Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 9

Capítulo 4: El Reino Mágico, Felsen

Parte 1

“Lo siento si esto suena irrazonable.”

“No, no te preocupes.” El Rey de Lestia sonrió mientras hacía un gesto de desdén con la mano. Estaba igual que siempre. Me alegró tener a un buen tipo así como cuñado. Bueno, aún no me había casado con Hilde, pero aún así….

Estábamos en un carruaje desde Lestia hasta el palacio real de Felsen. El Rey Reinhard había tenido la amabilidad de organizarme una reunión con el Rey de Felsen.

No quería aparecer de repente de la nada en Felsen con [Portal], así que decidí que el mejor curso de acción sería tomar un convoy formal con Reinhard. Aunque hice un poco de trampa. Acorté nuestro viaje transportándonos a todos a una corta distancia de la capital.

Le mostré mis hallazgos relacionados con el robo de Frame Gear a Reinhard, pero él los miró con el ceño fruncido. Le pregunté por qué parecía tan desconcertado.

“No es que dude de ti, Touya… Pero no estoy seguro de creer que el Rey de Felsen haría algo así”. Felsen era una de las dos únicas naciones que limitaban con Lestia. El otro era el Reino de Ryle. Debido a esta proximidad, tenían una historia rica y entrelazada.

Por lo que he entendido, las naciones de Lestia y Felsen solían estar en guerra, pero en los últimos años habían disfrutado del contacto pacífico y del comercio.

Reinhard me informó que el líder de Felsen era sensato, de mente abierta, no le importaban los problemas menores y no era muy quisquilloso en absoluto. No tenía la personalidad que cabría esperar de un mago. También era un fanático del acondicionamiento físico y le gustaba levantar pesas.

El anterior líder de Felsen era un investigador obsesivo, e incluso murió debido a un accidente mágico de investigación. El actual rey era su hermano menor, y le sucedió de inmediato.

Su nombre es Boulanger Frost Felsen, y desde muy joven sus actividades fueron diferentes a las de su hermano mayor. Siempre priorizó la aptitud física y las artes marciales sobre la investigación espiritual y la técnica mágica. Eso tampoco cambió mucho después de que ascendió al trono.

La razón oficial de la visita a Felsen era por la isla de Enlush. Era un lugar entre Roadmare, Felsen, Ryle y Lestia. En medio del Mar de Rondo, una pequeña masa de agua que desembocaba en el Gran Río Gau.

La isla era técnicamente propiedad de Lestia, pero había muchas bestias mágicas poderosas viviendo allí. Debido a esto, realmente no podían aprovechar los recursos allí. Aparentemente el suelo no era muy fértil allí. Y las bestias mágicas acuáticas atacaban a los barcos de pesca o de vela que pasaban por allí. Era una isla de la que nadie podía hacer buen uso.

Miré esta isla y llevé una cierta propuesta al Rey de Lestia.

Mi propuesta era simple. Podríamos construir puentes para conectar a las cuatro naciones usando esa isla como nexo central.

Los puentes serían largos, por supuesto. Sin embargo, su construcción no era imposible. Si los construyéramos, el comercio entre las cuatro naciones sería mucho más fácil. Además, con la isla como centro, podría incluso convertirse en un próspero centro comercial.

Cada país podría establecer sus propias reglas comerciales, naturalmente. Y las exportaciones, junto con las importaciones, serían estrictamente controladas.

Construiría los puentes con cada nación, a cambio de una cuota de peaje. Encima de eso, también eliminaría a todas las criaturas peligrosas nativas del territorio central.

Los gobiernos de Roadmare y Ryle estuvieron de acuerdo con el proyecto. Ahora todo lo que necesitábamos era ver si Felsen también quería participar en el plan. Si Felsen no estuviera de acuerdo, yo sólo haría una ruta comercial entre las otras tres naciones, pero no veía exactamente ninguna razón para que se negaran.

“He oído que Felsen está a la vanguardia del desarrollo de la tecnología mágica, ¿no es así?”

“Correcto, sí. Investigan todo tipo de cosas incluyendo artefactos, tecnologías antiguas, encantamientos, talismanes, el ninjutsu de Eashen y el naturalismo”. La magia tenía siete amplios atributos elementales en este mundo, pero también había vástagos inusuales que hacían uso del poder mágico. Éstas se conocían como “artes”. El ninjutsu que empleaba Tsubaki era un ejemplo de uno de esos estilos.

No estaban determinados por afinidades elementales como los hechizos convencionales, así que cualquiera que tuviera magia en ellos podía hacer uso de ellos. Aún así, era necesaria una gran cantidad de entrenamiento para empezar. Incluso si te llevara unos cinco años descubrir los fundamentos, no podrías usar las habilidades más básicas hasta por lo menos otros cinco años además de eso. Así que, en realidad, el camino de las artes era uno que tomaba mucho más tiempo y dedicación que el de la magia.

Ciertas artes se mantuvieron en secreto y se limitaron a familias específicas, así que uno nunca podría dominar verdaderamente cada una de ellas. Los Daoshi de Yulong, por ejemplo, eran maestros de las artes de los talismanes.

“Cerca del sesenta por ciento de todos los artículos encantados del mundo fueron producidos por los artesanos mágicos de Felsen. Su tasa de éxito no se acerca a tu hechizo, que siempre parece funcionar, aunque…. así que no tienen medios de producción en masa”.

“¿Tanto fallan? ¿Cuál es su tasa de éxito?”

“Alrededor de uno de cada diez intentos funciona, creo… En un buen día.”

¿Menos del diez por ciento…? No es de extrañar que los bienes encantados sean tan caros.

La Biblioteca de Babilonia tenía algunos libros que detallaban cómo mejorar tus posibilidades de encantar y otras técnicas… pero no tenía ningún libro sobre otras artes que se hubieran desarrollado desde los tiempos del Doctor Babilonia. El ninjutsu, por ejemplo, se había desarrollado en Eashen, pero nadie vivía en esa zona del mundo hace cinco mil años, así que no había libros que lo detallaran.

Me di cuenta de que podía usar mi propio hechizo para producir en masa todo tipo de bienes y hacer una fortuna, pero eso habría afectado los ingresos de Felsen a lo grande… así que la idea era un “no ir”.

Mientras meditaba sobre las diferentes artes mágicas, nuestro carruaje pasó por la ciudad castillo y llegó a la morada real.

El castillo de Felsen no se parecía a la fortaleza francesa que había imaginado inicialmente. En cambio, se parecía más a un castillo británico clásico. Se sentía muy digno y rústico. Desprendía un aura tan tradicional que era fácil imaginar que se trataba de la fortaleza de un mago.

Llegamos a la escalera hasta la entrada principal. El Rey Caballero Reinhard se adelantó y yo lo seguí. Entonces, levanté la vista y vi a un hombre esperándonos en la entrada.

Parecía de unos 40 años, por lo menos. Era extremadamente alto y fornido, y llevaba un brillante traje de armadura. Me recordaba a un luchador profesional o a un jugador de fútbol americano.

Su barba cubría la mitad inferior de su cara, y su pelo negro grisáceo estaba mal peinado hacia atrás. Llevaba una hermosa capa blanca con costuras doradas, y en su mano derecha había un magnífico cetro de plata.

Lo que más me llamó la atención, sin embargo, fueron las cicatrices en su cara.

¿Qué demonios, peleó con un tigre o algo así?

“Caballero Rey de Lestia, Gran Duque de Brunhild…. Bienvenidos a Felsen, muchachos.” El gigante de un hombre, el Rey Boulanger Frost Felsen, nos sonrió a ambos.

“Ohoho… Puentes a la isla de Enlush? Sí, vería que las ganancias se disparan si todos estableciéramos el comercio de esa manera. Pero…” Le conté el plan al Rey, pero se acarició la barba y parecía preocupado.

“¿Pasa algo malo?”

“Sí, verás… Incluso si construimos este puente, la isla Enlush es territorio lestiano, ¿no? ¿Y si Lestia decide detener el paso por la isla basándose en sus propios caprichos, ¿eh?”

“Eso no es un problema. Cuando los puentes estén terminados, la isla se dividirá en cuatro territorios. Cada país será dueño de ese segmento de la isla, y el diez por ciento de la cuota comercial se destinará  a Brunhild. La nación del Gran Duque construirá los puentes y despejará a los monstruos, después de todo”. Reinhard rápidamente calmó las preocupaciones del Rey de Felsen.

Me hubiera gustado construir los puentes gratuitamente y dejarlos a su suerte, pero la duquesa Audrey de Roadmare me dijo que debía asumir la responsabilidad de los puentes en caso de que surgieran problemas en el futuro, así que lo acepté.

Los costos no serían tan altos, pero sí se sumaron ya que los puentes terminarían siendo bastante largos. Todos los países me devolverían los gastos dándome el diez por ciento de los peajes del puente. También les dije que no aceptaría más dinero de ellos después de que me pagaran la cantidad total. Si los puentes se usaran con frecuencia, tardarían unos diez años como mucho. Aunque no me habría importado que me pagaran en trozos más grandes si pudieran permitírselo.

Inicialmente, sólo planeaba instalar portales de transferencia para todos los países, pero si se averiaban yo sería el único que los arreglaría. Los puentes fueron la elección más sabia, si quería pensar al menos en el futuro.

“Bueno, entonces, Gran Duque…. Te preguntaré si crees que puedes construir cuatro puentes de ese tamaño”. Un hombre con el que no estaba completamente familiarizado habló. Estaba sentado en la misma mesa que nosotros. Sus ojos eran de un azul profundo, y me miraban con intensidad de halcón. Este hombre era el primer ministro de Felsen. Si no recuerdo mal, se llamaba Amond.

“Puedo hacerlo en unos tres días una vez que tenga los materiales. No estoy haciendo nada extremadamente llamativo, sólo puentes”.

“Dudo que puedas hacer algo así en sólo tres días…. Incluso si usas esas cosas gigantes Frame Gear, cuatro puentes en tan poco tiempo es absurdo, ¿no?”

Amond dirigió una mirada llena de dudas en mi dirección. No lo culpé exactamente por estar equivocado, pero no iba a usar mi Frame Gears en absoluto.

Simplemente usaría el Taller para hacer los puentes de la misma manera que lo hice para el Castillo de Brunhild. Era más trabajo de lo habitual, pero el Taller estaba siendo alimentado por el reactor de la Torre, así que definitivamente estaba a la altura de las circunstancias.

“Mi Frame Gear no estará involucrado. Tengo algo que puede tomar los materiales y moverlos al lugar correcto. En pocas palabras, es algo que puede tomar un montón de piedras y colocarlas en forma de puente”.

“…¿Esto es un artefacto?”

“Er, algo así. Pero sólo yo puedo usarlo”. El hombre que se entrometió era un tipo delgado y espeluznante. No sabía lo que estaba pensando. Sus ojos estaban muertos y vidriosos hasta hace un momento, pero cobraron vida en el momento en que mencioné mis capacidades. Era el mago de la corte de Felsen. Ludo, creo que lo llamaron.

“¿Por qué sólo tú puedes usarlo, Gran Duque?”

“Lo único que puedo decirte es que así es como funciona el artefacto. Incluso dentro de mi propio país, los detalles son confidenciales…. Lo siento.”

“Ya…. veo… Qué desafortunado”. Ludo suspiró un poco, y sus ojos volvieron a ese vidriado muerto. Parecía que no le importaban mucho las cosas que no eran emocionantes.

El Rey de Felsen me dio una pequeña sonrisa.

“Perdone su falta de modales. Ha estado investigando mucho últimamente, lo cansa mucho”.

“Oh, no te preocupes. No estoy ofendido.” Estaba acostumbrado a que la gente actuara como él. Tenía a la maga de la corte de Belfast, Charlotte, y a Leen de regreso en casa. Las dos se iluminaban cada vez que mencionaba cosas inusuales, pero no se entusiasmaban de otra manera.

Las personas sentadas a la mesa, aparte de mí, fueron el Rey Caballero de Lestia, el Rey de Felsen, el Primer Ministro Amond, el mago de la corte Ludo, y otro que finalmente decidió hablar.

“Gran Duque… Posees muchos artefactos fascinantes, y también esos guerreros gigantes. ¿Quizás te los encontraste en un cierto conjunto de ruinas?”

“…Algunos, pero no todos. Algunos de ellos son de mi propia creación”.

“Ya veo, ya veo… De hecho, puedes usar el hechizo [Encantar]…. Sin mencionar el hecho de que tienes dominio sobre todos los elementos. Una posición envidiable”. El hombre que comentaba y reía en voz baja era Easeus, Director General de la Cámara Mágica de Comercio e Industria de Felsen. Estaba a cargo de todos los magos, artesanos y comerciantes del país. Tenía el pelo gris y ondulado, y llevaba un par de gafas de sol. No tenía ni idea de que las gafas de sol existieran en este mundo…. Definitivamente también tenían algún tipo de efecto mágico en ellos, aunque no sabía qué era. En cualquier caso, sabía que eran unas gafas de sol encantadoras.

Me pareció sospechoso, para ser honesto. Aún así, no podría acusar a un tipo de ser sospechoso sólo por el crimen de llevar unas gafas de sol suaves.

Después de conocer al Rey de Felsen, definitivamente no pensé que fuera el único detrás del Frame Gear robado. Reinhard tenía razón al considerarlo un buen hombre. Siempre hubo la posibilidad de que estuviera escondiendo su verdadero yo, pero lo dudé mucho.

En cuanto al Primer Ministro Amond, el mago de la corte Ludo, o el Oficial en Jefe Easeus….

Cualquiera de ellos podría haber sido el cerebro que buscaba. Después de todo, era posible que el culpable estuviera operando sin el conocimiento del Rey. Los tres tenían un poder considerable dentro del país, así que no era una suposición irrazonable.

Tuve que sacarme esos pensamientos de la cabeza. No habría estado bien que yo juzgara sin fundamento a la gente que me rodea.

“Bueno, un puente me suena muy bien. Al igual que los demás, pagaremos una parte a Brunhild para cubrir los gastos”.

“Su Alteza… ¿Es esa la decisión a la que hemos llegado?” El Primer Ministro Amond se dirigió al Rey, como para confirmar la elección.

“El país que se pierda este trato perderá mucho dinero, apostaría. Además, no creo que los otros tres conspiren para atacarnos. Demonios, el gran duque de Brunhild está manejando las complejidades de la cosa, así que nos ayudaría si surgieran problemas, ¿verdad?”

“Lo haría, sí.” Los cuatro países compartían relaciones amistosas, pero no estaba del todo seguro de que esa paz fuera a durar para siempre. Era totalmente posible que los puentes pudieran ser utilizados como rutas de invasión. Por eso planeaba poner fortificaciones defensivas a lo largo de cada puente para tratar de impedirlo.

“Muy bien, ahora lo hemos quitado de en medio…. Hey, Gran Duque. ¿Te importaría venir conmigo? Quiero mostrarte algo.” El Rey de Felsen sonrió ampliamente en mi dirección mientras hablaba. Algo en sus ojos parecía terriblemente atrevido. ¿Qué podría querer?

KJun: Revisado y corregido.