Overlord

Volumen 14: La Bruja del Reino Caído

Capítulo 3: El Último Rey

Parte 3

El Reino Hechicero finalmente había comenzado su invasión hacia el oeste. Ciudad tras ciudad y pueblo tras pueblo cayeron sin parar. Se dirigían hacia la capital, aunque a un ritmo dolorosamente lento.

Cuanto más grande era un ejército, más lento marcharía. Sin embargo, según su compañera Evileye, esto no debía aplicarse al ejército del Reino Hechicero que estaba completamente compuesto por no-muertos. Ella creía que esto se hacía para estresar a los habitantes del Reino.

El estrés de un ejército invasor ya había provocado el caos en la capital y muchos habían muerto como resultado. Después de que eso sucedió, la gente de la capital tenía dos opciones.

La primera era huir de la capital y avanzar hacia la dirección opuesta de E-Rantel: hacia el oeste.

La otra opción era permanecer en la capital, cerrar sus puertas y nunca salir de su escondite.

En cuanto a qué opción era más popular, la abrumadora mayoría de las personas eligió la última. Quienes eligieron la primera opción eran las personas con capital, conexiones o habilidades para garantizar su supervivencia incluso en tierras lejanas.

Por eso, más del 95% de la población de la capital había decidido quedarse.

Pero, eso solo era verdad hasta ayer.

La realeza había puesto un decreto.

El decreto decía que, debido al ejército invasor del Reino Hechicero, la ciudad requería más mano de obra para la defensa. Todos los hombres sanos tuvieron que unirse a la batalla. Básicamente era reclutamiento obligatorio.

Por supuesto, había quienes temían el campo de batalla por lo que habían decidido encerrarse, pero la mayoría de personas creían que si no contribuían al esfuerzo de guerra, sus seres queridos morirían.

La pasión ardiente de la gente comenzó a extenderse dentro de la capital, los afectados comenzaban a descender a la locura. Las calles estaban llenas de hombres que se preparaban para la guerra. Tanto los padres como sus hijos eran soldados. Aquellos que deseaban mejores raciones mientras estaban fuera hicieron que la industria culinaria estuviera en auge. Todo esto se vio exacerbado por el conocimiento de la gente de que la realeza había ordenado a todos los comerciantes de la ciudad mantener bajos los precios de los alimentos.

Los miembros de Blue Rose se desplazaban entre la multitud.

Lakyus tenía una sugerencia para sus compañeras detrás de ella.

“Dije, que puedo manejarlo sola. La solicitud no especificó quién debería ir, pero eso no significa que todos tengamos que mudarnos de una vez. Apuesto a que todas están ocupadas. ¿Qué tal si vamos por caminos separados desde aquí?”

“¿Qué pasa contigo, Lakyus? ¿Hay alguna razón por la que no quieres que te acompañemos?”

Lakyus se esforzaba en sonreír al escuchar lo que Evileye había dicho. Aunque en su mente había pensado “¡Qué perspicaz!” Ella no le daba voz a ese pensamiento. Evileye tenía razón, Tina y Tia eran mucho más agudas que ella. Gracias a Dios que no estaban presentes.

“Entiendo lo que Lakyus siente en este momento. Escuché que Azuth-danna también vendría.”

Lakyus sentía que se le encogía el corazón por un momento.

Eso era correcto. El tío de Lakyus, el líder del grupo de aventureros de rango Adamantita, Red Drop, Azuth Aindra, había sido invitado junto a ellos.

“¡Oh! Ustedes son familia. Debe haber mucho que querrán discutir en privado, ¿verdad? Entendemos.”

Bien, su confusión las alejaba de la verdadera razón. Lakyus estaba de acuerdo con lo que Gagaran había dicho.

“Así es. ¿Podrán hacer esto por mí? Ni siquiera me buscó después de venir a la capital. Así que…”

“¡Qué desconcertante!”

“¡Increíble!”

“¿Eh?”

Lakyus miraba hacia los gemelos.

“Ustedes dos están relacionados y ambos son líderes de grupos de aventureros de rango Adamantita. Dada la situación actual, todavía no te dijo sobre su regreso a la capital, entonces. ¿Cómo se enteró nuestro cliente?”

“Si él está relacionado con Red Drop, debería haberlo dicho. Pero ese cliente no dijo nada en absoluto.”

Anoche, un hombre de baja estatura apareció en la posada donde se alojaba Blue Rose, les dijo que tenían una solicitud de trabajo y que se dirigieran a este lugar. Haberlos abordado directamente en lugar de pasar por el gremio de aventureros era un acto lo suficientemente sospechoso como para que Lakyus quisiera rechazar su oferta. Sin embargo, al enterarse de que Azuth de Red Drop también estaría allí, la hacía decidirse por también presentarse.

“Así es. Esto es más que sospechoso, esto incluso podría llamarse una conspiración. Podría ser una mentira para provocarnos o algo así.”

“Sí. Dada la posibilidad de que esto pueda ser una trampa, aunque seamos fuertes, todavía hay algunas cosas que no podemos manejar solas. Si esta otra parte está tratando de dañarnos, deberíamos tratar de no ser cazadas una por una.”

“Chicas…”

Lakyus estaba feliz de que todas estuvieran tan preocupadas por ella. Pero…

“Además, también queremos reunirnos con ese héroe-senpai.”

“Solo he oído hablar de él, pero nunca me he encontrado con él. Si estás relacionada con él, debería ser fácil para nosotras reunirnos con él.”

Lakyus sentía un vacío en su estómago.

Si bien su tío no era exactamente un mal tipo, tampoco podía llamarse una buena persona. En general, de lo que estaba segura era del hecho de que él era alguien que solo podía ser una mala influencia para los niños.

Cuando Lakyus se reunió con él cuando aún era una niña, parecía ser normal, pero podía haber sido que él simplemente había ocultado su verdadera naturaleza. ¿O quizás su tornillo se soltó durante sus aventuras?

Ella solo tenía una solución para las cosas que no podía entender, aunque esto no era exactamente algo con lo que Dios se molestaría y era rezar. Aparte de eso, no había nada que ella pudiera hacer al respecto.

Su tío era del tipo que actuaba con toda honestidad y sinceridad cuando conocía a alguien por primera vez. También era del tipo que soltaba frases cursis como “Si necesitas a un héroe, entonces es el deber de ese héroe conceder tu deseo.”

Solo podía esperar que él hiciera lo mismo esta vez.

Lakyus y compañía llegaron a la posada donde les dijeron que fueran.

El negocio por aquí parecía estar bastante deteriorado y el lugar estaba sucio en general.

Las puertas de la posada estaban bien construidas y eran sorprendentemente pesadas.

Justo después de que Lakyus abriera la puerta, Tia y Tina la golpeaban dos veces en la cintura.

Era una señal para ella para que estuviera alerta. Debían haber notado algo.

Enfrente de la puerta estaba el mostrador, pero no podían ver ninguna evidencia de que aquí se llevaban a cabo negocios de taberna.

Eso significaba que este lugar era lo suficientemente remoto como para que este establecimiento no pudiera funcionar como una taberna, sino solo como una posada.

Lakyus sentía que todas sus compañeras se habían puesto alerta debido a lo inquietante que era este lugar. Estaban preparadas para el combate en cualquier momento.

Lakyus habló con el hombre distante detrás del mostrador.

“Somos Blue Rose, estamos aquí para reunirnos con nuestro cliente.”

“Vayan a la habitación 301. El señor Azuth de Red Drop ya está allí.”

¿Estaba realmente aquí? Era hora de averiguarlo.

Lakyus le agradecía e inmediatamente subía las escaleras que estaban a un lado.

La posada estaba increíblemente silenciosa. No se cruzaron con ninguna persona durante todo el camino, ni escucharon ningún sonido. ¿Era porque las paredes tenían excelentes propiedades de aislamiento acústico o porque la posada estaba realmente vacía?

El grupo llegaba al tercer piso y descubría que la cantidad de habitaciones en el piso era sorprendentemente baja. Las habitaciones en este piso probablemente eran enormes.

Lakyus llamó a la puerta que tenía un letrero marcado con el número 301.

“¡Tío, soy Lakyus!”

Después de enfocar sus oídos, escuchaba débilmente la voz de un hombre al otro lado de la puerta.

“Entra.”

El volumen de la voz era tan bajo que no podía decir si era de su tío o no.

Después de bloquear a Tia y Tina, Lakyus abrió las puertas ella misma.

El interior de la habitación era muy diferente de su exterior.

La habitación estaba llena de muebles exquisitos y pesados, mucho más lujosos que la posada de Lakyus. Para ser honesto, eso la asustó. Esta posada era terriblemente sospechosa después de todo.

Ni siquiera habían terminado de inspeccionar toda la habitación cuando una voz se dirigió hacia Lakyus.

“¡Aw, Lakyus! ¡Mucho tiempo sin verte!”

“Tío…”

Esa era de hecho la voz de su tío.

Lakyus cerraba las puertas con fuerza hacia la dirección de dónde provenía la voz de su tío.

“¿Q-qué está pasando, Lakyus?”

Gagaran era la primera en hablar.

Todas debían haber escuchado la voz de su tío ya. Era difícil para ella decir que nada estaba mal después de esa exhibición.

“Chicas, creo que debería reunirme con mi tío sola después de todo.”

“Esta chica… ¿Estás hablando en serio incluso después de que vinimos hasta aquí?”

La voz estupefacta de Evileye era de esperarse.

Lakyus miraba las expresiones de sus compañeras. Evileye había hablado como su representante, pero podía decir que las otras tenían el mismo pensamiento solo por sus expresiones.

Entonces…

“Haah, chicas. Déjenme aclararlo. Mi tío es un individuo extraño.”

“¿El líder de Red Drop?”

Lakyus se ponía seria como se esperaba de una líder y asentía al escuchar lo que Tina había dicho, luego miró a las demás. Estaban confundidas, pero después de conocer a Lakyus durante mucho tiempo, sabían que era honesta. Después de haber analizado sus expresiones, Lakyus volvió a abrir la puerta.

Había una chaise longue de terciopelo brillante en la habitación.

En él estaba sentado un hombre, un hombre que ella conocía bien. Era Azuth Aindra en carne y hueso.

Su torso superior estaba completamente expuesto, uno podía distinguir claramente sus abdominales bien definidos y sus pectorales hinchados. Esta no era exactamente la forma en que uno debía presentarse frente a su cliente, pero no era la razón por la cual Lakyus impedía que sus compañeros avanzaran.

Sobre el cuerpo de Azuth, a su izquierda y derecha, había dos mujeres medio desnudas acurrucadas junto a él.

No, no podían considerarse medio desnudas. Sus pechos voluptuosos estaban completamente expuestos y aunque usaban ropa interior, eran solo cuerdas que apenas cubrían nada.

Por sus apariencias, parecían ser escoltas de clase alta.

Trajes eróticos que probablemente se habían quitado recientemente se hallaban esparcidos por el suelo. Azuth sostuvo a ambas mujeres en cada uno de sus brazos, sus manos estaban agarrando sus senos, frotándolos.

“Tío… Tu sobrina fue convocada aquí por el mismo cliente. ¿No puedes darme la bienvenida de una manera más apropiada?”

Dijo Lakyus.

Sin embargo, las manos de Azuth no dejaban los senos de esas mujeres mientras él continuaba acariciándolos sin pensarlo mucho. A las mujeres no parecía importarles en absoluto el grupo de Lakyus, sino que simplemente continuaron con sus suaves gemidos.

Esta actitud honestamente enfureció un poco a Lakyus. Si estas mujeres hubieran sido adquiridas por su cliente, a Lakyus le gustaría hablar con ellas.

“Naaah, pensé que vendríais un poco más tarde. Uhh, en realidad no lo estoy haciendo en la cama, así que ¿Por qué debería importar?”

“¡Por supuesto que debería!”

Lakyus no se molestaba en darse la vuelta para comprobar las expresiones de sus compañeras.

“¿De Verdad?”

Azuth tenía una expresión confusa, pero no dejaba de frotar a las mujeres.

“¡Eres demasiado inflexible en tu forma de pensar! Está en la naturaleza de cada hombre querer follar a mujeres hermosas. Mis hijos probablemente también nacerían con el mismo regalo. ¿No sabes que es importante asegurar que nuestra línea de sangre continúe?”

“Hmmm, a pesar de que eres de alta cuna. ¿Este tipo de mentalidad está tan profundamente arraigado en tu corazón?”

Al escuchar lo que Evileye había dicho, Azuth ponía una expresión de disgusto y la miraba. Aunque podían sentir una sensación de presión solo con su mirada, ningún miembro de Blue Rose retrocedió. Para Evileye se sintió como una brisa suave. Ella continuó.

“Haaah. Solo por tu expresión puedo decir que acerté. Te llaman héroe pero no eres diferente de un niño. En realidad ¿Podría ser que la razón por la que abandonaste tu condición de noble y elegiste la vida de un aventurero fue precisamente por ser el tipo de persona que eres? De todos modos, esta no es una actitud para recibir clientes. Damas, dejadnos solos.”

“¿Qué pasa con esta niña?”

La mujer tendida a la derecha miraba a Evileye.

“Haaah, qué molestia. Oye, Aindra… ¿La habitación de ese lado todavía está vacía?”

Evileye señaló hacia una puerta que no era la del pasillo.

“Ahhh. Esa es una habitación, ya la he comprobado.”

“¿Es eso así? Entonces envíalas allí.”

“¿Qué pasa con esta niña? ¿Qué está tratando de hacer?”

La mujer de la izquierda miraba a Evileye con expresión enojada.

“No la gran cosa ahora, solo eres una mocosa que ni siquiera se atreve a mostrar su cara.”

“Haaah. [Encantar Persona]. Fuera.”

“Ah, sí. Entendido.”

La mujer de la izquierda se levantaba de inmediato, lo que provocaba que la mujer de la derecha adoptara una expresión de sorpresa con la boca abierta.

“Tú también. No te olvides de la ropa en el suelo.”

Antes de que la mujer pudiera responder, su [Encantar Persona] ya había sido lanzado. Las mujeres entraron obedientemente a la habitación contigua.

Azuth hacía un puchero y levantaba los hombros. Desde la perspectiva de un aventurero, lo que Evileye había hecho no era diferente a alguien que desenvainaba su espada, sin embargo, no parecía culparla por ello. Aunque ella no quería admitirlo, Evileye lo consideraba bastante indulgente por eso.

“¿Eran ellas?”

“También fuimos entrenadas para hacer esas cosas en aquel entonces. Las mujeres que no estaban dotadas de poder en bruto o talentos arcanos solo podían recurrir a su feminidad. Aunque Gagaran no puede identificarse con esto en absoluto, aún así explicaré sus métodos. Primero…”

Evileye se desconectaba de la explicación de Tia y hablaba con Lakyus.

“Sería problemático si no hacía eso primero. Bueno, ya no te interrumpiré con este tema. Habla de lo que quieras, supongo.”

“Gracias, Evileye. Ahora bien… Haaa…”

Ya estaba agotada antes de decir una sola palabra.

“Ahora tío, nuestro cliente esta vez es extremadamente sospechoso. ¿Quién es?”

“¿Hmm? Oye oye. ¿Has venido aquí sin saber eso? Hmm, es alguien con una organización masiva detrás, probablemente.”

“¿Probablemente? Hablando de eso ¿Es alguien con quien estás familiarizado?”

“No lo he conocido en persona. Si tuvieran buenos modales, me habría dado su nombre. Hmmm, si tiene la intención de ocultar su identidad, entonces…”

Azuth sonreía.

“Debe ser alguien sospechoso. Así que. ¿Qué planeas hacer?”

“¿Qué quieres decir?”

“Si quieres huir, abandona este lugar. Puedes usar el camino que planeé.”

“No tenemos la intención de irnos.”

Lakyus sentía la mirada de sus compañeras sobre ella.

“Pfff. Piénsalo bien. El ejército del Rey Hechicero ha matado a todos los civiles en su camino hacia aquí y arrasó las ciudades también. Pensar que la capital sería diferente sería demasiado ingenuo.”

“¡Entonces tío, luchemos juntos!”

“Es imposible. Debido a que no confirmé su poder directamente, no podría decirlo con certeza. Pero si todos los rumores son reales, yo… Nosotros no podemos ganar contra ese tipo. Solo un monstruo podría luchar contra ese monstruo, sería imprudente que los humanos intervinieran.”

Azuth suspiraba cansado. Lakyus nunca había visto a su tío así.

“Sabía que esto era una pérdida de tiempo, por eso no traje al resto del equipo. También le dije a mi hermano que huyera.”

“Pero… Ninguno de ellos lo hizo, ¿verdad?”

“Haaah. Son un montón de idiotas. Pero, él puso a su hijo bajo mi cuidado. Fueron llevados por mis compañeros al Consejo de Estado y probablemente ya estén allí.”

Justo cuando las emociones complicadas surgían en el corazón de Lakyus, Tia la llamaba nerviosamente. Al mismo tiempo, la voz de un hombre llegaba desde el corredor.

“¡Veo que todo el mundo ha llegado a tiempo!”

Las tres que habían estado de pie junto a la puerta, Tia, Tina y Gagaran, parecían haber sido empujadas por un poder invisible hacia la habitación. Un hombre y una mujer las siguieron.

El que caminaba delante era un hombre joven.

Sus diez dedos tenían anillos que los adornaban. Una suave sonrisa brillaba en su rostro.

Detrás de él había una mujer cansada. Su ropa estaba suelta y caminaba de una manera que decía que no quería caminar en absoluto. Llevaba un sombrero inusualmente gigante, el cual estaba cubriendo la mayor parte de su rostro.

Lakyus aumentó su vigilancia.

Sus compañeras estaban siendo reprimidas a nivel biológico, es decir, solo por poder puro. Ambos visitantes eran capaces de darle a la aventurera de rango Adamantita, Lakyus, un susto que no podía expresar con palabras.

Sin embargo, una vez que apareció la persona detrás de ellos, la atmósfera cambió más que nunca.

El cuerpo gigante de ese hombre se abría paso lentamente en la habitación. Su atuendo era como el de un bárbaro con hacha. Una intensa y abrumadora presión emanaba de él que los hacía sentir como si el espacio a su alrededor estuviera siendo distorsionado.

Los dos delante de ellos eran realmente fuertes.

Pero ese hombre era mucho más poderoso que los dos.

Lakyus no podía moverse, era como si la estuvieran sofocando.

Como aventurera de rango adamantita, había derrotado a numerosos monstruos y semihumanos poderosos, pero todos palidecían en comparación con este hombre. Incluso podía ser más fuerte que el demonio con calavera que apareció durante el disturbio de Jaldabaoth.

Ese hombre era probablemente el guardaespaldas de esos dos.

Gente tan fuerte como ellos, si no pertenecieran a ninguna organización, inevitablemente provocaría la propagación de rumores sobre ellos. Si ese fuera el caso, lo que había detrás de ellos debía ser una enorme organización a nivel nacional para ser capaz de ocultar información sobre ellos por completo.

“…Hicimos bien al traer nuestro equipo.”

“…Cada uno de ellos es más fuerte que nosotros.”

“Haaah. No recuerdo haber oído hablar de personas como ellos en el Reino.”

“Oye oye oye, llegan tarde, así que no difundan esa aura peligrosa. ¿La gerencia les ordenó que hagan algo tan aburrido?”

La mujer a la que Azuth se quejaba objetó.

“Traer prostitutas, qué impresionante, viejo. Aunque este no es un hotel de ese tipo.”

Azuth respondió en especial a ella,

“Hmph, este lugar fue la razón exacta por la que las llamé, quería que todos estuvieran tan disgustados como yo.”

La mujer rechinaba los dientes y adoptaba una expresión que era difícil de ver.

Ella no se oponía a lo que Azuth había dicho, lo que significaba que esta posada estaba realmente conectada con ellos. Solo había dos países que tenían la capacidad de establecer organizaciones a nivel nacional. Uno era el Consejo-Estado, el otro era la Teocracia.

Este último era mucho más probable.

“Bueno, bueno, si todos terminan esto ahora mismo, estaría muy feliz.”

“Quie-chan… Haaah, Quie-chan es el protagonista esta vez, así que solo te escucharé.” (NT: Quiesce es el hermano de Clementine)

Después de ser regañada por el caballero, la mujer se obligaba a encogerse de hombros y asentir.

“Azuth-sama tiene toda la razón. Se tomó un tiempo de su apretada agenda para reunirse con nosotros, pero fuimos los últimos en llegar. Me disculpo con su estimada persona.”

“Hmph.”