Great Demon King

Libro 4: La Ciudad del Valen

Capítulo 138: Podemos Estar Juntos

 

 

– Mis más sinceras disculpas, Senador. ¡Me he avergonzado a mí mismo al permitir que esos asesinos pusieran en riesgo a mis invitados! – Exclamó Alan de las Égadas con una expresión atribulada.

– No se disculpe Cuestor Imperial, soy yo el que lamenta haber permitido que esas serpientes me siguieran hasta tu casa el día en que celebramos tus bien merecidos honores. Por favor te pido que no ahondes más en este asunto, pues yo mismo he de encargarme de vengar esta afrenta. –

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Si bien al principio Alan suspiró aliviado de que el Aurelio no estuviese enojado, inmediatamente reaccionó con recelo, pues su respuesta se sentía fuera de lugar.

– Pero Senador, creo que… – Comenzó a decir Alan, pero en ese momento se escuchó otra voz.

– Padre honrado, creo que debemos escuchar la voluntad del noble Senador Aurelio. –

Alan se volvió para mirar a su hijo. Muchos a su alrededor contuvieron la respiración, porque no era apropiado que un joven interrumpiese de ese modo una conversación entre mayores, menos aún a su propio padre. Antes había tenido la excusa del escándalo causado por Valeria y Cameron, pero ahora no parecía haber ninguna. Incluso Han Shuo asumió que el padre comenzaría a reprender a su hijo ahí mismo.

Pero para sorpresa de muchos Alan de las Égadas sonrió con alegría y dijo: – Que así sea pues. Entonces dejaremos que la noble Familia Asturias tome este asunto en sus manos. ¿Desea interrogar a mi personal de servicio? –

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– No es necesario noble Alan, dudo mucho que alguno de ellos sepa algo. Tampoco es que haga falta, porque tengo una muy buena idea de quién puede ser el responsable. –

– Entiendo, Excelencia. –

– Joven Lawrence, tampoco tiene que preocuparse. – Dijo Aurelio con una mirada que parecía dar a entender algo.

Han Shuo observaba todo el intercambio con mucha atención. La reacción de Alan al comentario de su hijo no era la esperada, también parecía que Aurelio se dirigía al padre y al hijo con un diferente tono de voz: Obviamente estimaba mucho al Cuestor Imperial, pero con Lawrence parecía tener un trato particularmente respetuoso, algo atípico tratándose de un patriarca con alta alcurnia.

Alan y Aurelio se pusieron a conversar sobre los movimientos de las facciones políticas en el senado, los miembros de la corte imperial y los planes económicos que el emperador le encargaría aplicar en sus territorios. Eran temas bastante complejos y a Han Shuo le costaba mucho entender los términos que empleaban, así que dejó de prestarles atención y en su lugar se unió a Lawrence que en ese momento conversaba con Phoebe.

– ¿Cómo fue que conociste al Barón Cameron? –

– Fue asignado para realizar una inspección en uno de nuestros almacenes para verificar que los impuestos de Aduanas estuviesen en orden. Se llevó a varios asistentes para que lo ayudaran y se demoró cuatro días enteros revisándolo todo, como si estuviese desesperado por encontrar alguna irregularidad con la cual chantajearme. – Respondió Phoebe con un suspiro, como si el recuerdo la agotara: – No exagero: incluso llegó a aflojar algunas maderas en el suelo en busca de lugares ocultos. Pero al final todo estaba en orden. Entonces de repente su actitud cambió por completo y me pidió conversar en privado con una sonrisa que pretendía ser amable. –

– ¿Quería que le ofrecieses algún soborno? – Preguntó Lawrence alzando una ceja.

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– No, más bien él me ofreció una “sociedad”. – Respondió Phoebe con una sonrisa irónica: – Dijo que quería crear una gran alianza con todos los gremios mercantes, luego afirmó que ya se había asociado con la mayoría de empresarios. Por supuesto que todo era una ridícula mentira, porque tengo contactos en todas las familias pudientes y es imposible que algo así llegase a suceder sin que nosotros nos enterásemos; pero incluso si fuese cierto importaría muy poco porque los caudales económicos que mi gremio maneja son muy elevados y los burgueses que pueden igualarlo pueden contarse con los dedos de una mano. ¿Qué beneficio puede haber para nosotros? Además, el Gremio Mercante de Boozt ya de por sí es una asociación compleja integrada por varias familias, así que unirnos a una “gran alianza” compuesta por otros gremios mercantes que seguramente tienen su propia forma de hacer las cosas… sería más un obstáculo que una ayuda. –

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– ¿No te ofreció ningún beneficio? –

Phoebe soltó un bufido exasperado antes de responder: – Una lluvia de ellos, pero ni siquiera le presté atención porque al final eran puras promesas vacías. El caso es que una alianza tan grande como la que él propone requiere de muchos años de esfuerzo, coordinación y no es algo que pueda conseguirse en una sola generación, mucho menos de la noche a la mañana. –

– Entonces rehusaste. ¿Pero por qué siguió insistiendo? – Preguntó Han Shuo.

– Cameron es un Barón, no es que pueda rechazarlo tan directamente porque sería una descortesía y más aún debido a que soy una mujer. Ya has visto lo orgulloso que es. – Contestó Phoebe con una mirada frustrada: – Traté de negarme con indirectas, pero ese tonto seguía parloteando. De repente sacó de algún lado un enorme rollo de pergamino, tinta y una pluma. –

– ¡No puede ser! –

– ¡¿Es en serio?! –

Tanto Lawrence como Han Shuo tenían expresiones incrédulas en ese momento, porque a pesar de sus diferentes orígenes y educaciones, la conducta de Cameron representaba la desfachatez más absoluta. ¿Qué clase de descarado saca así de la nada un contrato legal para firmarlo en la primera conversación?

Phoebe asintió con la cabeza para confirmar que las cosas efectivamente ocurrieron de ese modo y luego tomó un trago de vino de un modo intencionalmente chistoso, como queriendo dar a entender que necesitaba beber para explicar la ridícula propuesta de Cameron.

– Ese pelmazo quería que firmase en ese mismo momento e incluso pareció dar a entender que yo tendría que sentirme agradecida, como si me estuviese haciendo un favor al ahorrarme tiempo. Naturalmente me enojé, pero conseguí calmarme y luego tomé el contrato para leerlo.

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Era una atrocidad de jergas legales redactada a propósito para confundir a quien lo leyese. Por suerte mi padre se encargó de educarme bien en el conocimiento de las leyes y no tuve problemas para darme cuenta de las trampas que se ocultaba entre líneas.

Primero pretendía que todos los fondos de cada uno de los gremios se colocasen en una sola cuenta común, que en teoría estaría controlada por un grupo que nos representaba a todos, pero compuesto de tal modo que al final sería liderado únicamente por él. Así que tendría total autoridad sobre nuestras políticas, sueldos, porcentaje de ganancias y ninguno de nosotros podría oponerse a cualquiera de sus decisiones. Básicamente quería que le regalásemos el Gremio Mercante de Boozt. –

– ¿A cambio de qué? – Pregunto Lawrence llevándose una mano a la frente como si tuviese jaqueca, mientras trataba de asimilar la información.

– Eso es lo más divertido. – Respondió Phoebe con desprecio: – Lo único que él ofrece es su nombre o sea el prestigio de su casa, que según dice cuenta con numerosos contactos en las más altas esferas del poder político. Quiere convertirse en el único intermediario entre la corte imperial y los Gremios Mercantes. –

Lawrence la miró con atención y pregunto: – Hermana, ¿en algún momento Cameron mencionó quienes eran esos “contactos” que tenía? ¿Te dio algún nombre? –

Phoebe lo miró y respondió: – Lo único con lo que tuvo cuidado ese día fue en no revelar quienes eran sus supuestos patrocinadores en el Senado o la Corte. –

– Ya veo. – Dijo Lawrence mientras se volvía meditativo

Han Shuo también se sentía desconcertado, pues lo más probable era que Cameron simplemente estuviese tratando de estafar a Phoebe, pero todos los eventos que acababa de presenciar parecían indicar que había mucho más en todo esto de lo que se veía a simple vista y quizá realmente existiesen esas personas “personas influyentes”.

“Pero de ser así, ¿qué clase de contactos tiene ese patán para estar tan seguro de sí mismo? Lawrence tampoco parecía tan interesado en este asunto y sólo ha preguntado después de que trataron de matar a Aurelio. ¿Acaso el empleador de esos asesinos tendrá algo que ver con Cameron y su intento de apoderarse del control de los Gremios? ¡Ahh, simplemente no sé nada de la corte o la política del Imperio! Tal vez no tiene caso que lo piense, ya que si me concentro demasiado en cada movida que otros realicen terminaré volviéndome un simple espectador en lugar de ser un jugador.” Pensó Han Shuo y luego preguntó: – ¿Cómo te libraste? –

Phoebe respondió con una sonrisa bastante ufana: – Su error fue asumir que yo no sabía de leyes. Simplemente sonreí inocentemente mientras le preguntaba el significado o los detalles en las líneas más complejas del contrato, hasta que finalmente se cansó de inventarse excusas para justificar cada punto y coma. Así tuve la excusa perfecta para negarme y me retiré a toda prisa. –

– Bien pensado. – Aprobó Han Shuo.

– Y muy prudente. – Agregó Lawrence: – Querida hermana, sé que no necesito decírtelo, pero temo que a Cameron lo respaldan unas fuerzas aterradoras, así que no debes ofenderlo. Sin embargo, tampoco debes permitir que nadie en tu Gremio considere siquiera la posibilidad de unirse a esa supuesta “Alianza”, porque podrías terminar arrastrando a toda tu familia dentro de alguna conspiración que los lleve a la más profunda desgracia. –

– Concuerdo completamente con Lawrence. – Dijo Han Shuo: – Lo mejor es que lo evites en todo momento y anuncies que viajarás fuera de la ciudad para hacer alguna inspección o que no te sientes bien de salud. Ahora mismo puedes aprovechar que ese cenutrio seguramente estará asustado de la familia Asturias, así que no se acordará de ti en un buen tiempo. –

– Yo también espero eso. – Contestó Phoebe con seriedad.

El tiempo pasó y muchos invitados comenzaban a despedirse debido a la mezcla de cansancio unido al miedo que acaban de experimentar. Han Shuo entonces se volvió hacia Phoebe para decir: – Creo que el banquete terminó y ya es tiempo de retirarnos. ¿No te parece? –

Phoebe le dio una mirada ligeramente exasperada por su falta de delicadeza y puso los ojos en blanco por un instante. Pero rápidamente volvió a transformarse en su versión de doncella extremadamente educada y sonrió tiernamente a los mayores para despedirse: – Senador Aurelio, Cuestor Alan, lamento mucho tener que abandonar su compañía, pero hay demasiados asuntos que me obligan dejarlos. Buenas noches a ambos. –

– No te disculpes pequeña. Más bien me siento en deuda por toda tu ayuda durante este calamitoso evento. Por favor cuídate mucho en tu camino de regreso. – Respondió Alan.

– Bryan, recuerda que tenemos que ocuparnos de ese molesto asunto. – Dijo Lawrence adelantándose un momento: – Reunámonos mañana en el comedor de la Facultad Oscura para conversar. –

Han Shuo asintió dando a entender que entendía perfectamente el “Molesto asunto” que tenían pendiente y comenzó a irse junto con Phoebe, pero antes de que pudiera atravesar las puertas del salón escuchó la voz del Duque Aurelio detrás suyo.

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– Así que te llamas Bryan, no olvidaré tu nombre muchacho. –

Han Shuo sonrió para sí mismo y fingió que no escuchó nada mientras continuaba su marcha. Pronto estuvieron rodeados de varios burgueses nerviosos que también se retiraban y abordaban sus carruajes a toda prisa, pero esto no lo afectó ni a él ni Phoebe que continuaban avanzando tranquilamente.

***

 

 

– ¿Quién se habrá atrevido a intentar asesinar al Senador Aurelio? Creo que no hay más de cinco o cuatro familias patricias lo bastante poderosas como para poder resistir a un enfrentamiento contra los Asturias y sobrevivir. – Se preguntó Phoebe con el ceño ligeramente fruncido en cuanto estuvieron en el carruaje: – Pero todos saben que la Facción Neutral del Senado sigue al anciano general incondicionalmente y también goza de la lealtad de al menos la mitad del ejército imperial. Simplemente no veo como alguien puede beneficiarse de matarlo, por no mencionar que Aurelio es un auténtico héroe muy amado por el pueblo. –

– ¿Y qué hay de la propia familia imperial? – Preguntó Han Shuo alzando una ceja.

– Naturalmente sería diferente si el emperador está involucrado, pero todos saben que se encuentran en muy buenos términos y se presentan como amigos ante el mundo. Incluso si su amistad solamente es una fachada política ¿qué ganaría su Majestad Imperial atacando de ese modo al líder de la facción más importante en el Senado? –


Ambos permanecieron en silencio mientras cavilaban en estos asuntos, hasta que finalmente Han Shuo dijo: – Entonces solo puede ser alguno de los príncipes herederos. –

Phoebe no respondió de inmediato, sino que lo miró en silencio invitándolo a continuar.

– Nuestro soberano ya tiene, ¿ochenta? ¿setenta años? No importa. Lo cierto es que los años seguramente le pesan así que pronto el trono estará vacante. En ese momento el voto de los moderados puede representarlo todo, pero si Aurelio muere su facción entrará en crisis y no podrán recuperarse a tiempo para el nombramiento. –

Phoebe asintió con una expresión reflexiva y luego agregó: – Lo que dices tiene sentido. Lo cierto es que al principio todos los príncipes nacen con los mismos privilegios, pero al llegar a la mayoría de edad el Emperador debe otorgarle a su heredero preferido la dignidad de “Archiduque”, que luego le dará la base legal ante el Senado para recibir el título de su padre. Pero a pesar de todo el tiempo trascurrido hasta hoy el emperador no ha otorgado ese título a ninguno de sus hijos, así que la competencia entre ellos debe ser espantosa. –

Han Shuo no dijo nada por unos momentos mientras observaba las calles por la ventana, pero entonces se volvió con el ceño fruncido: – No importa quién sea el responsable al final, esto ya se ha convertido en un enfrentamiento a gran escala en el que no debemos involucrarnos. Hoy le hicimos un favor a la Familia Asturias y eso es bastante bueno, sobre todo para ti, pero no debes ir más allá. Yo puedo abandonarlo todo para desaparecer si ocurre lo peor, en cambio el Gremio Mercante de Boozt no tiene esa capacidad. No tengo derecho a decírtelo, pero… Te recomiendo que rechaces cualquier título nobiliario que te ofrezcan como recompensa si llega a darse el caso. –

Phoebe sonrió: – No te preocupes, conozco mis límites. Tampoco estoy desesperada por adquirir el título de hidalga, porque entonces tendría que escoger un bando. –

– Me quedaré tranquilo, entonces. – Respondió Han Shuo con alivio.

El carruaje finalmente llegó y se detuvieron frente al Gremio Mercante de Boozt. Ambos entraron y Han Shuo comenzó a cambiarse las ropas de gala mientras que Phoebe organizaba algunas cosas, luego se encontraron en el salón donde ya había café caliente esperándolos. Los criados fueron especialmente instruidos por su señora para que no los interrumpieran, así que la sala estaba vacía:

– Entonces. – Dijo Han Shuo luego de tomar un sorbo de su tasa: – Ya que terminamos con el banquete, ¿podemos hablar de nuestros negocios. –





– Muy bien, has tenido mucha paciencia. – Respondió Phoebe sonriendo y también dio un sorbo profundo a su bebida antes de continuar: – Tomó tiempo, pero mis tasadores terminaron de evaluar el costo de los tesoros que trajiste de “esa fuente desconocida”. El valor total es de cuatrocientas mil monedas de oro, lo cual alcanza para cubrir todos los materiales exóticos que pediste, el costo total de las raciones de alimentos y también el segundo lote. Aún te faltaría el costo del Anillo Espacial de máxima capacidad que pediste, pero como es un artículo tan escaso todavía no he conseguido encontrar a alguien que esté dispuesto a vender uno. –

– Ja ja ja. ¡Al fin la suerte nos sonríe! – Dijo Han Shuo sonriendo por el alivio y la satisfacción: – Sabía que podía confiar en ti. Además, acabo de recibir un nuevo Anillo Espacial, así que puedes quedarte con la diferencia para que recompenses a tus subordinados o simplemente empléalo como inversión para fortalecer al gremio. –

– Ya los recompensé. De hecho, comencé a reunir todos los materiales hace bastante tiempo a pesar de no estar segura de sí te alcanzaría para pagarlos. – Respondió Phoebe alzando la mirada con orgullo: – Pero aceptaré la diferencia como monto por el almacenamiento, puedes llevarte todo de una sola vez o por partes, según te convenga. –

Han Shuo guardó silencio interiormente conmovido, pues sabía que Phoebe había corrido un gran riesgo para reunir todos los materiales en el menor tiempo posible. Si por algún motivo el valor de los artículos que le trajo del tesoro Trol resultaba insuficiente, la reputación de todo el Gremio Mercante de Boozt podía terminar empañada con sus clientes y seguramente ella se metería en graves problemas con los ancianos. Estaba buscando las palabras apropiadas para agradecérselo, pero la hermosa joven sacó un tema completamente inesperado.

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– ¿Por qué me mentiste al decir que no sabías bailar? Eres un verdadero villano. –

– ¿Ah? – Soltó Han Shuo sin querer, pues realmente no tenía una respuesta ya que realmente había aprendido esos movimientos en el momento, pero su expresión debió reflejar otra cosa, porque Phoebe lo miró enojada y se inclinó para pellizcarle una mejilla con fuerza.

– ¡¿Qué clase de respuesta es esa?! ¡¿Acaso es divertido engañarme o sólo te gusta burlarte de mí?! ¡Habla claramente! ¡Eres lo peor! –

– ¡Te juro que soy inocente! ¡Realmente nunca antes había bailado! Es que… ¡Sí, eso es! ¡Es que eres tan buena maestra y tu danza es tan hermosa que incluso un novato como yo pudo aprender solamente para poder ser tu acompañante! –

En su desesperación Han Shuo prácticamente balbuceó lo primero que se le ocurrió e inmediatamente se arrepintió, porque le pareció que Phoebe nunca se tragaría una excusa tan obvia. Pero para su sorpresa vio que la expresión de la muchacha pasaba del enojo a la tierna timidez de una doncella y luego le dijo con un tono muy suave: – Entonces ¿de gustó mucho bailar conmigo? –

Aunque no entendía bien lo que estaba sucediendo, el instinto de Han Shuo prácticamente vociferaba que solamente existía una respuesta aceptable en ese momento, eso si quería mantener su integridad física: – ¡Pero por supuesto que SÍ! –

La expresión de Phoebe se iluminó y proclamó con una sonrisa: – Entonces quiero que me prometas que volverás a bailar conmigo o ya no te ayudaré con tus asuntos en el futuro. –

– Muy bien, te lo prometo. Mientras me apoyes con seriedad no me importa ayudarte a deshacerte de cualquier idiota que te amenace o incluso puedo incendiar un par de ciudades, mucho menos disfrutar de un baile. – Respondió Han Shuo de inmediato.

Después de ese incidente no hubo más problemas. Phoebe lo llevó al almacén que había destinado especialmente para resguardar todos los materiales, raciones e implementos que Han Shuo había solicitado y él prácticamente llenó su nuevo Anillo Espacial con los productos. Sin poder contener una sonrisa por saber que finalmente tenía los medios para fabricar sus primeros Zombis de Élite elementales y a los poderosos Demonios Oscuros, Han Shuo abandonó el Gremio Mercante de Boozt, aunque antes se aseguró de dejarle a Phoebe un buen montón de oro como adelanto junto con una nueva lista de materiales mágicos que necesitaba.

Era bastante tarde cuando regresó a la Academia Babilonia, pero los guardias lo reconocieron y no tuvo problema para entrar. Los pasillos de la Escuela Necromántica estaban oscuros, sin embargo Han Shuo no llamó a ningún sirviente para que lo escoltase con una antorcha porque la oscuridad no era un problema para él. Así que avanzó tranquilamente por los helados pasillos de piedra hasta llegar a la entrada de sus aposentos y entonces descubrió que había una figura esperándolo no muy lejos de la entrada de los dormitorios.

Se trataba de Lisa, la joven maga, que vestía unas hermosas prendas de invierno y tarareaba una canción mientras miraba la llama de un candil iluminado mágicamente. Han Shuo estaba sorprendido de que ella estuviera esperándolo a tan altas horas de la noche y preguntó: – ¿Qué haces aquí y tan tarde? –

– ¡Te estaba esperando! – Respondió Lisa con una sonrisa alegre y caminó rápidamente hacia él mientras se frotaba las manos para mantenerlas calientes. Han Shuo frunció el ceño al verla de ese modo e inmediatamente se quitó el abrigo para cubrir sus hombros.

– ¡¿Por qué estás esperando aquí en una noche tan fría?! –

Lisa sonrió mientras acariciaba el abrigo de Han Shuo y luego respondió: – Mi madre está enferma y me han pedido que regrese a casa por un tiempo. Puede que me demore en volver, así que quería despedirme de ti. –

– ¿Y no podías esperar a que el sol saliese para ello? ¡Por todos los dioses, estás helada! Ven aquí. – Dijo Han Shuo y la abrazó suavemente mientras activaba disimuladamente su Hechizo de Fuego Glacial para generar un viento cálido alrededor de la temblorosa muchacha.

Lisa exhaló con alivio mientras el frío la abandonaba y contestó suavemente: – A menudo desapareces misteriosamente y luego no vuelves hasta que pasan meses. No sabía si podría encontrarte mañana, por eso te esperé. –

– Te agradezco el gesto, pero no tienes que congelarte de ese modo sólo para despedirte de mí. – Respondió Han Shuo dudando, pues la atmósfera entre ambos parecía haberse vuelto extraña.

Y en efecto Lisa se quedó mirando el suelo por unos instantes, pero luego lo miró fijamente y con seriedad antes de decirle: – Bryan, dijiste que me amas. Ya no eres un esclavo o un sirviente recadero, sino que eres un mago con todos los derechos que esto implica. ¡Ven conmigo a mi casa, podemos estar juntos! –

Han Shuo estaba completamente asombrado mientras la mirada y por unos momentos no supo que hacer o decir. Lisa lo estaba mirando de un modo tan adorable pero también decidido e inconscientemente sintió que la determinación de la joven lo abrumaba.

“Ahora sí que estoy en problemas.”

 

 

 

Great Demon King Libro 4 Capítulo 138 Novela Web

Hola amigos, soy Acabcor del Perú y desde hace 2 semanas estoy sufriendo el Coronavirus. No sé cómo me contagié, porque solamente he salido a comprar víveres una vez por semana, con guantes y mascarillas. También desinfecté cada cosa que traía a mi casa con agua y lejía, mis zapatos y siempre me bañaba al menos 2 veces al día y después de cada compra. Pero aun así me contagié, luego arrastré a toda mi familia.

Fiebre de 39 grados durante 6 días seguidos, dolores espantosos en la cabeza que no me permitían dormir, un malestar estomacal que me hacía vomitar cualquier cosa excepto agua de panetela. Por supuesto que mi familia llamó al famoso teléfono de ayuda cada día al menos 5 veces. Al principio me contestaban diciéndome que estaban en camino para tomarme la prueba y darme indicaciones; luego de una semana ya ni siquiera contestaban al teléfono y nunca vi ningún funcionario en la puerta de mi casa.

Después de 10 días amanecí sin fiebre y creí que me estaba recuperando, pobre de mí, era solo una pausa antes de la recaída que me quitó el aire de los pulmones. Sentí que me estaba muriendo y no era el único, así que tuvimos que arriesgarnos y nos arrastramos de hospital en hospital en busca de ayuda.

Fue entonces que confirmé lo que ya sospechaba. Vizcarra es solamente un maldito mentiroso y ojalá se pudra algún día en una mazmorra. No había ninguna ayuda, no había ningún plan, no había nada. Cada lugar al que llegué estaba luchando completamente solo contra el virus y simplemente no tenía espacio o recursos para recibir a nadie. Luego de deambular desde San Bartolo hasta Ate Vitarte finalmente llegué a un hospital que se había estado construyendo en tiempos de Alan García pero que luego fue paralizado indefinidamente. Ahora funcionaba únicamente por iniciativa de los médicos que lo han abierto a la fuerza con ayuda de algún alcalde bienintencionado. El único sitio donde podían ayudarme… solo que no tenían oxígeno, algo tan simple, pero a la vez imposible de proveer para un ministerio de salud dirigido por puros idiotas.

Hablé con los médicos y me confirmaron lo que ya he dicho. No hay ninguna ayuda del gobierno, no hay ningún plan, no hay ningún líder. “Es como si nos gobernara un fantasma, estamos completamente solos.” me dijeron ellos mismos con pesar en una oportunidad. Todos los médicos se habían puesto de acuerdo y creado un pan de acción en base a lo que sabían por internet, porque el ministerio de salud ni siquiera les había mandado algún tipo de información, no tienen mascarillas, no tienen oxígeno o medicinas, solamente les mandan formularios y más formularios para hacer pedidos que nunca llegan ni llegarán. Lo peor de todo es que ellos lo saben.

La maldita cuarentena solo ha empeorado todo, porque no ha reducido en nada el incremento de contagiados y en su lugar a hecho que los hospitales no puedan comprar agua para los enfermos que necesitan beber al menos 3 litros diarios, pero todas las tiendas están cerradas. También aumentaron los contagiados por esa vez que a algún imbécil se le ocurrió hacer que hombres y mujeres salieran un día diferente: como la enfermedad afecta sobre todo a los hombres ya se imaginan el resultado.

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Sentí que me iba a morir, sentí que mi padre se iba a morir, seguramente habría sucedido pero dos cosas nos salvaron: Dios y la Familia. Cuando el aire se estaba acabando todos oramos en silencio porque ni siquiera podíamos pronunciar una palabra sin toser nuestros pulmones y entonces por un milagro, justo cuando mi padre estaba por morir ahogado, de algún modo un sacerdote logró llegar con una carga nueva bidones llenos de aire que salvó a más de 40 enfermos, yo incluido. Luego tengo un tío que trabajó en la clínica San Ignacio de Loyola y consiguió hacerse con el tratamiento que utilizan, rápidamente me lo mandó junto con una carga de paracetamol, azitromicina e hidroxicloroquina con la que finalmente pude mejorar un poco.

Regresé del hospital sin que me tomasen la prueba de Covid, porque de nuevo el gobierno mintió y casi nadie la tiene, así que la usan solamente para la gente que agoniza. Los famosos ventiladores resultaron ser una máquina mortal, pues de todos los pacientes que los usan 9 de cada diez se mueren inevitablemente cuando los desconectan, así que todos los médicos luchan para que nadie tenga que llegar a usarlos. Ahora mismo estoy en mi casa gracias al tratamiento de mi tío, pero mi padre sigue en el hospital y nadie tiene permitido ir a visitar a los pacientes por miedo al contagio.

Aprendí lo frágil que es mi vida, lo fácil que todos los planes se van al diablo en esta vida. Hace un año estaba estudiando para obtener una beca en Italia y hacer mi vida ahí, hoy en día todos esos 10 años de estudio, trabajo, esfuerzo y planificación se han ido por el drenaje. Mi título de restaurador no sirve de nada, no tengo recursos y estoy inmovilizado en una cama.

Lo único que se ha mantenido constante es Dios y mi Familia, así que si algo me ha enseñado esta enfermedad es que esas dos cosas son lo único que importa. Todo lo demás es sombra y arena que en cualquier momento se lo puede llevar el viento.

Quiero darles las gracias a todos, porque sé que están preocupados y que muchos me han deseado recuperarme. Hoy en día estoy lo bastante estable como para escribir esta historia, lo cual es señal de que me estoy recuperando, también he podido volver a comer alimentos sólidos hace dos días. Les pido disculpas por cualquier error de ortografía o sentido que pueda haber en esta traducción, pero la fiebre hace que me maree por momentos. Pero aun así lo hice, porque sé lo mucho que me han apoyado, incluso si solo es con buenos ánimos y sé que les debo en parte a sus buenos deseos el que me esté recuperando. Por favor recen por mí padre para que se recupere, pues eso es más importante que cualquier otra cosa y cuídense mucho. También me disculpo por usar este medio para ventilar mi ira contra el gobierno, pero nunca había sentido tanto la indiferencia de estas personas como en los últimos días y necesitaba decírselo a alguien, así como lo que experimentar y ver con mis propios ojos. Pero en mi casa ya están demasiado enfermos y no quiero además hablarles de cosas negativas. De nuevo les deseo lo mejor y nos vemos en el siguiente capítulo si consigo recuperarme.

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