Amagi Brilliant Park

Volumen 5

Capítulo 1: Adachi Eiko No Es Una Adulta

Parte 10

Cuando él llegó detrás del escenario, Macaron encontró a Seiya, Isuzu y Tricen esperándolo.

—¿Cómo te fue?; Seiya preguntó, ansiosa.

—No sé cómo decirlo. Pero tu juicio no estaba lejos, Kanie-kun. El viejo bastardo era bastante razonable, ron.

—Dime a groso modo lo que paso.

—No estoy seguro de si puedo decirlo. Yo no lo he resuelto completamente, Ron. Bueno … creo que se dio cuenta de que estaba siendo un imbécil, al menos, ron.

—Hmm …

—¿Eso es suficiente, ron? Me gustaría salir de aquí sí puedo. Puedes encargarte del resto; Él agitó sus rechonchos brazos para mandar a volar si rigidez, luego se dirigió hacia las escaleras que conducían al pasaje subterráneo.

—Macaron. ¿A dónde vas?; Preguntó Isuzu.

—A trabajar, ron. Suponiendo que no estoy despedido aún; Respondió.

—Apenas pude pasar tiempo con los invitados hoy, así que pensé que usaría mi última canción para desahogarme; Con una risa ligeramente amarga, Macaron bajó las escaleras.

Con esta posibilidad de ser su última actuación, él pensó en hacer su amado gangsta funk, pero se abstuvo. En lugar de eso, decidió interpretarlo con la canción de Amaburi—una melodía de violín orientada a la familia y perfecta para un parque de diversiones. Después de haber tomado una decisión, le dio sus instrucciones al personal.

—¡Ron! ¡Bienvenidos a mi teatro de música!; Gritó mientras se levantaba el escenario, saludando a los clientes cuando la melodía comenzó a sonar.

—¡Sorcerer’s Hill es una tierra de sueños! ¡Pero se vuelve un poco aburrido sin mis canciones! ¡Cuando eso sucede, el Hada de la Música está aquí para ayudar! ¡Les voy a dar el momento más divertido que hayan tenido! ¡Vamos! ¡Miren mi técnica incomparable! pensó, y luego girando el violín como una guitarra, comenzó a tocar.

Oh, Dios de la música … nunca había tocado así antes. Mi arco parece estar corriendo a través de las cuerdas. ¿Es este el sabor de la soledad? Dicen que hay cosas que solo descubres después de una gran pérdida. ¿Es esto lo que quieren decir?

Ron, ron, a- rooon … Es cuando te sientes vacío dentro que la verdadera música te sonríe. Y ahora mismo ¡Dios está de mi lado, ron! Mueve el escenario a la derecha, mueve el escenario a la izquierda. Luego taxi a la victoria (lo que sea que eso signifique).

Los invitados parecían fascinados por la conmovedora actuación de Macaron.

—¡Ron, ron, roooon!; ¡Escúchenme, audienci miaa! ¡Este es el grito de mi alma, ron!

—¡Roooooooooon!; La música terminó.

El público estalló en aplausos. Era casi la hora de cerrar, por lo que no había mucha gente allí, solo alrededor del 60% de los asientos estaban ocupados, pero fue el aplauso más atronador que había escuchado. Podría haber sido la mejor actuación de su vida.

—resoplido … resoplido …; Él levantó el violín y el arco, y se bañó de aplausos. Entonces, de repente, la vio. Lalapa estaba allí, sentada en un rincón de los asientos de los espectadores.

—¿Lalapa?

Como los otros invitados, ella estaba aplaudiendo. Ella también estaba radiante de orgullo. Era como si ella estuviera diciendo a los que la rodeaban

—¿Vieron eso? ¡Ése es mi papá!

—¡Lalapa!; Macaron saltó del escenario y corrió hacia su hija. Los invitados miraron en shock, pero a él no le importó.

—Lalapa, lo siento. He sido tan estúpido, ron…; Dijo, abrazándola con fuerza.

—Oye…ya basta; Protestó ella.

—Me iba a ir, P-pero Eiko-san me detuvo… Ella dijo, “al menos ve a ver la actuación de tu padre…”

Así que eso fue lo que fue, ¿eh? ¡Gracias, Eiko!

—Y-y … N-no fue malo; Lalapa dijo, mejillas rubor rosa.

—Lalapa.

—Vamos, cálmate, ¿De acuerdo? Estas hiriéndome. Déjame ir.

—No, ron.

—¿P-papá?

—No se trataba de las rosas blancas y esas cosas ¿Verdad? ¡Solo tuve que abrazarte fuerte, ron!; Eso era correcto. Cuando ella dijo que se iba, él debería haberla detenido.

—Te amo, Lalapa.

—Y-Ya para …

—No lo haré. No lo haré, ron.

—En serio, es vergonzoso…

—¡Tonterías!” Le dijo a ella.

—¡No estoy avergonzado, ron!

—Oh, por favor…; Después de un momento, Lalapa sonrió torpemente.

—Eres tan tonto.

—Sí, lo soy. Tu padre es muy estúpido, ron; Incluso cuando los espectadores comenzaron a marcharse, Macaron continuó aferrándose a su hija.

***

Al día siguiente, en la sala de descanso durante el almuerzo …

—¿Así que…? ¿Qué sucedió después, mii?; Preguntó Tiramii, mientras devoraba el almuerzo de su tienda de conveniencia.

—Ron…; Con una sonrisa triunfante, Macaron hizo una pose.

—Por supuesto, la bañé con cariño. Tuvimos comida italiana para cenar, fuimos a un café abierto durante todo el día y compartimos una agradable bebida. Je je je je.

—Moffu. Haces que parezca indecente, fumo; Dijo Moffle mientras masticaba una croqueta de Saigo-tei.

—Sí. Suena como una cita pagada, mii.

—…No iba a ir tan lejos. Pero Lalapa puede haber tenido un lado dulce después de todo, fumo … enamorada de un mal padre como tú.

—Heh. Soy inmune a tus insinuaciones, Ron. Esto es algo que los solteros no pueden entender, ron.

—Hmph. Tampoco querría, fumo.

—¿Entonces, qué? ¿Lalapa ya se fue a casa, mii?

—Si, ron. Me he despedido de ella esta mañana, ron.

—Hmm…que mal. Si se hubiera quedado un poco más, la habría fantaseado como a una mujer mayor; Susurró Tiramii.

Macaron estaba sobre él a la velocidad del rayo.

—¡Como si te lo hubiera permitido! ¡Pon una mano en Lalapa y te arranco las orejas, sucio bastardo hijo de puta!

—¡Mii! ¡Eso duele, mii! ¡No quise decir eso! Me estas ahogando ¡No puedo respirar! ¡¿Estas tratando de matarme?!

—¡Sí, estoy tratando de matarte, Ron! ¡Di tus oraciones, maldito!

— ¡Miiii!

—Es suficiente, fumo. Tiramii podría estar desesperado, pero todos sabemos que él no pondría una mano sobre Lalapa.

—¡Eso es cierto, mii! ¡Así es, mii! Ah, pero … No lo descartaría, bajo ciertas circunstancias, mii…

—¡Muere, ron!

— ¡Miiiiii!

Mientras los dos luchaban, Kanie Seiya llegó.

—Todos aquí tienen mucha energía, ya veo; Él sonaba disgustado. También se veía un poco cansado.

—Oh, Kanie-kun.

—¿Estás bien? Te ves bastante agotado, ron.

La reacción de Seiya fue de molestia.

—¡Gracias a ti! Después de que te fuiste, me quedé y tuve una larga conversación con Adachi y su padre … Fue tan agotador que casi me desmayé.

—¿Oh, sí? Supongo que apesta ser tú; Susurró Macaron, recogiendo su nariz.

—Por qué, pequeño—

—¿Y?; Macaron interrumpió.

—¿Que me va a pasar? ¿Estoy despedido?

—… Ciertamente me gustaría despedirte, pero no puedo; Dijo Seiya.

—De todos modos, estas a salvo.

—¿Oh, ho?

—Te lo dije desde el principio—Adachi-san es una persona razonable. Tomamos el camino largo para llegar hasta aquí, pero al final, él entendió. ¡Incluso se disculpó con nosotros! Y … bueno, le hice prometer que respondería por el parque en futuras reuniones con la ciudad. No fue exactamente un golpe de suerte, pero el incidente parece haber sido una ventaja para ellos. Por lo menos, el problema de la parada de autobús fue resuelto.

—Hmm…; Macaron reflexionó.

—Aparentemente, él va a cancelar el compromiso; Dijo Seiya.

—Tomará un poco de tiempo … pero creo que eso es lo mejor para ella.

—Hmm.

—Sin embargo, ella todavía va a renunciar.

—¿Qué?

—No por su padre… Fue su elección; Explicó Seiya.

—Parecía pensar que era la única forma de expiar el problema por causar tantos problemas al parque.

—Ya veo… ron…; Macaron se hundió. Fue Eiko quien convenció a Lalapa de quedarse ayer. Si no fuera porque ella trabajara para él, él no habría podido arreglar su relación con su hija. Había querido agradecerle, pero había estado demasiado ocupado como para enviar un solo correo electrónico.

—Moffu. Entonces eso significa que la Task Force ABC está acabada, ¿Eh? Sin Adachi, solo es Task Force BC … lo que lo hace sonar como si estuviéramos trabajando con armas biológicas y químicas, fumo.

—Pensé que el nombre original era problemático…, Admitió Seiya.

—¡Mii! ¡Tendremos que contratar a otra chica cuyo nombre comience con una A, mii! Um … ¡como Ashe-chan!; Tiramii se refería a su jefe de contabilidad.

—¿Puedes convencerla de que lo haga?; Preguntó Seiya, escéptico.

—Ella sostiene las cuerdas del dinero del parque. No hay forma de que lo haga.

—Sí. Ashe- chan es súper aterradora cuando está enojada, mii… físicamente y financieramente hablando.

—Bueno, o tendremos que cancelarlo o alterar el grupo, supongo…

—Eso no será un problema; Declaró Isuzu mientras entraba en la habitación. No la habían visto en toda la mañana, por lo que habían asumido que ella estaba en algún asunto externo.

—¿Sento?; Dijo Seiya, sonando sorprendido. —Pensé que estabas en la escuela.

—No, he estado trabajando. Como te voy a mostrar… Sal, ahora; A instancias de Isuzu, Adachi Eiko apareció tímidamente desde detrás de la esquina. Ella llevaba su uniforme del parque y se movía inquietamente.

—¡Eiko-chan!; Tiramii la saludó alegremente.

—Adachi; Seiya era el menos efusivo.

—Ah…chicos. Lo siento mucho por todos los problemas que he causado. Pensé … que debería tomarme un tiempo libre para pensar, pero…; Eiko bajó la mirada y se quedó en silencio, aparentemente incapaz de decir algo más que eso.

—La convencí de que se quedara en el trabajo; Se jactó Isuzu. Su expresión era la habitual, pero tenía un aire de satisfacción propia.

—¡Bien, mii! ¡Isuzu- chan!

—Elógiame más; Exigió Isuzu.

—¡Eres tan talentosa! ¡Eres increíble! ¡Eres imparable, mii! En realidad, esta vez no hiciste casi nada, pero … ¡Bwuuuh! Isuzu le disparó a Tiramii, luego devolvió su mosquete al almacenamiento.

—Esa última parte fue innecesaria.

—M-Mii … Sigo diciéndote…que a la gente no le gusta las mujeres violentas en estos días…

—¡De todos modos, chicos! Sé que he sido egoísta, pero … ¡Espero que trabajen conmigo!; Eiko se inclinó ante ellos profundamente. Ni una sola persona expresó un argumento.

—Por supuesto; Dijo Seiya.

—Estamos encantados de tenerte.

—Moffu. Trabajaremos hasta las últimas, fumo.

—Bi… Bienvenido de nuevo, mii; Gimió Tiramii, al revivir. Cada uno le ofreció sus mejores deseos.

—Adachi… gracias, ron. Muchas gracias. Puedo contar contigo a partir de ahora ¿Verdad?; Macaron se alegró de que ella haya recuperado su sonrisa. Era una sonrisa de calidez suave, como el sol.

—Sí; Le dijo Eiko.

—¡Muchas gracias!