Overlord

Volumen 14: La Bruja del Reino Caído

Capítulo 2: El Principio del Fin

Parte 6

Situada en el extremo norte del Reino frente al mar de Rhynd, estaba la ciudad de E-Naüru.

Era la ciudad más grande dentro del condado de Earl Naüa, una ciudad bendecida por el mar.

A pesar de que era la ciudad más grande dentro del dominio, si te dirigías hacia el este a través de la frontera de Demesne, no estarías muy lejos de la ciudad famosa por su puerto naval, Re-Urovua. Esa ciudad tenía más tierra y barcos atracados dentro de sus puertos, la única ventaja que E-Naüru tenía sobre esa ciudad era probablemente que tenía mejores barcos de pesca. Es decir, E-Naüru no tenía ningún propósito estratégico en absoluto.

Era seguro decir que los exquisitos gourmets fueron los que acentuaron el verdadero valor de E-Naüru. La gente experta de Earl Naüa había estado investigando mariscos durante generaciones para asegurar los derechos de fanfarronear de que tenían los mejores mariscos de todo el Reino. Dicha investigación produjo una salsa, hecha mediante la mezcla de salsa de soja y miel, utilizada para glasear otros ingredientes. El calor tenía que controlarse con precisión durante el proceso de asado para evitar que la salsa se quemara. Todo esta experiencia se utilizó en la creación del pescado a la parrilla al estilo E-Naüru, una historia que estaba bastante extendida.

La atmósfera de una ciudad así se mantuvo inalterable sin importar la declaración de guerra hasta hace unos días. Los pescadores todavía navegaban para pescar y los mercados todavía estaban llenos de gente que compraba pescado y mariscos frescos. Aparte de la disminución en el número de comerciantes ambulantes en las calles, la vida seguía como de costumbre en la ciudad.

A pesar de la guerra, nadie de esta ciudad había tomado ninguna acción especial.

Habían recibido la noticia del Reino Hechicero declarando la guerra al Reino de un mensajero enviado desde la capital hace aproximadamente un mes, pero no creían que el Reino Hechicero atacaría los confines más al norte del Reino. Según la lógica, antes de que eso sucediera, la capital habría caído y terminado la guerra.

También había otras ciudades importantes vecinas que pertenecían a otros países, sin importar las numerosas aldeas dentro de su propio país. El Reino Hechicero tendría que atravesarlos antes de llegar a esta ciudad.

Si la guerra los alcanzara, primero debían recibir solicitudes de ayuda de esas ciudades. Por eso no intentaron reforzar las defensas, lo más que hicieron fue hacer los preparativos para pagar sus impuestos.

Sin embargo, las cosas no salieron como lo esperaban.

El barón vecino, algunos de sus subordinados y el resto de su familia habían escapado rápidamente a E-Naüru.

La explicación del barón era simple.

“Algunos no-muertos aparecieron repentinamente y masacraron a todos los civiles en mi dominio.”

Los no-muertos podían aparecer naturalmente y los que podían destruir pueblos enteros no eran desconocidos.

Pero, para que un no-muerto tan fuerte apareciera naturalmente habría tomado mucho tiempo. Excluyendo las llanuras de Katze, numerosos no-muertos más débiles tendrían que ocupar un lugar antes de que incluso existiera la posibilidad de que aparecieran no-muertos más fuertes.

Si su dominio estuviera bien administrado, sería fácil mantener bajo control a los no-muertos.

Por eso, los no-muertos fuertes normalmente no aparecían cerca de la civilización humana. Solo podían haber dos excepciones a esta regla.

O había un malvado lanzador de magia que podía controlar a los no-muertos cerca, o ese no-muerto había llegado allí desde alguna tierra lejana.

Si ese fuera el caso, solo se les ocurría una persona.

Ainz Ooal Gown, el Rey Hechicero.

También deben haber recibido la información de que se declaró la guerra. Si trataran a esos no-muertos como parte del ejército del Reino Hechicero, todo tendría sentido. Pero aún así las preguntas seguían surgiendo una tras otra.

¿Qué pasaría con las otras ciudades vecinas?

¿Cuán numerosas eran las fuerzas enemigas? ¿Qué tipo de ejército de no-muertos era?

¿Qué le pasó a la capital?

Otras preguntas distintas seguían apareciendo, pero había asuntos más importantes que atender antes de poder deducir las respuestas a esas preguntas.

Después de haber escuchado la historia del barón en detalle y analizado la información que tenían a mano, predijeron que E-Naüru estaba en el camino por el que los no-muertos marcharían para invadir el Reino.

Inmediatamente enviaron mensajeros en caballos rápidos a cada pueblo y ciudad dentro de su territorio, ordenándoles que evacuen.

Con la información que tenían, no podían decir con qué propósito marchaba el ejército del Reino Hechicero hacia un puerto tan remoto. Quizás era porque el Reino Hechicero era una nación sin litoral y quería tener en sus manos una ciudad portuaria de inmediato, por lo que decidieron atacar un lugar tan desafortunado. Quizás esperaban utilizar E-Naüru como escenario para sus futuros esfuerzos de guerra.

Aunque todavía era peligroso para la gente evacuar a la ciudad, no había muchos que pudieran escapar del ejército invasor del Reino Hechicero y llegar a los otros dominios.

Al final, la gran mayoría de la gente decidió quedarse dentro de los débiles muros de E-Naüru.

Cinco días después de que terminara la evacuación de los ciudadanos dentro de la ciudad, vieron la silueta de los no-muertos desde lo alto de las torres de vigilancia de E-Naüru.