Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Short Stories

Capítulo 2: Recopilación De La Academia De Magia De Arifureta

Parte 2: Guerra En La Oficina De La Presidenta

“Ochenta y seis escritorios y sillas destruidos. Ciento treinta y siete ventanas destrozadas. Ocho aulas con sus techos volados. Siete más con paredes que se desmoronan o pisos destruidos. Un total de ciento noventa y nueve otros objetos destruidos… Bueno, ¿qué tienen que decir en su defensa?”

La presidenta de esta escuela de magia, Tio Klarus, apoyó sus codos en el grueso escritorio de madera. Sus ojos dorados brillaban siniestramente mientras miraba a los que estaban frente a ella, con sus dedos entrelazados frente a su cara. La tenue luz del sol poniente iluminaba la habitación.

Sentados frente a ella estaban los niños problemáticos de la escuela y la profesora problemática, la profesora Yue, Shea, Kaori y Hajime. Las tres chicas destrozaban la escuela cuatro o cinco veces por semana en sus batallas campales por Hajime. Hoy las habían llamado a la oficina de la presidenta por la misma razón. Lamentablemente, estaba claro que llamarlas a la oficina cada vez que destruían la escuela no había hecho nada para rectificar su comportamiento problemático. De hecho, incluso ahora no mostraban ningún remordimiento.

“Qué desafortunado. Está claro para mí que las constructoras toman atajos en su trabajo. Deberían demandar a quienquiera que hayan contratado para el trabajo de construcción.”

“Todo esto es culpa tuya, Yue-sensei, Kaori-san. ¡Sólo rompo cosas que Hajime-san puede reparar!”

“Eso no es lo importante aquí. Exijo que despida a Yue-sensei de inmediato. ¡Una profesora que se atreve a hacer avances sobre su estudiante no puede enseñar aquí!”

Era obvio que no habían reflexionado sobre sus acciones. La profesora Yue estaba lista para demandar por la destrucción que ella misma había causado, Shea estaba convencida de que era la única exenta de castigo porque había sido un poco más considerada, mientras que Kaori había declarado audazmente que la destrucción de la escuela “no era importante”. Una vena sobresalió en la frente de Tio.

“¡Mocosas! ¿No reflexionarán sobre sus acciones ni siquiera un poco? Yue-sensei, no puedo creer que incluso usted se rebaje tanto. ¡Usted es una profesora! ¡Se supone que debe guiar a los estudiantes y dar ejemplo, pero aquí la encuentro incitando este tipo de comportamiento delictivo!”

“No he incitado nada. Simplemente estaba aplastando las moscas que zumbaban alrededor de mi Hajime. No es mi culpa que los edificios fueran demasiado débiles para manejar eso.”

“¿Cómo que no es tu culpa? En primer lugar…”

“¡No soy una mosca! En todo caso, tú eres la mosca, ¡Yue-sensei!”

“¿Podrías por favor no referirte a él como ‘mi’ Hajime? ¿Por favor? O tendré que cerrar tu boca para siempre.”

“¡Ya es suficiente de todos ustedes! ¡Soy la presidenta! ¡La persona que dirige esta escuela! ¡No seré ignorada!” Sin embargo, sin importar lo que ella dijera, la profesora Yue y los dos estudiantes ignoraron a la presidenta. Al darse cuenta de que sus palabras nunca les llegarían, Tio suspiró y se giró hacia Hajime. Hasta ahora había estado ignorando el procedimiento y miraba con nostalgia la puesta de sol.

“Mas… quiero decir, Hajime. Esto te involucra a ti también, ¿sabes? La razón por la que estas chicas están peleando es por ti.”

“No hay nada que pueda hacer al respecto, presidenta. Ya se lo he dicho a todos, ¿sabes? La única a la que quiero es a Yue-sensei, así que no hay razón para toda esta lucha inútil. Y aún así…”

Hajime miró a sus compañeros. Yue se ruborizó felizmente, mientras que las orejas de conejo de Shea estaban presionadas contra su cabeza y Kaori se había metido los dedos en las orejas. Parecía haber algún tipo de espectro maligno que se elevaba detrás de Kaori mientras miraba con odio a Yue. Tio suspiró de nuevo. Les había asignado a las tres cien disculpas por escrito para que las entregaran al día siguiente, esperando que los castigos espartanos funcionaran donde las charlas habían fracasado. Yue y los demás se quejaron por supuesto, pero cuando Tio amenazó con más medidas disciplinarias, incluyendo la expulsión, se mostraron reacios y aceptaron escribir las disculpas. Finalmente, fueron liberados y se marcharon a casa.

“Maes… quiero decir, Hajime. ¿Podrías permanecer a un lado? Sé que reparas la escuela siempre, pero han empezado a surgir algunos problemas.”

“¿Eh? Estoy bastante seguro de que la he restaurado perfectamente…”

“Lo hiciste, en efecto. Tus habilidades de transmutación son realmente impresionantes. Sin embargo, hay veces que las cosas no se destruyen simplemente, sino que se borran por completo. Esperaba poder hablar contigo sobre eso”.

“Bueno, al menos te escucharé”. Tio asintió con la cabeza con satisfacción. De repente, escalofríos corrieron por su columna vertebral. Levantó la vista y vio a la profesora Yue, Shea y Kaori, todas la miraban con ojos como dagas desde la puerta.

“¿Qu… qué pasa, ustedes tres? No tengo nada más que decirles, ¡váyanse a casa!

¡Tienen que escribir sus disculpas! ¡Nada de saltarse la clase para escribirlas tampoco!

¡Ahora vayan a casa y pónganse a trabajar!” Tio salió de detrás de su escritorio y las empujó a las tres fuera de su habitación. No dejaron de mirarla, pero no podían discutir contra su lógica. Tio cerró de golpe la puerta tras ellas una vez que salieron.

“Cielos, esas tres son realmente un problema. Ahora, Hajime, siéntate en ese sofá de ahí.”

Hajime se acomodó en el cercano sofá de cuero. Tio se sentó casualmente a su lado, casi como si fuera lo más natural. Tiró a propósito de su kimono y cruzó las piernas, mostrando sus muslos regordetes. Al mismo tiempo, se aflojó el cuello, dando una excusa obviamente transparente.

“Sudé mucho con todos esos gritos”.

“¿De qué quería hablar, Presidenta?”

“No hay necesidad de ser formal. Sólo llámame Tio”.

“Entonces, ¿de qué quería hablar, Presidenta?”

“Me están ignorando otra vez… Haaah… Haaah… Ejem… ¿Dónde estaba yo… Oh, sí. Antes, Maes… Ejem… Quiero decir, Hajime, me golpeaste, me pateaste como si fuera basura y luego me hiciste cosas indescriptibles en el culo.”

“Hey, Presidenta. No puedo negarlo ya que es la verdad, pero no tienes que decirlo así, ¿verdad? Me estás haciendo ver como una especie de terrible matón. No sólo nunca te había visto en tu forma de dragón, sino que fuiste tú quien se dejó llevar y dijo que quería ver toda mi fuerza, ¿recuerdas?”

Hace algún tiempo, Hajime había subido a la mina en las montañas para recoger materiales para transmutar. Allí, se encontró con la presidenta en su estado transformado. A Tio le apetecía salir a dar un corto vuelo para relajarse un poco, pero cuando vio a Hajime decidió poner a prueba sus habilidades. Había oído muchos rumores sobre él y quería ver lo poderoso que era este estudiante. Como resultado, Hajime, sin dudarlo, intentó destruir a Tio de la forma más eficiente posible. Cuando volvió a su forma original, ya había sufrido un ataque que la había cambiado para siempre.

“Yo… yo… Por eso, lo siento. Aún así, eso no es excusa para meterme esa cosa tan grande y gruesa por el culo”.

“¿Qué esperabas? Tus escamas eran demasiado duras para perforar, así que golpear tu punto débil era la solución más obvia.”

“Sin embargo, no te detuviste ni siquiera después de que te revelé quién era yo. Continuaste perforando esa… cosa dentro de mí. Gracias a eso, mi precioso trasero fue dañado más allá de toda reparación.” Tio se acercó a Hajime con lágrimas en los ojos. Una mano frotaba tiernamente su trasero. Aunque lo había hecho sólo para sacarle respuestas, Hajime tuvo que admitir que quizás fué demasiado lejos. Viéndolo sin palabras, Tio vio su oportunidad y se acercó aún más a él.

“Desde entonces mi culo se ha sentido extraño. Tienes que responsabilizarte de esto.”

“¿Responsabilizarme?”

“Sí. Asume la responsabilidad… ¡y vuelve a violarme el culo!” La presidenta Tio saltó hacia Hajime después de soltar esas palabras. Sus ojos pasaron de estar llorosos a estar inyectados de sangre en el lapso de unos segundos. Hajime la abofeteó por reflejo, lo que hizo que Tio soltara un gemido de entusiasmo mientras la arrojaban hacia atrás.

Mierda, ahora sí que lo he hecho, pensó Hajime, con el sudor frío cayendo por su frente. Entonces, vio la expresión de Tio mientras ella se acariciaba la mejilla y sus preocupaciones se desvanecieron. Fueron reemplazadas por un intenso sentimiento de desprecio. Miró a Tio, pero eso sólo la hizo temblar de placer.

“M-Maestro, muchas gracias por esa maravillosa recompensa… Haaah… Haaah…”

“No voy a pasar ni un segundo más contigo, ¡pervertida! ¡Me voy a casa!” Hajime salió corriendo hacia la puerta. Sin embargo, Tio se arrastró detrás de él de una manera bastante inquietante con una velocidad sorprendente. Agarró la pierna de Hajime y se aferró a ella con su vida.

“¡Maestro! ¡Más, por favor!”

“¡No soy tu maestro, maldita pervertida! ¡No puedo creer que le hayas dado un sermón a Yue-sensei cuando eres así! ¡Eres peor que todas ellas! ¡Gah, déjame ir! ¡Deja de aferrarte a mí!” La pelea de Hajime con la presidenta había abierto una puerta prohibida. Tio se aferró a Hajime con toda la fuerza de un dragón, saboreando cada insulto que Hajime le lanzaba.

Tal vez debería darle una paliza tan fuerte que no pueda mantenerse en pie y luego tirarla en algún lugar de la montaña. Como siempre, Hajime no tuvo piedad.

“Quítate de encima de Hajime, presidenta pervertida.” El papel pintado se despegó, revelando a Yue, que había estado de pie detrás de él.

“¡Pensé que algo así podría pasar! ¡No puedo bajar la guardia a tu alrededor!” Shea cayó del techo.

“¿Realmente pensaste que podías engañarme? ¿Lo hiciste?” Kaori se deslizó de debajo del sofá.

“¿Qué es esto?” Tio gritó en estado de shock.

“””Estás a salvo ahora que estoy aquí”””, dijeron las tres chicas al mismo tiempo.

“Ustedes tres son igual de atemorizantes”, respondió Hajime inmediatamente. Amaba a Yue, pero esto era aún un poco excesivo.

“Podría jurar que ustedes tres se habían ido… pero parece que sólo ocultaron sus presencias. ¡Fui descuidada! Sin embargo, no dejaré que nadie interfiera con mi tiempo con el Maestro, ¡ni siquiera ustedes tres! ¡Draconificar!”

“Hmph. Esa es mi línea. Esta noche, haré un filete de dragón para la cena… ¡Trueno Dracónico!”

“No puedo creer que hayas pasado tanto tiempo dándonos sermones sólo para intentar robar a Hajime-san para ti… ¡Hoy es el día en el que morirás! ¡Drucken, en espera! ¡Te voy a volar a la luna!”

“Espérame, Hajime-kun. ¡Haré lo que pueda para detenerlas! ¡Prometo que las capturaré a todas por ti!”

La habitación de la presidenta fue destruida ese día. Estudiantes y profesores vieron como un dragón negro luchaba contra un dragón dorado chispeante. En medio de todo esto, una niña con orejas de conejo envió al dragón negro a volar con un golpe de su martillo de guerra. Entonces, tanto la profesora vampiro como la conejita fueron atadas por etéreas cadenas que las arrojaron a los confines de la tierra. La feroz batalla se prolongó durante varias horas. Una vez que terminó, el cuarenta por ciento de la escuela estaba en ruinas.

“Quizás debería huir con Yue-sensei y esconderme en algún lugar del campo”, murmuró Hajime para sí mismo, mientras se dedicaba a reparar la academia. Los que lo escucharon respondieron de forma sencilla y sincera.

“””¡Sí, por favor!””