Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Short Stories

Capítulo 1: Recopilación De Desviación

Parte 15: Un Cierto De Grupo De Héroes Pacíficos

Esta es una historia que ocurrió poco después de que los estudiantes fueran convocados a Tortus. Después de algún tiempo, los estudiantes finalmente comenzaron a acostumbrarse a la situación fantástica a la que habían sido empujados y volvieron a tener una apariencia de vida cotidiana normal.

Kouki y su grupo no estaban acostumbrados a los elogios y el respeto que se les brindaba. Como eran el grupo que lideraría la vanguardia en la guerra venidera, los residentes de Tortus prácticamente los adoraban. Sin embargo, se habían acostumbrado a ello, e incluso se hicieron amigos de algunos de los habitantes de este mundo.

Feliz con los resultados del entrenamiento del día, Kouki se limpió el sudor de su frente y comenzó a regresar a su habitación. Ryutarou, con quien estaba alojado, ya había regresado antes que él. Viendo que todavía había tiempo antes de que el sol se pusiera, Kouki pensó en invitarlo a pasar el rato en algún lugar. Cuando regresó a su habitación, notó que la puerta estaba ligeramente entreabierta. Mientras ponía su mano en el pomo de la puerta, escuchó una voz que venía de adentro.

“Hoooh… Haaah… Haaah…”

Kouki se asomó por el hueco de la puerta y vio a su mejor amigo posando frente al espejo. Se movía con fluidez de una pose a otra, como si estuviera haciendo una forma de arte marcial. A veces sus grandes músculos se relajaban, mientras que en otros puntos se tensaban. Kouki podía decir que Ryutarou iba muy en serio con lo que estaba haciendo.

¿Supongo que está comprobando la condición de su cuerpo o algo así? ¿O tal vez es algún tipo de ejercicio?

 Tristemente, Kouki no pudo reunir el coraje para descubrir lo que Ryutarou estaba haciendo. De hecho, no podía ni siquiera caminar dentro de su habitación. La razón es porque Ryutarou estaba haciendo todo esto desnudo. Justo entonces, la mirada de Kouki se encontró con la de Ryutarou. O más bien, el reflejo de la mirada de Ryutarou en el espejo. Ambos se congelaron en su lugar. Era como si el tiempo se hubiera detenido. Con la expresión rígida, Kouki murmuró algo.

“Oh sí, acabo de recordar que olvidé algo en el campo de entrenamiento. Adiós”. Kouki quería escapar de este incómodo aprieto lo más rápido posible.

“¡Espera, Kouki! No te hagas una idea equivocada. ¡Sólo estaba practicando mis técnicas!”

“Estando… ¿D-desnudo? ”

“B-Bueno, yo sólo… ¡Oh, a quién le importa! ¡El coronel Stuart también estaba desnudo en la película!”

Ya veo. Así que Ryutarou sólo estaba actuando escenas de Duro de Matar 2. Kouki asintió con la cabeza, dándole a su mejor amigo una mirada llena de lástima todo el tiempo.

“No te preocupes; no vi nada, Ryutarou… De todas formas, debería ir a ver a Shizuku.”

Kouki giró sobre su talón y salió de allí con la cabeza en alto.

“¡Ah, maldita sea, Kouki! Detente ahí mismo, ¡basta!” El grito avergonzado de Ryutarou resonó por el pasillo. Durante días después, pudo sentir a sus compañeros disparándole miradas de lástima. No hace falta decir que Ryutarou quedó traumatizado desde ese día.

***

Esa noche, Kouki estaba relajándose en su dormitorio cuando los eventos de esa tarde repentinamente regresaron a él. Cuando eran niños, a menudo trataban de imitar a los héroes que habían visto en las películas. Había sido bastante embarazoso cuando Shizuku los había pillado haciéndolo. Sin embargo, al final de la escuela primaria, Kouki ya había superado la situación.

Supongo que el venir a un mundo de espadas y magia le devolvió un poco su lado infantil.

 Cuando lo pensó así, las acciones de Ryutarou parecían muy bonitas. Estuvo tentado de contarles a Shizuku y a Kaori sobre esto. El mismo Ryutarou seguía enfadado y había salido a hacer un poco de entrenamiento extra. Los pobres chicos que había conseguido que se unieran a él estaban sufriendo su ira fuera de lugar en este momento. Kouki miró la espada sagrada apoyada en su cama. Era realmente una magnífica pieza de artesanía. Podía sentir que algo dentro de él se movía mientras la miraba. Antes de que se diera cuenta, tenía su espada en la mano y estaba de pie frente al espejo. Puso su mano izquierda en su cadera y levantó su espada en alto, adoptando una postura desalentadora.

“Hmm, esto se siente un poco simple.” Kouki cambió a una posición diferente. Se estaba dedicando cada vez más a esto. Después de hacer unas cuantas poses más, recordó algo de los carteles de las películas y blandió su espada en un poderoso arco.

“¡Protegeré a todos! ¡Lo juro por mi orgullo de héroe!”

Eso fue perfecto. Kouki suspiró contento y sonrió para sí mismo. En ese momento, alguien irrumpió en la habitación.

“Kouki-kun, ¿estás aquí? ¡Tenemos un gran problema! Ryutarou-kun ha empezado a pelear con los otros chicos y.…” Kaori se detuvo a mitad de la frase, con la boca abierta. Kouki estaba todavía en medio de una pose frente a su espejo. Se sentía como si el tiempo se hubiera detenido por segunda vez ese día.

El sudor comenzó a gotear de la frente de Kouki. Le dio lo que pensó que era una sonrisa confiada, su cuerpo aún congelado en la misma pose. Con cada segundo que pasaba, sin embargo, su sonrisa se hacía más dura hasta que Kaori finalmente rompió el silencio.

“Los chicos hacen este tipo de cosas todo el tiempo, ¿verdad? No es gran cosa ni nada, ¿verdad?” Kaori sonrió torpemente y salió de la habitación, cerrando la puerta tras ella. Kouki la oyó gritar “Shizuku-chaaaaaaaaaaaan” mientras sus pasos se desvanecían a lo lejos. Unos minutos más tarde, Kouki finalmente se recuperó lo suficiente como para dejar de posar.

“¡Espera Kaoriiiiiiiiiiiiiiiiii! ¡Es sólo un malentendidoooooooooooo!” Su grito avergonzado resonó en el pasillo. Días después, pudo sentir a sus compañeros disparándole miradas de lástima. No hace falta decir que Kouki quedó traumatizado desde ese día.

***

Un tiempo antes, cuando Kouki descubría las maravillas del cuerpo desnudo de Ryutarou, Kaori estaba charlando con una de las doncellas del palacio. Estaban hablando de las cosas habituales de chicas. Todo había empezado cuando una de las sirvientas le preguntó a Kaori qué tipo de bebidas le gustaban a uno de los estudiantes de su clase. A partir de ahí, la discusión se había convertido en un tema de amor.

Una de las doncellas se atrevió a decir: “Apuesto a que si dijera ‘Estoy aquí para servirle personalmente, Maestro’, podría hacer que cualquiera de los chicos se enamorara de mí”.

El tema se había vuelto demasiado estimulante para la todavía inocente Kaori. Una vez que las doncellas empezaron a hablar de los detalles morbosos de seducir a los hombres, Kaori huyó de la conversación.

“No sabía que las doncellas de palacio fueran tan lascivas…” Cuando el rubor se desvaneció de las mejillas de Kaori, ella notó algo. En su prisa por alejarse de las doncellas, no había prestado atención a dónde iba. Como resultado, se había metido en el cuarto de almacenamiento que usan los sirvientes del palacio.

En la parte superior de uno de los estantes vio una pila de uniformes de doncella junto a un cartel que decía “repuesto”. Cinco minutos más tarde, en la estantería faltaba un uniforme de doncella. Kaori corrió de regreso a su habitación tan rápido como sus piernas la llevaron y se llevó el uniforme de doncella robado en el pecho. Se examinó en el espejo durante unos segundos, se ruborizó y se puso el uniforme.

Era la primera vez que se ponía algo así. Si alguno de los chicos de su clase la hubiera visto con él, les habría sangrado la nariz al instante. Dio un pequeño giro y su falda se levantó. Kaori se examinó en el espejo y murmuró algo.

“Se ve muy bien”. La cara de cierto chico apareció en su mente. Después de un momento de duda, le dijo algo al chico en su imaginación.

“Permítame servirle, Maestro…”

Se inclinó hacia adelante, enfatizando su busto y guiñó un ojo. Sus acciones fueron un poco rígidas, pero aún así fue un despliegue impresionante. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, Kaori enterró su cara en sus manos y se encorvó. Finalmente, se recuperó y se puso de pie. Todavía no podía creer que hubiera dicho eso. Al agarrar el dobladillo de su falda y darse la vuelta, se encontró cara a cara con Shizuku, que estaba sentada en su cama, con un libro suspendido sin fuerzas de sus manos.

“¿Sh-Sh-Shizuku-chan? ¿¡Cuánto tiempo has estado aquí!?”

“¿Desde que regresaste?”

Kaori estaba tan preocupada que ni siquiera se había dado cuenta de que Shizuku estaba en la habitación. Por su parte, Shizuku estaba demasiado sorprendida por la cadena de acontecimientos como para decir algo. Primero su mejor amiga irrumpió en su habitación, luego se puso un traje de doncella y empezó a hacer poses sexys.

“Umm, entonces, Shizuku-chan. Esto no es lo que piensas. Así que, básicamente, las doncellas estaban actuando muy lascivamente y entonces…”

“No te preocupes, Kaori. No pasa nada. Lo entiendo.”

“¿Sí? Gracias a Dios. Hey, Shizuku-chan, ¿por qué intentas escabullirte de la habitación? ¿A dónde crees que vas?”

Shizuku puso una mano en el pomo de la puerta furtivamente. Sonrió tan sinceramente como pudo a Kaori, pero Kaori no se lo creyó. Kaori extendió la mano para detener a Shizuku, pero antes de que pudiera, Shizuku salió corriendo por la puerta.

“¡Nagumo-kuuuuuun! Kaori está, Kaori está…”

“¡Noooooooooooooooooooooooooooo! ¡Detenteeeeeeeeeee! ¡Shizuku-chan, te odiooooooooooooo!” Su grito de vergüenza resonó en el pasillo. Durante días después, pudo sentir cómo sus compañeros le lanzaban miradas de lástima. Desde ese día, la historia de Shizuku corriendo por ahí mientras Kaori la perseguía en uniforme de doncella se convirtió en una leyenda entre los residentes del palacio.