Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 5

Capítulo 7: Katarina Y Compañía

Parte 10: El Comienzo Del Romance Entre Padre Y Madre

“Ahora que su tercera hija se ha casado en una buena casa, el Duque Adeth debe estar eufórico.”

“Así es… Sin embargo, no sólo la segunda hija aún no se ha casado, sino que aún no está comprometida.”

“¿No lo está? ¿Quieres decir que su hermana menor se casó antes que ella?”

“Precisamente. Se rumorea que no es tan sociable como sus hermanos, y tiene una cara bastante severa que ahuyenta a los pretendientes.”

“Pero ya no es tan joven… A este ritmo, puede ser demasiado vieja para casarse antes de encontrar un novio.”

“Eso es cierto, y es la razón por la cual el Duque Adeth está buscando por todas partes a alguien para casarse con su hija.”

“¡Pensar que la hija de un duque tendría problemas para encontrar un hombre! Pobre duque Adeth, debe estar muy avergonzado.”

“¡Estoy seguro de que lo está!”

El tono de las dos damas tenía más que una pizca de burla. Salí de la habitación, cuidando de que no me vieran.

Soy Millidiana Adeth, la segunda hija del Duque Adeth. Hoy era el día de la fiesta celebrando el matrimonio de mi hermana menor.

Entre las muchas palabras de felicitación, se podían escuchar comentarios como los que las dos damas acababan de hacer, haciendo de la fiesta un lugar muy incómodo para mí.

Era mucho más tímida que mis hermanos, y mi cara parecía, como la gente comentaba a mis espaldas, como si siempre me estuviera burlando de todos. Por estas razones, aún no estaba comprometida, y mucho menos casada.

Mi padre, como duque, insistía en que me casara con alguien digno de mi rango. Pero todos los candidatos que encontraba para mí se enamoraban rutinariamente de mis hermanas, que eran mucho más talentosas y sociables que yo.

A pesar de todo esto, mi familia, lejos de tratarme como una molestia, era muy amable conmigo. Mi madre y mis hermanos siempre se enfrentarían a cualquiera que me insultara, y mi padre todavía estaba buscando a alguien que se casara conmigo. Pero ser tratada con tanta amabilidad me hacía sentir aún peor conmigo misma.

Si sólo tuviera la amable sonrisa de mis hermanas, pensé decepcionada cuando me encontré haciendo una mueca en la fiesta de hoy. Sólo estar allí me llenaba de pena. Si la celebrada no hubiera sido mi querida hermana, que siempre se pondría de mí lado, ya habría dicho que no me sentía bien para irme.

Suspiré y me moví hacia una esquina de la habitación, planeando esconderme hasta que la fiesta terminara, pero de repente el salón se llenó de voces emocionadas. Miré de dónde venía la emoción y vi a un hombre, que probablemente acababa de llegar… tarde.

Las voces pertenecían a las damas que lo rodeaban. Curiosa, me acerqué para descubrir la razón de tanto alboroto.

Era verdadera e increíblemente guapo. Su brillante cabello dorado y sus ojos azules lo hacían parecer un príncipe de un cuento de hadas. Reaccioné al verlo de la misma manera que las otras damas: sonrojándome y mirándolo fijamente.

“¡Él es muy guapo!”

“¿Quién es él?”

“¿Usted no lo conoce? ¡Es Luigi Claes, de la familia del duque!”

“¿Es ese Luigi?”

Escuché la identidad del hombre… Luigi Claes, heredero del Duque Claes. Incluso alguien tan insociable como yo, que rara vez asistía a bailes y tenía pocos amigos, sabía de su nombre. Era hermoso, encantador, inteligente y talentoso… y, como si eso no fuera suficiente, estaba destinado a convertirse en duque. Ningún otro hombre era tan cotizado como él en la sociedad aristocrática.

Una sola mirada fue suficiente para que me enamorara de él, pero ahora que sabía quién era, nunca podría acercarme a él. Mi rango puede haber sido lo suficientemente alto, pero alguien tan hermoso como él parecía venir de un mundo distinto al mío, donde era una chica cuya personalidad inaccesible me había mantenido soltera.

Me las arreglé para apartar los ojos de él e intenté volver a la esquina de donde venía.

“¡Millidiana!” Gritó una voz detrás de mí.

Era mi padre, con una amplia sonrisa en su rostro. Y a su lado estaba… ¿Luigi Claes?

Estaba paralizada de sorpresa, pero mi padre me indicó que fuera a ellos. Para ser honesta, no quería ir tan cerca del centro del pasillo, ni cerca de alguien que reuniera tanta atención como Luigi… Sin embargo, no podía fingir que no había notado a mi padre, así que lo hice a regañadientes.

“Luigi, esta es Millidiana, mi segunda hija.”

“Soy Millidiana Adeth. Es un placer conocerte…” Dije, de la manera más femenina que pude lograr.

“Soy Luigi Claes. El placer es mío. Tu padre siempre ha sido muy amable conmigo.” Respondió con una sonrisa tan encantadora que hizo suspirar a todas las damas que nos rodeaban. Por supuesto, después de suspirar, me dispararon sus miradas más frías…

Era aún más guapo de cerca… Cuando sus ojos azules miraron los míos, sentí que mi rostro se calentaba.

Y lo más aterrador fue que era tan atractivo que cuando me dijo: “Eres realmente hermosa, Lady Millidiana.” Me sentí desfallecer a pesar de saber que no podía ser más que adulación vacía.

Por razones que no entendía, Luigi terminó pasando el resto de la fiesta conmigo. Probablemente mi padre le había pedido que lo hiciera, no sería bueno que todo el tiempo la hija del anfitrión estuviera sola contra una pared, y él había cumplido, devolviéndole los favores que había recibido anteriormente.

Al principio, me sentí incómoda cuando las damas que querían disfrutar de la compañía de Luigi me miraban con odio, pero luego me di cuenta de que nunca tendría otra oportunidad como esta y me olvidé de ellas.

Una vez que termine esta fiesta, probablemente nunca me volverá a mirar… Bien podría disfrutar de mi tiempo con este príncipe de cuento de hadas mientras dure.

Y lo disfruté, tan feliz y sonriente como siempre.

“Millidiana, hoy me divertí mucho contigo. Veámonos de nuevo.” Me dijo con una sonrisa cuando nos separamos.

Encantada, respondí: “Por supuesto.” Pero sabía que no volveríamos a vernos.

…O eso pensaba.

“¿Q-Qué acabas de decir, Padre?” Pregunté aturdida.

“Como dije, tu compromiso ha sido decidido, Millidiana. Fue Luigi Claes quien pidió tu mano. Toda una noticia maravillosa, ¿no te parece?”

“Luigi… Claes…”

Escuché a mi padre, pero lo que decía era tan difícil de creer que no pude procesarlo. ¿Luigi?

¿Pidiendo mi mano? ¿Por qué alguien tan popular como él haría tal cosa? Como todavía estaba demasiado sorprendida para comprender la situación, el tiempo pasó y los preparativos llegaron tan lejos que la fecha de la boda ya había sido decidida.

Estaba locamente enamorada de Luigi, pero no sabía por qué él se quedaría a mi lado y me daría tales amables palabras… hasta que las otras damas de la alta sociedad me lo dijeron.

“Luigi ha sido tratado muy bien por la familia Adeth, por lo que tomó a la hija sobrante para devolverle el favor.”

“Tiene un sentido del deber tan fuerte, ¡debe haberse sentido obligado a ayudarlos!”

“Es tan triste que un hombre tan maravilloso tenga que casarse con una chica tan indeseable.”

Sus palabras aclararon todas mis preguntas. Luigi se casó conmigo para pagar los favores de mi padre… Después de todo, cuando nos conocimos, dijo: “Tu padre siempre ha sido muy amable conmigo.”

Por eso se casó conmigo… por obligación…

 Pero, incluso después de saber la verdad, mis sentimientos por él no desaparecerían… Todavía dividida entre la felicidad y la tristeza, me convertí en Millidiana Claes.

Luigi siempre fue muy amable conmigo, pero, tal vez porque sólo me había tomado por obligación, podía sentir cierta distancia entre nosotros.

Lo amo… pero él no me ama. Cuanto más amable era conmigo, más me enamoraba de él… y más doloroso se volvía. Incluso después de que nació nuestra hija, las cosas no cambiaron.

Sin embargo… cuando nuestra hija tenía ocho años, adoptamos a un niño para que fuera nuestro hijo. Luego, después de una serie de incidentes, finalmente me di cuenta de que todo el tiempo nos habíamos estado malentendiendo.

No se había casado conmigo por obligación, me había amado desde el principio. El dolor que había sentido en mi pecho durante todos estos años desapareció de inmediato. Finalmente, y por primera vez pudimos sentirnos como una pareja casada. Por fin, fui feliz desde el fondo de mi corazón.

“¡Uno-dos!”

Ahora nos queríamos más que nunca, y nuestros días juntos fueron tan dulces como los de dos recién casados.

“¡Uno-dos!”

Nuestro hijo adoptivo también era inteligente y talentoso, lo que contribuía a mi felicidad.

“¡Uno-dos!”

… ¿Qué es este sonido?

 Estaba tomando mi té de la tarde, saboreando el momento mientras recordaba el pasado… pero estos sonidos extraños provenientes del jardín estaban arruinando la atmósfera. Sólo había una persona que gritaría así en esta respetable y venerable familia. Puse mi té sobre la mesa y me dirigí a la puerta que daba al jardín. Una vez allí, encontré que el ruido provenía de la persona que esperaba, que estaba labrando la tierra en el atuendo que también esperaba.

Gracias a esa persona, el hermoso jardín de la mansión Claes se estaba convirtiendo lentamente en un campo.

“¡Uno-dos! ¡Uno-dos!”

Me acerqué a esa persona, que estaba tan concentrada en trabajar con la azada que ni siquiera noto mi presencia.

“¡Katarina!”

-FIN DEL VOLUMEN 5-