Great Demon King

Libro 3: La Orden del Manto Oscuro

Capítulo 128: Enterrándolos a Todos

Ante los emocionados espectadores, Han Shuo se deslizó como una pantera entre una serie de obstáculos que había preparado justo antes de su emboscada. Finalmente estaba en el territorio lleno de trampas que sus criaturas habían preparado minuciosamente y camufladas con mucho cuidado para que todo el entorno se viese bastante normal a primera vista.

Han Shuo corrió hasta el final de la depresión y se colocó tras unas rocas, pero de tal modo que era visible a sus enemigos. Cuando los Magos de la Luz estuvieron a la vista, Han Shuo comenzó a arrojarles varias Flechas de Hueso.

– ¡Pierdes el tiempo! ¡Eso no te servirá de nada ahora que podemos verte! – Gritó Markas enfurecido. Una barrera resplandeciente y bastante poderosa flotaba frente a él destruyendo todos los ataques necrománticos. Entonces los tres magos de la luz comenzaron a lanzar terribles destellos que destruían el entorno por la fuerza de su impacto. Sin embargo, Han Shuo se mantenía protegido tras las rocas, así que ellos se introdujeron aún más en la depresión y comenzaron a separarse con la idea de rodear el escondite de su presa.

“Y así comienza.” Pensó Han Shuo poéticamente antes de dar la orden mental que desataba su trampa.

Uno de los magos estaba caminando tranquilamente con la mirada bien fija en el escondite de Han Shuo, cuando de pronto unas manos horripilantes salieron debajo del suelo y lo sujetaron por los tobillos. Antes de que el chico pudiera hacer nada el suelo bajo sus pies pareció desaparecer mientras era arrastrado hacia las profundidades de un agujero por varias criaturas no muertas que emergían a su alrededor impidiéndole conjurar.

Markas vio lo que ocurría y trató de ayudar a su compañero, pero Han Shuo aprovechó el momento para arrojar más Flechas de Hueso. En cualquier otro momento esto no hubiese sido un problema digno de mención para un mago de la Luz, porque la barrera seguía activa y era más que suficiente para defenderlo de esos ataques. Pero el recuerdo del dolor aún estaba fresco en la mente del joven Markas e inconscientemente se movió para esquivar.

Su compañero en cambio sí reaccionó bien y lanzó un rápido ataque hacia el agujero para matar a las criaturas oscuras. La magia funcionó, pero la trampa no eran tanto los zombis como el hoyo en sí y cuando estos desaparecieron, solamente hicieron aún más grande el vacío bajo los pies del pobre mago, que terminó enterrándose todavía más.

Entonces la tierra tembló y comenzaron a emerger más y más criaturas oscuras alrededor de los Magos de la Luz, que les arrojaban piedras con gran fuerza o utilizaban ramas entrelazadas para atacar. Los magos naturalmente contraatacaron, pero descubrieron que tenían un problema: Su magia era extremadamente dañina para las Criaturas Oscuras, pero Han Shuo nunca las usaba para atacar directamente, en cambio los hacía arrojar objetos contundentes, que eran mucho más efectivos, y su objetivo era siempre distraer y separar a los magos de la luz, mientras los empujaban hacia los numerosos agujeros repletos de más no-muertos que había por todo el terreno.

Finalmente, los cinco estudiantes de la Facultad Oscura también llegaron y se quedaron un momento sorprendidos al ver el espantoso predicamento en que se habían metido los magos de la Luz, pero inmediatamente sonrieron dispuestos por fin a unirse a la refriega con gran entusiasmo y comenzaron a recitar conjuros más poderosos para agregar aún más combustible al fuego que Han Shuo había iniciado.

Pero en ese momento Markas desató todo su poder con un impresionante rugido y conjuró un destello tan potente que dejó temporalmente ciegos a todos los presentes, incluido a sus dos compañeros, quienes no tuvieron tiempo para reaccionar y defenderse.

Markas había realizado un ataque que afectaba tanto a amigos como a enemigos, pero al darse cuenta de que los magos oscuros estaban detrás ellos, supo que estaban a punto de perder la competencia y decidió jugarse el todo por el todo.

Antes de desatar su magia había cerrado los ojos, pues ya sabía de antemano cuanto tiempo duraba el resplandor cegador. Cuando terminó, abrió los ojos de golpe, dispuesto a desatar un segundo ataque devastador sobre los competidores ciegos y cambiar por completo el curso de la batalla.

Pero antes de que pudiese emitir una sola palabra, sintió un empujón violento cuando más de diez guerreros zombis lo taclearon de repente, empujándolo varios metros hasta que por fin lo arrojaron al piso. Markas ya estaba listo para destruir de un golpe a las criaturas oscuras, pero entonces sintió que algo raro pasaba, porque en lugar del duro impacto que esperaba sentir al golpear el suelo, le pareció que caía sobre una superficie suave y acto seguido se precipitó junto con todos los zombis en un enorme agujero preparado de ante mano.

Han Shuo no se esperaba el ataque de Markas y había quedado tan ciego como los demás. Pero gracias a su ultima trasformación sus procesos mentales eran mucho mejores al igual que su memoria. Y como Fanny le había enseñado en cierta ocasión: un Necromante era capaz de seguir controlando a las Criaturas Oscuras únicamente con la imagen mental del campo de batalla incluso si perdía la visión. Un par de segundos después, la Esencia Mágica restauró completamente sus pupilas estresadas y Han Shuo miró con perversa alegría a todos los competidores que gracias al ataque de Markas habían quedado a su merced.

“Bueno, supongo que debería poder toda la basura en su lugar”. Pensó Han Shuo con sorna y ordenó a sus criaturas que empujasen a todos los estudiantes dentro del agujero principal junto a Markas, incluso a los competidores de la Facultad Oscura. Como ninguno de los estudiantes era capaz de utilizar un Hechizo de Levitación, ninguno tenía alguna forma de salir por su cuenta.

Entonces Han Shuo ordenó a sus Criaturas Oscuras que recogieran grandes rocas y se detuvieran en el borde de la trampa como si fueran a arrojarlas dentro del foso. Luego miró a su alrededor mientras levantaba una mano para solicitar que se proclamara su victoria.

Unos segundos después sonaron las trompetas que anunciaban el fin de la competencia.

Durante todo este tiempo, el Decano Deo había estado viendo asombrado como se desarrollaban los acontecimientos, pero cuando vio que los mejores estudiantes de la Facultad Oscura eran arrojados junto con sus oponentes, se levantó furioso.

– Pero… ¡¿qué es esto?! ¡Maestra Fanny, tu estudiante no tiene ningún espíritu de camaradería! ¡¿Quién se cree que es para arrojar a sus compañeros de ese modo?! –

La Maestra Fanny lo miró sin inmutarse mientras respondía de un modo despiadado: – Me parece que cree ser el ganador de la competencia. Y si hablamos de espíritu de camaradería, pienso que es más grave el comportamiento completamente derrotista que han demostrado los otros estudiantes, quienes se supone son los mejores representantes de nuestra facultad, sin embargo ¿en qué modo han colaborado? Ninguno de ellos intentó formular una estrategia, se demoraron en tanto en llegar al centro de la Arena que sus oponentes pudieron apoderarse de todos los puntos ventajosos y ni siquiera consideraron a Bryan como compañero, simplemente lo ignoraron desde el principio. ¡Lo único que mi estudiante hizo fue recordarles que, si uno no es parte de la solución, entonces es parte del problema! –

Deo estaba lívido, pero la expresión de la Maestra Fanny era tan firme en ese momento, que no pudo contestarle y en su lugar se volvió hacia Dean Emma: – ¡Rectora! ¡Esto no puede ser admisible! ¡¿qué pensaran todos los invitados entre los espectadores?! –

Dean Emma lo miró un momento divertida y luego respondió: – Naturalmente todo esto ha sido muy poco ortodoxo y si usted lo desea, como Decano de la Facultad Oscura, puede solicitar formalmente un proceso disciplinario para el estudiante Bryan que luego yo misma puedo dirigir. Pero antes quiero preguntarle ¿Está realmente seguro de querer proceder así con el estudiante que acaba de romper el empate histórico entre las Facultades de la Luz y la Oscuridad? Como usted mismo ha señalado, hay muchos testigos tanto entre los estudiantes como los invitados que han observado todo el desarrollo… ¿Qué pensarán cuando se sepa que el propio Decano de la Facultad Oscura está intentando castigar al ganador? –

Deo se atragantó inmediatamente al darse cuenta de que la Rectora tenía razón y supo que estaba haciendo el ridículo de sí mismo. Entonces se sentó rápidamente como si nada pasase, pero el temblor de sus cejas dejaba ver que estaba bastante avergonzado.

Por otro lado, el Archimago Eldar, Decano de la Facultad de la Luz, se acercó para saludar a la rectora. Luego felicitó a la Maestra Fanny, demostrando que tenía mejor espíritu competitivo y se retiró rápidamente, dejando a cargo de todo la Maestro Beacher para limpiar las secuelas de la competencia.

Deo por su parte había sido doblemente humillado por el comportamiento flemático del Decano Elder y se sentía bastante molesto. Han Shuo había trasformado el desastre que debió haber sido la enfermedad de Filipo en una aplastante victoria para la Facultad Oscura, pero su último gesto había sido como una bofetada que había puesto en evidencia todos los fallos de su administración, así que no podía sentirse alegre, ni tampoco el resto de profesores que habían visto humillados a sus alumnos de élite, pero no tenían argumento alguno con el cuál protestar.

Finalmente, Deo suspiró con hastío y también se levantó después de mascullar algunas instrucciones a los profesores que se sentaban detrás, sin fijarse bien a quien le hablaba. Luego se despidió respetuosamente de Dean Emma.

Mientras tanto, en las gradas, la multitud gritaba emocionada y por encima de todas podían escucharse las voces de Lisa junto con el resto de los necromantes, pues nunca antes habían participado de un evento tan importante para toda la Academia.

Después de muchos años siendo objeto de burlas y menosprecio, Han Shuo había salvado el honor de su profesora y obtenido la gloria para toda su escuela. De modo que sus voces fueron lo primero que él distinguió cuando la barrera insonorizante fue retirada e inmediatamente después vio la emocionada mirada de Fanny junto con los vítores de sus compañeros. Entonces supo que había conseguido todos sus objetivos.

En ese momento la voz de Dean Emma resonó por todo el Anfiteatro amplificada mediante la magia y todo el mundo guardó silencio para escuchar sus palabras.

– Muy bien. Aunque las circunstancias han sido imprevistas en más de una manera… ¡Anuncio la primera victoria consecutiva de la Facultad de Magia Oscura en el Torneo Oficial de este año!  Todos los miembros del equipo ganador recibirán un Anillo Espacial que yo misma he fabricado junto con un Báculo Mágico. Espero que esta victoria sea solo el primero de muchos logros futuros en el largo camino para convertirse en excelentes magos de nuestro gran imperio. –

La multitud volvió a exclamar emocionada. Para entonces los competidores atrapados en el foso ya habían conseguido salir a duras penas y naturalmente los alumnos de la Facultad Oscura solo tenían en mente la idea de vengarse inmediatamente de Han Shuo, pero justo cuando estaban por atacarlo se escucharon las palabras de la Rectora, las cuales seguramente les hicieron pensar que “bien está lo que bien acaba” y sonrieron alegremente mientras avanzaban hacia el estrado principal para recibir sus premios.

Han Shuo subió a la tribuna principal y frente a toda la Academia recibió el Anillo Espacial de la Rectora, que rápidamente analizó con su Fuerza Mental. Entonces sonrió complacido, pues descubrió que se trataba de un objeto mágico de la mejor calidad, que tenía al menos cinco veces más capacidad que el que había usado hasta el momento. Era evidente que Dean Emma era extraordinariamente poderosa, pues ni siquiera un Archimago Espacial podría regalar uno de estos objetos tan fácilmente, sobre todo teniendo en cuenta la gran complejidad de los materiales empleados para su elaboración.

Acto seguido recibió un cetro de la Rectora. Era la primera vez que Han Shuo sujetaba uno y al principio no estaba acostumbrado, pero apenas le infundió un poco de su poder descubrió que el objeto funcionaba como un contenedor adicional de Fuerza Mental, que le permitía disponer constantemente de una gran cantidad de magia sin tener que pasar por el proceso habitual de reunirla primero. Esto le ayudaría a acelerar la velocidad de sus conjuros y también mejoraba la eficiencia en el control de sus poderes. Finalmente Han Shuo entendió por qué había tantas historias de grandes magos que habían arriesgado sus vidas para obtener un cetro mágico poderoso, ya que era el equivalente a entregarle una lámpara a una persona que usualmente utilizaba velas para orientarse en la oscuridad de la noche.

Tras recibir sus premios, Han Shuo saludó rápidamente a Fanny con una sonrisa y rápidamente se retiró del Anfiteatro en lugar de quedarse para recibir las felicitaciones de la multitud. Esto sorprendió a todos los presentes, pero Han Shuo ya había roto demasiado su principio de mantener el anonimato durante la competencia y no quería arriesgarse a tener que revelar más secretos delante de tantos personajes poderosos. Así que se fue inmediatamente esperando que sus compañeros pudieran ocuparse de cualquier eventualidad.

– ¡Bryan! ¡Espera! – Gritó Lisa antes de correr para seguirlo, pero afortunadamente fue la única porque, aunque todos se sorprendieron por su repentina salida, ningún espectador hizo otra cosa que susurrar sus impresiones sobre la batalla.

***

Tras abandonar el Anfiteatro Máximo, Han Shuo comenzó a caminar tranquilamente hacia los campos de entrenamiento de la Escuela Necromántica seguido por Lisa, que caminaba un poco nerviosa a su lado, como si quisiese decirle algo, pero no se atreviera. Finalmente, la muchacha comenzó a parlotear en el momento en que ingresaron a la Arena de Práctica.

– ¡Bryan, estuviste increíble! ¡Tú solo derrotaste fácilmente a todos los otros competidores! ¡Incluso parecía que como si no te costase ningún esfuerzo! ¡¿Cómo lo hiciste?! –

Han Shuo simplemente se encogió de hombros y respondió sin darle importancia: – No es que yo sea particularmente poderoso, lo que ocurrió es que ellos fueron demasiado descuidados y cometieron muchos errores desde el primer momento. Personalmente siempre le he tenido más miedo a mis propios defectos que a cualquier ardid que un enemigo pueda tener. –

Aquí él estaba siendo completamente honesto, pues durante sus aventuras había tenido contacto con magos bastante hábiles y guerreros de gran calibre. Incluso tuvo la oportunidad de enfrentarse con un peligrosísimo Maestro de Espadas como Trunks y una Archimaga extremadamente talentosa como Emily. Luego vio de primera mano la habilidad de los guerreros y caballeros que escoltaban al Gremio McGrady, para finalmente enfrentarse a muerte contra Duke y Erick, quienes además de su poder tenían mucha más experiencia en combate.

Todas sus aventuras habían forjado el instinto guerrero de Han Shuo, convirtiéndolo en un peligroso enemigo que tenía muchos recursos a su disposición con los que incluso podía derrotar a oponentes más poderosos, usando la estrategia correcta. En comparación, un grupo de Magos que apenas habían alcanzado los escaños superiores del rango de Adepto y tenían más experiencia en duelos reglamentados que en combates reales, no suponían ninguna amenaza desde el principio. De hecho, Han Shuo hubiera ganado con la misma facilidad incluso si estos jóvenes hubiesen sido diez veces más poderosos que él, pues toda la fuerza del mundo era inútil cuando uno todavía no había desarrollado la disciplina y el control necesarios para utilizarla correctamente.

Sólo el Pequeño Esqueleto hubiese sido suficiente para matar sigilosamente a todos los estudiantes e incluso sin magia los hubiera aniquilado ejecutado algunas de sus técnicas marciales de no haber tenido que contener su fuerza bruta. Ni hablar del Filo Asesino de Demonios, pues emplearlo contra ellos sería un desperdicio innecesario de energía.

– ¿Cómo te volviste tan fuerte? – Le preguntó Lisa llena de curiosidad e interés.

Han Shuo no le respondió de inmediato, sino que levantó el Báculo Mágico y comenzó imbuirlo con su Fuerza Mental, mientras practicaba un nuevo conjuro: La Prisión Ósea.

Una hilera circular de gruesos huesos similares a costillas emergió repentinamente de la tierra rodeando cierta área. Mientras las afiladas púas convergían hacia el centro para cubrir todo el terreno, otros segmentos esqueléticos más pequeños y afilados comenzaban a emerger de los primeros para crear una peligrosa maraña que cerraba todos los espacios de un modo similar a como lo haría un alambre de púas de modo que, una vez completada, la víctima tendría que quedarse completamente quieta o arriesgarse a ser totalmente desgarrada por los miles de puntas.

Si el Necromante poseía suficiente Fuerza Mental podía controlar cada elemento de esta Prisión Ósea como si fuesen parras fuertes y flexibles para adaptarlo a la forma de su víctima, apretujarla con fuerza e inmovilizarla de un modo extremadamente doloroso o directamente descuartizarla. Era bastante asombroso a la vez que un poco sádico.

Pero al ser la primera vez que ejecutaba el conjuro, naturalmente cometió un error. Justo cuando la maraña de huesos comenzaba a emerger de las gruesas costillas, Han Shuo perdió un poco su concentración y toda la estructura se derrumbó inmediatamente con una fuerte serie de crujidos.

Lejos de desesperarse, Han Shuo cerró los ojos un instante tratando de encontrar cuál había sido el error y volvió a intentarlo calmadamente. Lisa continuó observándolo sin decir nada, a pesar de que anteriormente no se hubiera contenido para interrumpirlo.

Aparentemente su actuación había conseguido que la orgullosa aristócrata finalmente lo respetara, hasta el punto de esperar pacientemente a que le respondieran. Han Shuo sonrió un momento sin dejar de practicar y le dijo: – Quizá el combate te pareció muy complejo, pero si analizas con cuidado todas las magias que utilicé, verás que mis poderes necrománticos no son muy superiores a los tuyos. Tu talento es innegable y si practicas con suficiente diligencia obtendrás grandes logros e incluso podrías ser tú la que represente a nuestra Escuela en la competencia del próximo año. –

Lisa parpadeó, pero inmediatamente puso una expresión deprimida y dijo apesadumbrada: – Dices que tengo talento, pero he estudiado la Necromancia durante años, en cambio tú apenas llevas unos meses y ya eres mucho más poderoso que yo. En comparación, me siento como una tonta. –

Han Shuo detuvo su práctica y se volvió para mirarla directamente. La intensidad de su expresión hizo que Lisa se quedara en silencio por unos momentos y Han Shuo aprovechó ese preciso momento para decirle: – Lisa, ¿tú confías en mí? –

La muchacha lo miró nerviosa y sus mejillas se enrojecieron por un momento, pero luego se sacudió rápidamente el estupor y respondió: – Si, cuando no actúas como un villano eres confiable. –

– Entonces, confías en mí. – Insistió Han Shuo sin dejar de mirarla.

– Ya te dije que sí – Respondió la joven maga.

Han Shuo asintió un momento y luego preguntó de un modo serio pero enigmático: – Y porque confías en mí ¿vas a creer lo que estoy a punto de decirte? –

Lisa contuvo la respiración, segura de que Han Shuo estaba a punto de revelarle algo importante y no dijo nada, sino que asintió con la cabeza. Pero en lugar de un secreto, Han Shuo simplemente le sonrió y dijo: – Eso es todo lo que te falta y el secreto de mi fuerza. –

– ¿De qué hablas? – Preguntó la joven confundida

– De confianza. – Respondió Han Shuo. – Tienes que creer en ti, tienes que creer en la Necromancia. ¿Cómo puedes ser la mejor con tu magia si tú misma no confías en sus posibilidades? Ya eras considerada la mejor de la clase cuando nos conocimos, pero incluso comparada con el promedio de alumnos en toda la Facultad Oscura aún destacas por encima de la mayoría.

El motivo por el cual yo he progresado tanto y tan rápido se debe a que nunca me detengo a descansar, siempre estoy entrenando. Porque a diferencia de todos los demás, yo no tengo una casa a la cual regresar si mi educación no funciona, no tengo una familia influyente que me defienda si alguien más fuerte abusa de mí, no tango nada excepto la Necromancia. ¿De verdad te sorprende que avance tan rápido?

Como no tenía nada más, invertí toda mi inteligencia y voluntad en mis estudios, lo cual me hizo descubrir que todo lo que se dice acerca de la “debilidad” de la Necromancia es una simple mentira o, mejor dicho, falta de imaginación. ¿Qué la magia de la Luz es nuestra némesis porque destruye de un golpe a las Criaturas Oscuras? ¡Esas son tonterías, Lisa! Nada más que excusas de personas mediocres que no pueden pensar en otras formas de aplicar nuestra magia.

Mira a los estudiantes de Caballeros, notarás que todos ellos usan poderosas armaduras que pueden defenderlos de casi cualquier ataque cortante o contundente. ¿Pero cuál es la primera lección que todos ellos aprenden? ¡Esquivar!

El motivo es simple, en una pelea nadie va a quedarse quieto para que lo golpeen, porque incluso la mejor armadura acabara fallando eventualmente si recibe muchos ataques. Pero eso no es lo importante, lo que nunca debes olvidar es que una pelea no se gana con espadas, armaduras o magia… Se gana con la mente. Es el guerrero quien hace a su arma letal, sin el guerrero, el arma no es más que un trozo de metal inútil.

Lo mismo ocurre con nuestra magia. No son nuestros conjuros o su naturaleza los que nos darán la victoria, sino el cómo los usamos para sacar el máximo provecho, eliminar nuestras desventajas y neutralizar a nuestros oponentes. –

Han Shuo dejó de hablar unos momentos para reanudar su práctica y terminó su explicación ya sin mirar a la muchacha: – El problema que todos tienen aquí es que saben un montón sobre teoría mágica y cómo aplicarla en situaciones predeterminadas por nuestros profesores, pero muy pocos dedican tiempo a experimentar en nuevas formas de aplicar el mismo conjuro en distintas situaciones. Nadie corre riesgos y se mantienen en repitiendo lo que ya conocen porque es más cómodo que exponerse a cometer errores, sin importar que eso signifique un menor número de personas investigando la Necromancia. Si a eso le sumamos el hecho de que actualmente hay muy pocos expertos en nuestra disciplina, no es extraño que nos quedemos atrás con respecto a otros. –

Lisa se quedó escuchándolo en silencio hasta que terminó y continuó meditando en sus palabras durante varios minutos. Luego, sin decir nada, comenzó a practicar el conjuro de Prisión Ósea junto a Han Shuo y ambos siguieron así durante varias horas.

***

A la mañana siguiente los estudiantes tenían tiempo libre mientras los profesores se encargaban de supervisar que se retirasen las decoraciones del Anfiteatro.

Al no tener clases, era habitual que los jóvenes aprovecharan para relajarse, salir a divertirse o simplemente quedarse en cama todo el día. Por ese motivo Han Shuo se levantó temprano e inmediatamente se dirigió a los campos de entrenamiento, seguro de que dispondría de muchas horas en soledad para perfeccionar la técnica de su nuevo conjuro.

Para su consternación descubrió que el campo estaba rebosante de estudiantes de Necromancia, que se habían salteado incluso el desayuno para ir a practicar su magia. Al parecer, su actuación en la competencia no solamente había emocionado a sus compañeros, sino que los había inspirado por primera vez a tomar en serio a la Necromancia.

Los alumnos aplaudieron en cuento lo vieron y luego comenzaron a bombardearlo con preguntas sobre magia para después pedirle consejos sobre su entrenamiento individual. Han Shuo se vio obligado a convertirse en un improvisado tutor particular durante media mañana antes de que finalmente lo dejaran tranquilo, pero al poco tiempo llegaron más estudiantes.

“Esta es una batalla perdida.” Pensó Han Shuo con ironía y rápidamente se retiró antes de que alguien más pudiera pedirle consejos.

Sin nada que hacer, decidió visitar a Fanny en su laboratorio. Pero cuando llegó descubrió que sus puertas estaban cerradas, pues la hermosa profesora aún seguía ocupada junto con el resto de maestros en el Anfiteatro, recibiendo además las felicitaciones de varios padres por la recién adquirida gloria de su Escuela.

Viendo su segundo propósito frustrado, Han Shuo suspiró y se dirigió a los jardines para relajarse un momento mientras leía un libro sobre la Magia Oscura que aún no había terminado a la vez que aprovechaba las pausas entre capítulos para pensar en otras formas de ejecutar bien la Prisión Ósea.

No obstante, justo cuando acababa de sentarse notó una extraña perturbación en el espacio frente a él seguida por un breve destello y la Rectora Dean Emma se materializó de repente. Al principio Han Shuo retrocedió asustado, pero rápidamente se recuperó de la impresión y guardó su libro mientras saludaba con una sonrisa: – Su eminencia, ¿a qué debo el honor de su presencia? –

Dean Emma lo miró amablemente y le respondió con una sonrisa admirada: – Veo que eres un joven prometedor. Otros estarían celebrando su victoria en el torneo junto al resto de alumnos para disfrutar de los elogios, en cambio tú no pierdes ni siquiera un momento para estudiar. No es extraño que te hayas vuelto tan poderoso en poco tiempo. –

Han Shuo se sintió un poco desconcertado por las afirmaciones de Emma, pero su sonrisa no vaciló en lo más mínimo, aunque tuvo que luchar para disimular su nerviosismo cuando preguntó: ¿Acaso su Eminencia ha venido a buscarme? –

La Rectora asintió con afabilidad: – En efecto, no tengo el hábito de teletrasportarme accidentalmente. Estoy aquí porque tenemos que hablar. –

– Usted dirá como puedo servirle, Eminencia. – Respondió Han Shuo ya con un dejo de cautela en el tono de su voz.

Dean Emma sonrió en respuesta y comenzó a caminar hacia los jardines tras hacerle un leve gesto para que la siguiese. Así, en medio de las fuentes y los árboles fueron alejándose del bullicio de los estudiantes. Cuando estuvieron solos, la rectora dijo: – Estoy en gran deuda contigo. –

Han Shuo la miró sorprendido: – ¿Cómo? –

– La profesora Camila. De no haber sido por tu agudeza jamás me hubiera enterado de que era una espía del Inframundo Negro. –

Por un instante Han Shuo casi se tropieza por la impresión. Después de todo solamente había compartido esa información con sus superiores en el Manto Oscuro, pero rápidamente ató cabos en su mente y preguntó: – ¿Conoce al Maestre Cándido? –

Dean Emma asintió con una sonrisa: – ¡Que joven inteligente! Mi esposo dijo que definitivamente tenías el potencial para llegar lejos, quizá incluso podrías obtener un consulado si se da la situación política. Fanny también lo mencionó en tantas ocasiones y pude ver en la competencia que tienes una interesante serie de talentos nada comunes, incluso podría decir que son sospechosamente inusuales… ¡Je je! No te angusties joven, no tengo interés en interrogarte. El motivo de mi visita, además de expresar mi gratitud, es conversar sobre algo en particular. –

Por primera vez en mucho tiempo la expresión de Han Shuo reveló abiertamente su completa estupefacción. Por un momento no supo que era más impactante: Que Dean Emma conociera tantos de sus secretos, que ella fuera la esposa de Cándido o que un sujeto tan parco estuviese casado con alguien desde un principio.

– ¿Qué necesita decirme? – Preguntó Han Shuo en cuanto recuperó la compostura.

– Me he dado cuenta de que tienes sentimientos por Fanny. –

– Esos rumores… – Comenzó a decir Han Shuo, pero Dean Emma lo interrumpió.

– No tiene caso que intentes negarlo, joven. Para empezar Fanny es la profesora con mayor atractivo en toda la Academia, si lo piensas bien lo raro sería que no tuvieses ningún interés por ella. Otros podrían pasarlo desapercibido, pero yo no soy uno de ellos. –

Han Shuo sonrió irónicamente y preguntó: – ¿Acaso piensa que la Maestra Fanny sería capaz de enamorarse de un joven sospechoso como yo? –

– Claro que sí. – Respondió Den Emma. – No es difícil entender el atractivo de un hombre astuto y decidido: Tú la haces sentir como una princesa cautiva en lugar de una mujer sin mucha vida social. Y ella te hace sentir como un gallardo pirata en lugar de lo que eres… Un joven con una excesiva necesidad de auto reconocimiento. –

Han Shuo se detuvo por un momento para mirar a la Rectora a los ojos, pero su rostro no reflejaba nada excepto indiferencia. Sin embargo, debajo de esa calma había un sentimiento de inquietud por sentir que se encontraba ante alguien que podía ver su interior con completa claridad y que, cuanto más tiempo pasasen hablando, más secretos suyos descubriría.

Dean Emma ya no sonreía, aunque continuaba mirándolo con amabilidad: – Si fueras cualquier otro estudiante, no diría nada al respecto. El problema es que ella parece tener una debilidad por ti, lo que en el futuro puede llevarla a enamorarse y eso no es admisible porque tú no le convienes. –

Han Shuo detuvo sus pasos y su expresión se ensombreció: – ¿Se refiere a mi personalidad o a mis orígenes humildes? –

– La ambición por sí sola no es mala, pero en tu caso podría terminar descontrolándose. No serías el primer hombre brillante que termina arruinándose a sí mismo por no poder dominar su necesidad de poder. Si Fanny te interesase únicamente por su belleza o porque representa un trofeo que puedes lucir ante otros, no escatimaría en recursos para alejarte de ella.

Pero creo que en tu caso hay una preocupación genuina por su bienestar, ya que incluso te arriesgaste a exponer tus habilidades delante de todo el mundo solamente para evitar que la humillaran. Así que estoy seguro de que puedes hacerla feliz, porque es lo que tú quieres hacer y no te detendrás hasta conseguirlo. Tu personalidad no es el problema.

Tus humildes orígenes son un bache en el camino, pero no necesariamente es algo negativo. Este imperio tiene una infinidad de historias de personas sin buenos antecedentes que terminaron siendo hidalgos de renombre y fundaron las casas familiares que hoy ostentan la supremacía. –

– ¿Entonces cuál diría que es el problema? – Preguntó Han Shuo intrigado, pues no esperaba que la rectora le expusiera un análisis tan racional.

– Tu problema es el tiempo. – Respondió Dean Emma sonriendo. – Hay dos formas de volverte poderoso en este mundo, todas ellas pasan por asumir riesgos en el campo de batalla. Puedes unirte directamente a las legiones y hacer méritos en las batallas hasta conseguir ascender a Tribuno Militar, aunque lo más probable es que termines muerto o mutilado, pero si lo consigues tendrás la lealtad del ejército contigo y eso es suficiente para asegurar tu dominio. La segunda forma es transformarte tú mismo en un poder volviéndote invencible con la Magia o las Artes Militares, pero obtener ese poder tiene un costo que se paga en sufrimiento físico y mental, el cual la mayoría no puede soportar, por lo que terminan muriendo en el intento. –

“Puedo imaginármelo…” Pensó Han Shuo, pero no la interrumpió.

– Deduzco por lo que he visto hasta el momento que tu prefieres ir por la segunda vía, pero incluso si tienes éxito tendrás que enfrentarte a una desafortunada situación: Elegir Bandos. Tarde o temprano habrá alguna lucha por el poder en el Imperio, en ese momento te verás forzado a escoger un lado, es la única forma en que podrás ascender en la escala social pero también será el momento más peligroso para ti. Si sólo tienes fuerza, pero sin ningún respaldo, te convertirás en lo que a mí me gusta llamar “una espada ensangrentada” que no puede limpiarse después de ser desenvainada.

No importa cuán poderoso seas, no importa cuántas magias domines, nadie puede enfrentarse al poder de una nación entera por mucho tiempo. Y una vez que la pelea termine y las fuerzas enfrentadas decidan pactar sus respectivos acuerdos, entonces te volverás innecesario, una pieza sacrificable en el tablero de las fuerzas políticas. Al final te venderán y terminarás cayendo mientras arrastras a todos tus seres queridos al abismo contigo. –

Un escalofrío corrió por la espalda de Han Shuo. Ya imaginaba que en su camino hacia la cima tendría que experimentar muchas dificultades, pero jamás había tenido una idea clara de cuán fácilmente podría acabar siendo destruido o perder todo lo que tenía. Aparentemente el poder era igual a un castillo de naipes, difícil de construir, pero bastaba una torpeza para perderlo todo.

– Entonces… ¿Dice que no tengo esperanza de éxito? ¿Qué debo abandonar a Fanny porque conmigo sólo puede ser miserable? – Preguntó con una expresión Lívida.

Dean Emma soltó una carcajada: – ¡No, chico! Fanny tiene un gran corazón y es una de las mejores magas que conozco, obviamente quiero su felicidad. Tú tienes muchas más posibilidades de conseguir eso que la mayoría porque sabes lo que es no tener nada y por eso podrás valorarlo. Pero primero quería que vieras el panorama completo: Si ahora mismo intentas cortejar a Fanny te volverás un objetivo y harás enemigos en el peor momento de tu carrera, en cambio, si primero te haces poderoso y también creas una red de aliados igualmente talentosos, podrás estar con ella sin ponerla en peligro. –

Han Shuo la miró sorprendido pues la conversación ya no parecía ser una advertencia sino una serie de consejos, pero lo cierto era que había mucho de cierto en lo que decía la Rectora. De repente se detuvieron y Han Shuo comprobó con asombro que habían regresado a la entrada del Laboratorio de Fanny sin que él se diera cuenta por lo absorto que había estado.

Dean Emma volvió a mirarlo con amabilidad y se despidió diciendo: – Presta atención a mis palabras, pues te aseguro que sólo quiero lo mejor para ambos. Ten paciencia y obedece, concéntrate en graduarte de la Academia Babilonia mientras construyes tu propia red de contactos, Tanto en el Manto Oscuro como en el ejército Imperial. Cuando seas más poderoso que la propia Fanny podrás cortejarla con seguridad, incluso puedo prometerte darte una mano si alguien intenta obstaculizar su relación. Pero primero demuéstrame que eres digno de ella ejerciendo el autocontrol. –

Apenas terminó de hablar, la figura de Dean Emma comenzó a resplandecer y desapareció en un instante. Justo en ese mismo momento Han Shuo pudo escuchar el sonido de unos pasos seguros aproximándose y supo que Fanny acababa de regresar.