Overlord

Volumen 14: La Bruja del Reino Caído

Capítulo 4: Una Trampa que lo Atrapa Todo

Parte 2

Tres Guardianes del Piso partían desde el frente que habían establecido frente a la capital.

El encargado del asedio de la capital, Cocytus. La encargada de las instalaciones cruciales, Aura. Y finalmente, el encargado de lanzar hechizos ofensivos de AOE para convertir toda la capital en una montaña de cenizas, Mare.

Los tres tenían cada uno sus subordinados.

Mare tenía a Hanzos, Cocytus tenía Vírgenes de Escarcha y Aura tenía sus bestias mágicas.

El lugar al que miraban, la capital, estaba terriblemente silencioso. ¿Estaban de luto? ¿O tal vez se estaban encogiendo de miedo ante la vista de las fuerzas del Reino Hechicero?

Solo habían pasado unos pocos días desde su batalla anterior, pero las fuerzas de la capital ya estaban agrietadas. Desde el punto de vista del campamento que Ainz había establecido cerca de la capital, no se podía ver a muchos soldados manejando los muros exteriores de la ciudad, ni parecían tener la intención de luchar.

Si bien era cierto que eran pocos en número, el campamento de Ainz era igualmente desértico. No había mercenarios de alto nivel en ninguna parte, ni siquiera se podían ver los Maestros Guardianes de Nazarick. El campamento estaba ocupado por Ainz, Albedo y alrededor de diez Caballeros de la Muerte de Ainz.

Albedo llevaba su armadura de cuerpo completo y sostenía una alabarda en sus manos. Su artículo de clase mundial también debía estar en su persona solo como medida de precaución.

“¿Es hora?”

Ainz le preguntaba a Albedo después de que los guardianes habían abandonado el campamento. Se extendieron para rodear la capital.

“Debería ser. Los guardianes se han alejado bastante. Si realmente quisieran tomar medidas, esta sería su última oportunidad. Dada la falta de movimiento de su parte, aunque es desafortunado, parece que esta vez tampoco hubo ninguno aquí.”

“Ya veo.”

Respondió Ainz y desviaba la mirada hacia la capital.

Veía una silueta volando hacia ellos desde la capital. Después de mirar alrededor, parecía que esta era la única entidad que venía hacia ellos. Alguien que tenía el coraje de desafiar al Rey Hechicero, el que destruyó un ejército de 200,000 con un solo hechizo. Según la información que habían recopilado, solo una persona coincidía con esa descripción.

El Power Suit, probablemente Red Drop.

Ainz entrecerraba los ojos para concentrarse en la entidad que se acercaba rápidamente y murmuró.

“Bien.”

Si ese era el caso, podían pasar a la segunda etapa del plan. Sin embargo, Ainz estaba un poco incómodo.

Este era un plan importante después de todo. Tenía que ser manejado con cuidado, como una delgada capa de hielo. ¿Era realmente capaz de llevar a cabo tal plan? “Haah”, tampoco podía haberle dado algo tan importante a otra persona.

La silueta se acercaba mucho más. Honestamente. ¿No ha considerado la posibilidad de que también tuvieran una fuerza aérea? ¿O pensó que los Guardianes del Piso no lo notarían si él volara lo suficientemente alto? ¿O era un pensamiento igualmente estúpido? Ainz se sorprendía por la mala estrategia de su oponente. No, tal vez él sabía que ese era el caso, pero no tenía otra opción.

Entonces. ¿Sabía él que se trataba de una trampa, pero tenía las bolas y la resolución de atravesarla? O tal vez…

“¿Es un despistado o es orgulloso? O tal vez… Lo que sea, eso no importa. Lo sabremos una vez que llegue aquí.”

“En efecto.”

Respondía Albedo.

“Te lo dejaré todo a ti, entonces.”

“Como ordene.”

Sus respuestas eran cortas y directas. Ainz no podía decir cuál era su estado mental actual. Sin embargo, sabía lo suficiente como para decir que ella no estaba muy feliz por esto.

Ainz miró hacia la silueta. Le tomaría bastante tiempo llegar a donde estaban, podían permitirse el lujo de acercarse antes de iniciar la emboscada. En el momento en que ese pensamiento cruzó la mente de Ainz, se daba cuenta de que había cometido un error.

Era muy probable que fuera un peón desechable.

¿Sabe él lo que es? ¿O no tiene idea alguna?

“¿Quién sabe? No importa, el plan ha entrado en su tercera etapa. ¿Estamos listos para irnos?”

“Estamos listos. Cumpliré mis deberes lo mejor que pueda, tú deberías hacer lo mismo.”

“Sí, ah, no. Por favor déjamelo todo a mí, Ainz-sama.”

Albedo respondía justo cuando esa silueta llegaba al frente del Reino Hechicero, flotando a cien metros en el aire y a unos cien metros de ellos.

Podía distinguir claramente la apariencia de su oponente ahora. Dicho esto, era innecesario en este punto confirmar su aparición.

El traje de color rojo brillante se detenía repentinamente en el aire y permanecía allí. Aunque no podía ver su rostro, Ainz podía decir que estaba siendo observado.

Albedo levantó su brazo y los Caballeros de la Muerte a su alrededor comenzaron a moverse para formar una pared de escudo frente a ella.

El hombro derecho del Power Suit comenzó a atraer luz hacia un objeto en forma de caja. La luz se convirtió en un rayo y posteriormente se liberó.

“[Chain Dragon Lightning].

Justo cuando Ainz murmuraba el nombre del hechizo, el rayo ya se había convertido en la forma de un dragón y golpeaba a uno de los Caballeros de la Muerte. El rayo causó un daño elemental significativo al Caballero de la Muerte antes de saltar sobre los Caballeros de la Muerte a su lado.

Después de que la luz cegadora del rayo disminuyó, los no-muertos no se veían por ningún lado. Todos fueron eliminados en un solo ataque, que no alcanzó a Ainz y Albedo. Probablemente fue una coincidencia en lugar de un movimiento calculado de su oponente.

“¡Tonto Insolente! ¡Identifícate!”

Albedo rugió con un tono enfurecido. El volumen de su voz era tan alto que Ainz quería tapar sus oídos. Dado lo lejos que estaba su oponente, aún debería poder escucharlo, pero no respondió en absoluto. Bueno, no. El respondió, pero eso solo dependía de la definición de una respuesta.

Lo siguiente que supieron era que el estante de armas en su hombro izquierdo se activaba. La luz fue atraída nuevamente cuando se lanzó otro hechizo.

Un torbellino de fuego abarcó a Ainz y Albedo, el viento turbulento sonó como el aullido de un lobo.

Este era el hechizo de ataque divino AOE, [Tormenta de fuego].

El fuego era una debilidad de Ainz, pero debido a que el hechizo no había sido mejorado a través de ninguna habilidad especial, ni el lanzador estaba en el mismo nivel que Ainz, no hizo demasiado daño. Aun así, no podía simplemente recibir ataques como ese todo el día.

Ainz dio su orden.

“¡Vamos! Albedo ¡No lo dejes escapar!”

“¡Sí!”