The Novel’s Extra

Capítulo 343: Banquete Final (Parte 3)

[Síntesis fallida]

‘No me voy a calmar. Espera, eso no está bien. Cálmate’.

Respiré profundamente. La Llave Mística y la Flecha de Luz Lunar de Atenea podrían haber sido destruidas, pero tenía que haber una solución mejor.

-… Oye, ¿estás bien?

Una voz resonó en mi cabeza. Giré la cabeza aturdido. Shimurin y Jain me miraban fijamente.

-Hajin, ¿qué pasa?

No podía escucharlas bien, casi como si estuviese bajo el agua. De repente, sentí sueño. Quizás todo volvería a la normalidad si me durmiera y despertara.

Espera, no, eso solo era huir de la realidad.

“… ¿Qué le pasa? De repente parece que está fuera de sí”.

La voz de Shimurin me despertó. De repente recordé algo. Bien, todavía había algo que podía hacer, aunque me estuviese yendo por la borda.

“Reversión de Tiempo”.

“¿Eh?”

Aunque me dolería mucho, podría retroceder en el tiempo.

“Juu, juu.”

Respiré profundamente. Una vez, dos veces, tres veces…

“¿Qué estás haciendo?”

Shimurin y Jain me miraron extrañamente. Respiré por última vez y me volteé hacia ellas. Usando la Reversión de Tiempo solo para recuperar los artículos destruidos…

Un repentino pensamiento filosófico apareció en mi cabeza. ¿Sería Jain en el presente la misma persona que Jain tres minutos en el pasado?

Agité la cabeza y tiré el pensamiento por la borda.

“Nos vemos en un rato”.

Cerré los ojos y activé la Reversión de Tiempo. El viento soplaba hacia atrás y una sensación de deformación rodeaba mi cuerpo. Cuando abrí los ojos, la [Flecha de Luz Lunar de Atenea] y la [Llave Mística] estaban en mis manos.

“… Jaa.”

Respiré un suspiro de alivio. Mis piernas se rindieron, y volví a caer al suelo. Jain y Shimurin me miraron de forma extraña, pero eso no importaba.

Mirando la llave y la flecha en mis manos, me puse a pensar. ¿Debería intentar fusionarlas de nuevo? ¿O debería estar contento de haberlos restaurado?

En es emomento ocurrió algo extraño.

Una brillante esfera de luz apareció en el aire sobre los artículos. El orbe parecido al sol comenzó a florecer como una flor en ciernes. Lo miré con los ojos abiertos.

Cuando el orbe emitió una luz dorada y deslumbrante, una ventana del sistema apareció.

[La ‘acumulación de suerte’ apilada ocho veces se activa – Reintento Milagroso]

[Durante los próximos 30 minutos, su estadística invariable, ‘suerte’, sube a 9.99.]

***

[Coliseo]

“… ¿Qué pasó con lo que te dije?”

Por otro lado, en la sala de espera del Coliseo, Jin Seyeon le preguntó a Cheok Jungyeong, que estaba en el sofá.

“¿De verdad tengo que traerlos?”

Jin Seyeon le había pedido a Cheok Jungyeong que trajera los muebles del escondite de la Compañía Camaleón, sabiendo lo mucho que Vassago estaba interesado en ellos.

“Sí, te lo dije, nos serán útiles durante nuestra negociación.”

“¿Qué, después de darle una paliza, lo consolaremos dándole algunos muebles y diciéndole que se vaya a casa?”

“… Independientemente de cuál sea el plan, tener más opciones no está mal.”

El Coliseo de Vassago tenía un formato simple. Los aspirantes pondrían sus vidas en peligro para luchar, como los gladiadores. Había diez niveles en el Coliseo, y los desafiantes tenían que superar todos los niveles antes de poder desafiar a Vassago. Su lógica era que sólo aceptaría desafíos de los fuertes.

“Pero no es como si pudiésemos dejar este lugar, ¿verdad?”

Jin Seyeon frunció el ceño ante la pregunta de Cheok Jungyeong.

“¿No tienen a Khalifa? Dile que venga aquí.”

Los desafiantes no podían abandonar el Coliseo una vez que entraban, pero Jin Seyeon y Cheok Jungyeong se ganaron el derecho de invitar a un acompañante después de llegar al nivel 8.

Cheok Jungyeong se levantó del sofá y preguntó.

“¿Conoces a Khalifa?”

“… ¿Perdón? Ah, bueno, la Compañía Camaleón es famosa, después de todo.”

Cheok Jungyeong aún así la miró con desconfianza. Jin Seyeon soltó unas cuantas toses secas y me explicó.

“Hice una investigación de antecedentes”.

“¿Por qué?”

“….”

Jin Seyeon levantó las cejas infelizmente, y Cheok Jungyeong hizo lo mismo.

“¿Crees que puedo confiar en alguien que nos investigó tan fácilmente?”

“… Tsk.”

Jin Seyeon se rascó la nuca. Caminó hasta la cama y se acostó. Cheok Jungyeong sonrió y se recostó en el sofá. Así de fácil, el silencio llenó la habitación.

La sala de espera de los desafiantes del nivel 8 era grande y tranquila. Después de un momento, una suave voz cortó el aire.

“Ustedes asesinaron a mi padre”.

Era la voz de Jin Seyeon.

Cheok Jungyeong murmuró mientras yacía en el sofá.

“… Es bastante común.”

“¿Asesinar gente?”

“En este mundo, es común asesinar y ser asesinado. Tú también deberías saberlo. Piensa en todos los Djinns que mataste. ¿No son humanos también ?”

“….”

Jin Seyeon torció su cuerpo a un lado. Su arco se apoyaba en la cabecera de la cama. Era el mismo arco que había matado a cientos de Djinns.

Jin Seyeon habló con calma.

“Mi padre era mi única familia.”

“Eso también es común. También hay gente que nace huérfana”.

“A veces yo también desearía haber nacido huérfana.”

“… Pft.”

Cheok Jungyeong se rió de repente. Jin Seyeon frunció el ceño y miró a Cheok Jungyeong.

“¿Qué es gracioso?”

“Nada, acabo de recordar algo. Había alguien que solía burlarse de mí llamándome ‘Productor de Huérfanos’”.

“¿Qué?”

“Pujajajaja. Creo que es gracioso. No tienes que reírte si no lo crees”.

Cheok Jungyeong se levantó del sofá, con su gran cuerpo por encima de Jin Seyeon.

Mirándola, Cheok Jungyeong sonrió.

“Si quieres vengar a tu padre, te daré la bienvenida en cualquier momento. No sé si fui yo quien lo mató, pero la Compañía Camaleón es uno solo. Que sepas que también tendrás que arriesgar tu vida”.

Cheok Jungyeong habló con calma. No tenía miedo a la muerte, habiendo pasado la mayor parte de su vida con un pie en el Río Estigia. La cara de Jin Seyeon rápidamente se volvió despiadada. (NT: Río Estigia, en la mitología griega constituía el límite entre la tierra y el mundo de los muertos.)

“… No, gracias. No eras parte de la Compañía Camaleón cuando ocurrió el incidente”.

“¿Ah, sí?”

“Sí, estabas ocupado corriendo por las estepas de Manchu matando gente.”

“Kuhum, ¿sabes algo de eso? No me mires como si fuese un monstruo. Ya no soy el hombre que era”.

“Oh, por favor, incluso hay rumores de que comes carne humana.”

Jin Seyeon puso la sábana sobre su cabeza. Contestó Cheok Jungyeong, casi como si estuviese dando una excusa.

“¿Carne humana? No como cosas que no sean sabrosas. Además, es cierto que cambié. Ese tipo me cambió antes de que me diera cuenta”.

“… ¿Ese tipo? ¿Te refieres a Loto Negro?”

“Sí”.

“¿Qué quieres decir con eso?”

Cuando escuchó el nombre de Loto Negro, Jin Seyeon asomó la cabeza por la sábana. Se sintió atraída por Loto Negro por razones que no entendía.

¿Era admiración, miedo, respeto o rivalidad? No sabía cómo describir sus sentimientos por él. Pero su intuición como la Arquera Divina le dijo que había algo en Loto Negro que se parecía a ella misma.

“Siéntete libre de decirme más.”

Jin Seyeon habló suavemente. Cheok Jungyeong levantó la cabeza. Jin Seyeon lo miraba con expectación. Sin embargo, Cheok Jungyeong sólo sonrió fríamente antes de recostarse.

“Nah.”

“… Solo un poco.”

“No. Hablaré con Khalifa sobre esos muebles, pero no creo que ayuden.”

“….”

Jin Seyeon se rascó la mejilla. Todavía estaba contenta con la información que obtuvo, así que decidió dejarlo en paz y cerró los ojos.

“Buenas noches.”

***

[Castillo de Baal – Salón del Banquete]

Una pieza clásica orquestal seguía fluyendo en el aire mientras Jin Sahyuk miraba fijamente a Yi Yeonjun. Yi Yeonjun continuó mientras miraba más profundamente a los ojos de Jin Sahyuk.

“¿Entiendes qué clase de existencia eres ahora? No eres más que una marioneta”.

“….”

Jin Sahyuk no dijo nada. Simplemente pensó que Yi Yeonjun se había vuelto loco. Pero ella tampoco pensó que él estaba completamente loco.

En ese momento, Shin Jonghak habló.

“Ese tonto debe estar malinterpretando algo, ¿verdad?”

“¿Qué?”

Cuando Jin Sahyuk frunció el ceño, Shin Jonghak sonrió y continuó.

“No sé si es su delirio o un efecto secundario de su don, pero debe creer que este mundo es una novela. Está viviendo mientras cree que lo es”.

Shin Jonghak decía que Kim Hajin era un megalómano que se engañaba a sí mismo pensando que este mundo era una novela que había escrito. (NT: Megalómano, persona que padece un trastorno mental haciendo que se crea socialmente muy importante, poseedora de enormes riquezas y capaz de hacer grandes cosas.)

Sin embargo, Jin Sahyuk sabía que Baal era más que capaz de discernir la realidad de la fantasía. En lo que a ella respecta, era más probable que Yi Yeonjun se hubiese vuelto loco en vez de dudar de Baal.

“… Shhhh.”

A pesar de todo, lo que tenía que hacer era simple.

“¿Dónde está Baal?”

Al buscar a Baal. Ella sabría la verdad una vez que hablara con él.

Yi Yeonjun contestó rápidamente.

“Baal está arriba”.

“¿Qué tenemos que hacer para subir?”

“Necesitas más gente.”

Mientras decía eso, Yi Yeonjun señaló a la puerta del salón del banquete. Jin Sahyuk y Shin Jonghak miraron hacia abajo.

*Kiik- Y en ese momento, la puerta se abrió de golpe. Jin Sahyuk frunció el ceño, y la cara de Shin Jonghak se retorció de alegría.

-¿Huh? ¿Dónde estamos?

En el primer piso del salón de banquetes, Chae Nayun miraba a su alrededor con una gran espada en la mano.

-No estoy segura… ¿algún tipo de fiesta?

La mirada de Yun Seung-Ah recorrió el pasillo.

-Veo a Suho-ssi por allí.

Rachel señaló a una pareja bailando en medio del pasillo. Kim Suho y Aileen también los vieron. Kim Suho no podía escuchar a Yi Yeonjun porque estaba concentrado en el baile. Una vez que llegaron los demás, Kim Suho los saludó con una sonrisa.

-Oye, Suho… ha pasado mucho tiempo.

Yun Seung-Ah miró a Kim Suho desde una pequeña distancia. Ella estaba feliz de verlo, pero no lo mostró en su rostro.

-Ah, sí, realmente ha pasado un tiempo.

Kim Suho se puso de pie y se inclinó un poco. Yun Seung-Ah sonrió amargamente y les contó a ambos sobre con quién se habían encontrado.

-Nos encontramos con Loto Negro.

-¿En serio?

-Sí. Dijo que te está ayudando. ¿Es eso cierto?

-Sí, lo está.

Jin Sahyuk se giró hacia Yi Yeonjun.

Yi Yeonjun abrió la boca, como si estuviese esperando este momento.

“Ahora que hay once de ustedes aquí, deberían poder subir. Adelante. Encuentra a Baal y escuchen la verdad. Entonces, pueden caer en la desesperación.”

Shin Jonghak saltó al primer piso para ver a Chae Nayun, dejando sola a Jin Sahyuk mirando a Yi Yeonjun.
Pero no mucho después, Jin Sahyuk hizo su habitual sonrisa de orgullo.

“Yi Yeonjun… parece que estás equivocado.”

Jin Sahyuk reunió poder mágico en sus manos. Su poder mágico negro se unió como una tormenta y emanó su abrumadora presencia. Su Autoridad ardía al devorar la realidad.

“No me importa cuál sea la verdad. Aunque lo que dices sea verdad, no me importa que este mundo sea una novela”.

*Guoooooo…* Ella extendió la mano derecha ardiente y agarró la cabeza de Yi Yeonjun. Mirando los ojos vacíos de Yi Yeonjun, gritó en voz alta.

“¡No soy una marioneta, sino una reina! ¡Y el que decide eso no eres tú ni este mundo! ¡Soy yo! ¡Yo soy quien decide quién soy! Mientras viva, soy una reina, y eso es todo lo que necesito saber para vivir en este mundo”.

Podía sentir varias presencias desde su lugar en el balcón. Chae Nayun y Shin Jonghak, Kim Suho y Yun Seung-Ah, Aileen y Kim Youngjin…. subieron aún más por la escalera.

Incluso podía sentir a Kim Hajin, vigilándola desde el exterior.

Jin Sahyuk hizo una leve sonrisa.

“¡Soy completamente diferente de ti!”

*¡KOOOONG-!*

De repente, una explosión estalló en medio del salón de banquetes. Yi Yeonjun se esparció en polvo, y Jin Sahyuk miró hacia abajo desde el balcón con los ojos abiertos.

-¡¿Qué ha pasado?! ¿Quiénes son estas personas?

Los hombres y mujeres, que habían estado bailando en el salón, se habían convertido en Caballeros de la Muerte.

“Qué….”

Jin Sahyuk se quedó inmóvil. Miró al primer piso aturdida.

-¡Saquen sus armas, todos! ¡Aileen Unni!
-Sí, lo sé. Yo me encargaré de ello.

Cientos de Caballeros de la Muerte rodeaban al grupo. Pero lo que conmocionó a Jin Sahyuk no era el número de Caballeros de la Muerte o la repentina desaparición de Yi Yeonjun.

Los Caballeros de la Muerte no llevaban casco, así que Jin Sahyuk los reconoció. Incluso si los llevaban puestos, ella no se habría olvidado la insignia de su armadura y escudo.

Una corona de hielo y un lobo.

Ese era el símbolo del reino de Jin Sahyuk, Plerion.

Eran los caballeros de Plerion, que la habían protegido hasta el momento de su muerte.

KJun: Revisado y Corregido.