Overlord

Volumen 14: La Bruja del Reino Caído

Capítulo 1: Un Movimiento Inesperado

Parte 10

Hilma era arrojada violentamente de vuelta de donde la recogieron. La [Puerta] que la había transportado ya había desaparecido cuando ella se dio vuelta para mirar.

Inspeccionó su entorno mientras cuidaba el brazo que había impactado con el suelo cuando fue expulsada. Estaba en una habitación bien ventilada, espaciosa y familiar.

Solía ser la jefa de la división de juegos de azar, la mansión de Noah Zweden. Originalmente había comprado esta franja de tierra con la intención de construir un casino encima, lo cual era ilegal. Habían construido con éxito la mansión, pero debido a circunstancias imprevistas, el resto de los planes habían tenido que cancelarse.

Debido a esto, la mansión poseía enormes habitaciones destinadas al juego y Hilma estaba en la habitación más grande de todas.

Hilma finalmente se calmó y suspiraba profundamente.

Su cuerpo temblaba cuando era alcanzado por la alegría de sus colaboradores.

“¡Hilma!”

Sus compañeros corrieron hacia ella. Había otros tres en la habitación, incluido Özkuzu quien tocó el timbre encima de la mesa.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Seguramente sus pálidas expresiones eran por la preocupación por su bienestar.

“¿¡Estás bien!? ¿¡Hay algún problema!? ¿Cómo está tu estómago?”

“¡Tenemos un poco de vino de frutas! ¿Quieres mojarte los labios?”

“¡El resto llegarán aquí pronto!”

“Noah, Endio y Özkuzu…”

Los tres se callaron al escuchar la voz de Hilma.

“Lamento haberlos preocupado.”

“¡Olvida eso! Debes haber sufrido mucho, deberías descansar inmediatamente.”

Noah se limpiaba las lágrimas por el rabillo del ojo cuando decía esto. Debió haber pensado que ella había experimentado “eso” o algo igualmente horrible. Hilma no tuvo más opción que explicarse.

“No me pusieron en “eso”, no me hicieron nada.”

La atmósfera se volvía más espesa cuando los compañeros que la habían estado rodeando, empezaban gradualmente a mostrar expresiones confusas. ¿Era algo que era posible?

“También me reuní con su Majestad, su Majestad el Rey Hechicero.”

Los ojos húmedos de Hilma eran como una cascada de lágrimas interminables.

“Su Majestad el Rey Hechicero…”

Como su título provocaba una cantidad inconcebible de miedo, Endio hacía la señal de un Dios en el que ni siquiera creía mientras hablaba. Por su parte, los otros dos comenzaron a mirar frenéticamente por la habitación.

Quizás intentaban buscar espías, a pesar de que nunca habían visto ninguno. Todos sabían que siempre existía la posibilidad de que alguien los escuchara.

“Te encontraste con… No, ¿Se te concedió una audiencia con él? Me alegro de que pudieras regresar con éxito entonces.”

“Ufufu…”

Hilma, que seguía llorando, sonreía en respuesta a los comentarios recibidos.

Aunque todos habían sido llamados por el Rey Hechicero, se habían inclinado todo el tiempo para que nadie realmente lo mirara bien.

Sin embargo, a través de la información que habían reunido y relatos de segunda mano de personas que le habían robado miradas, los Ocho Dedos, incluida Hilma, habían llegado a la conclusión inequívoca de que el Rey Hechicero era el avatar del mal. No, él era simplemente un lanzador de magia que usaría métodos de tortura extremadamente crueles y podía aplastar sin piedad a los soldados del Reino.

“Su Majestad fue… Su Majestad fue verdaderamente un amo razonable. No solo fue tolerante con mis fracasos, sino que también fue misericordioso en su decisión.”

De repente, las personas a su alrededor sintieron como si el tiempo se hubiera detenido.

Noah se sorprendía por un momento, pero luego cerraba los ojos como para ofrecerle lástima.

En verdad, si alguien más hubiera dicho esto, la Hilma de hace unos minutos probablemente habría pensado lo mismo que ellos. “Entonces eso fue lo que sucedió, está completamente rota.” o algo similar.

Los dos detrás de ella hablaron con ojos inyectados en sangre. “Hilma… tengo más o menos envidia de tu situación actual.” “Ahhh, si tan solo estuviese allí contigo…” y otros lamentos.

“No, espera un segundo. Tal vez le han lanzado algún tipo de hechizo de control mental. Hilma ¿Es eso cierto?”

Noah no paraba de preguntar. Por supuesto, ella misma sabía que no estaba bajo la influencia de ningún hechizo, pero al mismo tiempo, no podía probarlo definitivamente. Debido a eso, ella simplemente ignoró sus preguntas y continuó hablando. Si le creían o no, dependía de ellos.

“Tampoco pensé que regresaría con vida, la razón por la que podía regresar sin un rasguño fue por nuestro señor. Su Majestad el Rey Hechicero, verdaderamente alguien apto para ser llamado rey. Si nuestro señor no estuviera allí…”

Quizás se había visto obligada a asumir la responsabilidad de lo sucedido. Tal vez, no, esto no era hipotético, definitivamente había sido implicada debido a las acciones de ese idiota y sufriría un castigo infernal por ello. La Primera Ministra del Reino Hechicero, Albedo, definitivamente lo habría hecho.

Si ella hubiera estado en su lugar, también habría hecho que alguien se responsabilizara incluso si el castigo no fuera la muerte, sino simplemente dolor y el sufrimiento. Entonces, desde su perspectiva, la decisión del Rey Hechicero fue infinitamente más misericordiosa que la que ella habría dado.

“…Hilma. Lamento interrumpir tus alabanzas sobre la misericordia de Su Majestad, pero fue por su política, Zanahoria y Palo.”

“¿Es eso así…? Ummm, tal vez esa fue la razón.”

Aunque ella lo había dicho, Hilma no creía que ese fuera el caso.

Hilma podía distinguir los pensamientos internos de una persona por las fluctuaciones en su voz, sus expresiones y sus decisiones.

Esta no era una habilidad inusual, sino algo que ella había aprendido con el tiempo, con experiencia. Era cierto hasta cierto punto y si esos sentimientos eran confiables, el Rey Hechicero y Albedo no estaban actuando.

La razón por la que no estaba completamente segura de su propio juicio era porque era increíblemente difícil leer los pensamientos del Rey Hechicero dado que no tenía expresiones faciales. Así que había una posibilidad de que sus suposiciones fueran incorrectas.

“Así es. Después de todo, también lo he hecho en el pasado, así que estoy bastante familiarizado con eso. Pero… Ahhh, qué dulce es la zanahoria para aquellos que habían probado el dolor que el palo podía infligir. Quizás nos mintieron, quizás su Majestad el Rey Hechicero es un ser aterrador que no podía empatizar con la gente y sus subordinados estaban allí para asegurarse de que no se pasara de la raya. Aun así, todavía estaría inclinado a creerle. No… O quería creerle.”

Las damas de la noche que eran fácilmente estafadas por hombres y posteriormente devastadas fue algo que Hilma había visto demasiadas veces. Sabía que no era diferente a las mujeres con problemas que había visto en el pasado. Aun así, ella no pudo resistir la capacidad del Rey Hechicero para atraer a las personas más cerca de él.

“…Hilma. Has sido testigo de innumerables tipos de hombres. Eres la mejor de todos nosotros en términos de comprensión de las personas, especialmente los hombres. Sé honesta, ¿Qué clase de hombre es su Majestad el Rey Hechicero?”

Como prostituta de clase alta, era cierto que había visto a todo tipo de hombres, especialmente aquellos que tenían un alto estatus o tenían una gran autoridad sobre las personas. Había visto a ese tipo de hombres tan a menudo que se había vuelto molesto para ella.

Si ella fuera a compararlos y contrastarlos…

“Si tuviera que describirlo con una sola frase, sería, “Un amo misericordioso.” Tiene la claridad mental para pensar y juzgar, pero también la flexibilidad para acomodar las sugerencias constructivas de sus subordinados en su propio tren de pensamiento. No busca el la palabrería y la ostentación como pasatiempo, lo que hubiera sido normal en este caso. ¿Cómo debería decir esto…? Bueno, él simplemente no emitió ese tipo de aura. Por supuesto, él todavía castigará cruelmente si creyera que es necesario.”

“Eso es un gran elogio, viniendo de ti.”

La más leve sugerencia de una sonrisa estallaba en el rostro manchado de lágrimas de Hilma mientras se reía.

“Así es. Aunque nuestro señor es un no-muerto, encarna la justicia y la misericordia. Incluso cuando está siendo insensible, no está siendo cruel. Después de todo, la consecuencia del fracaso es el castigo. Podría haberme matado para enviarles un mensaje a todos ustedes, pero su Majestad no lo hizo.”

No sabía quién acababa de tragar audiblemente, pero el sonido reverberaba en la espaciosa habitación.

“Espero que su Majestad el Rey Hechicero permanezca con nosotros para siempre. Si fuera nuestro señor, él habría…”

Un silencio deprimente pesaba sobre sus corazones.

“Hoooooh…”

Alguien exhalaba como lo haría un sacerdote si hubiera sido testigo de un milagro.

No sabían cuándo les llegaría ese destino infernal, pero como personas que habían vivido en constante temor, esto era la salvación.

“Ya veo… Así que estás diciendo que debemos ser aún más leales de lo que ya somos.”

“Sí, Noah. Deberíamos hacerlo… Ahora que lo sabemos. Pero la Primera Ministra del Reino Hechicero, Albedo, sigue siendo una maestra aterradora. No puedo imaginarla diciendo las mismas palabras que su Majestad el Rey Hechicero…”

Aunque había murmurado esa última frase para sí misma, sus compañeros que la habían escuchado tenían una expresión de sorpresa en sus rostros.

Era difícil leer los pensamientos del demonio conocido como Albedo, pero su intuición le había dicho que algo estaba mal en ese momento.

Quizás fue porque su cerebro estaba acelerado bajo esas condiciones extremas.

Su intuición le dijo.

Aunque el Rey Hechicero podía considerarse una figura compasiva, Albedo era alguien que veía a las personas como simples juguetes.

Hilma realmente quería hacer todo lo posible para que ella y sus compañeras pudieran convertirse en subordinados directos bajo el Rey Hechicero. Sería el tipo de amo que recompensaría a alguien en función de su desempeño y no castigaría a sus subordinados sin razón.

“¡¡Todos, escuchen!! Trabajemos aún más duro por su Majestad el Rey Hechicero.”

Hilma dijo a los tres frente a ella y compartió sus pensamientos. Luego, comenzó a buscar ayuda de varias fuentes para la tarea que le había encomendado el Rey Hechicero.