Tsuujou Kougeki ga Zentai Kougeki de Ni-kai Kougeki no Okaa-san wa Suki desu ka?

Volumen 3

Capítulo 3: Cuando Las Madres Se Reunen, Forman Un Combo. No, No Estoy HablandoDe Un Juego De Puzzles. Algo Realmente Terrible

Parte 2

Como sea.

Fuera de la posada en ruinas estaba el grupo de Masato preparado. Shiraaase también.

Y con ellos había una fila de trece madres vestidas para salir, cargando grandes bolsas llenas de Dios sabe qué.

Dieciocho personas en total. ¡Eran todos miembros del Gremio de Mamá! ¡Conquistemos esta torre!

No, espera.

“¿Mm? ¿Qué está pasando? Siento como si estuviera viendo cosas… Oh, ya entiendo. Alguien debe haberme lanzado un hechizo de ilusión…”

“Masato. Sé cómo te sientes, pero lo que estás viendo es real.”

“No te atrevas a apartar los ojos… No significa que esté creyendo en lo que están viendo los míos, tampoco.”

“A-apenas puedo creerlo yo misma, ¡pero es la verdad!”

“¿De verdad…?”

Sí. Como proclamaban los desalentadores rostros de su grupo, todo era cierto.

La madre de Pocchi y las trece madres de los matones eran, sin lugar a dudas, miembros del Gremio de Mamá. No habían bromeado, se habían unido de verdad.

Masato estaba tan perdido. Él realmente necesitaba que alguien se lo explicara.

“Um, Shiraaase… ¿te importaría?”

“¿Sí? ¿Qué ocurre?”

“Las madres de la ciudad se han convertido en miembros del gremio. La gente que nunca debería estar en un gremio está ahora en un gremio. Usted mismo dijo que sólo los jugadores de prueba o los NPC’s aventureros podían unirse a los gremios. Recuerdo claramente que dijiste eso en el desayuno.”

“Dije exactamente eso. pero no pude terminar mi frase.”

“¿Y el resto era…?”

“‘Pero esta vez, todos los NPC’s de la ciudad podrán unirse.'”

“¿Por qué harías algo así?”

“Pensé que era una buena manera de asegurar los números que necesita el Gremio de Mamá. Esto no es una falta de humanidad básica de mi parte en absoluto. Pero parece que tenía toda la razón sobre tu reacción al ser extremadamente entretenida. Heh-heh-heh.”

“Argh… Realmente lo tienes conmigo… Es el disfrute más visible que te he visto expresar…”

“Así que, por favor, vayan a la torre con esta multitud de madres. Pasaré el día persiguiendo información relacionada con la Rebelión de la Liberación una vez más. ¡Adiós!”

Ella le dio una palmadita en el hombro a Masato, volvió a reírse en su cara y se marchó.

Luego fue reemplazada por Pocchi y sus ayudantes. ”

“Hey, Masato, pareces un poco molesto.”

“¡Claro que sí! …Si tu grupo se hubiera unido al gremio, esto nunca habría pasado…”

“Uh… Sí, pero… Sobre eso… El nombre del gremio es un poco…”

El gremio que Mamako había creado se llamaba Gremio de Mamá, un nombre que los hombres de todas partes se negaban a pronunciar en voz alta. “Es sólo que…” “Sí…” Era demasiado para el grupo de Pocchi. Masato no podía culparlos.

“Bueno, como sea. No nos uniremos al gremio, ¡pero arreglaremos su base por ustedes! ¡Diviértanse asaltando la torre! ¡Adiós!”

“¡Ah! ¡Esp-!”

Los matones de Pocchi se alejaron rápidamente.

Y con eso, la realidad tomó forma. Saber cuándo rendirse era vital. No había manera de detener la situación ahora.

“¡Vamos a conquistar la torre! ¡Vamos, todo el mundo!”

“””¡Sí!”””

A la orden de Mamako, el Gremio de Mamá se puso en marcha.

Pocchi y su banda los despidieron de la entrada de la posada en ruinas. La confianza que todos habían mostrado antes estaba claramente dirigida a las reparaciones de la base.

¡Espera, no! ¡Cuerpos y habilidades afiladas en las primeras líneas de combate pertenecían a este lugar! ¡No es demasiado tarde, tontos! ¡Acompáñenos a la torre! Masato quería gritar.

Pero Mamako habló con él primero.

“Ma-kun, por favor, entiéndelo. Si se unen al asalto a la torre, esa rebelión podría aparecer. Y las madres del pueblo no quieren que sus hijos vuelvan a mezclarse con ellos. ¿Ves?”

“Argh, lo entiendo! ¡Sé que tengo que entender cómo se preocupan los padres! ¡Sé que no puedo ignorar esas preocupaciones! Lo entiendo, ¿de acuerdo?”

“¡Cielos! ¿Finalmente has aprendido a entender cómo se siente mamá? ¡Mamá está tan contenta de ver cómo has madurado, Ma-kun!”

“¡Me alegro de oírlo! Ugh…”

Masato se preguntaba si parte de madurar significaba obligarse a aceptar cosas desagradables.

Y estaban fuera. El Gremio de Mamá bajó la colina y se dirigió hacia la torre.

Masato y Mamako estaban a la cabeza, con Wise, Medhi y Porta justo detrás.

Y detrás de ellos: la multitud de madres.

“Qué clima tan hermoso.”

“Sí, por supuesto. Realmente es un día precioso. ¡Coloqué los futones afuera!”

“Oh, ¿tú también? ¡Yo también lo hice! Y dejé todas las ventanas abiertas para ventilar la casa.”

“Por cierto, la guarnición que me diste el otro día estaba deliciosa. Tendré que recompensarte pronto.”

“Oh, no te preocupes por eso. ¡Hice demasiado! Me alegró que me lo quitaras de las manos. ¡También, hay más de donde vino eso!”

“¡No me molestaría hacerlo de nuevo! Me ahorra la molestia de hacerlo yo misma. Hee- hee.”

Las trece madres los seguían, charlando como lo harían en cualquier esquina.

Un héroe normal. Un sabio. Un Clérigo. Un comerciante ambulante.

Y detrás de ellos, la Madre del Héroe Normal, que de alguna manera se había unido a los chismes, y luego una mamá, una mamá, una mamá, una mamá, una mamá, una mamá, una mamá, una mamá, una mamá, una mamá, una mamá y…

¿Qué estaba pasando aquí?

Esto es tan estúpido… ¿Qué pensará la gente de esto…?

Sólo había una respuesta.

***

“… ¿En qué están pensando? ¿Están planeando limpiar la torre con ellas? ¡¿Están locos?!”

Amante estaba viendo la marcha del Gremio de Mamá desde detrás de un árbol. Su opinión era sin duda la correcta: Nadie con sentido común elegiría convocar este tipo de grupo. Intentar despejar una torre con una manada de mamás era una locura.

Pero aun así… esta expedición estaba liderada por Mamako Oosuki.

“No hay forma de que esto tenga sentido, pero Mamako Oosuki definitivamente está en camino a la torre. No podemos darnos el lujo de bajar la guardia. No podemos dejar que esto suceda. Tenemos que preparar contramedidas… ¡Oh, lo sé! Tengo el artículo perfecto.”

Amante sacó un pequeño cristal de su bolsa, sonriendo.

“Todavía tenemos un montón de bombas de cristal en la torre… Si las colocamos correctamente y las detonamos justo cuando se dirigen hacia adentro… ¡Mwa-ha-ha! ¡Vamos, vamos, vamos! ¡Estaremos listos para ustedes! Heh-heh-heh… ¡Bwa-ha-ha-ha-ha!”

Y con esa ruidosa carcajada, Amante puso en marcha su plan.