Amagi Brilliant Park

Volumen 6

Capítulo 3: Fuera del Túnel

Parte 5

Latifah estaba durmiendo en su habitación. Parecía estar en un sueño tan profundo que no había necesidad de preocuparse por despertarla. Dado lo que Obiza había dicho, probablemente estaba más exhausta de lo que parecía.

“Latifah…” El vendaje todavía estaba en su frente. Seiya sintió como el último vínculo que quedaba entre ellos.

Seiya estaba solo en la habitación con ella. La presencia de Obiza, Isuzu y Moffle agregaría estática a la umbra, por lo que se les dijo que mantuvieran su distancia y permanecieran en silencio. Por lo tanto, habían abandonado el castillo para esperar en el edificio de asuntos generales.

Seiya miró el reloj: 11:30 PM. El parque estaba en silencio. Los distritos residenciales y comerciales estaban muy lejos, lo que ayudó a preservar el silencio.

Vamos… pensó, y luego se puso las gafas Umbra.

En un instante, la forma de Latifah cambió a una silueta amarilla. Podía ver rastros de amarillo aquí y allá a su alrededor también. Las cosas que usaba a menudo brillaban del mismo color: la cómoda del dormitorio, el armario, el tocadiscos y los discos…

Pero esas no fueron las únicas luces brillantes que vio. El salón y la cocina, el jardín de la azotea… Todos brillaban con la luz de las cosas que ella quería.

Había pensado que si podía ver lo que ocupaba la mente de Latifah, podría encontrar la fuente de su memoria restablecida, o al menos, una pista sobre su paradero. Había sido ingenuo. Aquí no había nada que se ajustara a la factura; La vida de Latifah en el castillo de Maple fue pacífica y mundana. Ella tenía una rutina específica, y no había nada que él pudiera ver fuera de lo común.

Espera… De repente, vio algo brillando más que cualquier otra cosa. Puntos de luz que salían de su habitación, como huellas… Sí, definitivamente eran huellas… pequeñas y adorables huellas que salpicaban el suelo. Seiya decidió seguirlos. Mientras lo hacía, poco a poco, se convirtieron en algo más: una vaga silueta de su forma caminando justo frente a él. La silueta levantó el teléfono en la sala de estar. Parecía hablar de algo, y momentos después, toda su forma parecía brillar más. ¿Cuándo sucedió esto?

Después de colgar el teléfono, regresó a la habitación y comenzó a cambiarse. (Era solo una silueta borrosa, por lo que no sentía que verla fuera inapropiado). Se cambió de ropa varias veces. Era como si no pudiera averiguar qué ponerse, pero al mismo tiempo, claramente estaba disfrutando el proceso. Por fin, terminó de cambiarse y salió de la habitación.

En el salón, una sombra en forma de mogute llegó y le entregó algo. Parecía una bola de luz verde, pero Seiya supo de inmediato que era el Gulley Suit LT.

Estaba empezando a entender lo que estaba viendo. Estas fueron las acciones de Latifah ayer; Los acontecimientos previos a la fecha se desarrollaban como sombras de ánimos ante sus ojos.

Conducido por el Mogute, Latifah se dirigió al ascensor del castillo y viajó hacia el sur por el pasillo subterráneo. Seiya lo siguió. Se sintió un poco nervioso por pasar demasiado tiempo en este “mundo de sombras” que las gafas le revelaron. Pensó varias veces en quitárselos, pero la idea de que podría perderla de vista lo detuvo.

Su sombra continuó por el pasillo. Ocasionalmente, pasaba a otro miembro del elenco, pero nadie la reconoció. Cada vez que esto sucedía, su silueta brillaba de alegría.

Realmente le gustan sus bromas, supongo… pensó. Recientemente se había dado cuenta de este aspecto de ella. Latifah amaba las bromas inofensivas, burlando a las personas y asustándolas.

Como era de esperar, las dos siluetas finalmente llegaron a la puerta de entrada de la Plaza de la Entrada. Latifah entró en la tienda y habló con Seiya. … La sombra de Seiya de ayer, eso es. Ella le entregó su objeto de transformación; Seiya cambió su apariencia, y los dos comenzaron a caminar juntos.

Su sombra brillaba de alegría y anticipación; Era la luz más fuerte de todas las que había visto hasta ahora. Se preguntó por qué estaba tan feliz de ir a pasear por el parque con él, lo que lo hacía sentir un poco cohibido, de verdad.

La fecha continuó como se esperaba. Pero a este ritmo… Seguir su sombra era intrigante, sin duda, pero Seiya estaba empezando a sentirse impaciente. Esto no lo llevaría a la causa de su reinicio, y además, estaba empezando a cansarse. Aparentemente, incluso con “magia real”, no podía usar las gafas para siempre.

¿Debería cancelarlo y regresar al Castillo Maple? Pero justo cuando se le ocurrió la idea, vio un cambio en su sombra. La luz de su disfrute se atenuó y una luz gris (si se podía llamar así) la envolvió. Ansiedad, miedo, arrepentimiento, culpa… Una gran cantidad de emociones negativas se aferraron a su sombra y se fusionaron con ella.

Qué… A pesar de que fue ayer, Seiya no podía recordar qué pudo haber causado eso. ¿Había dicho algo para lastimarla? Nada me vino a la mente.

Sabía que tendía a actuar con arrogancia para mantener a la gente al alcance de la mano, pero a su alrededor, siempre trataba de ser considerado y amable. No podía imaginarse decir algo que la molestara tanto, incluso por accidente, si lo hubiera hecho, seguramente lo habría recordado.

Acababan de comprar algunas bebidas y estaban descansando junto a un puesto en Wild Valley. Deben haber estado hablando de algo, pero probablemente fueron trivialidades… “Seguro que está caliente” y “¿a dónde deberíamos ir después?” Y cosas por el estilo.

Después de un descanso, las dos sombras volvieron a caminar. Mientras caminaban, la luz gris retrocedió y la feliz luz de antes volvió a tomar protagonismo. Debió haberse obligado a olvidar lo que la molestaba, a disfrutar del momento.

Esto ciertamente es… preocupante… Seiya decidió seguir con eso, y continuó siguiendo su sombra. El fenómeno se repitió algunas veces más después de eso. Una vez justo después de que dejaron una atracción, una vez cuando estaban caminando por la calle, una vez cuando estaba recogiendo un pase rápido… No parecía haber ninguna rima o razón para ello. Pero había una cosa de la que estaba seguro: no estaba disfrutando de todo corazón de su “cita”.

¿Por qué no? él se preguntó. Por supuesto, podía imaginar muchas razones… Después de todo, ella tenía su propia vida interior. Tal vez fue su tristeza por ser ciega o su culpa por divertirse mientras todos trabajaban. Pero eso solo, sentía, no era suficiente para explicar la oscuridad allí. ¿Por qué? ¿Por qué esa “luz oscura” la envolvía de vez en cuando? Estaba empezando a sentirse molesto.

He estado trabajando duro, arrancándome el pelo para darle un futuro a este parque, para hacerte sonreír… pensó enojado. Entonces, ¿por qué no eres feliz? ¿Esa sonrisa tuya es todo un retoque? ¿Qué más quieres de mí? Por supuesto, Seiya sabía que estaba siendo irrazonable. Latifah no era una marioneta para actuar bajo su mando; sus sentimientos eran los suyos. Pero por qué…

Maldición… Seiya sacudió la cabeza. No podía permitirse caer en la autoabsorción. La clave del misterio estaba justo delante de él; solo tenía que mantener la calma lo suficiente para verlo. Él continuó siguiéndola.

Entraron en la Casa de los Dulces de Moffle, lucharon contra los ratones traviesos y, al final, se tomaron una foto con Moffle. (Aunque era la mitad de la noche, la identificación del gerente de Seiya le permitió ingresar cualquier atracción que quisiera). Una y otra vez, esa luz gris la envolvió. Estaba comenzando a suceder con tanta frecuencia ahora que debilitaba la luz de alegría con la que había comenzado.

Por fin llegaron al punto final de su cita: el carrusel. Las atracciones anteriores habían brillado intensamente a través de las gafas Umbra: la Casa de los Dulces quemaba los ardientes colores de la batalla; el Music Theatre era una naranja apasionada; Flower Adventure era rosa, por alguna razón. Este carrusel brillaba con un color como el de Latifah cuando estaba disfrutando: una luz blanca, compuesta de todos los colores de la alegría. Su resplandor podría ser lo más hermoso del parque.

Era exactamente el mismo color que Latifah. En la pintura, mezclar muchos colores juntos da como resultado un desorden fangoso, pero a la luz, es lo contrario: más colores solo producen un blanco más puro y más puro. Esta era la naturaleza del color del carrusel: una luz blanca, hecha de todo tipo de alegría. Pero… ¿ese carrusel raído, mal mantenido e impopular?

Las dos sombras se metieron en su carruaje y el paseo comenzó a girar. Su sombra parecía estar disfrutando al principio, pero finalmente, su luz comenzó a atenuarse, y el gris apagado la consumió una vez más. Luego vino el accidente. Su sombra se derrumbó, Seiya la ayudó a levantarse, la revolución de los caballos de madera se detuvo… Y entonces, también lo hizo todo.

Esta debería ser la parte donde Seiya la llevó a la enfermería, pero eso no sucedió aquí. Su sombra se puso de pie. Todavía una silueta borrosa, se movió lentamente hacia Seiya, paso a paso.

[¿Eres tú… Kanie-sama?] Preguntó su sombra.

“Sí…” Seiya respondió vacilante. “Bueno… no el yo con el que estabas en una cita… um… Mira, yo realmente no entiendo esto…”

[Ya veo… ¿Te he vuelto a causar problemas?]

“Um… realmente no lo sé”, respondió una vez más. Ella había dicho “otra vez”, pensó. La Latifah de esta mañana no lo habría dicho así. “Déjame comprobar algo… ¿Recuerdas haber conocido a Mackey?”

[Sí. Le di la bienvenida y le serví té.]

“¿Y qué hay de antes? El desfile nocturno… contratando a Rubrum y los Mogutes… ”

[Lo recuerdo…. De hecho, recuerdo todo desde la primera vez que nos conocimos.]

“Ya veo”, dijo Seiya pensativamente. “¿En abril?”

[No, más atrás. Nuestra reunión en marzo, te di magia…]

“¿Qué?” Seiya estaba estupefacto. Su memoria se reinicia a principios de abril de cada año. Ella no debería poder recordar lo que sucedió en marzo.

[Recuerdo cuando eras niño también. La persona que soy en este momento… parece recordarlo todo.]

¿Qué está pasando? ¿Cómo puede ella recordar todo?

[No puedo decir por qué. No sé por qué estoy aquí, hablando contigo. No parece ser “yo” realmente hablando…]

Seiya destruyó su escaso conocimiento en un intento de llegar a una conclusión. “Ah… creo que el verdadero tú está dormido en la cama. ¿Eso significa que eres otra cosa? ”

[Sí. A quien le estás hablando no soy yo, sino un compuesto de mis recuerdos. “Yo” no tengo voluntad propia… Creo que estoy tomando prestados algunos de los tuyos para poder hablar contigo.]

“Entonces… hmm. ¿Entonces es como si mi mente estuviera ejecutando una simulación de lo que dirías? ”

[Creo que ese es el caso.]

Se sorprendió al enterarse de que todos los recuerdos de Latifah estaban acumulados (¿preservados? ¿Almacenados?) Aquí, pero el hecho de que realmente pudiera hablar con ella basándose en esos recuerdos fue aún más impactante. “Ahh”, le dijo. “Entonces, básicamente, ¿me estoy imaginando una conversación contigo?”

[Más o menos, parece. Pero no debes considerarlo una fantasía sin fundamento… Creo que es una simulación muy precisa.]

“Hm…”

[Pero como no es mi verdadero yo teniendo esta conversación, ella no recordará nada de lo que se dice aquí]

Suficientemente natural. Todo esto estaba en su propia cabeza, después de todo. “Hay algo que me gustaría preguntarte, entonces. Se trata de cómo llegaste a ser como eres ahora”.

[¿Te refieres a la maldición? Me temo que hay poco que pueda contarte al respecto… Perdóname.]

“No”, aclaró Seiya. “Me refiero a por qué tu memoria se restableció hoy. Estoy seguro de que la maldición juega un papel, pero el Dr. Obiza pensó que podrías estar teniendo algún tipo de problema personal”.

[¿Un… problema personal?]

“¿Por qué tu animus es tan bajo? El parque está haciendo negocios increíbles en comparación con antes. No tiene sentido”.

[Estás en lo correcto…]

“¿Tienes alguna idea de lo que podría ser?”, Rogó. “Cualquier cosa puede ayudar, no importa cuán pequeño sea… Por favor dime”.

[Sí. Déjame ver…] Su sombra miraba hacia el parque. La verdadera Latifah era ciega, pero ese no parecía ser el caso en el mundo de las sombras; quizás porque no era un mundo de luz visible. [Este parque… Tiene muchos colores, ¿no?]

“Sí.”

[De dónde vengo, asumimos que todos los animus son del mismo color… Pero quizás eso no sea así. Hay muchos tipos diferentes… muchas formas diferentes de alegría, ¿no es así? Parece absurdo pensar lo contrario, cuando uno lo considera con cuidado…]

“Sí, creo que tienes razón”.

[En cuyo caso… tal vez me falta algo más importante, separado y aparte del animus invitado…]

“¿Algo más importante? ¿Qué es?”

[Creo que ya lo sabes.]

Su sombra sonrió con tristeza. Al menos, le pareció que sí, realmente no podía ver su expresión. ¿Algo más importante? él se preguntó. Todos sus clientes estaban contentos. ¿Qué les podría faltar? “Lo siento, no sé qué podría ser”, admitió. Seiya no solo era terco; él realmente no lo sabía.

[Entonces permíteme decirte. Estás… sufriendo, ¿no? Desde el momento de nuestra reunión en marzo, te has estado torturando. Sobre mí, sobre el parque…]

“Bueno… ¡por supuesto que sí!”

[Entiendo. Es una tremenda responsabilidad que cargues sobre tus hombros. Pero siempre te veo tan agotado, tan exhausto… No te estás divirtiendo en lo más mínimo, y… estás constantemente atormentado por el arrepentimiento.]

“No me arrepiento de nada”.

[El incendio en el estadio… ¿pensaste que no me daría cuenta de que estabas involucrado?]

“……” Seiya no tuvo una buena respuesta a esa pregunta.

[Espero que perdones mi sinceridad… pero incluso durante nuestra cita de ayer, pasaste cada minuto preocupándote, preguntándote qué hacer con el parque, cómo resolver mejor las cosas… Y cada vez que me di cuenta de eso, empecé deseando desaparecer]

Esos debieron ser los momentos en que el gris la alcanzó. Ahora sabía la razón: era él. Había estado tratando de ocultar sus verdaderos sentimientos, pero ella lo había visto a través de él. Y cada vez que sucedía, ella se hundía en la depresión. “Yo… no es tu culpa”, insistió. “Realmente no lo es. Tal vez me torturo a mí mismo, pero no te culpo… no lo hago”.

[Sí… te creo cuando dices que ese es el caso. Kanie-sama, eres una persona verdaderamente fuerte. Y sin embargo…] Ella dudó.

“¿Y sin embargo?”, Preguntó.

[Y sin embargo… todavía no puedo soportarlo. ¿Cómo podría? ¡No eres feliz! El único en el mundo más preciado y querido para mí…]

Su corazón latía con fuerza. Su cara se sonrojó. No podía ver su expresión, pero podía escuchar una voz temblando de tristeza. “Qué…”

[Si es cierto. Te adoro… Kanie-sama.]

De su silueta nebulosa cayeron gotas plateadas de luz. Eran casi como las lágrimas. Pero incluso sin eso, sabía que ella estaba llorando.

[Te amo. Estás en mis pensamientos en todo momento. ¿Qué más puedo hacer? Cada vez que te encuentro, mi pecho se aprieta, mi corazón late más rápido y me siento tan feliz que estallo de alegría. Así que…]

“Entonces… ¿es por eso?” Preguntó Seiya, desconcertado. “Porque… ¿he perdido mi alegría en tu presencia? Por eso tú… ”

[Sí…] Su forma retrocedió. Tal vez se había desplomado o se había arrodillado. Parecía terriblemente lamentable. [¿Cómo puedo sentir alegría cuando te veo sufrir tanto?]

Ella tenía razón. Tiene sentido. Pero si ese fuera el caso… “Pero si ese es el caso… ¿qué quieres que haga?”

[Yo… no tengo una respuesta. No puedo pedirte nada…]

“……”

[Soy una mujer terriblemente cruel, siempre preguntando lo imposible de ti. Yo… Soy un cobarde egoísta, pero finjo el comportamiento de la realeza… Soy un demonio. … Si solo me odiaras, entonces tal vez la esperanza pueda permanecer. Pero sigues mostrando amabilidad, incluso con alguien tan perversa como yo. Sí… Soy un objeto de pena para ti. Y eso es… es tan doloroso, tan triste…]

Fue un dilema imposible. Todo este tiempo, Seiya se había centrado en estrategias, tácticas, rutas hacia la victoria. Su política era evaluar una situación, formar un plan y hacer lo que fuera necesario para ejecutarla. Había asumido que esa era la única forma de resolver las cosas. Incluso se había dicho a sí mismo que si no podía hacer eso, estaría mejor muerto. Pero en este momento, estando en esta situación con ella, se dio cuenta de que ya no era suficiente.

¿Sonreír mientras lidia con un problema sin solución, mientras sufre todo lo que puede soportar? “Puedo realizar el acto de una sonrisa… ¿Sería suficiente?”

[Por favor, eso no es lo que quiero. No es necesario que sigas sacrificándote por nosotros… Debes detenerte.]

“No puedo hacer eso”. Seiya no sabía por qué, pero eso era algo que consideraba fuera de la mesa. Un impulso sin forma comenzó a brotar de su interior.

[¿Por qué no? ¿Por qué estás tan decidido a…?]

“Ojalá supiera. Yo no. Pero todas las células de mi cuerpo me dicen una cosa: luchar. Lo que significa que pelear es todo lo que puedo hacer. No estoy atrapado. No me motiva la pena. No se trata de ti, se trata de mí. Estoy haciendo esto porque quiero… A pesar de lo que tú, o cualquier otra persona, quieras”.

[Entonces, ¿eso me hace… tu trofeo?]

“Tal vez lo hace”.

[¿Este parque también?]

“Sí, tal vez sí.”

[Yo… ya veo. Me asusta un poco… pero tal vez ese es el carácter de alguien digno de ser rey.]

“¿Rey?”

[Eres un rey…. El único tipo de persona, tal vez, que podría enfrentar a ese mago…]

“No lo sé… No sé mucho al respecto”.

[Sí. Yo tampoco…]

La umbra comenzó a romperse. Al principio fue como estallidos de estática, pero en poco tiempo, se formaron grietas más grandes, la discordancia aumentó y su imagen comenzó a desvanecerse. ¿Se estaba quedando sin maná o había alguna otra razón? Su conexión en la umbra estaba llegando a su fin.

Pareciendo darse cuenta de lo que estaba sucediendo, su sombra dijo: [Parece que es hora de que nos despidamos.]

“No, espera. Hay mucho más de lo que quiero hablar contigo…”

[Estoy segura. Pero me temo que soy incapaz de detener esto…]

“Me has dicho cómo te sientes. Pero no he dado mi respuesta”.

[Deseo escucharlo. Pero mi verdadero yo nunca sabrá lo que sucede en este lugar…]…Al final, ella sonrió, como siempre. [Si quisieras, sin embargo… dímelo algún día.]

“Sí, lo haré”, le dijo. Pero luego, lo reconsideró. “Aun así, esta conversación todavía está en mi cabeza… si le digo algo basado en esto, la verdadera simplemente responderá: “Oh, no siento lo mismo… ‘¿esto es complicado….?’ ¿Y podría recuperarme si lo hiciera?” Dirigió sus pensamientos hacia ella. En realidad, para mi propia tranquilidad, me gustaría pedir más consejos sobre:

[Tú quizás no. ¡Buena suerte!]

“No, espera-”

[¡Adiós! ¡Cuídate!]

Su visión se quebró. No… Fueron las lentes de las gafas Umbra las que se rompieron. De repente, Seiya no pudo ver nada. Se quitó las gafas y se encontró en el parque negro, después de horas. La cornucopia de luz que lo había rodeado ya no existía. Se quedó solo frente al sombrío carrusel. Por fin, su agotamiento lo alcanzó. Justo antes de desmayarse, escuchó a Sento Isuzu en algún lugar cercano, llamándolo por su nombre.