86 [Eighty Six]

Volumen 3

Capítulo 7: Si Vas a Morir, Haz que lo Valga

Parte 4

“¡Las fuerzas de las líneas del frente han comenzado su avance! ¡Habla la comandante a todos los movilizados en vehículos! ¡También avanzaremos! ¡Prepárense para salir!”

Las fuerzas móviles en las líneas del frente chocaban contra los enemigos, mientras que las fuerzas de artillería no estaban hechas para atacar a los combatientes, sino los refuerzos que enviados desde atrás. Por supuesto, si las fuerzas móviles seguían avanzando, la retaguardia también tendría que arrastrar sus pesados cañones por el ardiente campo de batalla.

“¡Muevan el área de artillería al frente! ¡Es hora de hacer estallar ese montón de chatarra de allí!”

La comandante del escuadrón había llevado el carro de comandante a las líneas del frente, y tomó un carro más grande y espacioso con sus compañeros de escuadrón, aturdiendo a todos mientras sostenía el micrófono inalámbrico del auto. Sin embargo, tuvo una sensación ominosa, y levantó la vista.

En ese momento, gruesos obuses negros y misiles rasgaron el cielo azul silenciosamente mientras cubrían el cielo occidental.

Eran las explosiones antiaéreas de los Scorpions. Los Ameise poseían radares anti- cañón altamente potentes, y señaló la dirección de lanzamiento en 2 minutos, permitiendo que los Scorpions, conectados a través del enlace de datos, los derribaran con precisión

“¡¡¡Evadaaann──────!!!”

Al mismo tiempo que gritó, empezó a desacelerar. Todo parecía alargarse, y en el último momento, la comandante de artillería se quedó mirando fijamente el misil de 155 mm que se dirigía sobre su cabeza.

“¡Capitana!”

El conductor del auto de comandante gritó, y con su gran cuerpo se lanzó junto a ella fuera del auto, cayendo al suelo.

La munición había aterrizado.

Los obuses antitanque y antipersonas dispararon en forma única, y el impacto a 8000 metros por segundo estaba propagando metralla y llamas a altas velocidades, devastando toda el área de artillería.

Incluso un Vanargand quedaría pulverizado por un impacto directo de la munición de 155 mm, y el auto de comandante claramente fue destruido

Las gafas de montura negra también salieron debido a la onda de choque, deformándose mientras volaba en el cielo.

La comandante de artillería observó sin comprender mientras el conductor permanecía sobre ella.

Cuando los explosivos estallaron en el suelo, ellos se encontraban en el suelo con los pies apuntando hacia la explosión, minimizando así el daño. La densidad del cuerpo humano es mucho mayor que la del aire, y puede actuar como un escudo contra la metralla.

La comandante estaba postrada en el suelo y no sufrió heridas fatales debido a que el conductor la protegía.

Pero el conductor que la protegía estaba…

El piloto que la cubría de repente se sentía pesado.

La comandante casi era aplastada por el peso de su cuerpo, finalmente logró salir mientras jadeaba.

“-Cabo”

Era muy probable que lo que estaba delante de ella fuera el conductor.

Estaba momentáneamente aturdida, y luego volvió en sí inmediatamente. Las gafas con la lente rota estaban a su lado. La formación de las fuerzas de artillería ya no existían, y las fuerzas bajo su cargo se habían vuelto un infierno de restos de metal y carne carbonizada. Miró a su alrededor y, como no tenía su micrófono, gritó con todas sus fuerzas con toda su fuerza.

Inhaló el hedor a carne y hueso, sin inmutarse, sus ojos parecían intimidantes.

“¡Informe de daños! ¡La batalla no ha terminado todavía!”

El alba estaba cubierta con un delgado velo de oscuridad, y la hierba formaba ondas como un mar en medio de una tormenta. El rocío de la tarde volaba junto con chispas, mientras los colores turbulentos del acero y el óxido rasgaban el aire de la noche.

Un bando estaba compuesto por la Infantería blindada de los Vanargans y los tanques de infantería, mientras que el otro bando estaba compuesto por unidades de Legión, Los Löwe, Grauwolf y Ameise. Todo era un caos en un vórtice de choques.

Los pastizales no tenían obstáculos, significando que los Löwe y los Dinosauria, que poseían una potencia de fuego y movilidad superiores, tenían completamente la ventaja. La infantería blindada sabía que estaban completamente en desventaja, sin embargo, las unidades de la Federación tenían que entrar en este campo de batalla y exceder en número al enemigo, usando un aliado como señuelo para llamar su atención mientras los otros atacaban a los enemigos.

Un lado seguía intentando hacerlos retroceder, mientras que el otro no iba a dejar que eso sucediera. No era de extrañar que hubiera caos cuando todo se producía a tal movilidad.

Y en medio de los innumerables puntos ciegos que se formaban, esas cosas estaban escondidas allí.

El comandante del escuadrón estaba en el asiento trasero del “Vanargand”, y los observó con la visión estrecha del sensor óptico.

Una silueta humana en miniatura trepaba por el borde de la armadura, al lado de la torreta del field-dress.

Era algo que no debería estar presente en un campo de batalla, la silueta de un niño de tres años. Por un momento, el comandante no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo mientras miraba a la cosa trepando. Todo lo que estaba debajo de la cintura estaba desecho.

No había forma de que un humano pudiera moverse en esa situación. Sería claramente algo fatal.

En otras palabras, no era humano. Era un drone mina.

La inesperada apariencia infantil fue el modelo inicial que usado cuando todavía había algunos ciudadanos en las líneas del frente, hace diez años.

Estaba detrás de la torreta, debajo del cañón de la ametralladora pesada. Una vez que llegara allí, todo terminaría.

La máquina de matar con el tamaño y la silueta de un niño pequeño estaba subiendo por el cañón.

La cabeza sin rostro se asomó por el sensor óptico. La voz infantil sintetizada había sonado extrañamente clara y distinguible, a pesar de que no había ninguna boca en él.

──Ma… má.

“… Mierda””

“Oh, no, no lo harás.”

Después de eso, se produjo una sacudida.

El exoesqueleto de un blindado era demasiado liviano en comparación con el de un Vanargands, el cual pesaban más de 50 toneladas, mientras que el primero pesaba como máximo 100 kg. Este blindado había saltado a la torreta. Se activó el circuito de comunicación por contacto, seguido de una voz poco clara:

“No podemos dejar morir a los jóvenes primero. Sus padres llorarían.”

No había tiempo suficiente para levantar la ametralladora pesada de 12.7 mm y dispararla, y no había tiempo para quitarse esa cosa de encima. El blindado había saltado sobre el field-dress y cayó sobre el drone mina. Aunque su peso era mucho más liviano que el del Vanargand, el pequeño drone mina no pudo soportar su peso. Las manos que sujetaban la armadura la soltaron de inmediato, cayendo al suelo junto con el blindado.

Seguido de un destello.

“¿¡Capitán…!?”

Los explosivos del drone mina podrían romper la gruesa armadura del Vanargand. Nada hubiera quedado de un cuerpo humano frágil dentro de la delgada armadura de un blindado.

Un pequeño objeto revoloteaba por los sensores ópticos.

Sus bordes estaban en llamas. Era una foto de una familia compuesta por dos padres y sus hijos.

¡Maldición…!

No había tiempo lamentarse o golpear el interior de la cabina del piloto. La batalla continuaba.

En cualquier caso, tenía que reunir a la infantería blindada que ahora había perdido a su comandante… o, al menos, conseguir que el resto de los que quedaba sobrevivirán.

“¡Unidad 02 y 03, síganme! ¡Los de Infantería blindada, sígannos! ¡… Mierda!”

El comandante apagó el micrófono, escupiendo esas palabras.

Miró a los cielos oscuros más allá de las Dinosauria que estaban frente a él

¿¡Estos mocosos 86 todavía no llegan allí…!?