Date A Live (NL)

Volumen 22

Capítulo 8: Kazamachi Yamai

Parte 2

—¡Ugh…!

—Qué…

Ante esta repentina escena, Shido y Natsumi ampliaron sus ojos. Inmediatamente después, la punta del pilar de luz brilló como una estrella. Desde ahí, varias estrellas fugaces empezaron a descender hacia el suelo.

—… Espera, espera, ¿¡algo está volando hacia acá…!?

Al mismo tiempo, Natsumi, quien estaba mirando al cielo, gritó ruidosamente.

Así es. Incontables luces cayeron desde el cielo. Una de ellas cayó hacia Shido y Natsumi.

—Qué…

Pero se acobardaron involuntariamente, incluso si trataban de escapar, era demasiado tarde. La vista de Shido y Natsumi fue cegada por la brillante luz.

—¿¡Uh, uwaaagyaaaaaaaa!?

Pero, no hubo ninguna onda expansiva como se esperaba. En su lugar…

—¿Huh…?

La estupefacta voz de Natsumi resonó. Después de un latido, Shido se dio cuenta.

En frente de Natsumi, quien había caído sobre su costado, había una espada corta enterrada en el suelo.

—Esto es…

Natsumi susurró silenciosamente, mirando fijamente a la espada.

Una espada curva, como si estuviera persiguiendo filo en lugar de poder destructivo. Una esmeralda verde estaba brillando en el centro. La forma, compuesta por agraciadas curvas, se asemejaba de cierta forma al sombrero de una bruja.

La espada se veía familiar… Una de las diez espadas que Beast portaba sobre su espalda.

—¡…!

En ese momento, una débil luz empezó a crecer en el cielo, era como si las estrellas hubieran invocado a la mañana.

Mientras se bañaban en la luz de ellas, Shido alzó su cabeza para mirar alrededor… Siguiendo el rastro de las estrellas, miró el lugar donde cayeron.

Y luego, lo entendió inmediatamente.

Cada estrella cayó en el lugar donde debía caer. En frente de Origami, estaba la primera espada. En frente de Nia, estaba la segunda espada.

En frente de Kurumi, estaba la tercera espada. En frente de Yoshino, estaba la cuarta espada. En frente de Kotori, estaba la quinta espada.

En frente de Mukuro, estaba la sexta espada. En frente de Natsumi, estaba la séptima espada.

En frente de Kaguya y Yuzuru, estaba la octava espada. En frente de Miku, estaba la novena espada.

… Cada espada estaba enterrada en el suelo.

—Esto, es…

—Ha… Que genial…

—Ara, ara. En verdad… que sensación tan nostálgica.

Las chicas se levantaron tambaleantes, mirando las espadas que descendieron frente a ellas. Incluso Origami y Yoshino, quienes se habían desmayado, alzaron sus rostros mientras se quejaban como si hubieran sido sacudidas por el Reiryoku viniendo de las espadas.

—Guh, uh… tu, bastardo, maldita sea…

En respuesta a eso, Beast quien había perdido las espadas, luchó para sacar cada palabra de su garganta.

No pierdan esta oportunidad. Shido alzó su voz para llegar a todas.

—¡Todas, las espadas!

—… ¡Oooohh!

Respondiendo el llamado de Shido, las chicas estiraron sus manos, agarrando las empuñaduras de las espadas frente a ellas.

Luego, en ese momento.

Sobre la montaña de escombros sin vida, incontables luces de Reiryoku se arremolinaron.

Como flores gigantes apresurándose para florecer con todo su esplendor.

—¡…!

Empezando por la empuñadora sostenida por las chicas, las espadas de color hierro asumieron gradualmente colores brillantes.

Y pronto, las espadas se transformaron junto a la luz.

En incontables plumas. En un libro magnífico. En un reloj con armas. En un enorme conejo. En una feroz hacha de batalla. En un khakkkara con forma de llave. En una escoba adornada por un espejo. En un brillante instrumento musical.

Así es. Los Ángeles que debieron de haberse desvanecido con la desaparición del Espíritu de Origen, habían reaparecido una vez más.

—¡…! ¡Zadkiel!

—No puede ser, nuestros Ángeles en verdad regresaron…

—Mun… en ese caso, podemos pelear.

Las chicas… Los Espíritus controlaron sus Ángeles, el Reiryoku cubrió sus ropas, como si extrañaran esa sensación y formaron diferentes ropas.

… Vestidos Astrales. La fortaleza absoluta que protegía los Espíritus.

La gloriosa vista de las chicas alineándose era igual a la escena de hace un año. Shido sintió una extraña sensación llenando su pecho mientras apretaba su puño.

—¿Eh…?

En ese momento, una cálida luz envolvió su cuerpo. Shido amplió sus ojos.

Mirando a su lado, vio a Natsumi parada ahí y alzando a Haniel. Al mismo tiempo, las heridas cubriendo el cuerpo de Shido se cerraron completamente como si fuera una broma.

—… Estaba preocupada ya que ha pasado un tiempo, pero sorprendentemente, aun lo recuerdo. Por ahora, es solo primeros auxilios. Como es usual, solo he limpiado las partes dañadas. No seas demasiado temerario.

—No, me siento mucho mejor. Gracias, Natsumi. Estoy feliz de que estés aquí.

—… Hm.

Mientras decía eso, Shido cerró y abrió sus manos mientras revisaba la condición de sus heridas. Natsumi apartó la mirada como si estuviera avergonzada.

Aunque era una respuesta gentil, era prueba de que Natsumi recibió la alabanza honesta de Shido. Shido se sintió un tanto feliz por esto y relajó sus mejillas. Luego, tal vez notando esto, las mejillas de Natsumi se sonrojaron aún más.

Ignorando esa escena, Kotori sonrió amargamente. Después de eso, despejó su garganta para recuperar sus fuerzas y gritó para liderar a todas.

—Ahora…

Con un Vestido Astral que se asemejaba a un kimono y cuernos similares a los de un oni. Kotori apuntó su flameante hacha hacia Beast.

—De ahora en adelante, esta será nuestra guerra (cita).

Con ese comando…

Los Espíritus bailaron por el cielo del amanecer.

En el campo de escombros bañado por el brillo de la mañana, varias luces brillaron.

Era el brillo del Reiryoku emitido por las chicas portando Ángeles. Creado al juntar todo el maná del mundo. Un cristal supernatural. Una “forma milagrosa” trascendiendo la sabiduría humana.

Las chicas, vestidas con sus Vestidos Astrales por primera vez en un año, manipularon sus Ángeles con exquisito control como si nunca los hubieran dejado de usar. Una por una, rodearon a Beast.

—Ustedes, bastardos. Qué me… hicieron…

Beast habiendo sido despojada de sus espadas, blandió la “garra” en su mano derecha. Filosos cortes que podían desgarrar el espacio mismo atacaron a las chicas.

—¿¡Nuha!? ¿¡Acaso no se debilitó!? ¡Sigue siendo muy fuerte!

—Ciertamente, los Ángeles fueron temporalmente robados, pero el poder original es demasiado diferente. En lugar de debilitarse, considérenlo como una reducción de opciones de ataque. ¡No bajen la guardia y cooperen para suprimir a este oponente!

—Ooooh.

Los Espíritus respondieron a las palabras de Kotori. Pero…

—…

—…

En tal campo de batalla, dos sombras estaban viendo silenciosamente este ilusorio espectáculo.

… Yamai Kaguya y Yamai Yuzuru.

Hermanas gemelas que usualmente tomaban la delantera y guiaban a todas las demás mientras competían por ser las mejores… Por alguna razón, no tomaron la empuñadura de la espada frente a ellas.

La octava espada que Beast cargaba en su espalda. Una espada delgada con un diseño en espiral.

A pesar de su forma, la espada era similar al Ángel del viento, Raphael que alguna vez usaron Kaguya y Yuzuru.

Seguramente, al agarrarla, el poder de los Espíritus regresará al igual que como ocurrió con todas las demás. De esa forma, debe de ser una manera para ayudar a Shido. No había necesidad de dudar. Pero…

—Hey, Yuzuru.

—Apelación. Kaguya.

Kaguya y Yuzuru se llamaron entre sí mientras intercambiaban miradas.

—… Fu.

—… Sonrisa. Fufu.

Debido a llamarse al mismo tiempo, ambas se rieron involuntariamente. Y, además, casualmente, lo recordaron otra vez.

Hace alrededor de un mes. El evento que causó esta vacilación…