Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 9

Capítulo 2: A La Capital, Galtuuk

Parte 2

El clima fue agradable al día siguiente. Después de que Liselotte regresó a la finca esa mañana, ella, junto con Rio y Miharu, abordaron el barco encantado en dirección a Galtuuk y partieron al mediodía.

La capital de Galtuuk estaba al noreste de Amande, pero el barco encantado que Liselotte poseía personalmente hizo un progreso constante a través de los cielos azules en lugar de los mares azules. Se esperaba que llegaran a la capital a primera hora de la tarde.

Los barcos encantados eran veleros de madera con una placa de hierro unida al casco y alas a ambos lados para ajustar la altitud durante el vuelo. Estas naves eran artefactos mágicos antiguos hechos en los días de la Guerra Divina, pero debido a su producción en masa durante la guerra, había un número comparativamente mayor de ellos en comparación con otros artefactos antiguos. A pesar de eso, cada barco todavía cuesta una enorme cantidad de dinero — lo suficiente como para que una hija noble que ni siquiera fuera un señor no hubiera podido pagar una personal, por lo que la gente más común nunca había pisado una. Por supuesto, esta fue la primera vez que Miharu y Rio experimentaron algo así.

Una vez que el barco encantado partió de Amande y se estabilizó en el vuelo, Liselotte invitó a Rio y Miharu a una habitación de invitados dentro del barco para conversar. Había estado fuera de la ciudad hasta esa mañana y tenía un horario apretado para partir inmediatamente después, pero no mostraba ningún signo de fatiga.

“¿Cómo estás disfrutando el viaje en barco encantado hasta ahora?” ella preguntó.

“El interior del barco es bastante cómodo y agradable”, dijo Rio alegremente.

“Estoy de acuerdo. Apenas tiembla en absoluto, estoy sorprendida”, respondió Miharu con sinceridad.

“Me alegra escucharlo. Me aseguraré de reservar algo de tiempo libre más tarde, así que disfruta de la vista desde la terraza también. Por ahora, esperaba que te unieras a mí para conversar”, dijo Liselotte con una sonrisa amable.

“¡Sí gustosamente!” Miharu asintió felizmente.

“Entonces, primero, repasemos los planes para los dos días antes de que comience el banquete. Llegaremos a la capital hoy, con tiempo de sobra antes de que se ponga el sol. Enviaré una invitación, así que quédense en el alojamiento de la casa de mi familia esta noche. El plan es visitar el castillo mañana por la mañana, así que si tenemos suerte, podrás ver a Lady Satsuki el día antes de que comience el banquete”. En la actualidad, Satsuki se negaba a todos los públicos externos hasta que comenzó el banquete. Por lo tanto, no estaban seguros de si  realmente podrían conocerla a menos que fueran al castillo, pero con Miharu siendo su amiga, las posibilidades eran altas. Liselotte contaba con eso.

“Maravilloso. Además, no sé si esto es suficiente para mostrar mi gratitud, pero pedí prestada la cocina de su propiedad para hacer algunos pasteles de mi mundo. Por favor ten un poco. Sin embargo, es posible que haya tenido dulces similares en este mundo, y no sé si se adaptará a sus preferencias…” Miharu se interrumpió, presentando una gran canasta. Lo colocó sobre la mesa frente al sofá en el que estaba sentada.

“Oh, muchas gracias. A menudo preparo bocadillos para el desarrollo de productos del Gremio Ricca, pero no tengo ojo para las cosas dulces. ¿Te importa si pruebo algo de inmediato?” Liselotte dijo felizmente. Si era un pastel que no reconoció, estaba feliz de pagar la receta; incluso si supiera la receta del pastel, el sabor podría variar de manera diferente dependiendo de cómo se hizo.

“Por supuesto que no, por favor, adelante. Se están enfriando con un artefacto mágico, pero cuanto antes coman, mejor”, dijo Miharu con un movimiento de cabeza, después de haberlo sacado con ese propósito.

“Entonces, comamos antes de que se calienten. Aria, por favor prepara un cuchillo y platos —ordenó Liselotte ansiosamente.

“Entendido.” Aria asintió respetuosamente y se dirigió al armario de cubiertos de la habitación. En poco tiempo, suficientes platos para todos estaban alineados sobre la mesa.

“Lo abriré ahora, entonces”. Miharu abrió la canasta para que Liselotte y Aria pudieran ver. Tan pronto como lo hizo, una ola blanca de aire frío salió de la canasta. Fue el efecto del artefacto.

El interior de la canasta se había dividido en cuatro secciones, cada una con su propio pastel entero colocado dentro. Eran de tamaño pequeño pero de gran cantidad, por lo que era una cantidad difícil de comer solo para ellos.

“¡Oh, hay tantos! Todos se ven deliciosos. Oh que maravilloso. Pensar que podría comer tantos pasteles…” Tarta de manzana, crepe de mille, tarta de queso sin hornear, Mont Blanc. Los ojos de Liselotte brillaron, sus palabras alegres vinieron del fondo de su corazón. Una mirada a su expresión dejó en claro que estaba siendo sincera.

Aria también parecía tener interés en los dulces, mientras miraba los pasteles con profundo interés.

“Hay muchas, así que por favor ten algunas, Aria. Si queda algo después de eso, por favor compártalos con los otros asistentes también”, dijo Miharu, haciendo que las cejas de Aria se movieran en respuesta.

“Gracias por su amabilidad. Sin duda, esto es más de lo que los tres podemos manejar. Aria, puedes ir a buscar un plato para ti”, dijo Liselotte, dando permiso especial para que su asistente comiera también.

“…Es un honor. Entonces, prepararé más té también.” Aria esbozó una leve sonrisa e inmediatamente comenzó a preparar el té y un plato.

“Voy a dividir los pasteles, entonces. Lady Liselotte, ¿cuál le gustaría probar primero? Estoy seguro de que… podría necesitar una explicación, así que hágamelo saber”, dijo Miharu, mirando a Aria que estaba preparando el té en la cocina de la habitación.

Liselotte había compartido el hecho de que tenía recuerdos de su vida pasada con Rio y Miharu la primera vez que visitaron su mansión juntos. Por eso, normalmente, no habría necesidad de explicarle los pasteles en esta situación, pero no estaba claro si Aria conocía el secreto de Liselotte o no. Miharu estaba siendo considerada con eso.

“Puedes relajarte. Después del primer día que conocí a Miharu, le expliqué mi secreto solo a Aria”, reveló Liselotte.

“¿E-En serio?” Miharu inclinó la cabeza, con los ojos muy abiertos.

“Si. Me salvaría de muchas explicaciones, ya que me reuniría con usted muchas veces en el futuro. Aria generalmente siempre está a mi lado, ya que es mi confidente más confiable”.

“Pero… Lo siento. Por culpa mía…”

“No, ahora que tanta gente ha sido convocada desde la Tierra, es más que probable que otros descubran el secreto del Gremio Ricca, tal como tú lo has hecho. Eso puede hacer que otros intenten contactarme directamente.

Fue la oportunidad perfecta para revelárselo”, dijo Liselotte, sacudiendo la cabeza con una sonrisa amarga.

Bueno, todavía no se lo he dicho a mi padre y madre…

Una mirada algo culpable apareció en su rostro. Sus padres normalmente serían las primeras personas a las que les revelaría la verdad, pero precisamente por eso le hizo la decisión tan difícil.

“En cualquier caso, aparte de otras personas, no hay necesidad particular de ser considerado cuando estás cerca de Aria, así que habla libremente. Varios de los pasteles aquí también se han desarrollado como productos del Gremio Ricca con vocabulario de la Tierra como nombres. Tarta de manzana, crepe de mille, Mont Blanc y… ¿Es esta tarta de queso sin hornear?” Liselotte sonrió brillantemente.

“… ¡Si! ¿Cuál te gustaría probar primero?” Miharu respondió con una voz brillante, antes de levantar el cuchillo sobre la mesa. Parecía sentir algo de los débiles cambios en las expresiones de Liselotte.

“Gracias. Entonces, primero intentemos la tarta de manzana “, dijo Liselotte alegremente, señalando su objetivo.

“Okay.” Miharu siguió adelante y comenzó a cortar el pastel de tarta de manzana. Puso un poco en el plato de Liselotte y se lo entregó, antes de preguntarle a Río qué pastel quería comer. Se lo dejó, y finalmente se sirvió.

Liselotte usó un cuchillo y un tenedor para dividir el pastel que le sirvieron en un pedazo del tamaño de un bocado, luego se lo llevó a la boca.

“¡Mm! ¡Delicioso! ¿Miharu es quizás una genio para hornear pasteles?” La expresión de Liselotte se iluminó. La corteza del pastel en la superficie era crujiente, como una galleta, pero el interior estaba húmedo. La corteza combinaba exquisitamente con el dulce sabor de la manzana, creando una perfecta armonía dentro de su boca mientras masticaba.

“No es tan genial. De hecho, saben mejor cuando están recién horneados y todavía calientes, pero como no podía dárselos de inmediato, los enfrié tan pronto como terminaron. Espero que la corteza siga crujiente… Sí, parece estar bien.” Miharu se sintió aliviada al ver la aprobación de un noble y se comió parte del pastel de manzana.

“No, realmente es tan bueno. En realidad, es lo suficientemente bueno para vender en mi gremio, ¡no, estar en mi menú exclusivo! Me encantaría probar algunos pasteles recién horneados la próxima vez, si es posible.” Liselotte suplicó con una expresión seria.

“Ahaha, no puedo trabajar para ti exclusivamente, pero estaría feliz de darte algo recién hecho”, acordó Miharu rápidamente. Liselotte chasqueó los labios cada vez que probó uno de los tipos de pastel que Miharu había preparado.

Mientras Liselotte comía, Aria terminó de preparar el té y se unió a la degustación. Su interés fue captado por primera vez por el Mont Blanc con una montaña de crema en la parte superior, y lo sirvió en su plato.

“… Este es un Mont Blanc, ¿verdad?” Aria entrecerró los ojos dudosa ante el postre en su plato. Puso un glaseado marrón encima del pastel a un lado para disfrutarlo más tarde y le dio un mordisco a la crema primero.

“… Wow, esto es maravilloso”. La dulzura de la castaña impregnaba el sabor de la dulce crema que se derretía en la boca, haciendo que Aria mirara maravillada mientras expresaba sus pensamientos. Tomó un sorbo de té y luego dio otro mordisco.

“Es menos dulce que los Mont Blancs que vendemos en el Gremio Ricca, lo que lo hace menos asertivo en sabor pero aún rico y húmedo. Siento que puedo seguir comiendo estos uno tras otro…” dijo Aria con admiración.

“Muchas gracias. Traté de minimizar el uso de azúcar y maximizar la dulzura natural de la castaña”, explicó Miharu.

“Así que esta dulzura refinada en realidad era de la propia castaña…” Aria dio otro mordisco y confirmó ese sabor, luego se comió el glaseado marrón. Ella cerró los ojos.

“… Este es un gusto maravilloso”, murmuró con seriedad.

“Aria, prueba este después del Mont Blanc. Es un pastel que no manejamos en el Gremio Ricca”, se rio Liselotte.

“Entonces, si no te importa…” Aria se inclinó una vez y sirvió un poco del pastel de crepe de mille en su plato, luego dio un mordisco con un movimiento suave y elegante. “…Maravilloso. Es tan dulce que parece que mis mejillas se están derritiendo y, sin embargo, no tiene mucho sabor. Las delgadas capas de masa horneada se apilan con crema cuidadosamente pegada entre… Parece que podría comer esto para siempre. Es realmente magnífico”, dijo Aria con entusiasmo.

“De hecho,” Liselotte estuvo de acuerdo con un firme asentimiento.

“Por favor, siéntase libre de tomar otra porción”, instó Miharu, sonriendo tímidamente.

Después de eso, intercambiaron pensamientos sobre los pasteles y realizaron una sesión de preguntas y respuestas. No pasó mucho tiempo hasta que se probaron todos los pasteles, dejando solo la mitad de cada pastel.

Rio y Miharu habían quedado satisfechos con sus respectivas rebanadas de tarta de queso y tarta de manzana, por lo que Liselotte y Aria habían demolido la mayor parte.

Sí dicen que las chicas tienen un estómago separado para los dulces, supongo. Rio vio a Liselotte y Aria comer con asombro.

Liselotte notó que la cantidad de pastel había disminuido bastante sin su conocimiento; ella sorbió su té para limpiar el sabor de su boca “… Mis disculpas. Todo estaba delicioso, pero siento que he comido demasiado”.

“Estoy más avergonzada de mi comportamiento”. Aria también bajó la cabeza avergonzada, después de haber comido todos los pasteles como Miharu los recomendó.

“No, los hice con el propósito de dárselos a Lady Liselotte, después de todo. Si los encontraste a tu gusto, entonces me alegra escuchar eso”, dijo Miharu, riendo con una sonrisa.

“… El Gremio Ricca se esfuerza por desarrollar nuevos dulces todos los días, pero el progreso se ha estancado sin ningún desarrollo notable. Si te parece bien preguntar, ¿ha tenido alguna experiencia aprendiendo a cocinar en una escuela especializada o algo por el  estilo?” Liselotte preguntó en serio.

“No era una escuela especializada, pero mi madre solía dar clases de cocina,  así  que  me  enseñaron  mucho  desde  muy  joven…”  Miharu respondió honestamente, haciendo que Liselotte inclinara la cabeza en tono de disculpa.

“Ya veo, tu madre lo hizo… lo siento, debo haberte hecho recordar tu ciudad natal con esa pregunta”.

“No, me duele imaginar cuán preocupados deben estar mis padres, pero también he hecho amigos irremplazables en este mundo, y no tengo quejas sobre mi vida actual. Está bien”, dijo Miharu con valentía, sacudiendo la cabeza.

Los ojos de Liselotte se abrieron. “… Eres realmente fuerte, Lady Miharu”, dijo, observando a Miharu con una mirada distante.

“Eso no es cierto. Si hubiera estado sola, habría llorado hace mucho tiempo”, dijo Miharu con una leve sonrisa.

“Estar solo es desalentador. También he conocido a muchas personas irremplazables en este mundo. Esa puede ser la razón por la que puedo vivir mi vida actual con satisfacción y no ser pesimista”. Liselotte puso una mano contra su pecho y habló como si ella misma lo estuviera confirmando. Luego, miró a Aria. Aria tenía una leve sonrisa tirando de su rostro.

Un silencio cayó sobre la habitación por un momento. “Oh, se puso un poco solemne aquí. Mis disculpas. Hay una cosa que quería preguntar: ¿estaría Lady Miharu dispuesta a ofrecer sus conocimientos de cocina al Gremio Ricca? Preferiblemente exclusivamente. Por supuesto, redactaremos un contrato y le pagaremos un monto apropiado en compensación”. Dijo Liselotte, cambiando de repente el tema. Su determinación como comerciante se estaba demostrando a través de la forma en que expresó lo indeseable que sería que el conocimiento se ofrezca fuera del Gremio Ricca.

“Si Haruto piensa que está bien, no me importa…” Los ojos de Miharu se agrandaron mientras miraba a Rio en busca de su opinión como su guardián.

“… No puedo decir nada sin los detalles del contrato, y depende de los planes de Miharu para el futuro, pero creo que debería considerarse. ¿Qué tal si dejamos las negociaciones hasta después del banquete por ahora? Por supuesto, hasta que podamos tener esa discusión, no habrá ningún contrato formado con terceros”.

Liselotte asintió con una sonrisa de satisfacción. “No tengo objeciones a eso”.

Fantástico, como siempre. Él es rápido en la aceptación e incluso considera mi lado, lo que hace que las cosas sean mucho más fluidas. Después de todo, Rio había sido quien ofreció no negociar con terceros hasta que tuvieran la oportunidad de negociar, dejando a Liselotte sin nada más que decir.

“Estoy de acuerdo con eso también”. Miharu asintió también.