Date A Live (NL)

Volumen 22

Capítulo 9: Izayoi Miku

Parte 5

—… Ugh, uh…

La sensación de incomodidad fue instantánea.

Pero las ondas de choque sacudieron violentamente la cabeza de Shido.

Para comparar, la sensación era similar a ser enviado al pasado a través de la Doceava Bala Yud Bet. Un mareo intenso que le imposibilitaría a alguien pararse siquiera. Si no hubiese recibido la bendición de Gabriel o si Nahemah no estuviera en sus manos, habría colapsado ahí.

Se estaba forzando a sí mismo a estar en un lugar en el que no debería de existir. Tenía suerte de que el mareo fuera solo a este nivel.

—Haah… haah… por ahí…

Tomando profundos respiros, colocó su mano contra su frente mientras miraba alrededor.

—…

Se quedó sin palabras al ver el escenario frente a sus ojos.

… Un campo de escombros tan lejos como se podía ver.

Era un escenario similar al del mundo original de donde venía. Por un momento, pensó que había fallado en moverse en lo absoluto.

Pero, equivocado. Shido se arrodilló para inspeccionar las ruinas de los edificios conformando el suelo.

El material había sido reducido absurdamente a pedazos. Había musgo creciendo en él mientras que el polvo formaba capas. Como mínimo, esto no fue destruido hace unos días. Meses o años… pisoteado con un poder abrumador, la condición fue dejada así, sin ningún intento de reconstrucción.

Y el problema era el rango. Shido entrecerró sus ojos mientras miraba a lo lejos.

—…

Pero fue inútil. Nada pudo ser encontrado.

Ningún edificio seguro, carro, bosques o montañas, no había nada.

Si. Todo el escenario en el campo de visión de Shido fue totalmente aplanado.

Una vista que era la personificación de la destrucción. Un mundo de muerte como si toda la vida estuviera extinta, excepto por unas plantas. Shido sacudió su cabeza debido a su imaginación volviéndose más siniestra.

Pero.

Inmediatamente, sus pensamientos fueron interrumpidos.

La razón fue muy simple.

Sobre los escombros… encontró a una chica ahí.

Un Vestido Astral desgarrado y piel lastimada. Estaba ahora tirada sobre el suelo como descansando y con sus hombros levantándose ligeramente de arriba abajo.

Su espalda se veía demasiado débil como para ser el mismo Espíritu que estaba destrozando la ciudad hace poco… se veía como una chica deprimida.

—Ah…

Inesperadamente, su voz salió.

—¿¡…!?

Luego, notando eso, los hombros de la chica se sacudieron débilmente.

Alzando su rostro para vera Shido, sus ojos se abrieron sorprendida.

—¿Por, ¿qué… es… tás aquí…?

Mientras decía eso, se levantó para dar un paso atrás.

Como si tuviera miedo de Shido.

—…

Viendo esa apariencia, Shido exhaló ligeramente.

No sabía lo que había pasado. No estaba del todo claro qué era esto. Pero debido a esa vista, era suficiente para convencerlo de que su intuición estaba en lo correcto.

—Te dije. Por ti, yo…

Cuando Shido miró a los ojos de la chica, pausó sus palabras.

Si. Para una segunda persona, para usar esas palabras para ella, se sentía diferente a si las usara con un extraño.

—Vine a salvarte.

—…

Esa chica parecía que se sofocaba por las palabras de Shido.

—No puede ser… me seguiste… no, lo decidí, que no te volvería a ver. No, no, yo…

Las palabras de la chica nunca llegaron a su conclusión.

Pero no era sorprendente.

… Debido a que los labios de Shido estaban bloqueando los labios de esa chica.

—…

—…

Era un método que se había repetido muchas veces.

Besar a un Espíritu para sellar ese poder, una ceremonia únicamente permitida para Shido.

Sin embargo, ahora mismo, esas no eran las intenciones de Shido. Ahora que Mio desapareció, ni siquiera estaba del todo claro si Shido todavía tenía su habilidad de sellado.

Pero algo así era irrelevante para Shido ahora mismo.

Lo había decidido desde hace tiempo.

Si pudiera encontrarse con ella, entonces…

La abrazaría con todas sus fuerzas y la besaría.

Ah, así es.

Después de que transformó sus “garras” en esa gran espada.

Después de sostener a Nahemah con sus manos y escuchar esa voz.

No… tal vez, desde que la vio por primera vez.

Shido conocía su nombre.

—Ah…

Unos pocos momentos después de eso.

Una voz salió de Beast después de ese beso.

Y.

—Shido…

Beast “Yatogami Tohka”, susurró.