Sword Art Online

Volumen 20: Moon Cradle

Capítulo 2: Moon Cradle

Parte 19

 

 

Después de pelear un poco contra el pasto, Tsukigake también salió del túnel, encontrándose ahora al lado sur del área pantanosa. Los secos pastizales se extendían adelante, y después una valla de madera que parecía haber sido hecha por humanos. Detrás estaba el campo que vio desde el carruaje.

―Kyu-uu, ku-ru!!!”

Publicidad G-AR



–– Gracias ratoncito. Desde aquí puedo ir sola.

Cuando Tsukigake dijo esto, la rata marrón volvió a inclinar el cuello a la derecha:

―Kyu-ii?!”

–– Cuando me darás las nueces?

–– No las tengo ahora. Pero tendré muchas pronto, volveré de nuevo. Lo prometo.

Publicidad G-M2



Tsukigake lo había dicho enserio, pero la rata insistió, levantando y bajando sus largas orejas:

–– No, quiero comerlas ahora! Quiero comer un montón de nueces crujientes!

–– Entonces ven conmigo. Si vas a la ciudad, tendrás nueces.

A las palabras de Tsukigake, la rata parpadeó con curiosidad.

–– Ciudad? Qué es una ciudad?

–– Una ciudad es… donde hay muchos humanos.

–– Humanos? Siempre que un humano nos ve, nos persiguen con palos.

–– Estarás bien si te quedas conmigo. No tengo tiempo, vamos!

Con eso dicho, Tsukigake trató de volver a moverse. Sin embargo, la rata la agarró por la cola.

―Ku-ru-ru!!”

–– Qué sucede?

–– No vayas. Mi padre dice que es peligroso detrás de esas paredes.

Publicidad M-M1

–– Peligroso? Por los humanos?

–– No lo sé… pero nadie que haya pasado esas paredes ha regresado jamás.

Tsukigake inclinó su cabeza. Solo habían campos desolados extendiéndose al lado sur de la valla de madera, como ella vio desde el carruaje tirado por caballos, y ella recuerda va que no había humanos allí. Su maestra había dicho algo de que todos los privatwellerz habían sido rilizd. Ella no entendía que significaba eso, pero si la rata estaba ‘asustada‘ de los humanos, ahora no debía haber peligro.

Además, el hambre de Tsukigake estaba llegando a su límite. Si no encuentro algo

―Ku-ru-ruu…”

–– Esta bien, ya no hay nada que temer. No puedes ir a la ciudad sin pasar por ahí.

Aunque ella dijo eso, la rada aún tenía una mirada de sospecha pero eventualmente el apetito pareció prevalecer sobre el estado de alerta.


―Kiki!!”

–– Bien, iré contigo.

–– Genial. Entonces démonos prisa.

Después de decir eso, Tsukigake pateó el suelo. La rata, la cual corría sorpresivamente rápido, siguió desde atrás.

Cuando corrieron por el pastizal y se acercaron a la valla de madera, rápidamente miraron sobre la izquierda y la derecha. Había una entrada a la izquierda, así que fueron por allí.

Afortunadamente, no había ni puerta ni rejilla, solo una compuerta poco cuidada. Un anuncio estaba enterrado en el camino, con una nota que decía ―Granja dedicada de la jurisdicción directa” en el lenguaje del Human World, casi borrado por el sol y la lluvia, pero por supuesto que ni Tsukigake ni la rata podían leerlo.

Después de cruzar la compuerta, el olor a tierra y plantas llegó a su nariz. No era un olor agradable, pero era mucho mejor que el que había en la zanja negra en las profundidades del bosque.

Vegetales cuyos nombres no sabían estaban alineados en filas ordenadas en el espacioso terreno agrícola, pero parecía que la mayoría de ellos habían perdido su Durabilidad debido a que no había personas que cuidaran de ellos.

Publicidad G-M2



En esta situación, no parecía haber vegetales que Tsukigake pudiese comer. Aunque estaba decepcionada, ella siguió hacia delante por el camino corriendo por la mitad de la granja. La mayoría tenía hojas amarillentas esparcidas por el suelo, mientras que las raíces habían desaparecido por completo, volviéndose poder sagrado de nuevo.

―Kururu”

–– Mira, aquella es la ciudad.

Dijo ella orgullosamente a la rata que venía corriendo detrás, pero desafortunadamente, no parecía estar muy impreisonada.

–– Extraño. Las nueces están en ese lugar?

–– Por supuesto, hay muchas. Incluso si tú y yo comiésemos todo el año, la cantidad no disminuiría mucho.

–– Enserio? Te importaría si les traigo un poco a mi padre, madre y hermana?

–– Bien, les diré que consigan algunas para los miembros de tu familia también. Así conversaban mientras corrían.

Probablemente debido a eso Tsukigake tardó en notar aquel olor que era distinto al de los vegetales podridos que se había mezclado en el aire.

Casi al mismo tiempo de que ella se diera cuenta, la rata hizo un sonido de alerta

―Kii!”

Desde el lado derecho, una larga y delgada––pero aun así un poco más grande que Tsukigake–– sombra salió y bloqueó el camino.

Una vez más, era una bestia que ella nunca había visto antes. Lados delgados y una cola, las extremidades eran cortas pero robustas. Solo la larga nariz y los ojos eran blancos, el resto de su cuerpo era gris oscuro.

Tsukigake llamó cuidadosamente a la bestia que silenciosamente se detuvo en el camino.

―Kyu-ru-ru-ru…”

–– Déjanos pasar. Solo queremos ir a la ciudad.

Pero la bestia de color gris oscuro no le respondió, solo siguió mirando a Tsukigake directamente a los ojos con una mirada rojiza.

Mientras ella pensaba en que hacer, un sonido vino desde la izquierda y la derecha. El mismo tipo de bestias había aparecido detrás de los vegetales muertos. Cuatro en total. Dos de ellas estaban atrás rodeando a Tsukigake; con la primera que apareció había cinco de ellas ahora.

Las bestias grises eran llamadas ―togari-hanaguma” por moradores del terreno privado que solían trabajar en esta granja, y aquellas criaturas siempre fueron odiadas. Eran omnívoras y nocturnas, por lo que se comían el fruto del campo durante la noche. Con el permiso de un supervisor, los granjeros en problemas, decidieron soltar grandes perros en el campo durante la noche. Los perros valientemente protegían los campos de los hanagumas y reducían el daño a los frutos, pero cada cierto tiempo, varios hanagumas se reunían en grupos para atacar y matar a los perros.

Sin embargo, aquellos que fueron liberados de la posición de sirvientes hace un año se llevaron los perros con ellos mientras se mudaban a Centoria y sus suburbios. El campo estaba desolado después de que todos los que trabajaban en el desaparecieron y casi todas las plantas se marchitaron, incluso aquellas que aún estaban produciendo fruto hasta hace medio año. La mayoría de los togari- hanaguma que perdieron su fuente de comida murieron de hambre–– La vida salvaje de Underworld tenía áreas definidas, y no se moverían fuera de allí por si mismos–– sin embargo, algunos de ellos, que naturalmente tenían un valor más alto en su instinto de supervivencia se mantuvieron vivos comiendo los pequeños animales que entraban al campo, insectos a los que antes no le prestaban atención y los cadáveres de sus consanguíneos. Sin embargo, la comida no era suficiente, ellos siempre tenían hambre y estaban al acecho.

Finalmente, en el momento en que los hanagumas que la rodeaban empezaron a gruñir ―G-r-r-r…” en voz baja, Tsukigake entendió el peligro en el que estaba.

Parecía que el miminaga-nure-nezumi se había congelado temblando en el sitio y no podía hacer ni un ruido. Tsukigake quien también gruñó, envolviéndolo en su cola para así proteger a su pequeño compañero.

―Gyu-r-r-r!!!”

–– Si están planeando pelear, será mejor que se detengan.

Ella trató de transmitir el mensaje en su voz, pero los hanagumas solo gruñeron más violentamente. Y a diferencia de su compañera rata, no se sentía ningún significado en esos sonidos.

Por supuesto, no había forma de que Tsukigake supiera, pero los dragones eran parientes distantes de una antigua Bestia Divina que había sido dada la habilidad para comunicarse con animales salvajes.

Originalmente era un poder diseñado para evacuar a los animales salvajes del territorio de las Bestias Divinas, pero no a todos los animales se les fue dado una IA desde el principio, sin embargo, cuando las Bestias Divinas entraron en contacto, la unidad animal adquiría una mínima habilidad para pensar y decidir.

De ahí que su compañera rata obtuvo la habilidad para responder debido a que Tsukigake le habló, pero el objetivo de ese poder debía estar limitado a unidades con una prioridad más baja que el iniciador. Y los togari-hanaguma que sobrevivían en condiciones duras tenían una prioridad un poco más baja que la de Tsukigake. Los cinco animales no tenían la habilidad de pensar, el único principio de su comportamiento que los movía era el de cazar a su presa para satisfacer su hambre.

Tsukigake miró a todas las bestias que no le habían respondido.

Ella nunca había caído en una situación como esta hasta ahora. Además de que era la primera vez que ella actuaba sola por fuera de la Catedral. Aun así, ella sentía por instinto que las cinco bestias no querían solamente pelear, sino que iban a matar a Tsukigake y a la rata.

Publicidad M-M3

Si muero o quedo gravemente herida aquí, no podré buscar ayuda para mi Maestra y Shimosaki. La salud de Tsukigake también había estado bajando, pero si mirabas de cerca, los hanagumas eran pura piel y huesos, así que no sería imposible sacudírselos de encima si corrían rápido.

Pero no sé si la rata podrá huir. Sus piernas no eran para nada lentas, pero debía estar cansada debido a que habíamos corrido una distancia considerable desde los pantanos hasta este campo. Tsukigake le había prometido darle a la rata un montón de deliciosas nueces, así que ella no podía abandonarla aquí.

La IA de Tsukigake no llegó a concebir la idea de escapar de los hanagumas sacrificando a la rata. La joven dragona decidió prepararse para luchar a los cinco depredadores, y gruñó violentamente.

―Ga-r-r-r!!!”

Esta vez pareció que la intención había sido transmitida a las bestias. El hanaguma que estaba bloqueando el camino en frente, también abrió su boca, mostrando un delgado y afilado colmillo, y regresó el gruñido.

―Gya-u-u-u!!!”

Con esa señal, dos hanagumas de la izquierda y la derecha saltaron a la acción.

Tsukigake sostuvo a la rata que seguía congelada con su cola, y saltó alto en el aire. Los hanagumas también saltaron, pero gracias al aleteo de sus alas a toda potencia, ella se elevó aún más alto.

Los hanagumas que habían quedado atrás chocaron en el aire y cayeron uno sobre otro. Tsukigake planeó a través de esa brecha hacía el este y descendió al campo. Altos tallos de mijo aún quedaban de ese lado, así que debería poder ocultarse por un rato.

Sin embargo, no sería posible escapar con la rata envuelta en su cola, y sería más difícil luchar contra los cinco animales mientras la protegía. Primero debía ocultar a la rata en un sitio seguro.

Por eso Tsukigake eligió un tronco de madera que estaba entre el relieve. Estaba a punto de descomponerse y su Durabilidad estaba agotándose, pero aún mantenía su forma. Por favor ocúltate en ese tronco y quédate quieto ahí!–– ella le susurró a la rata después de liberarlo en el suelo.

No hubo respuesta, pero estaba claro que sería peligroso si cualquier movimiento o ruido era escuchado. Pero para que el plan fuera un éxito ella tenía que separar a los enemigos desde allí. Mientras corría al sur haciendo ruidos intencionales, varias pisadas vinieron desde el lado derecho.

Si me rodean, será el final. No hay otra opción más que obligar a las bestias a separarse, para derrotarlas una a una.

Ocultándose en el pasto, saltaba irregularmente a la izquierda y a la derecha. El sonido de los pasos que venían desde atrás fue gradualmente disminuyendo. En el momento en que estaba convencida que solo la seguía un hanaguma mientras que los otros se habían separado, Tsukigake dio una embestida repentina en una dirección usando sus alas.

Un hanaguma el cual había saltado por las brechas del pasto, se detuvo sobre sus dos piernas traseras en el momento en que vio a Tsukigake embestirlo. Saltando como una flecha, ella mordió profundamente en la garganta desprotegida.

El sabor de la sangre fresca llenando su boca era algo que a ella no le gustaría. Esta vez parecía que la carne cruda sería otra de las cosas que no le gustaban, pero esta era una cuestión de sobrevivir. Ella sostuvo fuertemente al hanaguma que cayó al suelo sin poder levantar un grito debido a su garganta rota.

El hanaguma trató de usar sus piernas delanteras con garras para defenderse, pero sostenerlas por la muñeca prevenía que los arañazos la alcanzaran. Eso era posible ya que los dragones podían manipular sus dedos como lo hacían los humanos. Después de unos diez segundos los movimientos del hanaguma se volvieron más lentos, y entonces su fuerza se agotó rápidamente.

Ella apartó su boca de la garganta de la bestia y miró alrededor. El sonido de pasos aproximándose desde la izquierda llegó rápidamente. Y no había donde esconderse.

Tsukigake dejó de moverse y se tiró al lado del cadáver del hanaguma. Inmediatamente después, un hanaguma apareció saltando desde el pasto.

Tan pronto como vio a su compañero y a Tsukigake en el suelo uno al lado del otro, gruñó ‘Gu-r-r-r…‘. Acercandose lentamente, olfateando el olor a sangre que salía del cuerpo del hanaguma muerto.

Aunque ella no sabía si entre ellos eran amigos, o empezaría a comer el cadáver, en el momento en que ella sintió que la atención se centró en ella. Tsukigake vigorosamente se puso de pie y mordió su cuello.

Aunque la estrategia de pretender estar muerta funcionó, no pudo llegar a la garganta en el punto deseado debido a atacar de lado.

―Gya-a-o-o!!!”

El hanaguma se retorció hacia todos lados tratando de quitarse a Tsukigake del lado derecho de su cuello. Ella trató de mantenerlo en el suelo como hizo la última vez pero no funcionó, y las afiladas garras alcanzaron las plumas alborotadas de Tsukigake y dejando cortes superficiales.

La sangre de ambos salpicó alrededor mientras el hanaguma y Tsukigake rodaban por el suelo de izquierda a derecha. Estoy perdiendo Salud de esta manera, pero no puedo abrir mi boca ahora. Tsukigake usó su garra derecha para perforar en la herida del cuello del hanaguma y rasgó hacia abajo con toda su fuerza.

Finalmente, la segunda bestia también perdió toda su Salud y se debilitó. Después de remover los colmillos del cuello del cadáver, Tsukigake se levantó temblorosa.

Ella miró sobre su cuerpo, incontables cortes iban desde su cuello hacia su pecho. Además, parecía que los arañazos en su espalda que fueron hechos por las espinas del arbusto también estaban sangrando debido a estar rodando en el suelo. Sin embargo, aún quedaban tres enemigos.

Cuando volvió a escuchar cuidadosamente, sonidos de pasos venían desde tres direcciones, atraídos por el grito del segundo animal. Ella no tenía la energía para correr alrededor a los lejos de nuevo. La única forma era luchar contra los tres animales al mismo tiempo.

Después de algunos segundos, los togari-hanaguma aparecieron uno tras otro, aplastando el pasto seco. Uno de ellos era el líder que habían conocido primero cuando bloqueó el camino. Al lado de los otros, era un poco más grande que los dos anteriores.

Publicidad M-M5

El hanaguma líder dejó salir un feroz gritó tan pronto como vio el cadáver de sus dos compañeros.

―Gyu-a-a-a-a-u!!!”

Incluso si ella no entendía su significado, Tsukigake sintió una gran ira en ese grito. Al menos para demostrar que no había perdido su espíritu de lucha, ella reunió el poder que le quedaba y respondió:

―Ga-r-r-r-r-r!!!”

Aunque solo ha pasado un año desde que Tsukigake nació, la joven dragona era una de las bestias más poderosas en el actual Human World. Los hanagumas que tenían un simple algoritmo vacilaron por un momento como si sintiesen una amenaza que no era expresada en el valor de la Salud o prioridad, pero por supuesto, ellos no escaparon a la final.

―Gau!”

Un gruñido del líder hanaguma y dos de los animales vinieron al mismo tiempo saltando desde la izquierda y la derecha.

El arma de los hanagumas eran sus duras garras en todas sus piernas. Tsukigake también tenía la misma arma principal, pero en adición a ella también tenía una larga y habilidosa cola.

Pretendiendo contraatacar con sus colmillos, ella repentinamente rotó su cuerpo y golpeó a los dos hanagumas con la cola. Aunque las plumas de su cola de las que estaba orgullosa fueron esparcidas, los hanagumas también salieron volando dejando salir una estridente voz, y se estrellaron contra una pared de pasto. Estaba marchita y atrapó los cuerpos entre los flexibles tallos, dejándolos retorcerse y menearse en el aire.

Ella no había anticipado ese resultado, pero esa era definitivamente la última oportunidad. Tsukigake pateó el suelo y atacó al líder de los hanagumas del frente.

―Gua!!!”

El líder sacó sus afilados colmillos. Tsukigake bajó su largo cuello y apuntó a su garganta, pero el enemigo con una inesperada reacción levantó su pierna frontal y protegió su área vital. A la final, Tsukigake apartó reflexivamente su cabeza, y chocó con la del hanaguma, sus colmillos se interceptaron y ambos se mordieron.

 

El ardiente dolor envolvió su rostro. Filosos colmillos mordían desde ambos lados, el sonido de huesos quebrándose podía ser oído, pero ella no podía soltar sus colmillos. Si la fuerza disminuía aunque fuese solo un poco, su rostro sería aplastado por el hanaguma.

Ambos se aferraron al rostro del otro rodando por suelo con fuerza. Cuando la sangre fluyó hacia su boca, no tenía claro si era la de ella o la del oponente. Una cosa era cierta y era que la Salud de ambos estaba disminuyendo rápidamente. El primero cuya vida se agotara primero moriría.

Publicidad M-M2

Hasta ese momento. Tsukigake nunca había tratado con esa cosa llamada muerte.

La madre dragona Akisome aún era joven; ella no había participado en la guerra, por lo que nunca había visto la muerte de un humano directamente. Ese día, cuando ella comió pescado fresco del lago, fue una experiencia un poco impactante. Cuando los peces que nadaban en el agua eran atrapados en las fauces de Tsukigake o Shimosaki, después de morderlos, y después de sacudirse por un momento dejarían de moverse.

Quizá, en este mundo, muchas criaturas morían de esa manera cada día para convertirse en la comida para criaturas más grandes. Incluso los hanagumas no habían atacado a Tsukigake y a su compañera la rata solo por diversión. Era para poder sobrevivir.

Pero Tsukigake no podía dejar que la mataran y se convirtiera en comida en este lugar. En el calabozo de la mansión, mi maestra y mi hermano dragon y su dueña estaban esperando por ayuda. Esos humanos vestidos de negro que capturaron a mi Maestra no lo hicieron porque tuviesen hambre o a punto de morir. Fue para cosas peores, tratando de herir a las personas que quiero… o incluso tal vez matarlas. No puedo dejar que tal cosa pase, absolutamente.

Inesperadamente, Tsukigake sintió algo ardiendo en la pared de su garganta.

Publicidad M-M4

Algo caliente se expandió y subió dando vueltas desde las profundidades de su cuerpo. Ella no podía mantenerlo dentro.

Tsukigake liberó el calor mientras aún tenía sujeta su mandíbula en el líder hanaguma. Incontables chispas estallaron desde el conjunto de mandíbulas, quemando el pelaje de ambas. Casi toda la llamarada sin control voló dentro del cuerpo del hanaguma, causando un daño fatal.

―Gya-u!!!”

El hanaguma rodó en el suelo gritando, liberando el rostro de Tsukigake y dejándose de mover después de varias convulsiones.

Tsukigake no entendía lo que acababa de hacer. Eso fue un aliento de fuego, la mayor arma de un dragón la cual salía despedida de sus bocas y su costo era reducido en Salud, Tsukigake no sabía nada de esto.

En este punto, la salud de Tsukigake era menos del 10% por ciento de su valor máximo. Además, la sangre seguía goteando de su espalda y pecho, y de las heridas que había recibido en el rostro.

Aun así la joven dragona pudo levantarse y voltearse hacia atrás.

Los dos hanagumas restantes que estaban atrapados en el pasto seco habían saltado al suelo. Incluso aunque su líder había muerto, ellos parecían no rendirse. Mientras gruñían suavemente y acortaban la distancia.

Ella no tenía la suficiente fuerza para seguir peleando, pero Tsukigake seguía manteniendo de pie su cuerpo ensangrentado. Si ella colapsaba, los dos saltarían inmediatamente.

La visión se oscurece lentamente. La fuerza va dejando las extremidades. Pero no puedo caer. Llegaré a la ciudad y buscaré ayuda.

Publicidad M-AB

De pronto, ella sintió como si hubiese escuchado algo.

Los hanagumas dirigieron sus rostros al cielo. Tsukigake también levanto su rostro ensangrentado.

Algo estaba volando en línea recta a gran altura en el cielo que gradualmente se iba tiñendo del color del atardecer. Era un ave? Era un dragón? Era algo que sonaba como una ráfaga de viento que emitía luz verde, algo como una estrella.

–– Aunque lo estoy viendo por primera vez, de alguna manera sé lo que es. Y siendo movida por una extraña sensación, Tsukigake trató de aullar.

Su voz no salió del todo, pero la estrella cambió su órbita como si la hubiese oído.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios