Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Short Stories

Capítulo 1: Recopilación De Desviación

Parte 28: Bebe, Pero No Te Emborraches II

“Un árbol con flores rosas, ¿eh? Eso me recuerda a los cerezos florecientes en Japón”, murmuró Hajime en voz baja. Había visto el árbol al lado de la carretera cuando pasaba con el grupo. Era un árbol robusto y corto con flores rosas en forma de corazón que crecían en todas sus ramas.

“Sí. Ahora que lo pienso, no pude ir a ver flores este año. De repente todos tenían planes para el día en que se suponía que iríamos. Aunque tenía muchas ganas de verlas con Shizuku-chan”, respondió Kaori, mirando con nostalgia al árbol solitario.

“¿Flores de cerezo? ¿Ver las flores?”

“¿Son las flores de cerezo una especie de flor en tu mundo, Hajime-san?”

“A juzgar por lo que has dicho, supongo que esas flores sólo florecen una vez al año. ¿Y que es una costumbre en tu mundo ir a verlas?”

Yue, Shea y Tio se dirigieron curiosamente a Hajime. Myu, que estaba sentada en el regazo de Hajime, también lo miró con curiosidad y sonrió. Luego explicó a todas que los cerezos florecientes eran una de las plantas representativas de su país y que era una tradición para todos ir a verlas florecer en primavera.

“Pero bueno, aunque se llama ver las flores, en realidad es sólo una excusa para que la gente salga de fiesta. La primavera también se considera la estación de los comienzos en Japón. De todos modos, el punto es que ver flores es sólo una pretensión en realidad.”

“No voy a negar eso, pero… hay algunas personas que están ahí para apreciar las flores, ¿sabes?”

Kaori sonrió amargamente al recordar la frecuencia con que se enviaba a las personas a los hospitales por intoxicación alcohólica cada primavera. Pero aún así, trató de defender el honor de la exposición de las flores.

“¡Eso… suena súper divertido! ¡Papá, yo también quiero hacer esa cosa de ver flores!”

“¿Eh? ¿En serio? Todo lo que vamos a hacer es sentarnos bajo el árbol y comer comida y charlar, ¿sabes?”

“¡Está bien! ¡Quiero hacerlo!”

Viendo lo emocionada que estaba Myu por probar la visión de las flores, Hajime sonrió torpemente. Miró a sus camaradas con curiosidad, para ver qué pensaban. No era como si tuvieran prisa por llegar a su destino. De hecho, en el momento en que llegaran a Erisen, tendrían que separarse de Myu. Así que podrían hacer más recuerdos con ella antes de que fuera el momento de decir adiós.

“Mmm… ¿Por qué no? Un picnic bajo un árbol suena bien. Es casi la hora del almuerzo, de todos modos. Además, no quiero que esto sea un recuerdo que sólo tú y Kaori tengan.”

“¿Tenías que decirlo así, Yue?”

“De hecho, deberías borrar tus recuerdos de ver flores con Kaori”.

“¡Eh, eso es malo, Yue!”

Hajime ignoró la pelea de gatas de Yue y Kaori. Desde que Kaori se había unido al grupo, esto no había dejado de ocurrir, así que estaba acostumbrado. En su lugar, se dirigió a Shea y a Tio, que parecían interesadas en experimentar ver las flores. Al final, el grupo decidió celebrar una fiesta improvisada de observación de flores bajo la versión de Tortus de un árbol de cerezo floreciente. Necesitaban almorzar de todos modos, y no les llevaría mucho tiempo extra. Como siempre, Shea creó una serie de elaborados platos para el almuerzo, con Tio y Kaori como sus ayudantes. Hajime, Yue y Myu ayudaron a poner los platos y a preparar todo lo demás.

Treinta minutos después, el grupo estaba sentado en una sábana mullida, mirando una mesa cargada de comida. Para crear ambiente, Yue levantó una mano y chasqueó los dedos. Una suave brisa crujió las ramas del árbol, haciendo que los pétalos de las flores bailaran en el aire. Era una vista hermosa. Una que evocaba una sensación de maravilla y misterio.

“¡Vaya, son tan bonitas!”, murmuró alguien en voz baja. De repente, uno de los pétalos cayó sobre la nariz de Myu. Hajime y los otros miraban con una sonrisa mientras ella se agitaba dulcemente, insegura de qué hacer. Era una fiesta pacífica y agradable. Tristemente, la paz no duró.

***

Una hora después…

“¿¡Me estás escuchando, Hajime-san!? ¡Este es un tema muy serio! Además, tú…”

“Se siente muy cómodo estar a su lado, Maestro. Por favor, permítame permanecer aquí.”

“Hajime… No te atrevas a mirar a otro lado. Mantén tus ojos en mí. Y abrázame.”

“¡Estúpido Hajime-kun! ¿Cómo es que siempre estás rodeado de mujeres? ¿No sabes cuánto te quiero? ¡Waaaaaaaaaaaaah!”

Con la cara roja, Shea comenzó a darle una charla al árbol el cual estaba sentados debajo. Tío, por otro lado, había perdido su habitual naturaleza pervertida al emborracharse y actuaba sorprendentemente seductora. Yue hacía un berrinche porque Hajime no la miraba sólo a ella, mientras Kaori lloraba incesantemente y golpeaba a Hajime con su bastón.

“¿Cómo ha pasado esto…?” Hajime murmuró, moviendo la cabeza. Miró las botellas vacías esparcidas por su área de picnic. Tenía un par de botellas de alcohol de alta graduación que había usado como desinfectante, pero las chicas encontraron el sabor de su agrado y al poco tiempo se emborracharon. Por cierto, Myu ya había evacuado a la seguridad de las ramas superiores del árbol. Miró a las otras chicas con un asco apenas disimulado.

“H-Hey, Tío. Quítate de encima. Estás haciendo llorar a Yue.”

“Así que no puedes hacer llorar a Yue, ¿pero no te importa si me haces llorar a mí?”

“Eres una pervertida a la que le gusta que la ignoren, de todos modos”.

Hajime insultó a Tio como de costumbre, pero esta vez los resultados no fueron los esperados.

“Solloza. Sniffle. ¿Cómo puedes ser tan cruel? Pero si eso es lo que desea, Maestro, le complaceré.”

Tio se echó atrás, pareciendo estar a punto de derrumbarse. ¡Así no es como se supone que es tu personalidad! Hajime gritó en su mente. No pudo evitar sentirse culpable cuando vio lo devastada que estaba Tio.

“Además, Kaori, ¡cállate! ¡Y deja de apuñalarme con tu bastón! ¡Eso duele de verdad, sabes! ¿Cómo es que eres tan bueno para herir a la gente cuando se supone que eres una sanadora de todos modos?”

“Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, Hajime-kun me dijo que cerrara la boca! ¡Te odio Hajime-kuuuuuuuuuuuun! ¿Cómo es que no me entiendes?”

Kaori desató un poderoso golpe de tres puntas, con cada golpe apuntando a uno de los signos vitales de Hajime. El primero fue a su frente, el segundo a su garganta, y el tercero a su corazón. ¿¡Qué demonios!? ¿Desde cuándo te convertiste en un personaje de Rurouni Kenshin? Hajime bloqueó desesperadamente los tres golpes con su brazo prostético. Al mismo tiempo, disparó un ancla desde una ranura en su brazo y la envolvió alrededor del cuerpo de Kaori. Aunque él consiguió atarla con ella, ella respondió lanzando cadenas de luz contra él. Hajime rápidamente tomó a Yue, que se aferraba a él, y saltó fuera del camino. Malinterpretando la situación por completo, Yue enterró su cara en el pecho de Hajime y gritó, “Oh Hajime, eres tan rudo”.

“Ahora que el Maestro me ha abandonado… mi única esperanza es forzarme a él”, murmuró Tio en voz baja para sí misma. Llegando a una decisión, se puso de pie y aflojó la faja de su kimono. Entonces, empezó a desnudarse a plena luz del día. Mientras tanto, Kaori continuó lanzando ataques de hechizos a Hajime. Su magia era sorprendentemente precisa a pesar de que lloraba a mares. Por otro lado, Yue envolvió a Hajime con sus brazos y piernas, perdiéndose en sus delirios. Sin inmutarse por toda la conmoción, Shea continuó dándole lecciones al árbol.

“¡Papá, todo el mundo se está volviendo loco!”

“Escucha, Myu. Asegúrate de que, si alguna vez bebes alcohol, nunca te emborraches. ¡O terminarás como las chicas de aquí! ¡Prométeme que no dejarás que el alcohol te controle!”

“¡Lo prometo! ¡Pero tú eres el que les dio las botellas, papá!”

“¡Lo sé, lo siento!”

Era raro ver al monstruo del abismo pedir disculpas. Así de desastrosas se habían vuelto las cosas. Durante las siguientes horas, Hajime intentó desesperadamente poner sobrias a las chicas, mientras Myu lo animaba desde su posición en el árbol.