Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 10

Capítulo 1: Después De La Audiencia

Parte 6

Algún tiempo antes, en las habitaciones de Satsuki, se le estaba dando una explicación a Takahisa. Satsuki había enfatizado cómo las cosas que iban a decir debían mantenerse estrictamente entre ellos, antes de informarle a Takahisa que Aki y Masato estaban a salvo.

“Aki y Masato… ¿están a salvo?” Takahisa loro las palabras de Satsuki en estado de shock.

“Si. Haruto los acogió, junto con Miharu, y actualmente viven en un lugar seguro. Los únicos que saben esto son Haruto, Miharu y yo. Y ahora tú, Takahisa. Asegúrate de tener eso en mente,” explicó Satsuki.

“¿Haruto lo hizo…?” Takahisa dijo, luciendo un poco en conflicto.

“Los dos entraron en este mundo con Miharu, por lo que se salvaron junto con ella”.

“Espera un momento. Si ese es el caso, ¿por qué no fueron llevados al castillo también?”

“No podían estar seguros de cómo serían tratados en el castillo. Es por eso que Miharu vino con Haruto en su nombre primero”.

“Dijiste que están en un lugar seguro… ¿ese lugar es realmente seguro?”

“Han estado a salvo hasta hoy, ¿no?” Satsuki señaló para calmar a Takahisa.

“… Pero si los dos están a salvo, ¡los llevaré! ¡Y Miharu también!” Takahisa soltó con frustración, incapaz de aguantar más. Miharu estaba a punto de decir algo reflexivamente, pero Satsuki la detuvo con una mano.

“Eso no sería si los acogieras, sino el Reino de Centostella, ¿no? Si vinieran al castillo, podrían ser utilizados de manera política. También podrían perder su libertad para actuar. Y aunque podría ser su responsabilidad cuidar a Aki y Masato como su hermano mayor, ese no es el caso de Miharu, ¿no?” dijo ella con un suspiro.

“¡P-Pero el castillo es definitivamente más seguro! ¡Lily también es digna de confianza!”

“Si insiste tanto, entonces creo que ella no es una mala persona de corazón. Pero eso no significa que podamos confiar en ella. No sé qué clase de persona es la princesa Lilianna, y tampoco sé qué clase de reino es Centostella. Incluso si la princesa es una buena persona, el reino podría ser diferente. ¿Podría la princesa Lilianna ir en contra de los intereses de su reino para actuar en nombre de Aki y Masato? ¿Tiene ella el poder para hacerlo?

“¡Eso es…!” Takahisa intentó objetar, pero luchó por encontrar sus palabras.

“No se puede decir con certeza, ¿verdad? Ni siquiera yo confío en el Reino de Galarc por completo. Es por eso que puedo entender tu deseo de quedarte con tu hermano pequeño y tu hermana, y personalmente me gustaría quedarme contigo, pero estoy preocupada… “, agregó Satsuki, frunciendo el ceño.

“Dices que estás preocupada, pero estoy más preocupado de no tenerlos a mi lado. Simplemente no puedo quedarme quieto y preguntarme si algo podría pasarles. Ya lo he experimentado lo suficiente en estos últimos meses. El dolor de no tener a las personas que me importan a mi lado… No poder protegerlas si algo sucede…”

“Creo que estarán a salvo mientras estén bajo la protección de Haruto, sin embargo…” Satsuki se dio cuenta de que, al igual que Lilianna era para ella, Haruto era alguien en quien Takahisa probablemente tampoco podía confiar.

“… Parece que confías bastante en Haruto, Satsuki”, dijo Takahisa con un tono ligeramente penetrante.

“Bueno, Haruto tiene el historial de proteger a Miharu desde el momento en que vino a este mundo. Incluso nos la trajo. Aunque no habría sacado nada de eso, ayudando a un extraño… ayudando a extraños como Miharu y tus hermanos, ¿sabes? Y cuando en realidad me senté y hablé con él, parecía una persona realmente sincera”. Satsuki miró a Miharu mientras hablaba de los logros y la personalidad de Rio. No eran completamente extraños, por lo que ella buscó un poco con sus palabras, pero Takahisa no pareció encontrar eso particularmente extraño.

“¡Entonces deberías confiar en mí también! ¡Y deberías confiar en Lily, que me ha estado apoyando hasta ahora! ¿No quieres creerme, Satsuki?” Takahisa se opuso acaloradamente.

“Por supuesto, creo que tus sentimientos sobre Aki, Masato y Miharu son ciertos. También creo que tienes una responsabilidad sobre Aki y Masato como su hermano mayor, y que normalmente sería lo correcto para ti. No lo negamos y no le impediremos verlos”. En contraste, Satsuki habló con calma a Takahisa.

“¡Entonces…!” Takahisa parecía haber tomado las palabras de Satsuki como algo alentador, mientras sonreía aliviado. Sin embargo, se veía hosco una vez más debido a lo que Satsuki dijo a continuación.

“Pero si vas a ver a Aki y Masato, quiero que prometas que no ignorarás sus propias intenciones. Si bien sé que debes haber estado ansioso por estar solo todo este tiempo, eso no significa que solo puedas transmitir tu opinión a los demás, ¿sabes? No todos pueden pensar de la misma manera que tú. Además, no tienes el poder de decidir las acciones de Miharu por ti mismo, Takahisa”.

“…”

“Perdón por sonar tan mandona. Pero cuando te miro en este momento, todo lo que veo es tu ansiedad. No hay garantía de que Aki y Masato piensen de la misma manera que usted, y si ese fuera el caso, no quiero que fuerce sus opiniones sobre ellos. Me alegraría que no pensaras en esto como si te estuviera dando una conferencia, sino más bien una solicitud de un estudiante de segundo año”. Satsuki parecía un poco culpable mientras hablaba con la silenciosa Takahisa.

“Cierto…” Takahisa hizo un puchero y asintió.

“Entonces… dudo que necesite preguntar de nuevo, pero ¿quieres ver a Aki y Masato?”

“Si.”

“Los dos viven actualmente fuera del castillo. Como héroes, no podremos salir del castillo sin ninguna explicación para el rey, e incluso si lo explicamos, simplemente nos dirán que los llamemos aquí. Entonces, si quieres conocerlos, tendremos que llevar a Aki y Masato al castillo. Pero la decisión final de si quieren venir al castillo o no recae en los dos. ¿Cuánto tiempo crees que puedes quedarte en este reino, Takahisa?”

“Supusieron que tendríamos algunas cosas para ponernos al día, por lo que nos quedaremos unos días más”.

“Entonces no debería ser un problema. Haruto los visitará a los dos tan temprano como mañana para explicar la situación. Si los dos acuerdan venir al castillo, debería poder traerlos de inmediato. ¿Puedes esperar hasta entonces?”

“…Por supuesto.” Takahisa reprimió su deseo de verlos de inmediato y asintió hoscamente.

“Eso lo resuelve. ¿Estás de acuerdo con esto, Miharu?” Satsuki exhaló, volviéndose hacia Miharu. Ella asintió lentamente.

“Si. Lo siento, te dejé toda la explicación…”

“Está bien, este es mi trabajo como tu superior”, alardeó un poco Satsuki, encogiéndose de hombros.

“Gracias.  Entonces,  todo  lo  que  queda  es  esperar  hasta  Haru-kun…

¿Haruto regrese? ¿Hubo algo más que teníamos que decir…?” Miharu sonrió suavemente y se relajó, lo que probablemente hizo que accidentalmente llamara a Haruto “Haru-kun”. Inmediatamente se corrigió para decir “Haruto”, pero Satsuki y Takahisa la escucharon claramente. Takahisa parecía que quería decir algo en respuesta al apodo íntimo.

“… ¿Cuál es el plan para Haruto?” Takahisa preguntó, pero no podía preguntar sobre el apodo de Haru-kun.

“Haruto se queda en estas habitaciones también”, respondió Satsuki.

“¡¿Qué?!” La expresión de Takahisa cayó en estado de shock. Miró a Miharu y Satsuki con incredulidad, como si estuviera cuestionando lo que estaban pensando.

“Aunque se quede aquí, tiene una habitación separada”. Así que no fue un problema, Satsuki implicaba.

“Aun así, permanecer en las mismas habitaciones que un hombre de tu grupo de edad…” Takahisa simplemente no podía entenderlo.

“Fue más fácil compartir información al hacer que se quedara en estos cuartos. De todos modos, te quedarás en las mismas habitaciones que la princesa Lilianna, ¿verdad? ”

“¡Está bien para mí! Juro que no haría nada como acercarme con fuerza a una mujer, y los otros caballeros de guardia y asistentes también están allí. Pero aquí solo estamos tú y Miharu, ¿verdad? Estás confiando demasiado en él”.

“Hablas como si fueras una excepción… Para que lo sepas, Haruto tampoco es el tipo de persona que se acerca con fuerza a una mujer. ¿No es así, Miharu?” Satsuki se rio con ligera exasperación antes de volverse repentinamente hacia Miharu.

“¿Eh? ¡Ah, sí!” Miharu no esperaba que le preguntaran al respecto, por lo que se sorprendió al principio. Takahisa vio que las dos confiaban en Haruto por completo y frunció el ceño con desaprobación.

… Satsuki parece estar preocupado por traer a Aki y Masato al castillo, pero me preocupa más no tenerlos conmigo. Y Miharu también… No podía dejarlos a nadie más. Si algo malo les sucediera mientras estaban lejos de él, lo lamentaría.

Aki y Masato definitivamente vendrán a verme. Entonces, los tres estaremos juntos y finalmente podremos establecernos en una vida estable. No, Miharu también tiene que estar a mi lado. La protegeré y no me arrepentiré de nada. Es por eso que necesito decirle, una vez que lleguen Aki y Masato… Takahisa decidió en silencio con determinación.

La conversación continuó por un tiempo después de eso, pero en poco tiempo, habían terminado de explicar todo lo que podían a Takahisa. Satsuki sugirió que fueran a buscar a Rio, esperando que Takahisa pudiera aprender más sobre él.

***

Mientras tanto, un tiempo después de que Satsuki y Miharu habían terminado su conversación con Takahisa…

Solo un pequeño número de personas, incluida la familia real y sus asistentes, podían acceder al jardín de la azotea del castillo de Galarc. Rio se encontró sentado allí con cuatro hermosas princesas: Charlotte, Flora, Christina y Lilianna.

El té y los dulces se prepararon rápidamente, y comenzó la fiesta del té.

Los asistentes y las caballeras de cada reino se pararon alrededor de Río, creando una situación en la que todos, aparte de Río, eran mujeres. Todos se quedaron en silencio mientras las princesas conversaban alegremente entre ellas.

El contenido de su discusión se centró en Río, que actualmente era el tema más candente del castillo. Primero, cada princesa le ofreció palabras de felicitación por su ascenso a un título de caballero honorario.

“La forma en que peleaste en el banquete fue maravillosa. Has hecho retroceder a los invasores con una habilidad realmente increíble, especialmente ese último momento en el que cortaste las balas de fotones con tu daga”, dijo Charlotte, elogiando a Rio abiertamente.

“Fue una vista espléndida. Estoy impresionado de que hayas podido cortar esas innumerables balas de magia ligera que vuelan a velocidades tan rápidas. ¿Pudiste ver la trayectoria de todas esas luces?” Christina preguntó, con admiración en su voz.

“Sí, de alguna manera”. Rio asintió torpemente, ya que los ojos de todos los presentes estaban centrados únicamente en él.

“Tal hazaña no puede ser lograda por cualquiera, ¿te das cuenta? Incluso aquellos que fueron entrenados para pelear… ¿Serías capaz de hacerlo, Vanessa?” Christina preguntó, volviéndose para interrogar a la caballera de unos veinte años; Vanessa estaba parada a poca distancia de ella. Pensó por un momento antes de responder.

“…No lo creo. Para ser honesta, ni siquiera pensaría en intentarlo. Todos en el piso superior detrás de Sir Amakawa corrían el riesgo de quedar atrapados en el fuego cruzado, aunque creo que no tuvo más remedio que hacer lo que hizo en esa situación”.

¿Vanessa…? Cuando Rio escuchó el nombre, sintió un leve tirón en su memoria. Lo había escuchado antes y miró a Vanessa por curiosidad.

No solo su nombre, su cara también era familiar.

Ah, ¿es ella tal vez la mujer caballero que estaba en los barrios bajos esa vez? Junto con la profesora y Christina… Rio recordó a Vanessa en los recovecos de su memoria. Ella fue quien obligó a Rio a ir al castillo, declarando la necesidad de ser interrogado. Eso había dejado una impresión.

“¿Y tú, Hilda?” Lilianna se dio vuelta para interrogar a la caballera más vieja que la estaba protegiendo. Hilda era similar en edad a Vanessa.

“… Si pudiera mejorar mi cuerpo físico con una espada encantada, creo que sería capaz de comprender lo básico, pero no estoy tan segura de poder ver todas las trayectorias y contrarrestarlas. Definitivamente sería imposible con el encanto del cuerpo físico regular a través de la brujería o la magia”, respondió Hilda.

“Eso solo muestra cuán superiores son las habilidades de Sir Haruto, supongo”, dijo Charlotte alegremente.

“Tengo un poco de confianza en mi visión cinética”, admitió Rio con cierta timidez.

Bueno, también estoy mejorando mi cuerpo físico con artes espirituales, después de todo, pensó, mirando hacia atrás en la batalla. Había suprimido su poder anormal una cantidad justa para que ningún espectador sospechara nada, pero incluso entonces, Rio se había movido de una manera que excedía los límites físicos normales que la brujería y la magia podrían mejorar.

En su estado natural, el cuerpo físico de Río no era diferente al de una persona normal. Tampoco podía moverse más allá de los límites de su cuerpo.

“Oh, qué modestia. Mientras los otros caballeros luchaban por acabar con los otros invasores en un duelo uno contra uno, Sir Haruto cerró a seis de ellos fácilmente”, dijo Charlotte.

“Sí, fue realmente espléndido”, estuvo de acuerdo Lilianna sin dudarlo.

“Oh, sí, hablando de eso, princesa Flora. Viste a Sir Haruto pelear de cerca en la batalla de Amande, ¿no?” Charlotte preguntó de repente.

“¿Huh? Ah, sí… Lo vi cuando estaba luchando contra monstruos en la calle principal, así como cuando fui secuestrada por un mercenario llamado Lucius.” Flora observó atentamente la expresión de Rio y asintió.

“Escuché que monstruos poderosos llamados minotauros habían engendrado, y que Lucius era bastante hábil. Me encantaría saber más sobre cómo luchó Sir Haruto”, expresó Charlotte con curiosidad con su cara inocente, pidiendo detalles.

“Fue increíble. Se enfrentó cara a cara contra un minotauro de varios metros de altura con una enorme espada de piedra, y el mercenario… El mercenario estaba completamente abrumado… Y usó su espada encantada para repeler el repentino ataque de aliento del demi -Dragon…” Flora vio la cara de Rio mientras buscaba palabras. En la batalla con Lucius, Rio había usado  algún tipo de  ataque de ola tremenda que claramente no era magia, pero a propósito decidió no decir  nada al respecto.

“… Realmente ha logrado algunas cosas tremendas”. Los ojos de Lilianna eran redondos y amplios mientras miraba a Rio, quien reunió una sonrisa tímida. Mientras tanto, Christina no le había dicho una palabra a Flora desde el comienzo de la fiesta del té y ni siquiera había encontrado su mirada una vez, como si no hubiera nadie sentado allí.

“…” Le dirigió la más mínima mirada a Flora, antes de fruncir el ceño débilmente. Después de eso, miró a Rio como si estuviera a punto de decir algo, luego dudó, antes de cerrar la boca.

“Jeje, la princesa Flora ha sido salvada por Sir Haruto varias veces”. Charlotte sonrió casi con regodeo, mirando a Christina mientras hablaba con Flora.

“Si. Me gustaría pagar la deuda de alguna manera, pero…” Flora observó la cara de Rio y mostró una expresión más oscura por su cuenta. Ella pudo haber estado recordando el pasado de Río que había escuchado durante la batalla con Lucius.

“Mi respuesta a eso no ha cambiado desde la última vez que te hablé en Amande”, dijo Rio suavemente, sacudiendo la cabeza. Christina miró entre los rostros de Rio y Flora con una expresión pensativa.

En la glorieta donde estaban celebrando su fiesta del té, que era una estructura  simple colocada  como  un  área  de  descanso  en  el  jardín, apareció una sirvienta del Reino de Galarc. Para que se le permita aquí, debe haber trabajado estrechamente con Charlotte.

“Princesa Charlotte, disculpe la interrupción. Lady Satsuki y Lady Miharu han llegado con el héroe del Reino de Centostella. Dicen que están buscando a Sir Amakawa. ¿Debo mostrarles aquí?”

“Por supuesto, adelante. Tráelos aquí de inmediato”, dijo Charlotte, y la niña se fue. Menos de un minuto después, Satsuki y los demás llegaron detrás de la misma chica.

“Hola, perdón por molestar tu tiempo de inactividad. Todos están aquí juntos…” Satsuki parpadeó al ver a todas las princesas de los grandes reinos reunidas. Cuando vio a Rio entre ellos, lo miró con exasperación.

“… ¿Pasa algo, Lady Satsuki?” Rio preguntó. Estaban rodeados de princesas, por lo que la llamó por su título.

“No, no realmente… Estoy sorprendida de ver que te diviertes bebiendo té con tantas princesas en el poco tiempo que te separaste de nosotros. Debería haber esperado tanto del Caballero Negro.” Satsuki parecía estar un poco molesta después de todo, pero terminó su pensamiento con una sonrisa burlona.

No puedo creer que estuviera rodeándose de chicas lindas mientras estábamos atrapados en una conversación seria, pensó, hinchando ligeramente las mejillas.

“Ajaja… Ese es el honorable segundo nombre que me otorgó Su Majestad, pero siento que el título de ‘Caballero Negro’ sigue siendo una carga demasiado pesada, y algo vergonzoso de escuchar. Si tal vez pudieras abstenerte de usarlo…” Rio forzó una sonrisa incómoda mientras le suplicaba a Satsuki de una manera indirecta.

“¿Oh? Pero es genial”. “Te lo ruego, gran héroe”.

“Urgh…” La cara de Satsuki se torció de vergüenza.

“¿Está todo bien, Lady Satsuki?” Charlotte ladeó la cabeza en cuestión.

“No, es solo que Haruto me llame ‘héroe’ se siente realmente vergonzoso, aunque estoy bien cuando otras personas me llaman así”.

“En ese caso, por favor llámame como lo haces normalmente también”, preguntó Rio a una tímida Satsuki.

“Bien. Dios mío.” Satsuki puso mala cara en sus labios.

“Jeje, ustedes dos parecen tan cercanos. Ahora, vengan a tomar asiento, ustedes tres, bienvenidos a la fiesta del té. Lady Satsuki puede sentarse al lado de Sir Haruto, Sir Takahisa puede sentarse al lado de la princesa Lilianna, y Lady Miharu puede sentarse entre ellos”. Charlotte sonrió alegremente, decidiendo el orden de los asientos para los tres e instándolos a sentarse.

“Está bien, perdónanos, entonces. Sentémonos, Miharu”. Takahisa se adelantó primero, sacando el asiento de Miharu para ella.

“…Si. Gracias.” Miharu asintió con una cara ligeramente preocupada, caminando hacia el asiento.

“Aquí tienes, Lady Satsuki”. Rio también se levantó para sacar el asiento de Satsuki para ella.

“Gracias, Haruto”. Satsuki se rio entre dientes mientras se sentaba.

Una vez que Takahisa se sentó en su asiento, se volvió hacia Lilianna. “Entonces tú también estabas aquí, Lily. Pero, ¿cómo se reunió esta alineación de esta manera? Incluso la princesa Christina y la princesa Flora están aquí…”

“Ah, también tenía un poco de curiosidad por eso. Solo han pasado 30 minutos desde que Haruto salió de la habitación con la princesa Lilianna…” Satsuki inmediatamente saltó sobre ese tema.

“Después de que Sir Haruto y yo bajamos la escalera de la torre, nos encontramos con la princesa Christina y la princesa Charlotte hablando juntas. Fue entonces cuando decidimos tomar el té”, respondió Lilianna con una sonrisa amable.

“Estábamos hablando de Sir Haruto en este momento”, explicó Charlotte a Satsuki y los demás.

“Hmm, sobre Haruto, dices…” Satsuki miró a Rio sentado a su lado con interés.

“Jeje, ¿estás interesado?” Charlotte se rio traviesamente.

“Bueno, sí. ¿Tú tampoco, Miharu?” Satsuki no estaba completamente en contra de la idea, asintiendo antes de mirar a Miharu a su lado.

“… Sí, tengo curiosidad”. Miharu asintió con firmeza, mirando de cerca a Rio al otro lado de Satsuki. Pero Rio parecía sentirse un poco incómodo, ya que evitaba la mirada de Miharu.

El interés de Satsuki y Miharu se sintió atraído hacia Río, mientras que Takahisa parecía un poco amargada y malhumorado. Cuando Lilianna se dio cuenta de eso, sus ojos se llenaron de angustia.

Al mismo tiempo, Flora parecía estar preocupada por Rio y su hermana mayor, Christina, mientras miraba entre ellos. Christina parecía haber notado la mirada de su hermana pequeña, pero a propósito decidió mirar hacia otro lado. Charlotte observó cuidadosamente todo.

Tuve el presentimiento de que Sir Takahisa estaba enamorado de Lady Miharu en el banquete de anoche, pero no parece que Lady Miharu le devuelva esos sentimientos. Pero Lady Miharu está enamorada de Sir Haruto, y aunque Sir Haruto se ha dado cuenta de esto, por alguna razón, está tratando de distanciarse. No, ¿tal vez está preocupado por eso? Y, finalmente, la princesa Flora parece tener algunos sentimientos hacia Sir Haruto, pero Sir Haruto no piensa en ello. Oh, cómo espero el banquete de esta noche. La boca de Charlotte se torció débilmente.