Date A Live (NL)

Volumen 22

Capítulo 7: Kiyouno Natsumi

Parte 6

—… Silencio.

El Espíritu, llamado por los humanos como Beast, estaba avanzando.

El grisáceo y nubloso campo de visión reflejaba el suelo cubierto por basura y polvo.

Y… en el centro de eso, estaba la apariencia de un chico agachándose a punto de colapsar.

—… Ah… guh…

Su respiración era débil y actualmente era doloroso alzar su voz. Su ropa estaba rota y había muchas terribles cicatrices en su piel expuesta. Probablemente, si se le deja sin cuidado, pronto morirá.

Pero.

—… Está… b… ien… no tengas miedo… bien. No… somos… enemigos…

Todas sus amigas habían caído.

Y su cuerpo había sufrido suficientes heridas como para morir. Pero las palabras que el chico dijo no cambiaron.

—… Cállate…

Las cejas de la chica se tensaron mientras rugía.

¿Me pregunto por qué? La voz de este chico quien se suponía que debía de estar muerto, estaba lastimando extrañamente sus oídos.

Cada vez que este chico hablaba. Cada vez que intentaba convencerla.

Era conducida por una necesidad de rasgar sus propios oídos, cabeza y garganta.

Probablemente era alguna clase de ataque mental. No podía haber ningún humano frente a ella sin ayuda. Apresúrate y mata. Apresúrate y borra. Apresúrate y elimina pronto. Si seguía oyendo la voz de este humano, su cabeza se perdería aún más.

Pero, había algunas preguntas sutiles en su mente.

Hasta ahora, había tenido varias oportunidades para apuñalar a este chico. Pero cuando se le presentaba una oportunidad, por alguna razón, vacilaba para cortar su cabeza.

Lo mismo va para esta situación en primer lugar. Rastreó su esencia y usó la espada de la llave para abrir un “agujero” en el espacio. Era como si… lo hubiera ido a ver otra vez.

No lo sé. No entiendo mis acciones. ¿Por qué le importaba tanto este chico?

Soy…

—Así… que… no estés… triste.

—…

Las palabras de un chico que desapareció. Su respiración se atoró involuntariamente.

Una palpitación extraña. Dolor severo como si le hubieran atravesado el corazón.

… Nada bueno. Nada bueno. Esto es peligroso. Esto la convertirá en algo que no es. Tengo que matar. Tengo que borrar esto. Tengo que destruir esto.

—… ¡Des… aparece…!

… Luego.

En el momento que estaba por blandir su espada para matar a este chico. Viniendo desde el cielo, la luz de Maryoku condensado fue disparada.

—¿¡…!?

Viendo la escena desarrollarse frente a él, Shido jadeó involuntariamente.

Beast había derrotado totalmente a las chicas y se estaba dirigiendo ahora hacia Shido.

Desde el cielo, una resplandeciente luz cayó como un diluvio.

Un segundo después, notó una brillante “hoja” flotando sobre Beast.

… Yggdrafolium. El arma para todo propósito y el orgullo de la aeronave de guerra.

Pero, incluso tras ver eso, la sorpresa de Shido no se desvaneció.

Así es. Todas las chicas que pudieron haber controlado el Yggdrafolium ya debieron de haber sido derribadas por Beast.

¿Alguien se recuperó? ¿Fraxinu> fue restaurado? O…

—… Imprudente…

Mientras Shido pensaba en ello, Beast alzó la cuarta espada. En ese momento, la temperatura circundante cayó drásticamente mientras que un muro de hielo se formaba sobre su cabeza.

La luz de Maryoku emitida por el Yggdrafolium fue bloqueada por el muro de hielo de Beast, esparciendo los restos sobre los alrededores.

Pero la persona manipulando este Yggdrafolium sabía al 100% que este ataque no sería suficiente para Beast. En el momento que Beast alzó una mano para repeler el ataque, una pequeña sombra apareció detrás de ella.

—¡Uh… aaaaaaaaaaaah…!

Con un cabello alborotado y despeinado, la chica atacó a Beast con una daga similar a una rama. Reconociendo su apariencia, Shido amplió sus ojos involuntariamente.

—¿¡Natsumi…!?

La llegada de Natsumi, el ataque de la persona que desapareció cuando todos empezaron a atacar a Beast.

Aun así, solo por un momento, la atención de Beast fue apartada del cielo.

Ya parecía estar consciente de que Natsumi se acercaba por detrás.

—… Piérdete.

Beast dijo con una voz fría, sosteniendo la octava espada con su mano izquierda y blandiéndola hacia Natsumi. Volando junto a la trayectoria del vacío… la cabeza de Natsumi fue mandada a volar con facilidad.

—Qu…

Ante esa vista, Shido gritó inmediatamente… pero luego, lo reconsideró inmediatamente.

A pesar de qué tanto pueda estar arrinconada, no pensó que Natsumi usaría unos métodos tan temerarios.

Uhh, al ser negativa, pesimista y con falta de confianza… Natsumi sería excesivamente cautelosa, nunca cargando hacia un enemigo tan fuerte sin un plan.

Es por eso que Shido fue capaz de notar en seguida esta irregularidad.

… Desde el cuello de la Natsumi que había sido decapitada, no había nada de sangre fluyendo.

—¡Esto es…!

Como para encajar con la voz de Shido, la cabeza de Natsumi tembló como un bloque de ruido, desapareciendo y disolviéndose en el aire.

Luego, Shido finalmente entendió… La apariencia de esta Natsumi era un señuelo creado por el Territorio Voluntario.

El Territorio Voluntario rodeando el Yggdrafolium proyectaba la voluntad del operador hacia la realidad. Puede tomar algo de tiempo acostumbrarse a las operaciones complejas, pero Natsumi era originalmente el Espíritu que portaba el Ángel del espejo, Haniel. Manipular la refracción de la luz para crear una imagen virtual parecía ser su punto fuerte.

Pero el hecho de que esta Natsumi era una imagen virtual significaba que la Natsumi real estaba…

—…

En el momento que Shido estaba pensando en esto. Fue como quitarse un velo camuflado con el escenario. Una pequeña figura apareció frente al corazón de Beast.

Como una imagen virtual, no hubo ningún grito, ni siquiera el sonido de pasos.

Ni sonido, ni voz.

Como un asesino en la oscuridad, Natsumi, silenciosamente… clavó la Yggdraramus en el pecho de Beast.

—…

El aliento de Natsumi se atoró mientras la sensación era transmitida a sus dos manos.

… Golpeando con todo lo que podía hacer ahora mismo. Usando el bombardeo del Yggdrafolium como señuelo, distrayéndola con imágenes virtuales creadas por el Territorio Voluntario y luego usar esa pausa para entrar por el golpe certero.

Beast podía ser más o menos dividida en dos métodos. Uno era usar su “garra” para atacar y el otro era sus ataques especiales usando las “espadas”. Este último podía ser dividido en 10 partes más.

Era imposible lidiar con todo eso. Sin embargo, para usar el poder de una espada, parecía tener que sostenerla para usarla.

En otras palabras, un máximo de dos “espadas” podían ser usadas al mismo tiempo. Así que, si podía crear un estado en donde ambas manos fueran usadas en un solo momento, una oportunidad sería creada en una fracción de ese tiempo.

Siendo la persona uno en ser pobre, esto era cobarde, sin vergüenza y una táctica audaz. Sin embargo, Natsumi no vaciló en jugar esta mano.

En este punto, ningún insulto podría lastimarla. Su sentido de la vergüenza ya había sido agotado. Si significaba salvar las vidas de todos, ser tachada como una cobarde no sería peor que una comezón.

… Sin embargo.

—… Silenciosamente…

Sin siquiera fruncir el ceño, Beast bajó la mirada hacia Natsumi. Sería así.

Después de todo, la hoja del Yggdraramus sacada por Natsumi ni siquiera llegó a Beast.

Si. Justo antes de llegar al pecho de Beast.

Ahí, un pequeño “agujero” apareció el cual se tragó el Yggdraramus.

… La sexta espada. Beast estaba sosteniendo la empuñadura de la espada de la llave que podría abrir un agujero en el espacio.

Monstruo. Esa única palabra se apoderó de sus pensamientos. Completamente diferente de Natsumi, ella era un monstruo abrumador.

—… Ah…

Ante esa vista, Natsumi tomó un pequeño respiro.

En ese momento, la voz que oyó una vez empezó a resonar en su cabeza otra vez.

… Hey, fue inútil. No pudiste hacer nada en absoluto.

… Cállate.

Así que, ríndete y muere. ¿Qué has cumplido? ¿Qué ha cambiado de ti?

… Cállate.

Un zoquete que está bajo la sombra de los demás. No puedes hacerlo. Eres débil. Nunca serás amada por lo que te queda de vida.

… ¡Cállate… ya…!

A pesar de que su corazón estaba tratando desesperadamente de resistirse, estas palabras ataron las extremidades de Natsumi como una cadena de hierro.

Todavía no ha acabado. Todavía tenía sus manos listas. A pesar de saberlo en su cabeza, su cuerpo no podía moverse. Debía de hacer el siguiente movimiento, pero la sombra que atrapó a Natsumi y no la dejó irse.

Eventualmente, Beast entrecerró sus ojos viendo a Natsumi. Un acto hecho como para señalar el final de Natsumi.

—¡…!

… Pero fue en ese momento.

—¡Na… tsumi…!

Con un grito marcado por la angustia, el sonido vino desde unos pasos atravesando los escombros.

—… ¿¡Shido!?

Natsumi sintió su garganta siendo apretada fuertemente. Pero eso no era sorpresa. Después de todo, un Shido cubierto de heridas estaba parado mientras sangraba por todo su cuerpo.

Era claro para el ojo no entrenado que estaba en un estado en el que no debería de poder moverse. Cercano a la muerte debido al desangramiento por sus heridas, moretones y laceraciones por todo su cuerpo, esto era casi un suicidio.

Pero Shido se levantó.

¿Por qué razón?

Ni siquiera tenía que pensarlo. Sabía qué tan pesimista era Natsumi.

… Para ayudar a Natsumi.

—… ¿A dónde vas? ¿No soy yo tu objetivo? Ven, cariño. Te abrazaré gentilmente.

Debería de ser difícil para él hablar, pero Shido sonrió sin miedo mientras provocaba deliberadamente a Beast. Beast tensó sus cejas mientras miraba a Shido.

—… tsumi… ¡Natsumi!

—¡…! Eh…

Luego,  una  pequeña  voz  llegó  a  su  oído.  Parecía  que  Shido  estaba susurrando a través del comunicador para que Beast no se diera cuenta.

—… Conociéndote, ¿todavía tienes algo preparado? Atraeré su atención.

Hazlo con todas sus fuerzas.

—Por qué…

—… Entiendo. Por nuestra larga relación. Está bien… puedes hacerlo.

—… Ah… ah…

En ese momento, Natsumi sintió gradualmente cómo rebosaban lágrimas por sus dos ojos.

… ¿Alguien te ama?

Estaba avergonzada de que tales pensamientos yacían en su cabeza.

¿Qué estaba pensando?

Incluso al borde de la muerte, había un hombre aquí que se levantaría por Natsumi.

Parado al borde de esta desesperada situación, ¡tantos amigos creyeron en Natsumi y le confiaron sus vidas…!

—Uh… ¡oooh!

Luego, Natsumi envió un comando al Yggdrafolium.

—¿¡…!?

En el momento siguiente, Beast tenía una mirada impresionada por primera vez.

Pero eso no era sorprendente.

En  cualquier  caso,  ahora  mismo,  en  la  espalda  de  Beast,  había  un Yggdraramus profundamente enterrado, en el lugar de la imagen virtual de la Natsumi decapitada.

… Luego, otro Yggdraramus fue disparado.

Por supuesto, solo había un Yggdraramus por persona. Siempre en cuando fuera Natsumi quien lo estuviera sosteniendo, tal ataque no se podría hacer.

Pero en las manos de Natsumi, había otro Yggdraramus el cual contenía los arrepentimientos del portador original.

Si… era la daga de Yoshino, la persona que tuvo que salir de la batalla para salvar a Natsumi.

—… ¿Por cuánto llevas siendo inútil y sin sentido en la cabeza de una persona? Es hora de callarte, maldito fantasma.

La garganta de Natsumi titubeó como si rugiera mientras operaba el Territorio Voluntario a través de sus cascos. Con manos invisibles, apretó la empuñadura del Yggdraramus sobresaliendo de la espalda de Beast.

—Puedo… hacerlo…

Y, mientras murmuraba, colocó todas sus fuerzas en sus manos.

—- Soy… fuerte…

Fuerte, fuerte, se siguió diciendo eso a sí misma.

Ya no había ninguna vacilación en su voz. Las razones para esas palabras ya se habían dado.

No solo Shido. Sino Yoshino también. Kotori también. Nia también. Origami también. Kaguya también. Yuzuru también. Mukuro también. Kurumi también. Miku también. Y, a pesar de ya no estar, Tohka también.

Todos aceptaron a Natsumi.

Le dijeron que podía estar aquí.

Lo que Natsumi una vez deseó y anheló… le dieron lo que no pudo obtener por sí misma.

Natsumi es… amada.

—¡Soy… linda…!

Ciertamente,  el  oponente  era  poderoso.  El  único  Espíritu  misterioso restante en este mundo. Esa sola palabra poseía un poder tremendo.

Pero eso no significaba que se podía rendir.

No podía dejar que todas las personas que ama sean asesinadas.

—Todas… Yo…

Su   voz   se   detuvo   en   ese   momento.   Esta   era   una   declaración excesivamente arrogante e irrelevante.

Pero lo reconsideró inmediatamente.

Colocando su determinación en sus palabras, lo soltó como una bala.

—¡Los protegeré…!

Natsumi puso todas sus fuerzas en sus manos… girando la daga clavada en Beast.