Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 10

Capítulo 4: Una Reunión Familiar

Parte 2

Mientras tanto, después de que Rio había salido del salón y se había despedido de los demás, caminó con Charlotte por un pasillo del castillo.

“¿A dónde podríamos dirigirnos?” Rio preguntó con una sonrisa.

“La gente del gobierno principal de Beltrum se va a regresar a su reino hoy, así que los despediremos primero. Después de eso, prometí tomar el té con Liselotte y esperaba que estuvieras abierto a unirte a nosotras”, respondió Charlotte con un humor extrañamente alegre.

“Es así…” Rio no sabía por qué estaba de buen humor y observó su expresión mientras respondía.

“Muchas gracias, señor Haruto”, dijo Charlotte de repente.

“¿Por qué, puedo preguntar?”

“Por Aki y Masato. Los trajiste al castillo porque podías confiar en nosotros,

¿no? Eso significa que Lady Satsuki también ha decidido confiar en nosotros hasta cierto punto. Estamos muy encantados con eso. ¿Quizás ya le hablaste de nuestra conversación durante el baile del banquete de anoche?”

“…Si. Sin embargo, no creo que mi transmisión del mensaje haya influido en el resultado”. Si Aki y Masato lo hubieran deseado, habrían terminado yendo al castillo de todos modos.

“Puede reclamar eso, pero no creo que sea así. Padre también estaba extremadamente encantado y lo alabó mucho, Sir Haruto.” Charlotte sonrió con una risita. Mientras conversaban, Rio y Charlotte caminaron hacia el jardín geométrico que conducía a la puerta del castillo.

Varios carruajes de caballos esperaban allí mientras los miembros de la realeza y la nobleza del Reino de Beltrum se preparaban para partir. Viajarían a la capital de Beltrum en un barco encantado, pero los carruajes los llevarían desde el castillo hasta el puerto.

“Parece que se irán pronto. La princesa Christina y el héroe también están allí. Me alegro de haber llegado a tiempo. Ahora, ven por aquí, señor Haruto.” Rio siguió el ejemplo de Charlotte hacia la nobleza del Reino de Beltrum. Teniendo en cuenta su pasado, no se habría acercado a ellos por elección propia, pero la posibilidad de que se descubriera su identidad era extremadamente baja. En todo caso, se preguntó cuántas personas de allí en realidad lo recordaban.

“¿Están disponibles la princesa Christina y Sir Rui? Me gustaría saludarlos y despedirlos. Soy la segunda princesa del Reino de Galarc, Charlotte, y este es el caballero honorario, Sir Amakawa”, dijo Charlotte a los caballeros que custodiaban los carruajes de caballos. Se sentía extraño haberse presentado como un caballero, pero sin duda fue útil para hacer que los nobles fueran más complacientes con él.

“Por favor, espere un momento.” Un caballero se quedó aturdido ante la llegada de figuras de tan alto estatus. Menos de un minuto después, Christina y Rui aparecieron con sus guardias a cuestas.

“Gracias por venir a despedirnos, Princesa Charlotte, Sir Amakawa”, les saludó Christina con gracia.

“Probablemente no volveremos a vernos por un tiempo, así que al menos quería despedirme de ustedes. Esperaba que pudiéramos hablar más mientras estabas aquí, pero nuestras posiciones lo hacen difícil, después de todo. Sin embargo, estoy feliz de que hayamos llegado a tiempo para despedirte”, dijo Charlotte con una sonrisa, apartando la mirada de Christina con indiferencia. Al final de su mirada estaba Charles Arbor, que había acompañado al resto del Reino de Beltrum aquí.

Christina también le lanzó una mirada a Charles antes de responder con una sonrisa amable. “Es posible que podamos reunirnos de nuevo antes de lo esperado, pero tienes razón. Siempre existe la posibilidad de que no nos volvamos a ver, así que me alegro de que podamos saludarnos adecuadamente así”. Luego, ella procedió a dirigir su mirada hacia Rio. “Sir Amakawa, gracias por despedirnos también. Sir Rui también había querido hablar contigo un poco más.”

“Eso es… me siento honrado”. Rio inclinó la cabeza profundamente hacia Rui.

“Soy el que se complace en poder verte de nuevo, Haruto. Como dijo la princesa Christina, quería hablar contigo”, dijo Rui, con una sonrisa refrescante.

“Si bien sería un placer, ¿puedo preguntar por qué?”

“¿Había hecho algo para atraer tanto su interés?”

“Fue por lo que dijiste sobre tus padres, supongo. Tu nombre suena muy similar al de mi ciudad natal, así que me hizo sentir familiar, como si vinieras del mismo lugar que yo. Parece que además de Satsuki, los otros dos héroes preferirían distanciarse de mí, así que si alguna vez tenemos la oportunidad de encontrarnos de nuevo, ¿estarías dispuesto a hablar conmigo como amigo?” Rui dijo con una sonrisa agridulce, ofreciendo su mano a Rio para un apretón de manos.

“Por supuesto, me encantaría”. Rio inmediatamente estrechó la mano ofrecida de Rui.

“Gracias.” El hermoso rostro de Rui estalló en una sonrisa feliz. Entonces, Charles Arbor, que había estado observando su intercambio, se acercó.

“¿Ya terminaron? Es casi la hora de partir “, les dijo a Christina y Rui.

“Si. Hasta luego, entonces,” Rui dijo y giró sobre sus talones.

“Oh, señor Amakawa. Tienes algo de polvo en el hombro”, señaló Christina de repente.

“Oh, qué vergonzoso”. Rio reflexivamente movió su mano para quitar el polvo.

“No, no por allá…”, dijo Christina, luego dio varios pasos hacia Río y le susurró al oído izquierdo de Río para que solo él pudiera oír.

“Gracias por salvar a Flora”.

Charlotte estaba de pie en el lado derecho de Río, por lo que probablemente se perdió lo que sucedió.

“…Perdóname.” Los ojos de Rio se abrieron ligeramente, pero inmediatamente inclinó la cabeza.

“Ahí se ha ido ahora. Adiós.” Christina dijo nada más que eso, mostrando solo una expresión fugaz antes de girarse para dirigirse al carruaje.

***

Después de ver a Christina y a los demás irse, Rio y Charlotte volvieron al interior del castillo, al jardín de la azotea que estaba limitado a la realeza y a unos pocos más para reunirse con Liselotte para una conversación informal. Allí, le contaron a Liselotte sobre la existencia de Aki y Masato.

“Pido disculpas por no informar a Lady Liselotte de los dos de antemano”. Liselotte había sido la encargada de llevar a Rio y Miharu al banquete. A pesar de eso, le habían ocultado a Aki y Masato un secreto, y por eso, Rio se disculpó.

“Está bien, mantuve la existencia de Lady Miharu y tú en secreto desde Su Majestad hasta que llegamos a la capital, después de todo. No dejes que te moleste”, dijo Liselotte con una sonrisa suave.

“Estoy muy agradecido por eso”. Rio inclinó la cabeza profundamente. Había perdido la cuenta de la cantidad de veces que había bajado la cabeza desde que llegó a la capital, pero esta vez sintió una verdadera gratitud por ella.

“Me pregunto qué están discutiendo los cinco en este momento”. Charlotte se llevó la taza de té a la boca con elegancia mientras expresaba su pregunta.

“… ¿No estarían discutiendo qué hacer con el futuro?” Era información que pronto se revelaría si la escondía o no.

“Lady Satsuki está con nuestro reino mientras que Sir Takahisa ha sido acogido por el Reino de Centostella, después de todo. Y continuarás tus viajes. ¿Quizás les preocupa la cuestión de quién irá a dónde?” Charlotte adivinó con precisión la situación en la que estaban Miharu y los demás.

“Sí”, confirmó Rio en breve.

“Hmm… Nuestro reino estaría en el agua caliente si no mantuviéramos nuestra amistad con Lady Satsuki, así que desafortunadamente, esa parte no se puede evitar…” Charlotte golpeó su dedo índice contra su boca, reflexionando.

“… Pensé que el proceso más natural sería que Sir Takahisa aceptara a Aki y Masato. ¿Hay algún problema con eso?” Liselotte preguntó.

“Si. Hay muchas cosas a considerar.” Rio confirmó evasivamente.

“Sir Takahisa parece estar enamorado de Lady Miharu. ¿Podría eso jugar un papel en las cosas? Eso, o Aki adora tanto a Sir Haruto, que Sir Takahisa se opone a eso”. Charlotte dio un aire de curiosidad mientras de repente sacaba ejemplos específicos. Pero incluso la astuta Charlotte sintió que de alguna manera estaba un poco fuera de lugar.

“Me pregunto.” Rio evadió responder con una sonrisa irónica.

“Mis disculpas por interrumpir su reunión…” Un visitante había llegado a la glorieta en el jardín donde estaban hablando. Era Satsuki, la misma persona que estaban discutiendo.

“Oh, Lady Satsuki. ¿Ya terminaste con tus discusiones?” Charlotte se dirigió a Satsuki en nombre de los tres.

“No, todavía estamos en el medio de nuestra conversación, pero me preguntaba si podríamos tomar prestado a Haruto”. Satsuki miró a Rio e inclinó la cabeza con torpeza.

“Oh, ¿es así? Por supuesto, si Sir Haruto está dispuesto, entonces no tenemos motivos para negarnos. ¿No es así, Liselotte?” Charlotte se volvió hacia ella en un tono alegre.

“Sí, por supuesto”, aceptó Liselotte de inmediato. Por lo tanto, Rio se despidió con Satsuki.

***

Aproximadamente diez minutos después, Rio llegó al salón donde esperaban Miharu y los demás.

“Perdón por esto. Solo siéntate en cualquier lugar que esté abierto, Haruto”, le preguntó Satsuki con una expresión bastante cansada antes de sentarse al lado de Miharu.

“Por supuesto.” Rio se sentó obedientemente en el sofá vacío. Directamente frente a él estaba Masato, y diagonalmente opuesto había sofás más grandes, que sentaban a Miharu y Satsuki a un lado, y Aki y Takahisa al otro.

Para el registro, la razón por la que fue convocado y la discusión que se había producido hasta ahora le habían sido explicados en el camino.

“Le dije a Haruto que Aki quiere hablar con él, pero si estamos en el camino, podemos irnos. Aunque puede ser mejor tener a Miharu presente…” Satsuki miró entre Rio y Aki antes de decidirse por Miharu.

“No me importa si te quedas o no. Solo si Haruto tiene cosas que no puede decir frente a todos los demás, supongo”, dijo Aki en un tono bastante agudo, como si estuviera probando a Rio.

“… No sabré hasta que escuche de Aki lo que quiere decir, pero no me importa si todos se quedan. Siempre y cuando prometas mantener todo lo que se dice aquí confidencial de los demás,” Rio respondió con calma.

“Por supuesto. Esta es una discusión privada, después de todo. ¿Están todos bien con eso?” Satsuki miró a todos a su alrededor. Miharu y Masato confirmaron de inmediato, pero esta confirmación en realidad estaba dirigida a Takahisa. Cuando su mirada se encontró con la de Satsuki, se congeló y asintió rígidamente.

“Ahora, ¿qué quieres decirme? ¿Tiene algo que ver con Amakawa Haruto?” Rio le preguntó a Aki.

“Hablas como si fuera un extraño para ti”, respondió Aki con reproche.

“No es un extraño, pero es otra persona. No puedo actuar como si fuera Amakawa Haruto”. Sus palabras tenían un sentido de resolución en ellas que hizo que Aki tragara saliva. Sin embargo, no pudo retroceder.

“¿Eso significa que no piensas nada de mí?”

“Eso no es lo que dije”, respondió Rio en un tono dolorido.

“Pero escuché que realmente no querías que Miharu te acompañara. Aunque solías llamarla Mii-chan y la amabas tanto en el pasado. ¿Eso significa que ya no amas a Miharu? ¿La odias ahora? ¿Es por eso que no quieres que te siga? Y yo también…” No la llamó por su nombre de la misma manera cariñosa que solía hacerlo. Mientras se tragaba esas palabras al final, Aki se estaba volviendo cada vez más emocional.

“No la odio”.

“Entonces, ¿por qué ya no llamas a Miharu ‘Mii-chan’? ¿Por qué no quieres que te acompañe?”

“… No llamaré a Miharu por el apodo en mis recuerdos. No puedo. Ya no soy el amigo de la infancia de Miharu”, respondió Rio, haciendo que Aki apretara los dientes. Miharu tenía una mirada miserable en su rostro, y Satsuki estaba frunciendo el ceño hoscamente.

“No quiero que Miharu me siga porque todavía la considero importante para mí, aunque ahora soy una persona diferente a Amakawa Haruto. Por eso creo que la mejor opción sería que ella viviera en un lugar seguro. Lo mismo va para ti, Aki. Además, es precisamente porque soy una persona diferente ahora que creo que sería mejor para aquellos de ustedes que conocen el Amakawa Haruto dentro de mí que se mantengan alejados”, continuó Rio, su expresión se atenuó.

“… No entiendo lo que quieres decir al final allí”. Aki inclinó la cabeza con una mirada no impresionada. Lo mismo ocurrió con Takahisa y Masato.

“Para ti y Miharu, que conoces a Amakawa Haruto, ¿no pensarías inconscientemente en mí como él, o dejarías que tus opiniones sobre él eclipsen cómo piensas en mí?”

“…” No podían negarlo. Después de todo, Aki estaba viendo a Amakawa Haruto en Haruto mientras lo usaba como una salida para su ira ilógica.

“Pero no soy Amakawa Haruto. Amakawa Haruto está muerto, así que no puedo responderte como él”, dijo con una sonrisa de resignación, y la expresión de Aki se puso rígida, como si fuera una niña que se había dado cuenta de lo que había hecho mal.

Rio se sintió culpable por su incapacidad para expresar mejor las cosas. Sin embargo, tenía que decirles así, porque era Río, no Amakawa Haruto.

Amakawa Haruto tenía valores cultivados al vivir una vida cómoda y tranquila en el pacífico Japón moderno. Sabiendo eso y entendiendo que esa vida estaba fuera de su alcance, Rio tenía esa preciosidad con desprecio y decidió seguir el camino de la venganza. Ya había manchado sus manos en numerosas ocasiones, incluso sin la venganza como factor.

Es por eso que Rio pensó que no tenía derecho a disfrutar viviendo en un mundo pacífico donde Miharu y Aki se colocaron a su lado como Amakawa Haruto. No creía que perteneciera allí.

“Incluso si dices eso, sin embargo… Haruto todavía tiene los recuerdos de Amakawa Haruto, ¿verdad? Entonces, ¿no es un poco triste llamarte una persona diferente? Sigues siendo el mismo Haruto. ¿Realmente no sientes nada con Miharu y Aki frente a ti?” Los hombros y la voz de Masato temblaron mientras hablaba.

“…Lo hago. Por eso son importantes para mí. Por eso no creo que deberían estar cerca de mí”. La voz de Rio era realmente tranquila, transmitiendo cómo se había rendido. Eso estaba claro.

“Si son importantes para usted, entonces creo que esa es una razón más por la que debe mantenerlos cerca de usted. Si yo fuera tú, preferiría tenerlos a mi lado”, dijo Satsuki, incapaz de evitar dar su opinión.

“… Por eso dije que respetaría la decisión de Miharu. Puede que esté viajando en el futuro, pero tengo la intención de mantener un ambiente de vida seguro para ellos como lo he hecho hasta ahora”, respondió Rio con la mirada apartada de Satsuki.

“No eso está mal. ¿No dije que quería quedarme a tu lado? ¿No aceptaste eso, Haruto?” Antes de que se diera cuenta, las palabras de Miharu salían con voz ronca. Temía que Rio iba a usar sus viajes como una excusa para escasear a su alrededor.

“Seguirías viviendo como hasta ahora. ¿No llamarías a eso estar juntos?” Rio respondió en voz baja.

“No. No lo llamaría así en absoluto “, dijo Miharu sin rodeos. “…” Río no dijo nada, dejando que el silencio se alargara.

… ¿Cómo podría tratar lo que quiero tan desesperadamente como algo que no necesita … Y, sin embargo, se está llevando lo que necesito … ¡lejos de mí! Escuchar la conversación hizo que Takahisa sintiera que se estaba volviendo loco. Con los hombros cuadrados, se mordió el labio inferior y frunció el ceño.

“Sin embargo, de mala gana, me alegré de saber que había aprobado el deseo de Miharu de permanecer juntos porque pensé que eso significaba que había aceptado un poco sus sentimientos… Pero veo que ese no fue el caso en absoluto”. Satsuki miró a los ojos de Rio con desilusión y exasperación.

“…” Aunque tenía una objeción lógica a eso, Rio no dijo nada.

“Haruto, ven conmigo por un momento”, dijo Satsuki en voz baja, poniéndose de pie con determinación.