The Novel’s Extra

Capítulo 356: Nombre Final (Parte 4)

[Barrera de Baal]

Yi Yeonjun apareció de la nada como un fantasma. Me quedé junto a la Jefa y la miré. Estaba parada a unos 20 pasos de nosotros.

“… Ha pasado un tiempo”, dijo Yi Yeonjun con una amarga sonrisa.

Miré a la Jefa. A pesar de sus intentos de parecer tranquila, pude ver que estaba teniendo emociones encontradas.

“….”

La Jefa miró a Yi Yeonjun sin decir nada. Aunque ella ya sabía la verdad sobre Yi Yeonjun, que él era quien arruinó su vida, ella no podía llegar a odiarlo de todo corazón.

Y yo sabía de dónde venía. Los dos habían pasado 20 años de su vida juntos; por supuesto, era difícil para ella negar esas dos décadas al instante.

“Jefa”.

Puse mi mano en el hombro de la Jefa. Ella me miró a mí. Su expresión aún era fría. ¿Era porque intentaba ocultar sus sentimientos? O tal vez porque ni ella misma sabía cómo se sentía ahora mismo.

“Me gustaría hablar contigo de algo”, anunció Yi Yeonjun.

La Jefa dirigió su mirada hacia Yi Yeonjun.

“¿Qué pasa si no estamos interesados en lo que tienes que decir?” preguntó Jain, estudiando la cara del jefe.

Jain cambió la forma de su brazo por la de una hoz. Ahora su brazo se parecía a la hoz de Kurukuru.

Esta era la técnica secreta que Jain había desarrollado para aumentar su fuerza física. Ella llamó a esta técnica [Monstruoficación]. No era un proceso de despertar en sí, sino una elaborada imitación del cuerpo de un monstruo humanoide.

“… Muévete. No eres tú la que me interesa”, contestó Yi Yeonjun sin rodeos.

Jain dijo riendo: “Bueno, eso es obvio, pero…”

“Y tampoco es Byul.”

“¿… ?”

Jain frunció el ceño. Primero miró a la Jefa, y luego a mí.

Una extraña sensación me envolvió mientras miraba a Yi Yeonjun.

“… Tú.”

Yi Yeonjun levantó su brazo y me señaló. En ese momento me di cuenta de que mi sensación de incomodidad había surgido de la mirada de Yi Yeonjun.

La forma en que dijo el nombre de la Jefa al principio no era más que una distracción.

Desde el principio, sus ojos se dirigieron únicamente a mí.

“Kim Hajin. Me gustaría hablar contigo.”

La Jefa no pudo mantener la calma por más tiempo. Su cara se retorció de ira y extendió su sombra hacia Yi Yeonjun.

*Whish-*

Un estridente sonido atravesó el aire. Yi Yeonjun no esquivó. Dejó que su sombra penetrase en su carne y continuó hablando.

“Es importante.”

“… Tú.”

La Jefa finalmente se quedó sin paciencia y se adelantó.

“¿No tienes nada que decirme…?” Preguntó la Jefa con voz temblorosa.

El volumen de su voz era apenas consistente, y sus palabras se desvanecieron antes de llegar al final de su frase.

Yi Yeonjun miró fijamente a la Jefa durante un rato y luego agitó la cabeza. En ese momento la cara distorsionada de la Jefa cambió. Ahora parecía fría e incluso apática.

“Kim Hajin”. Yi Yeonjun volvió a decir mi nombre.

“Realmente no tengo ganas de charlar contigo.” Agité la cabeza. No estaba seguro exactamente de lo que estaba tratando de hacer, pero no planeaba dejar que las cosas salieran como él quería…

Sin embargo.

Cuando Yi Yeonjun dijo lo que dijo a continuación…

“¿Y si digo que es sobre tu novela?”

Mi cerebro se congeló y mi respiración se detuvo. Sentí como si mi corazón hubiera dejado de latir.

*¡Whist-!*

Un sonido familiar sonó. La sombra de la Jefa había alcanzado de nuevo a Yi Yeonjun. Esta vez, la sombra perforó el área cerca de la clavícula de Yi Yeonjun.

“Jefa”.

Detuve a la Jefa y di un paso adelante. No estaba seguro de cómo Yi Yeonjun se enteró de la novela, pero sabía que tenía que mantener su boca cerrada.

“… Hajin.”

La Jefa me agarró de la muñeca. Sus ojos estaban llenos de ira y dolor. La apatía de Yi Yeonjun la enfureció más que su propia traición.

“… Lo sé.”

Miré a los ojos de la Jefa.

“Sé lo que estás tratando de decir. Pero por favor, dame un minuto”.

Suavemente, solté la mano de la Jefa alrededor de mi muñeca. Su pesada respiración pronto desapareció, y volvió a poner un rostro indiferente.

“Gracias. No tomará mucho tiempo”, le dije a la Jefa y comencé a caminar hacia Yi Yeonjun. Jain se apartó de mi camino.

“…”

Yi Yeonjun me miró fijamente con los ojos vacíos. Sus ojos estaban completamente vacíos. Tal vez hubo días en que esos ojos aterradores brillaban de inocencia; tal vez desde el principio estuvieron vacíos.

Cuando me acerqué, Yi Yeonjun volvió a hablar.

“Necesitamos un espacio privado, ¿no crees?”

“… ¿Qué?”

De repente, la oscuridad bajo mis pies se elevó y nos tragó a los dos. La oscuridad formó un espacio distinto y me encontré cara a cara con Yi Yeonjun.

Era una barrera dentro de una barrera, por así decirlo.

***

[Barrera de Baal]

“¿Hmm? ¿Kim Suho? Y… Caballera Comandante Shin Jahyuk, ¿tú también?”

Tomer alternó su mirada entre Kim Suho y Jin Sahyuk. Kim Suho estudió la cara de Jin Sahyuk. Mientras Tomer parecía contenta de ver a Jin Sahyuk, Jin Sahyuk parecía bastante incómoda, rascándose torpemente la nuca.

“…. Ah, mis disculpas. Jaja. Quise decir ex- Caballera Comandante Shin Jahyuk”.

Cuando Jin Sahyuk no respondió, Tomer corrigió su error. Jin Sahyuk soltó una tos seca y apartó sus ojos de Tomer.

“¿Hmm? ¿Ex- Caballera Comandante?”

Kim Suho miró a Jin Sahyuk. ¿Ex- Caballera Comandante? Entonces, ¿eso significaba que Jin Sahyuk era la Caballera Comandante de Crevon? Jin Sahyuk, ¿quién preferiría morir antes que trabajar para otros?

“Ugh.”

Jin Sahyuk suspiró e insinuó a Kim Suho que no se lo preguntara.

“Bueno… de todos modos.”

No es que nada de eso fuese importante. Ahora no era el momento adecuado para complacerse con el pasado de Jin Sahyuk.

“Nos vemos luego, porque…”

Pero resultó que tenían un invitado más. ¡Chwaaaaaaa-! El viento arremolinándose cortó las palabras de Kim Suho, y pronto apareció una mujer de largo cabello rubio.

Era Rachel.

“Guao. Rachel, ¿también estabas aquí?”

Chae Nayun, que había estado mirando a Jin Sahyuk todo este tiempo, abrió los ojos con sorpresa ante la aparición inesperada.

“Ooh. ¡Rachel! ¡Cuánto tiempo sin vernos!”

Tomer, que ya conocía a Rachel en Cube y trabajaba con ella en Crevon, recibió a la elementalista con los brazos abiertos.

“… Sí, es bueno verte de nuevo. ¿Sol? Ayúdalos, por favor.”

Rachel saludó a Tomer con una mirada bastante solemne, y bendijo a la tripulación con las “Bendición de los Espíritus”.

… En ese momento.

¡—————!

Baal rugió como si hubiera estado esperando este momento. Su rugido era más que un eco; era físicamente visible. Pronto la energía demoníaca de Baal llegó a ellos como un tsunami.

*¡KWAAAAA-!*

La ola de energía demoníaca surgió de todos lados. Kim Suho agarró a Misteltein antes de que la ola lo consumiera.

Y entonces, Misteltein dibujó un arco en el aire.

Kim Suho empuñó su espada una sola vez a una velocidad que no podía ser detectada a simple vista. Ese único ataque borró completamente toda la energía demoníaca como si nunca hubiese existido en primer lugar.

Kim Suho había cortado el ‘hecho’ de que Baal había liberado energía demoníaca. Ese era el poder de la técnica secreta que había aprendido en sus dos rondas de Iluminación.

Con su primera Iluminación adquirió el Don Santo de la Espada, y con la segunda aprendió la técnica de espada secreta contenida en Misteltein.

Pero en realidad, había sido capaz de manejar esta técnica desde el principio. La descripción de su capacidad para ‘cortarlo todo’ era una pista decisiva.

Su poder, la habilidad de cortar todo lo que quisiera.

En el pasado, indirectamente restringió su poder pensando que sólo podía cortar seres y objetos físicos. En otras palabras, el problema era su forma de pensar. Nunca pensó en cortar lo que creía que no podía ser cortado. Pero ahora aprendió a pensar fuera de la caja e incluso a reducir las nociones abstractas.

Por supuesto, Kim Suho sabía que esta técnica por sí sola no bastaba contra Baal.

Si pudiese moverse un paso más allá de sus propios límites y entrase en el estado de esgrima definitiva…

Entonces finalmente podría cortar a Baal.

“… Tú.”

Jin Sahyuk se volteó hacia Kim Suho con una mirada de sorpresa. Chae Nayun y los demás simplemente pensaban que la espada de Kim Suho había cortado la energía demoníaca, pero Jin Sahyuk lo sabía mejor. Como portadora de la Manipulación de la Realidad, reconoció inmediatamente la Autoridad de Kim Suho.

Su poder podría interferir con las leyes del mundo. Era una habilidad adecuada para el personaje principal. Naturalmente, la mente de Jin Sahyuk se desvió hacia la novela que Yi Yeonjun había mencionado antes.

“No te hagas ilusiones.”

Pero Shin Jonghak interrumpió el hilo de pensamiento de Jin Sahyuk. Agarró la Lanza del Conquistador y pasó por un lado de Kim Suho. Kim Suho se dio la vuelta sólo para mirar hacia atrás a Shin Jonghak. Al mismo tiempo, podía sentir la fuerza desconocida que rodeaba a su antiguo rival.

“¿Quieres apostar?”

*¡KOOOONG-!* La Lanza del Conquistador golpeó contra el suelo. Shin Jonghak se puso de espaldas a todos. Mirando hacia adelante, continuó sus palabras.

“Sobre quién será el primero en asesinar a Baal.”

Aunque Shin Jonghak hablaba en serio, Jin Sahyuk lo encontraba gracioso. Después de todo este tiempo, ¿cómo es posible que siguiera creyendo que era ‘el personaje principal’? Parecía que Shin Jonghak no había cambiado mucho, incluso después de conocer a su abuelo y heredar su legado.

Pero Kim Suho respondió con una sonrisa.

“Claro. Hagamos una apuesta”.

“¿Cuál será el premio?” Preguntó Shin Jonghak mientras miraba a Chae Nayun. Desafortunadamente, Chae Nayun no se dio cuenta.

Después de algunas deliberaciones, Kim Suho abrió la boca.

“Mm… ¿Qué te parece si el perdedor llama al ganador Hyung durante un mes?” (NT: Hyung, lo usa un hombre para referirse a otro hombre que es mayor que el.)

La sugerencia era bastante aleatoria, pero Kim Suho hablaba en serio.

Era al menos 10 años mayor que los demás. Desde hace tiempo que quería escuchar a sus amigos llamarle ‘Hyung’ u ‘Oppa’.

“…”

No era difícil inferir la respuesta de Shin Jonghak a partir de la mirada distorsionada de su rostro. No hay manera de que te llame ‘Hyung’ – decía su expresión.

“No importará si ganas. ¿Qué, tienes miedo?”

Pero no soportaba la provocación de Kim Suho.

Shin Jonghak agitó la cabeza.

“Hagámoslo”.

El poder mágico de Shin Jonghak envolvió la Lanza del Conquistador. Kim Suho también agarró su espada, Misteltein.

“Muy bien, hagámoslo. Mantente vivo, ¿de acuerdo?”

Ellos relajaron el ambiente con una conversación ligera y solidificaron su determinación una vez más.

Ahora estaban listos para partir. Kim Suho dio un paso adelante…

En ese momento.

Una voz llegó a los oídos de Kim Suho.

-Kim Suho. ¿Puedes escucharme?

“¿Eh? ¿Kim Hajin?”

Kim Suho murmuró sorprendido. El nombre llamó la atención de todos a la vez. Chae Nayun, en particular, agarró la muñeca de Kim Suho apresuradamente.

“¿Qué? ¿Acabas de decir Kim Hajin? ¿Dónde está?”

En ese momento, Kim Hajin dijo sus siguientes palabras.

-Oye, ven a salvarme.

Era una llamada de ayuda.

***

[París, Francia]

*¡Whiiish-!*

Ah Hae-In silbó. Era una señal para llamar a su bestia divina. El silbido con poder mágico alcanzó al Dragón Celeste en el cielo, y el dragón descendió solemnemente.

-¡Krrr!

Satisfecho con el cielo azul despejado, el Dragón Celeste resopló contento. Monstruos voladores como las gárgolas que una vez cubrieron el cielo habían sido aniquilados por el Dragón Celeste.

Ah Hae-In acarició suavemente la boca del dragón, y luego se acercó al Gran Mago de pie en medio de las ruinas.

“… Gran Mago-nim.”

Era emocionante poder decir ‘Gran Mago’ en voz alta. Sus habilidades, de las que ha sido testigo hoy, coincidían con el nombre.

Ah Hae-In continuó, tratando de reprimir sus emociones desbordantes.

“Es un honor luchar a su lado.”

“Oh, por favor.”

Oh Jaejin sonrió suavemente y dobló sus rodillas como si estuviera tratando de sentarse. Restos de un banco roto esparcido en el suelo se arremolinaron hacia él. Ellos rápidamente se reconstruyeron en la forma de un banco, y Oh Jaejin se desplomó sobre la pieza reparada.

Una vez más, Ah Hae-In quedó impresionada.

“De la misma manera, es un honor luchar junto a una maga talentosa como tú. Es simplemente asombroso que te hayas convertido en una maga de 9 estrellas con solo invocaciones mágicas”.

“… Me halaga.”

Tal vez sólo intentaba ser amable. Aún así, Ah Hae-In no pudo resistirse a que su cuerpo se balanceara de alegría.

Oh Jaejin continuó con una sonrisa, “Pero me estoy acercando a mi límite. Siento que mis pensamientos se dispersan, y cada minuto que pasa me cuesta respirar. Tú y los otros magos tendrán que tomar mi lugar después de esto. Quizás mis viejos amigos te echen una mano. Si es que pueden permitírselo”.

Ah Hae-In sabía lo que Oh Jaejin quería decir con sus ‘viejos amigos’. Pero solo cuatro de las Nueve Estrellas seguían vivos…

-Maga Ah Hae-In, ¡debes ir a Seúl ahora mismo!

De repente, una voz urgente sonó desde el reloj inteligente de Ah Hae-In.

El propietario de la voz era Kim Sukho, ex Presidente de Corea y actual Presidente de la Asociación de Héroes.

“Sr. Presidente, aún me ocupo del incidente de París.”

-¡Ese no es mi problema! ¡Maldita sea, los demonios están invadiendo mi búnker! Ven inmediatamente…

Entonces, lo que quiso decir es que necesitaba que ella viniera a salvarlo. Ah Hae-In bajó el volumen de su reloj inteligente y miró a Oh Jaejin.

Oh Jaejin sacudió su cabeza con una pequeña carcajada.

“No ha cambiado nada.”

Eso era todo lo que necesitaba.

Ah Hae-In sonrió y gritó con voz urgente.

“¡Oh, no! ¡Los demonios están volviendo a la vida!”

-¿Qué? ¿Qué acabas de decir? No, espera, no importa. Solo ven aquí ahora mismo…

La voz de Kim Sukho se interrumpió.

Ah Hae-In se quitó el reloj de su muñeca y lo tiró al suelo. Luego dirigió su mirada al último demonio en el centro de las ruinas.

Astaroth parecía un caballero con armadura. Miró a Oh Jaejin con una gran espada en la mano. Oh Jaejin hizo frente a la mirada del demonio desde el banco.

“Bueno, entonces… ¿podemos seguir?”

Oh Jaejin se levantó. Los ojos de Astaroth siguieron a Oh Jaejin. El demonio reconoció la fuerza del ser humano frente a él y planeaba enfrentarlo con todas sus fuerzas.

“Permítame ayudarle.”

Un hombre que era tan fuerte como un demonio.

Agradecido y conmovido por el hecho de que tal hombre estaba del lado de la humanidad, Ah Hae-In siguió a Oh Jaejin.

KJun: Revisado y Corregido.