Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 5

Capítulo 7: Katarina Y Compañía

Parte 8: Él Se Entero De Aquello

“Dime, Katarina. ¿Por qué siempre se abulta tu bolsillo? Me ha estado molestando por un tiempo.”

Después de haber superado los finales catastróficos, estaba tomando té tranquilamente con Jeord, quien me hizo esa pregunta.

Uh. ¿Tengo algo en mi bolsillo? Pensé, metiendo mi mano dentro y sacando el contenido.

Era una serpiente de juguete, la mejor que había construido en los últimos ocho años. La otra noche para salvarme de la catástrofe la había guardado en mi bolsillo, y había olvidado que estaba allí.

Y, de todas las personas, la saqué frente a Jeord…

Una vez le lancé una hace ocho años, y su retribución fue tan dura que, desde entonces, siempre me aseguré de que no me viera construyéndolas o practicando mis lanzamientos.

¿Por qué lo olvidé en un momento como este? Evité un mal catastrófico, pero parece que me dirijo a otro…

Apreté el puño alrededor de la serpiente, evitando mirar la cara de Jeord. Pero sin siquiera mirar, pude sentir la tensión creciendo.

Oh no… tengo que pensar en algo…

 “¡Ah, increíble! ¿Me pregunto qué es esto? ¿Quién pondría algo así en mi bolsillo?”

Vayamos con el viejo truco “alguien me lo metió en el bolsillo y no me di cuenta”.

 Mi desempeño fue regular, pero la idea, sí puedo decirlo, fue brillante. Sólo fingiría que esta serpiente de juguete no era mía, y que alguien la había puesto allí como parte de algún tipo de conspiración.

“¿Cuándo llegó esto aquí?” Dije, continuando mi actuación.

“¿Qué? ¿Alguien la puso allí y no te diste cuenta?” Preguntó Jeord, confundido. Su expresión era tan tensa como su voz.

¡Sí! ¡Lo engañé! No está mal, Katarina, no está mal. ¡Algún día podrías convertirte en actriz! Ahora confiado en mis habilidades de actuación, presioné aún más.

“Sí… ¿Quién podría haberlo hecho?” Dije con una expresión angustiada, sintiéndome como una estrella de cine.

“¿En verdad quién, quién podría hacer algo como esto?” Dijo Jeord, a quien había engañado al cien por cien.

Ufff. Crisis evitada, pensé. Pero…

“… ¿Es eso lo que realmente esperabas que dijera?”

“¡¿Qué?!”

Miré a Jeord, cuya voz había cambiado de repente, y su rostro tenía la misma sonrisa malvada de hace ocho años cuando le arrojé la serpiente.

… ¿Por qué? ¿No lo había engañado? Lo miré confundida y él siguió hablando.

“¿Cómo podrías no darte cuenta si alguien te pone algo en el bolsillo? ¿Y en primer lugar por qué alguien haría eso?”

“… Es verdad…”

Ahora que lo escuchaba decir eso, me di cuenta que, después de todo, mi idea no era tan brillante. Jeord realmente es un genio…

“¡Eres la única que podría ser engañada por una mentira tan tonta como esa!”

“…”

“¡Y hasta ahora me había mantenido callado al respecto, pero sabía que estabas haciendo esas cosas y practicando el arrojarlas!”

“¡¿Qué?!” Hice todo lo que pude para que él no se diera cuenta… ¡pero todo fue en vano!

“Entonces, ¿te importaría explicar por qué estabas haciendo esas cosas?” Dijo con la más encantadora de las sonrisas.

“Bueno…  eso  es…”  Me  congelé.  No  podía  decirle:  “Te  la  arrojaría  cuando  llegase  el momento en que pudieses atacarme”.

“Bueno, tengo una idea general… ¿Qué debo hacer ahora? ¿Debería decirle a tu Madre sobre esto?”

“No, por favor, cualquier cosa menos eso…” Comencé a entrar en pánico cuando la sonrisa de Jeord se volvió aún más malvada. Si Madre se enterara, nunca oiré el final…

“Ya veo… Entonces no lo haré… Pero a cambio debes hacer algo por mí.” “¡Por supuesto! ¡Haré lo que sea! ¡Gracias!”

¡Sobreviví! Lo que sea que me pidiera, nunca podría ser tan malo como el regaño que Madre me daría.

Jeord acercó su hermoso rostro a mí. “Esta noche, sola, ven a mi habitación. Y asegúrate de que nadie te vea.”

“¿Hm? ¿Por qué?”

Esperaba que me pidiera que hiciera su tarea, que fuera a comprar su almuerzo, o algo así…

¿Por qué tenía que ir allí sin que nadie se diera cuenta? ¿Tenía algún secreto que compartir?

“Descubrirás por qué una vez que vengas. Dijiste qué harías cualquier cosa, ¿no?”

“S-Sí…”

Realmente sonaba como si quisiera compartir un secreto conmigo. Estaré encantada de escucharlo y ayudarlo.

“Tengo muchas ganas de verte esta noche.” Me susurró al oído con una sonrisa cuestionable, y sentí un escalofrío recorriendo mi columna vertebral. Me pregunto por qué es así. Qué extraño.

Mientras me preguntaba sobre ese escalofrío, sentí que alguien me arrastraba a un lado. Me sorprendió ver a Keith allí.

“Jeord… tus acercamientos son realmente incomodos para Nee-san.”

“Ella es mi prometida; es normal que me acerque a ella. Tú, por otro lado, debes abstenerte de tocarla tan descuidadamente. ¿No eres un poco mayor para estar tan unido a tu hermana?”

Jeord había respondido al áspero comentario de Keith con una sonrisa, pero la siguiente respuesta no vino de Keith, sino de otra persona.

“Katarina aún no es tuya, Príncipe Jeord… Todavía no estás casado.” Dijo Sophia, que había aparecido de la nada con una expresión de enojo en su rostro.

“En efecto. ¡Simplemente estás comprometido y eso puede cambiar en cualquier momento!”

“¿Qué quieres decir con eso, Lady Mary?”

“Quise decir lo que acabo de decir, Príncipe Jeord.” Dijo una sonriente Mary a un sonriente Jeord.

Todos se veían muy alegres, sonriéndose el uno al otro… pero por alguna razón, sentía que había cierta tensión en el aire.

De alguna manera Todos los miembros del consejo estudiantil se habían reunido a mí alrededor, y todos parecían enojados. Y aún podía sentir esa tensión en el aire. Pensé que superaría los finales catastróficos…

“Katarina, ¿has terminado de hablar con el Príncipe Jeord?” Preguntó Mary amenazadoramente.

“¿Uh? Oh, sí…” Dije, y ella me agarró con fuerza.

“Entonces vayamos a tomar un poco de té en otro lugar.”

“Uh… claro.”

Luego tomé té mientras charlaba con Mary, Sophia y María, y ese extraño escalofrío en mi espalda finalmente se calmó.

Me pregunto qué fue eso… ¿Me resfrié?

 Esa noche no pude llegar a la habitación de Jeord, ya que Keith y los demás descubrieron todo. Me regañaron y me dijeron que nunca volviera a hacer algo así.

Tenían algo de razón… Una mujer no debería ir sola a la habitación de un hombre por la noche. La próxima vez le diré a Jeord que escucharé lo que sea que lo esté molestando durante el día. Pero, aun así, ¿cuál es esta extraña tensión entre todos mis amigos? Se suponía que los finales catastróficos eran cosa del pasado…