Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 5

Capítulo 7: Katarina Y Compañía

Parte 9: Lo Que Pasó Con Aquello

Un día, cuando estaba en la ciudad con mi hijo, pasamos frente a una tienda que era propiedad de un conocido que comerciaba principalmente con contenedores y cajas de madera.

“¡Oh! ¡Papá, mira eso! ¡Woah! ¿Puedo tenerlo?” Dijo mi hijo, empujándome adentro mientras me tomaba de la mano.

La tienda era famosa por su variedad y calidad de productos, e incluso trataba con algunas familias nobles… ¿Realmente vendía algo que pudiera llamar la atención de un niño de ocho años?

Curioso, miré a lo que señalaba mi hijo y vi… una serpiente.

Al principio me sorprendió verla allí reposando en la mesa, pero cuando miré mejor, me di cuenta de que era sólo un juguete.

“¡Woah! ¡Woah!” Mi hijo seguía gritando, completamente encantado por la cosa.

Ese juguete estaba realmente bien hecho… cualquiera hubiera sido engañado por él. Ambos lo miramos, con mi hijo agachado para llevar la cabeza al nivel de la mesa y yo de pie detrás de él.

“Bienvenido.” Nos recibió el dueño de la tienda.

“Hola.” Respondí, luego pregunté por la serpiente de la que mi hijo estaba tan enamorado.

“Estaba visitando a una familia noble para venderles algunos productos y la encontré en un estante. Alabé su artesanía y uno de los sirvientes me lo dio, diciendo que tienen tantos por ahí que no saben qué hacer con ellos.” Explicó.

“¿Una familia noble?”

¿Algún aristócrata rico talló esto durante un episodio de extremo aburrimiento? Parecía demasiado bien hecho para esa explicación.

“¡Papá! ¿Puedo tenerlo? ¿Puedo, no puedo?” Preguntó mi hijo, sus ojos centelleando a la serpiente de juguete realista.

Después de pedir el permiso del dueño de la tienda, lo recogí. Era mucho más ligero de lo que esperaba, y por alguna razón, era muy cómodo de sostener. Era casi como si hubiera sido construido para caber en la mano.

Después de pensar por un momento, dije: “Dime, ¿podría tener esto?”

“Por supuesto. Para empezar, lo estoy ofreciendo gratis.” Respondió al instante.

“Por cierto, ¿de dónde lo sacaste?” Pregunté más.

“La mansión del Duque Claes. A pesar de su rango, es una familia muy agradable, y todos los sirvientes son muy amables.”

“Ya veo… El Duque Claes… Y el sirviente que te dio esto dijo que tienen muchos de estos por ahí, ¿verdad?”

“Así es, pero… ¿por qué? ¿Quieres más de ellos?” Dijo el dueño de la tienda sorprendido mientras sonreía.

“Exactamente. ¿No puedes ver la cara de mi hijo? A los niños les encanta un juguete que se parece a un animal real. Y es ligero y fácil de sostener. ¡Matarían por comprarlos si comenzara a venderlos!”

“¿Lo harían? Bueno, supongo que, si el principal comerciante de la ciudad lo dice, debe ser cierto.”

De hecho, tenía bastante influencia entre los comerciantes de la ciudad y, para no presumir, también era el que obtenía las mayores ganancias. Casi todos los nuevos productos que comenzaba a vender eran éxitos. Y mi instinto me decía que esta serpiente de juguete también lo sería.

“¡No hay tiempo que perder! ¡Tengo que ir a la mansión Claes!”

Salí de la tienda, con la serpiente que había conseguido gratis en una mano y la mano de mi hijo en la otra. Cuanto más miraba ese juguete, más me daba cuenta de lo bien que estaba construido. La persona que lo talló obviamente quería que pareciera lo más posible como una serpiente real. Pero si no querían venderlos y simplemente los dejaban acumulando polvo… ¿por qué los hicieron en primer lugar?

***

“… ¡ATCHOO!”

De repente sentí una picazón en la nariz y solté un fuerte estornudo, y Keith, que estaba a mi lado, me miró molesto.

“Nee-san, ese estornudo no fue muy femenino…”

“¿Que se supone que haga? Un estornudo es un estornudo.” Dije, sorbiendo.

Keith parecía aún más molesto que antes y suspiró, recogiendo el fruto del trabajo en conjunto que hice con el Abuelo Tom.

“Y, por cierto, Nee-san… ¿qué pasa con todas estas serpientes? Últimamente las estoy viendo por toda la casa. ¿Por qué no las tiras ya?”

“¡¿Qué?! ¡¿Tirarlas?! ¡El Abuelo Tom y yo pusimos nuestro corazón y nuestras almas en hacerlas! ¡Nunca podría hacer eso!”

“Al menos no las dejes así… Los invitados se sienten extrañados por ellas.”

“Bueno, he hecho muchas de ellas, pero ahora ya no las necesito… ¡Sólo quería usarlas de alguna manera!”

Pensé que guardarlas donde nadie pudiera verlas sería un desperdicio, así que las puse a la intemperie, pero… desafortunadamente, a la gente no parecía gustarles.

Al principio me elogiaron por lo bien que se hicieron, pero ahora todo era “deshazte de ellas” y “son una molestia”… Qué fastidio.

Keith miró perplejo mi rostro decepcionado y preguntó: “¿Por qué has estado construyéndolas?”

“… Bueno, eso es…” Nunca podría decirle que estaba planeando arrojárselas a Jeord, por lo que permanecí en silencio, provocando otro suspiro de mi hermano.

“Cualquiera que sea el caso, debes deshacerte de ellas. Si Madre regresa a casa y encuentra serpientes de juguete por todas partes, te espera una charla severa.”

Tenía razón… Madre había estado de vacaciones con papá por unos días, y no estaría feliz de encontrar mis obras maestras decorando la casa. Además de eso, terminé rompiendo uno de sus jarrones favoritos mientras colocaba las serpientes, así que no podía dejar las cosas como estaban. Lo sabía, pero…

“Aww… Pero tirarlas después de todos los meses y años que he pasado haciéndolas sería un desperdicio… Al menos me gustaría dárselas a alguien…”

¿Mis pobres serpientes de juguete, colocadas donde nadie puede mirarlas? ¡Eso es muy triste!

“… Sí, si hubiera alguien que las aceptara.” Dijo Keith, dándome una mirada en blanco.

En ese momento, todavía no sabía que las mismas serpientes de juguete que todos en la casa trataban como una molestia se convertirían en un éxito en la ciudad.