86 [Eighty Six]

Volumen 3

Capítulo 8: Atravesando el Campo de Batalla

Parte 1

“En primer lugar, explicaré la situación actual”

7 horas después, la voz de un joven desconocido se conectó al Para-RAID

“El ejército aliado de los tres países básicamente se ha apoderado de las vías ferroviarias por el momento. Tomará un tiempo que se complete la supresión. El Reino Unido ha progresado un poco más lento, pero sigue siendo aceptable.”

Shinn escuchaba con indiferencia mientras permanecía sentado en la cabina del “Undertaker”, mientras evadía a los Ameise, y no respondió. No había patrullas dentro del alcance, y los ruidos dentro de la cabina no deberían ser detectados. Sin embargo el enemigo no estaba muy lejos para dejar que bajasen la guardia

El oficial que se hacía llamar el Jefe de Estado del Ejército Occidental no reprendió la rudeza del oficial subalterno, tal vez comprendiendo la situación, y continuó:

“El segundo objetivo de esta operación se pudo lograr, pero desafortunadamente, el primer objetivo de destruir al Morpho aún no se ha completado. Si, fue culpa de la Sede de Comando aquí presente por no anticipar que había una segunda unidad, no por ustedes. No le presten atención”

Los otros no hablaron tampoco, ya que de inmediato parecieron despreocupados. Sobraba decir que no les importaba en absoluto.

“Esta operación no tiene sentido si no eliminamos la amenaza del Morpho. Así que todas las fuerzas continuarán avanzando, pero nos concentraremos en obtener las antiguas vías ferroviarias, perseguir al Morpho y limitar su posible rango de movimiento.”

Shinn abrió la vista de las antiguas vías ferroviarias en el viejo mapa de datos, afirmando el camino de avance previsto que el Jefe de Estado había dicho. Se dirigirían 150 kilómetros al sur de la frontera del antiguo Imperio, antes de girar y dirigirse al Occidente.

“En este momento, su posición actual está a 70 km al occidente de las fuerzas principales del Ejército Occidental. Como su escuadrón es mucho más pequeño, su progreso será muy diferente y la distancia será mayor. No habrá apoyo aéreo, de artillería ni refuerzos. Con todo esto claro ¿les volveremos a preguntar? ¿Seguirán con la persecución?”

“… Bueno, no hay apoyo ni refuerzos de las fuerzas principales para esta misión. Nada ha cambiado en lo absoluto”

“La diferencia ahora es que se tardará más tiempo en reagruparse. Para ser honesto, no podemos asegurar que las fuerzas principales puedan alcanzar su punto de avance, o que ustedes podrán permanecer con vida hasta entonces.”

Shinn dejó escapar un pequeño suspiro

¿Qué está diciendo?

En este punto, se estaba repitiendo a sí mismo.

“No tenemos otra opción.”

El Jefe de Estado parecía mostrar una sonrisa amarga

“Su evaluación honesta me deja sin nada a lo que recurrir… alguien tiene que hacer esta misión, pero parece injusto que les hayan asignado tanto, y que tengan que seguir con el plan original a pesar de los cambios debido a las circunstancias. Lo que quiero decir es que si cambiaron de parecer, pueden intercambiar su misión con otros.”

“Suficiente con las bromas. Eso tomaría demasiado tiempo, y el Morpho acabaría adentrándose más en el área controlada. Sería más difícil destruirlo.”

Al parecer aquella sonrisa se ensanchó.

“… Una vez que cambiasen a las líneas de fondo, la dificultad de la misión no sería nada para profesionales como ustedes, ¿lo saben?”

“Moriremos de cualquier modo si el Morpho no es eliminado. No tiene sentido huir hoy para morir mañana.”

“Ya veo… Bueno, eso es todo lo que tengo que decir ¿Alguna pregunta?”

“No”

***

Al suprimir las unidades terrestres, los humanos podían destruir libremente a los Einstagfliege usando armas antiaéreas y mandar aviones a las líneas del frente.

“En verdad la mayoría de ellos realmente son demasiado jóvenes. Sería una lástima que lleguen a morir en batalla algún día.”

El Jefe de Estado retiró el dispositivo RAID, se lo entregó al ayudante a su lado y suspiró.

Él había venido a las líneas del frente para reunir información precisa en lugar de rumores, mientras todas las fuerzas estaban ocupadas reagrupándose antes de que pudieran avanzar. De alguna manera u otra, habían llegado a una colina para supervisar la antigua ciudad de Kreuzberk. Los sobrevivientes en las líneas del frente serían reagrupados con los refuerzos de atrás, mientras que los heridos y los caídos en combate debían ser enviados a las líneas traseras. En este punto, todos estaban mezclados en todas partes.

Se repetían las instrucciones de reposición de munición y reagrupación, a la vez que los camiones apilaban bolsas de cadáveres en ellos. Había muchas unidades blindadas dentro y al lado de los Vanargands inmovilizados y quemados de donde los heridos eran retirados.

No se daban cuenta del general justo al lado de ellos, ya que todos estaban acostados y cansados. El Jefe de Estado decidió no llamar su atención cuando entrecerró los ojos, ya que el centro de la ciudad de Kreuzberk había sido completamente destruido por la explosión del cañón de riel.

Caído a su lado estaba el retorcido marco del Reginleif, con su armadura destrozada. Dentro de la cabina estaba Grethe, que parecía completamente ilesa en comparación con su unidad, frunciendo el ceño.

Sí, básicamente no se vio afectada. Una vez que se perdió la señal del Nachzehrer, todos predijeron que el escuadrón moriría en batalla, pero resultaron ilesos.

Es mejor mantenerlo en secreto ante el preocupante Comandante General, pensó el Jefe de Estado.

“¿Y quién era el que decía que él moriría pronto en la batalla? … Un ex-noble Onix de sangre pura como tú ahora debe sentir que el teniente mestizo nacido en la República es un verdadero monstruo, ¿o me equivoco, William?”

“No soy tan predecible como piensas, Grethe. El mestizaje tiene su propia belleza, una limitada a su propia generación.”

Dicho esto, el Jefe de Estado se burló.

“… Además, él no ha mostrado ninguna preocupación por ti. Tus preocupaciones son en vano.”

“Por supuesto. Me vería muy patética que preferiría morir si un chico con al menos 10 años menos que yo se preocupara por mí.”

Grethe no parecía enojada al responder.

Desde que actuó como señuelo, había evitado cualquier batalla todo el tiempo, pero logró mantenerse con vida mientras actuaba sola en el área controlada por la Legión. ¿Cuántos de los actuales Vanargand eran capaces de tales hazañas?

Sin embargo, la brutal movilidad que poseía el Reginleif había producido los resultados que Grethe deseaba.

“Parece que no has perdido el toque, Chica araña, Viuda Negra, y Asesina de la Legión”.

El puente nasal recto de Grethe frunció el ceño.

“Ya basta de eso, Mantis cortahombres, Sabes de dónde viene ese apodo.”

Jaja, el Jefe de Estado se rió con ganas.

“Por supuesto, fue a mí quien se le ocurrió ese apodo, después de todo, no todos los días puedes ver a una novia vestida de luto en lugar de una vestida de novia por su marido”

“Tarado.”

Grethe replicó mientras tomaba la mano derecha extendida del Jefe de Estado. Este último tiró de la mano y la ayudó a salir del Reginleif.

Los 10 Wargus bajo su cargo comenzaron a subir desde el pie de la colina. El Jefe de Estado observó a los sargentos de su antigua época y se encogió de hombros ante Grethe, quien estaba a su lado.

“¿Quién fue la que terminó y se comprometió con un idiota que terminó muriendo mientras dejaba atrás a una dama que se iba a casar con él un mes después? El Comandante de División y yo queríamos perder el tiempo arrojando rosas por toda la iglesia durante la ceremonia”.

“…”

El Jefe de Estado estuvo furioso y llenó el ataúd del tonto con rosas en lugar del cuerpo destrozado.

“… No me importa lo que les pase a esos monstruos, pero es desagradable que llores por ellos, y por eso no quiero que mueran en batalla sin ninguna razón.”