Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Short Stories

Capítulo 1: Recopilación De Desviación

Parte 21: Los Gradas

Era un día tranquilo y soleado en la ciudad flotante de Erisen. Sin embargo, últimamente la ciudad había sido todo menos pacífica. Hoy, como de costumbre, Hajime estaba sentado en el muelle practicando su transmutación. Una de las causas de los problemas de la ciudad se acercó a él.

“Hajime-kun, ¿puedo sentarme a tu lado?”

“¿Eres tú Kaori? Sabes que no tienes que pedir permiso para cada pequeña cosa, ¿verdad?”

Kaori se sonrojó y se sentó cerca de él. Extremadamente cerca de él. Lo suficientemente cerca como para que a Hajime le costara concentrarse en su transmutación. Ella también estaba en traje de baño.

Hajime se giró hacia Kaori, planeando decirle que respetara su espacio personal, pero en ese momento la sacaron del muelle. Voló a través del cielo, girando varias veces sobre sí misma y cayó al agua con un fuerte chapoteo. Yue se acercó y ocupó el lugar que Kaori había dejado libre. Aunque estaba tan inexpresiva como de costumbre, Hajime pudo ver que estaba satisfecha. Se sentó junto a Hajime y estiró sus piernas desnudas.

“Yue, ¿acabas de…?”

“¿Qué estás haciendo, Hajime?”

Parece que ella también está en esto hoy… Yue fingió que no había lanzado a Kaori al agua y miró con curiosidad el trabajo de Hajime. Pero antes de que pudiera hacer mucho más, Kaori regresó al muelle. Estaba empapada y su flequillo le cubría la cara, haciendo que pareciera una cierta antagonista de las películas de terror.

“Yue, ¿tienes algo que decir en tu defensa? Te daré una oportunidad para explicarte.” “¿Eh? ¿Quién eres?” Una vena palpitó en la frente de Kaori. Chispas invisibles volaron cuando sus miradas se encontraron.

“Fufufu, eres muy graciosa, Yue. No puedo creer que te hayas olvidado de la persona que acabas de tirar al mar. ¿Tan mala es tu memoria?”

“Oh. Ahora recuerdo, eres Kaori. Estás tan triste que siempre olvido quién eres. Deberías intentar hacer algo con esa melancolía tuya”.

“Creo que eres tú la que necesita arreglar esa fuga en tu cerebro.”

Kaori y Yue empezaron a reírse. Yue se puso de pie y las dos se miraron fijamente. Como siempre, extrañas criaturas aparecieron detrás de las dos chicas. Un enorme dragón de trueno dorado apareció detrás de Yue mientras que un demonio con una aterradora máscara apareció detrás de Kaori. El dragón soltó un feroz rugido mientras una ventisca azotó al demonio que apoyaba su espada contra su hombro. Esta era la razón por la que Erisen no había estado en paz en los últimos días. Las extrañas apariciones que Yue y

Kaori convocaron fueron la causa de todo. Hajime sabía lo que venía después. Kaori le gritaría a Yue por ser una abusona y la atacaría. Yue respondería que era culpa de Kaori por intentar ser astuta y combatir. Sus pequeñas peleas de gatas se habían convertido en todo un espectáculo y muchos de los ciudadanos de Erisen vinieron a verlas.

“Mira, ellas también están hoy otra vez en la misma situación. ¿Qué son esas cosas detrás de ellas? Parecen un dragón y un demonio, pero ¿cómo aparecen y desaparecen así?”

Mientras Hajime las veía batirse en duelo con una sonrisa de preocupación, Shea se acercó a él.

“¿Por qué pareces tan infeliz? Por cierto, no deberías tratar de entender esas apariciones. Sólo acéptalas como parte de la vida.”

“¿Qué estás diciendo, Hajime-san? Esas cosas sólo aparecen cuando se pelean por ti. En otras palabras, ¡son una prueba de su amor!”

“Más vale que no lo sean. ¿Qué clase de símbolo de amor es un dragón o un demonio?” Shea dobló sus orejas sobre su cabeza e ignoró las palabras de Hajime.

“Te amo tanto como ellos, así que ¿cómo es que no puedo convocar un espíritu de amor? ¡Quiero uno de esos raros espíritus aparecidos, también!”

¿Por esa razón ella es infeliz? Hajime suspiró mientras veía el rostro de Shea retorcerse y tratar de invocar algo.

“Creo que ya lo sé, pero ¿qué estás haciendo?”

“¡Tratando de convocar una aparición, obviamente!”

No estoy seguro de que eso sea algo que se pueda sacar a la fuerza… Sin embargo, la fuerza era la única cosa que Shea podía pensar en usar. ¿Qué pasó con estas cosas que son un símbolo de amor?

El maná azul celeste se arremolinó alrededor de Shea y su cabello comenzó a revolotear en la brisa. Soltó un grito que hizo temblar la tierra e hizo que los residentes cercanos se fueran a un lugar seguro. El mar alrededor del muelle se agitó y por un momento Hajime pensó honestamente que podría invocar algo. Pero al final, no pasó nada.

“Bueno, eso no funcionará.”

“Awww… Qué lástima.”

Shea se hundió hasta las rodillas y sus orejas de conejo se cayeron en decepción.

“¿No es mi amor lo suficientemente fuerte? No puede ser…” Shea murmuró para sí misma. Hajime sonrió y le dio una palmadita en sus esponjosas orejas de conejo. Continuó jugando con ellas hasta que estuvo satisfecho.

“Bueno, no creí que fueras capaz de convocar una de esas, de todas formas.”

“No lo creo. ¿Dudas de mi amor también, Hajime-san?”

El humor de Shea había empezado a mejorar cuando Hajime empezó a darle palmaditas, pero se desplomó cuando dijo eso. Pero Hajime sacudió la cabeza.

“No lo digo en serio… de mala manera. Creo que esas cosas se crean a partir de emociones negativas. Son ilusiones nacidas de las auras negativas que tienen esas dos.”

“Haaah… ¿En serio?”

No era una explicación muy científica, pero parecía que Hajime al menos había pensado en eso. Shea miró fijamente a Hajime, preguntándose a dónde quería llegar con esto. Hajime se acercó a Shea y le froto un poco más las orejas.

“Básicamente, no eres la clase de persona que tendría uno de esos. Además, aunque no tengas una ilusión extraña detrás de ti, tienes dos orejas de conejo perfectamente buenas encima. Deberías estar orgullosa de ellas. Al menos, son lo suficientemente buenas para mí.”

“Ugh… Desearía tener más experiencia. Nunca sé que decir en momentos como estos.

Si tan sólo fuera más femenina…”

Shea se sonrojó y se puso nerviosa durante unos segundos antes de decidirse a inclinarse hacia Hajime. Sus orejas se levantaron y se acercó a la mano de Hajime.

“Fufu. No dejas pasar ninguna oportunidad, ¿verdad, Shea?”

“Sí. Ella nos trajo allí. Aunque fue un espléndido ataque sorpresa… no puedo creer que intentaras superar a tu maestra”.

“¿¡Eh!?” Las orejas de Shea se levantaron de un tirón. Se dio la vuelta para ver a Yue y Kaori sonriéndole.

“¡Shaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!”

“¡Rooooaaaaaaaaaaaaaaaaaar!”

El demonio de Kaori y el dragón de Yue le gruñeron siniestramente.

Shea huyó. Naturalmente, Yue y Kaori la persiguieron. Por alguna razón, los residentes de Erisen aplaudían cuando oían otra explosión.

“Me alegro tanto de que esta ciudad sea tan pacífica”.

Las palabras de Hajime fueron ahogadas por el sonido de los truenos.