Overlord

Volumen 14: La Bruja del Reino Caído

Capítulo 4: Una Trampa que lo Atrapa Todo

Parte 16

“Entonces me iré, guau.”

Escuchó una voz desconocida a su lado seguida del sonido de puertas cerradas. Ese sonido lo despertaba de inmediato.

Algo debía haber sucedido, pero todo parecía que se había marchitado. Sentía algo parecido a la sensación de olvidar un sueño por la mañana.

Climb sentía que sus músculos y huesos se habían derretido ya que no podía reunir ninguna fuerza. Incluso el simple acto de torcer su cuello le era muy difícil de realizar.

Hacía todo lo posible para examinar su entorno.

La habitación más lujosa que Climb había visto hasta ahora en su vida había sido la de Renner, pero esta superaba la suya con creces en opulencia y brillantez. Tenía algo de memoria fotográfica, pero aun así no recordaba haber visto esta habitación en el palacio.

¿Qué le había pasado?

¿Por qué… Seguía vivo?

Además ¿Qué le pasó a su maestra?

Aunque no podía mover bien su cuerpo, podía sentir la presencia de alguien más en la habitación.

“Aaaa…”

Trataba de hablarle a esa persona, pero los sonidos que salían de él no eran suficientes para poder formular una frase. Aun así, la persona en la habitación lo había entendido mientras se apresuraba en acercarse.

“¡Climb! ¡Has despertado!”

Todavía no podía vocalizar, pero eso era de esperarse. Todo su cuerpo carecía de fuerza, por lo que ni siquiera sus cuerdas vocales podían moverse. Sin embargo, esa no era la razón por la que no hablaba, era por la oleada de emociones que ocupaban su mente y apabullaban su ser.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Así es, todo esto era una pesadilla.

El Reino Re-Estize siendo atacado por el Reino Hechicero y la muerte de Renner, todo había sido una pesadilla.

“Aaa, Saa…”

“Uhmm, sí. Yo soy, Climb. Soy Renner.”

La misma sonrisa de siempre.

No, ella estaba al borde de su línea de visión, pero él todavía podía darse cuenta que su sonrisa era diferente de su sonrisa habitual.

¿Pasó algo?

Climb movía los ojos para descubrir algo extraño en su espalda.

Alas negras.

Como las de un murciélago.

Se agitó, haciendo ruidos de aleteo a medida que avanzaba.

Incluso si era un accesorio, era demasiado realista. En cualquier caso, debía dejar de inventar mentiras para consolarse.

Quizás ella se había dado cuenta de la fuente de su confusión. La expresión de Renner se volvió neutral.

“Estas alas… Fui transformada por el poder del Rey Hechicero. Ya no soy una humana, sino un demonio.”

Los ojos de Climb se abrían desmesuradamente ante lo que podía observar.

“Saaaaaa…”

“Qué tragedia haber sido la única que ha sobrevivido.”

Quería decirle que lo que ella había dicho no era cierto, pero no podía reunir la fuerza suficiente para hablar. Solo podía gemir con los sonidos “aa” y “oo”.

Gotas de lágrimas comenzaban a caer copiosamente.

Renner se secaba suavemente las lágrimas.

Climb temblaba producto de emociones inimaginables, mientras él gemía. No importaba cuánto hubiera cambiado por fuera, todavía era Renner por dentro.

“Entonces… Debes tener curiosidad sobre por qué sigues vivo. ¿Correcto? Antes de responder a esa pregunta… Climb… ¿Estás dispuesto a escuchar algo egoísta que tengo que decir? Me he convertido en un demonio, así que permaneceré en este mundo para siempre. Vivir sola sería una cosa terriblemente dolorosa de hacer.”

Renner miró hacia él.

“Climb ¿Estás dispuesto a convertirte en un demonio también?”

No dudó ni un segundo. El había decidido hacía mucho tiempo darlo todo por Renner. Climb luchaba con la poca fuerza que disponía contra su cuerpo inmóvil para asentir con la cabeza.

“Gracias… Entonces permíteme responder tu pregunta. La verdad es que ya he jurado fidelidad a Su Majestad el Rey Hechicero. Ese fue el costo de tu resurrección.”

Climb nuevamente abría desmesuradamente los ojos.

“No dejes que te pese en el corazón. No creo que fuera un mal trato. Después de todo, no tendría que vivir sola… Climb ¿Estás dispuesto a jurar lealtad a Su Majestad el Rey Hechicero también?”

“Sí.”

Si bien todavía estaba un poco confundido, si Renner estaba dispuesta a jurar lealtad por su bien, debería elegir servir también. No, era más exacto decir que esta era la única opción que tenía.

“Gracias, Climb. Después de jurar lealtad a Su Majestad el Rey Hechicero, definitivamente te obligará a realizar algunas tareas para probar tu lealtad. Probablemente será doloroso para ti y eso me entristece mucho…”

“Ese no será el caso.”

“Gracias… Climb, eso es todo lo que tengo que decir por ahora. Descansa, te cuidaré bien.”

Ella mantenía su sonrisa y desapareció de su vista. Desde la dirección a donde ella iba, podía escuchar el sonido de las puertas abriéndose seguido de las puertas cerrándose.

Después de esto Climb se relajaba.

Inmediatamente después, un fuerte deseo de dormir se apoderaba de él.

Climb, cuyo rostro estaba cubierto de lágrimas, perdió el conocimiento como si acabara de hundirse en el barro. Las emociones detrás de esas lágrimas eran demasiado complicadas para que él las explicara. Ni siquiera Climb sabía por qué lloraba.