Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 9

Capítulo 4: Reunión Secreta

Parte 5

“Es tan espacioso…” Satsuki abrió la puerta del baño y se congeló de asombro. El vestuario ya era grande para empezar, y ella casi había gritado “¿es esto una posada de vacaciones?” cuando vio la cortina colgando sobre la entrada, pero nada de eso se podía comparar con esto.

Este fue definitivamente un hotel de vacaciones. Al ver las superficies de roca desnuda, el agua burbujeante impulsada por artefactos y el vapor que llenaba toda la habitación hizo que su corazón latiera con euforia que no podía contener.

“Aparentemente el agua se hace a través de la brujería, pero ¿no es como una fuente termal?” Miharu le dijo a Satsuki con una sonrisa, su cuerpo desnudo escondido detrás de una toalla.

“Sí, este es el mejor…” Satsuki respondió aturdida.

“Ven por aquí: explicaré los diferentes jabones y cómo usar el agua”.

“¡Por favor, hazlo!” Satsuki siguió a Miharu al área de lavado. Si bien era un poco estrecho con tanta gente que lo usaba todo a la vez, se turnaban y se comprometían con el tiempo del otro. Formaron parejas de Miharu y Satsuki, Celia y Latifa, Sara y Alma, y Aishia y Orphia, cada una ayudando a lavar la espalda de la otra.

“Oh, huele maravilloso. Si solo el baño del castillo tuviera este jabón… También hay una cantidad limitada de agua caliente. Ahora se siente extraño preguntarse cómo se construyó una casa como esta en una zona rocosa en medio de la nada”. Satsuki estaba hechizada por las burbujas de jabón que envolvían su cuerpo y suspiró ante la insuficiencia de las instalaciones del castillo.

“Ajaja, las instalaciones de baño en el castillo real están destinadas a ser las mejores en la región de Strahl, pero una vez que hayas experimentado el baño de esta casa…”, dijo Celia con una sonrisa de exasperación, lavando el cabello de Latifa a su lado.

“Onii-chan hizo todos los jabones de baño, ¿sabes?” Agregó Latifa. Para el registro, el color del cabello de Celia todavía se estaba alterando y Latifa todavía tenía el artefacto mágico en forma de accesorio para ocultar sus orejas y cola.

“Estoy sorprendido… escuché que él también podía cocinar. ¿Qué no puede hacer Haruto?” Dijo Satsuki, con los ojos muy abiertos.

“Así es, él también es bueno para servir té. Miharu y Orphia también están bien, así que siempre tenemos un excelente té en esta casa. Aperitivos también, por supuesto,” dijo Celia alegremente.

“Sin embargo, Miharu y Orphia son las encargadas de preparar bocadillos. Los bollos y la mermelada que hicieron la última vez fueron otra cosa”. Latifa comenzó a babear al recordar el sabor.

“Cuanto más escucho, más suena esta casa como un lugar mejor para vivir que el castillo…” dijo Satsuki con un pequeño suspiro, mostrando un toque de sonrisa amarga.

“¿Cómo es la vida normalmente en el castillo?” Miharu preguntó con curiosidad, lavando el agua de la espalda de Satsuki.

“Bueno, es aburrido. Me levanto por la mañana, desayuno, estudio cosas sobre este mundo, almuerzo, hago un poco de ejercicio para ayudar a la digestión, estudio, ejercicio … Para cuando me detengo, es de noche y otro día ha terminado, ¿supongo?” Satsuki describió con una sonrisa seca.

“Pensé que habrías interactuado con el rey y otra nobleza más, siendo un héroe”. Miharu estaba un poco sorprendido.

“Eso fue en parte debido a mi propia solicitud de ser tratado como un secreto a voces hasta la revelación en el banquete, por lo que aún no he conocido a ningún noble. Bueno, sin embargo, veo mucho a la realeza. Conociste a Michel y Char, ¿verdad? También hay otros miembros de la realeza, pero los veo con mayor frecuencia.”

“La princesa Charlotte parecía una persona muy amable y despreocupada. Tú también estás cerca de ella, ¿verdad?”

“Sip. Bueno, supongo que es una de las pocas amigas que he hecho en este mundo hasta ahora. Puede parecer amigable, pero no puedes bajar la guardia a su alrededor”.

“¿Ha sido difícil después de todo? El rey parecía que te trataba bien, pero…” Miharu preguntó con preocupación.

“Sí, bastante bien. Exteriormente, es tan amable que casi da miedo, pero eso es probablemente porque le tengo valor. Lo dejé ser amable porque de lo contrario no podría vivir cómodamente, así que, en cierto modo, nos estamos usando mutuamente. Pero sospecho que hay algo detrás de cada movimiento que hace, así que mi mayor preocupación es mi propia fatiga mental”. Satsuki sonrió de una manera que mostraba exactamente eso.

Es por eso que honestamente preferiría vivir con Aki y Masato, y, si es posible, Miharu, no en un lugar como ese. Eso es lo que realmente siento, pero supongo que no funcionará de esa manera… pensó, suspirando en voz baja.

“Si tuviera que darte un consejo como la mayor de esta casa, sería hacer un amigo en el que puedas confiar desde el fondo de tu corazón, alguien a quien puedas decirle cualquier cosa”, dijo Celia, al ver que ella tenía experiencia siendo Nacida y criada en una sociedad noble.

“¿Eh?” Satsuki parecía extremadamente confundida.

“… ¿H-Huh? ¿Dije algo raro?” Celia repitió sus últimas palabras en su cabeza, preguntándose si había dicho algo incorrecto.

“N-No, no es eso… Umm, esto puede ser descortés de mi parte, pero ¿puedo preguntar cuántos años tienes, Cecilia? Acabas de decir que eras la mayor…”

“Umm… V-Veintiuno…” Celia declaró avergonzada.

“… ¡¿EEEEH?!” Satsuki gritó con gran asombro. Eso atrajo la atención del grupo de Aki y Sara, que estaban hablando entre ellas en otro lugar.

“¡I-Imposible, no lo pareces en absoluto! ¡Simplemente no hay forma! ¡Honestamente pensé que estabas en algún lugar entre Aki y Miharu en edad! ¡Ah, perdón, no quise gritar tan fuerte!” Satsuki explicó su sorpresa y se disculpó con Aki y Sara.

“Ajaja, gracias. Que el héroe me lo diga me da confianza.” Celia se rio divertida.

“Yo soy el que pierde la confianza aquí. Cecilia es tan hermosa y joven”. Satsuki exhaló, mirando por encima del cuerpo de Celia.

“Tengo el cuerpo de un niño, así que es vergonzoso cuando la gente mira…” Celia hizo una pausa para lavar el cabello de Latifa y tímidamente ocultó su cuerpo con las manos.

“No digas eso. Déjame ver tus manos…” Satsuki agarró las manos de Celia y las inspeccionó de cerca. “¡Mira, tu piel es tan clara y blanca como la nieve, me da envidia como otra mujer! ¡Ojala fuera tú!”

“Eso es gracias al jabón en esta casa, creo. Miharu y Latifa se ven iguales, y no soy tan bonita como las otras personas en esta casa”, dijo Celia, haciendo hincapié en el efecto de los diversos jabones que Rio hizo.

“No, no, todos en esta casa son increíblemente lindas, pero tú también estás incluida en ese recuento, ¿sabes?” Satsuki le dijo a Celia con incredulidad.

“D-De ninguna manera, no creo que eso sea cierto en absoluto. Si quieres, puedes comprobar la piel de Miharu por ti misma. Su piel es súper suave”, dijo Celia.

“… ¿Eh?” Miharu se detuvo para lavar la espalda de Satsuki, luciendo como un ciervo en peligro.

“¡Es hora de revisar la piel de Miharu, entonces!” Satsuki se dio la vuelta y rápidamente se abrió paso detrás de Miharu.

“¡E-Eres rápido! Espera ¿qué? ¡¿S-Satsuki?! ¿D-Dónde estás tocando, kyah?” Miharu se estremeció.

“Wow, esto ciertamente es algo…” Satsuki movió con entusiasmo ambas manos, tocando el cuerpo de Miharu con un toque suave.

“E-Eso hace cosquillas. ¡Por favor, tampoco aprietes!” Miharu se retorció, las mejillas se pusieron de color rojo brillante.

“Vamos, vamos, las burbujas hacen que todo sea más resbaladizo, así que no hagas las cosas más difíciles y solo muéstramelas. Has crecido mucho en el tiempo que hemos estado separadas”. Se había encendido una llama en el corazón travieso de Satsuki, estimulando su burla. Parecía ayudar a liberar el estrés que había reprimido desde su llegada a este mundo, ya que su sonrisa era realmente vibrante.

Después de eso, aunque solo fue por unos diez segundos, su disputa continuó hasta que Satsuki estuvo satisfecha por el momento y comenzó a lavar la espalda de Miharu. “Ah, eso fue divertido. Gracias Miharu.”

“Caray. Puedes ser tan mala a veces, Satsuki.” Miharu dejó de resistirse y se giró en su asiento para mirar a Satsuki con un puchero raro.

“Ajaja, lo siento. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que te vi… Solo tuve que tener un contacto piel con piel contigo. Lo que significa que es el turno de Aki, ¿sí?” Dijo Satsuki, volviéndose para mirar a Aki, quien había estado observando su intercambio.

“¡Estoy bien como está!” Aki cubrió su cuerpo con ambas manos, sacudiendo su cabeza nerviosamente.

“Jaja, ya veo. Eso es una lástima”, se rio Satsuki.

“Eres exactamente la persona que Miharu y los demás nos describieron, Satsuki”. Celia sonrió con una risita.

“¿De verdad? Hmm, me pregunto qué tipo de cosas dijeron”. Satsuki sonrió, susurrando al oído de Miharu.

“¡N-No dije nada raro!” Miharu aclaró en un aturdimiento.

“Está bien, lo sé. De todos modos, Haruto y Masato deben ser dos personas felices. Poder vivir aquí rodeados de tantas chicas lindas”, dijo Satsuki, dándose la vuelta para mirar a todas las chicas en el baño.

“Ajaja, es una casa llena de mujeres, por lo que podríamos estar causándoles más agotamiento mental que cualquier otra cosa”, dijo Celia con una leve sonrisa.

“Tal vez para Haruto, pero no necesitas decir nada bueno sobre Masato. Es débil para las mujeres mayores y hermosas “, dijo Aki con un suspiro.

“Eso es muchachos después de todo. No se puede evitar. ¿Y las mujeres no son débiles para los hombres guapos también? Los hombres como Haruto.” Satsuki se rio cuando mencionó a Rio como ejemplo, haciendo que algunas de las chicas se estremecieran. Un buen número de ellas lo hizo, en realidad.

Hmm Haruto dijo que no había nada romántico en esta casa, pero podría ser… No, él es muy obvio, ¿no? Satsuki pensó para sí misma.