. Tenía-

“Yukinari. Qué nombre tan extraño.” dijo Jirina inclinando ligeramente la cabeza. “Muy bien, Yukinari. Todo esto debe ser muy confuso para ti, pero no te preocupes. Te daré una explicación completa de todo.”

“Acaso yo…”

¿Morí? Y luego, ¿…volví a la vida? No, la situación más probable, por increíble que fuera-

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“Me haría feliz si pudieras confiar en nosotros.” dijo Jirina de repente con la sonrisa angelical de un niño. Todas sus sonrisas anteriores habían irradiado un aire de inteligencia y estaban llenas de la amabilidad de un adulto paciente, lo que sólo acentuaba la sonrisa infantil e inocente que ahora empeoraba y la hacía aún más encantadora.

“Yukinari.” Ella extendió su mano hacia él de nuevo, esta vez no para bajarla, sino para darle un apretón de manos.

Yukinari miró en silencio la mano que se le ofreció. Era delgada y pálida, pero al mirarla más de cerca estaba cubierta de grietas, cortes y arañazos. Era la mano de un trabajador. Su hermana Hatsune, que hacía las tareas domésticas en lugar de su madre, tenía manos como éstas. Eran las manos de alguien que trabajaba en serio y se esforzaba al máximo, incluso cuando no eran muy hábiles.

Así que Yukinari tomó su mano. Jirina rompió en una amplia y feliz sonrisa. Mientras lo levantaba para sentarse, Yukinari pensó para sí mismo que realmente se parecía a su hermana Hatsune.

Por supuesto. Su hermana. Él no se preocupa por si mismo- su hermana era su prioridad. ¿Qué le ha pasado?

“¿Dónde está mi hermana?”

Jirina y Dasa inclinaron sus cabezas en confusión.

“Mi hermana. Amano Hatsune. ¿Está a salvo? ¿Está viva?”

Por mucho que pregunto, no hubo respuesta. Yukinari podía sentir la manta de silencio que los cubría convirtiéndose lentamente en desesperación.





Y así…

Al otro lado de la muerte absoluta, el tiempo comenzó de nuevo.

Fue una reunión que este mundo no había predicho.

Yukinari todavía no era consciente de que este evento se convertiría en algo que alteraría la composición de este mundo entero y que él estaría en el centro de todo.

 

Revisado por MaxWell

 

Bluesteel Blasphemer Volumen 1 Prólogo Novela ligera

Baikus: Hola ¿como estás? ¡Bienvenido a Bluesteel Blasphemer! Yo soy Baikus el encargado de traductir esta novela al español. Soy traductor de novelas y mangas, ¡adorador de las semihumanas y lolis! (Imaginen una semihumana loli…XD).

Está vez les traigo un bonito isekai con el MC op de una manera novedosa con monstruos, magia y al parecer adorador de hermanitas. Espero les guste está novela tanto como me está empezando a gustar a mi.

¡Gracias por leer está novela exclusiva de NOVA!

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ATTE: BAIKUS

P.D: Amen a las furrys también merecen amor

MaxWell: Hola, os doy la bienvenida a esta nueva novela exclusiva de nova ¡Bluesteel Blasphemer! Yo soy el editor de los desastres (mentira) que deja nuestro querido traductor Baikus en la novela.

Otra cosa que he de mencionar es que, después de tantos años consmiendo “cultura” japonesa, lo que mas odio son las lolis y el genero ecchi. Así que habra que ver que tan bien funciona esta colaboración entre mi colega y yo XD.

Bueno, sin nada más que añadir me despido y espero leeros en el siguiente capítulo de Blusteel.

P.D: el trabajo de Dios con los furrys es perdonarlos, el mio es enviarselos. No digo más.

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