Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 16

Capítulo 1: El Fondo del Océano

 

 

Al día siguiente, después de completar mi rutina diaria de alimentar a los monstruos en los establos de la aldea y preparar el desayuno para todos, procedí a hacer una declaración: “Es hora de concentrarme en subir mi nivel.”

Habiéndolo pensado un poco más, había llegado a la conclusión de que mi propia debilidad era la razón de no haber sido capaz de soportar el ataque de autodestrucción del Fénix. Por supuesto, yo no había estado descuidándome en cuanto a subir de nivel. Pero definitivamente había pasado más tiempo en el ambiente que me rodeaba.

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Esa arrogancia había llevado a la pérdida de Atla.

Y tampoco solo ella. Un número considerable había sido asesinado por las ondas de choque del ataque de autodestrucción y los ataques posteriores de los Fénix revividos.

“Oh, Naofumi-sama,” murmuró Raphtalia tranquilamente para sí misma mientras miraba hacia mí. Necesitaba que ellos al menos me permitieran esto.

“Ren, Itsuki, ¿conocen algún buen lugar de caza para ganar algunos niveles? ¿Algún lugar adecuado para mí ahora mismo?” le pregunté a ambos. No podíamos confiar mucho en su conocimiento del juego, pero al menos nos proporcionaría un punto de partida. Motoyasu aparentemente estaba de camino a Faubrey. Siempre existía la posibilidad de que él usara la habilidad de teletransportación para regresar, así que dejaría algo de comida para él.

“Buena pregunta,” respondió Ren.





“Por lo que sé, tus opciones son luchar contra algunos monstruos violentos en lo profundo de las montañas o cazar lentamente a los monstruos eficientes en cuanto a experiencia en Q’ten Lo,” resumió Itsuki.

Ambos tenían expresiones ligeramente preocupadas en sus rostros mientras respondían.

“Oh, ¿pequeño Naofumi?” Sadina eligió ese momento para levantar su mano. “La experiencia es genial en el océano. ¿Qué tal si comenzamos con una pequeña cacería juntos?” Ella puso énfasis en la parte de ‘comenzar’.

“¿Cazar con el dulce Naofumi? Yo también quiero ir.” Shildina fue rápida en pedir unirse. Sadina rápidamente le dijo que estaba bien con un movimiento de su cabeza.

“¿Sadina?” dijo Raphtalia.

“No te preocupes. No voy a intentar nada con el pequeño Naofumi en este momento. Si todavía estás preocupada, ven tú también. Eso de hecho sería de gran ayuda,” dijo Sadina.

“Muy bien. Eso es lo que haré,” respondió Raphtalia. Parecía ser que mi participación estaba siendo dada por sentada. Bueno, no importa. Había decidido que sería mejor sacar nuestro equipo submarino del almacén. En términos de escudos, yo también tenía el Escudo Burbuja.

“A mí también me gustaría—” comenzó a decir S’yne.

“Maestra… preferiría no mojarme,” terminó su familiar. Miré hacia su dirección para ver a S’yne y su familiar envueltas en una discusión. Parecía que S’yne también quería venir, pero las batallas bajo el agua realmente no eran lo suyo.

“Muy bien—fabricaré algo.” Y así, S’yne comenzó a cocer de inmediato, haciendo un peluche resistente al agua. Ella ya tenía el peluche de Sadina, así que me preguntaba qué más necesitaba.

“Ella necesita más materiales,” destacó su familiar. “¿Puede ayudarnos?”

“Sí, claro. Usa mi nombre para conseguir lo que necesites,” le dije.

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“Gracias,” respondió el familiar. Oigan, si S’yne quería venir, entonces yo no la iba a detener.

“¿Qué hay de mí?” preguntó Ruft.

“Mmm. Tú te quedarás aquí, Ruft. Va a ser demasiado peligroso para ti,” le dije.

“Ruft. Por favor no discutas esto,” le dijo Shildina, rápidamente respaldándome.

“Claro… pero yo quiero volverme más fuerte. No he estado mucho tiempo aquí, pero realmente quiero eso,” explicó Ruft.

“Te estás volviendo más fuerte día a día,” le aseguró Shildina, acariciando su mejilla con una sonrisa. Él se veía un poco avergonzado por el contacto.

“Raph-chan, ¿vas a venir?” pregunté—sin presionarla.

“Rafu, rafu, rafu,” respondió Raph-chan, cruzando sus brazos en una pose de negación. Después ella apuntó hacia algo… y entonces hizo un movimiento como balanceando una pica.

“¿Entonces tienes algo más que hacer?” pregunté.

“¡Rafu!” respondió ella. Parece que tenía razón. Supongo que no se podía evitar.

“¡Entonces está decidido!” dijo Sadina de forma emocionada.

Durante estos intercambios, llegó Melty, montando a Filo en su forma de filorial.

“Naofumi, ¿cómo te sientes?” preguntó Melty.

“No estoy seguro de cómo responder a eso,” respondí.

“Te ves más como el viejo tú,” contraatacó ella. Melty parecía estar actuando cautelosamente. ¿Ella realmente tenía tan poca confianza en mí?

Supongo que ese era el caso.

“¿Necesitas algo?” pregunté.

“De hecho, sí. Pensé que sería mejor conseguir tu aprobación primero,” dijo Melty. Luego tosió una vez para aclararse la garganta. “Quiero llevar a cabo un festival para celebrar la victoria sobre el Fénix—un evento en conjunto entre tu aldea y las ciudades de los alrededores,” explicó Melty.

“¡Si!” Filo dejó salir un grito de emoción ante la propuesta de Melty.

“Sé que se hicieron grandes sacrificios. Pero incluso mayor es el hecho de que el Fénix que tanto amenazó a las personas fue derrotado por la combinación de nuestras fuerzas con la de los héroes. Creo que eso debería ser celebrado. Un festival también ayudará a levantar la moral de todos,” continuó Melty.

“Una celebración, ¿después de todo lo que perdimos?” pregunté. A mí me parecía un poco inapropiado. Sin embargo, Melty respondió sin dar signos de rendirse.

“Exactamente debido a lo que hemos perdido. También rezaremos por las almas de los fallecidos y les agradeceremos por dar sus vidas en batalla para permitirnos seguir con la nuestra,” dijo Melty. Una celebración debido a las dificultades que hemos superado. Ellos habían montado una fiesta antes en el castillo, después de derrotar una de las olas. Este era el mismo principio. Considerando la clase de mundo que era este, quizás era mejor disfrutar las cosas mientras podías.

“¿Por qué no solo dejamos a las personas hacer lo que quieran?” pregunté.

“¿Estás seguro? Creo que podríamos tener una gran ganancia. Aquí hay un estimado. Podría ser útil para mantenernos a flote, ¿no?” La cantidad que Melty me mostró era bastante alta.

“¿De dónde sale todo eso?” pregunté, todavía un poco incrédulo.

“Estaremos efectuando todo tipo de eventos y también dirigiendo todas las apuestas,” explicó Melty. Apuestas—ciertamente podía estar de acuerdo con eso.

Aunque ese no era el problema.

“¿No podría ser peligroso?” pregunté.

“Eso no será un problema. Junto con el coliseo, también estamos planeando algunas carreras de filoriales. Y tú tienes algunos muy rápidos en tu establo,” respondió Melty. Filoriales, ¿eh? Motoyasu probablemente regresaría a través del portal de vez en cuando, así que pensé en preguntarle al respecto. “También hemos recibido retos de asociaciones del rubro. Vamos a ganar en grande,” me aseguró Melty.

“Mmm. Bien. Adelante,” le dije. Ella continuó mirando hacia mí, en silencio, con una mirada pensativa en su rostro. Después, como decidiéndose, ella cambió el tema.

“También estoy planeando una presentación musical de parte de Filo,” reveló Melty.

“¿Cantar?” pregunté.

“Así es. Antes de que fueras hacia Siltvelt, yo salí de viaje con Filo para subir su nivel, ¿recuerdas? Terminamos presentando un espectáculo en varias tabernas. Ella incluso terminó siendo conocida como la Diva Ave Divina,” explicó ella.

“¡Jeje!” dijo Filo orgullosamente, sacando pecho. Recuerdo que a ella le gustaba la música cuando Motoyasu estuvo por aquí la primera vez. Ella además era buena en ello. Ella podía cantar tan bien como los bardos ambulantes, amaba bailar, y era hermosa en forma humana.

Ella básicamente era como… una cantante de pop.

Había creído que el trauma de ser exhibida le había provocado un disgusto por destacar, pero parecía ser que ella había superado eso.

“Ella tiene muchos fanáticos. Cuando cantó en la taberna de la ciudad recientemente, el lugar se llenó—incluso había personas de pie,” me informó Melty.

“Ella realmente es una estrella del pop,” dije.

“Algunas personas incluso han comenzado a visitar la ciudad solo para verla. También tenemos muchas solicitudes de artistas que quieren que ella modele para ellos. ¿Qué piensas? Apuesto a que podríamos cobrar un buen dinero,” continuó Melty.

“Todo esto es demasiado viniendo de ti, Melty. Pensé que odiabas la idea de usar a Filo para ganar dinero,” dije.

“Bueno…” comenzó a decir ella antes de quedarse en silencio.

“Naofumi-sama,” dijo Raphtalia.

“Sí, lo sé.” Era dolorosamente evidente que todos todavía me estaban tratando con amabilidad. Es solo que no podría soportarlo mucho más.

“Si Filo está bien con todo esto, adelante,” le dije a Melty. Esa era la única respuesta que era capaz de dar ahora mismo. Filo extendió una sola de sus plumas de una de sus alas como un dedo índice y la puso contra su boca.

“Muy bien. ¡Maestro, si usted me va a ver en acción, entonces me esforzaré!” dijo ella emocionada.

“Mmm. Te lo prometo.” Si Filo quería que yo la viera, entonces eso era lo menos que podía hacer.

“¡Genial! ¡Ya verá lo que puedo hacer!” exclamó ella.

“Esfuérzate,” respondí.

“¡Lo haré!” gritó ella.

“Suena bien,” confirmó Melty. “El Gremio de Mercaderes ya está efectuando los preparativos, así que realizaremos el evento dentro de tres días.”

“Eso es muy pronto,” comenté.

“Todos están esperándolo con ansias. Hay personas de todos lados ayudando. Incluso personas de Q’ten Lo asistirán,” explicó Melty.

“Es verdad,” recordó Raphtalia. “Algunos de ellos fueron voluntarios en la batalla contra el Fénix, ¿no?”

“¡Todos en Q’ten Lo aman un buen festival!” comentó Sadina.

“¡Puedes apostarlo!” agregó Shildina, mientras ambas hermanas estaban sonriendo ampliamente. ¿Solo estaban felices de tener una oportunidad para beber, o estaban realmente felices acerca de todo esto?

“Muy bien. Todos hagan su parte para preparar las festividades,” les dije. Todos en la aldea parecían bastante emocionados por el evento, y hubo gritos generales de entusiasmo.

“¡Nii-chan! ¡Yo también me esforzaré!” gritó Kiel.

“Bien, bien. Estaré contando contigo,” respondí. Y así todos en la aldea comenzaron a prepararse para el festival.

“¿Debería hacer algo?” pregunté. Si íbamos a estar celebrando juntos, entonces como el representante de la aldea yo claramente necesitaba hacer algo.

“No hay necesidad de que te preocupes, Naofumi,” respondió Melty. “Tu trabajo solo es disfrutar el día.”

“Así es, pequeño Naofumi. Ya hemos organizado nuestro grupo de cacería en el océano, así que vamos y hagamos eso,” propuso Sadina.

“No sé si este es el mejor momento…” respondí.

“Naofumi-sama, ¿qué tal si solo le dejamos a Melty y los demás hacer su parte y nosotros vamos a subir su nivel como planeamos originalmente?” sugirió Raphtalia también con un tono suave.

“Bien,” accedí finalmente, después de una pausa. Parecía ser que me llevaría a Sadina y a los demás para una pequeña expedición de pesca.

“El otro asunto es buscar formas de volverme más fuerte…” murmuré, poniendo mi vista sobre Fohl. Él se dio cuenta de que lo estaba mirando, y su espalda se enderezó como si hubiera sido golpeado por un rayo.

Él ahora estaba realmente en guardia a mi alrededor.

“¿Qué pasa?” preguntó él.

“Fohl, esos guanteletes que obtuviste, definitivamente son un arma de las siete estrellas, ¿correcto?” confirmé con él.

“Si. Ahora el SP está desplegado en mi campo de visión. No hay dudas,” afirmó él.

“Mmm. ¿Podrías dar un vistazo y buscar si hay un método de incremento de poder único en tu menú de ayuda? El arma de Raphtalia, un arma vasalla de otro mundo, tiene algo así. Estoy seguro de que podemos compartir los métodos de incremento de poder entre las cuatro armas sagradas y las armas de las siete estrellas,” le dije.

“Recuerdo eso de una discusión con el héroe falso de las siete estrellas en Siltvelt,” recordó Fohl. De acuerdo a mi solicitud, sus ojos comenzaron a vagar.

“¿Realmente hay algo así?” preguntó él. “No puedo encontrarlo.” Me pregunto por qué no podía encontrarlo. Lo único en lo que podía pensar era que, tal como con mi escudo, no conocíamos el método de incremento de poder.


“¡Naofumi, cálmate! ¡No es culpa de Fohl!” intervino Ren para detenerme. Yo normalmente diría algo desagradable en esta situación, así que él probablemente había pensado equivocadamente que yo estaba enojado.

“No estoy enojado. Tú eres el que necesita calmarse,” dije. En serio, seguro, en el pasado podría haber destacado lo inútil que era Fohl, pero no tenía la energía para eso.

Aun así, era verdad que yo quería volverme más fuerte.

“Hay una gran probabilidad de que la situación sea la misma que cuando no sabíamos los métodos de incremento de poder del escudo,” destacó Itsuki en su tono monótono usual.

“¿Qué deberíamos hacer?” preguntó Fohl a los tres héroes reunidos, juntando sus guanteletes.

“Quizás buscar si el método de incremento de poder está escrito en algún lugar, tal como con Naofumi,” sugirió Ren.

“Buena idea. Vamos a buscar en Q’ten Lo y el país donde estaba sellado el Fénix,” sugirió Itsuki.

“Es un buen plan,” respondió Ren. Y así, fue decidido que Fohl iría con Ren e Itsuki a buscar el método de incremento de poder. Después de que Raphtalia enviara a Fohl y a los demás hacia Q´ten Lo a través de la Transcripción de Retorno, alisté el equipo marino y nos dirigimos hacia el océano.

Sadina y Shildina tomaron su forma de teriántropo de ballena asesina, cada uno montó a una, y Raphtalia y yo entramos al agua.

“¿Todo listo? ¡Aquí vamos!” dijo Sadina.

“Estoy lista. Realmente estaba esperando este viaje de cacería junto al dulce Naofumi. Si tengo la oportunidad, voy a aprovecharla al máximo,” respondió Shildina.

“Es mejor que te sostengas con fuerza de Shildina, pequeña Raphtalia,” le advirtió Sadina.

“L-Lo haré. Aunque siento que estaría mejor manteniendo un ojo sobre ti, Sadina,” respondió Raphtalia. Eso hizo que Sadina se diera la vuelta para mirar hacia Raphtalia.

“Detente ahí, pequeña Raphtalia. Yo sé cuándo es el momento y lugar apropiado. El pequeño Naofumi no está en condiciones de disfrutar los placeres adultos, así que no haré ningún avance sobre él,” respondió Sadina.

Yo no tenía mucha experiencia con luchar bajo el agua. De hecho, luchar contra la ola en las islas Cal Mira era todo. Considerando las batallas futuras que enfrentaríamos, definitivamente necesitaba obtener algo más de experiencia.

“Pequeño Naofumi,” me habló Sadina.

“¿Mm? ¿Qué pasa? Lo siento, no te estaba escuchando,” respondí.

“¿Ven? Ahora mismo no podemos perder de vista al pequeño Naofumi, así que no hay tiempo para las cosas subidas de tono,” destacó Sadina.

“Si, ya veo a qué te refieres. Muy bien,” reconoció Raphtalia.

“Entonces en marcha,” dijo Sadina. Conmigo en su espalda, nadamos a través del océano. Ser un teriántropo acuático claramente le daba la ventaja en términos de movimiento bajo el agua. Lo había sentido en Q’ten Lo, pero ella definitivamente era incluso más rápida ahora.

“¿Habría sido mejor venir en bote?” me pregunté.

“Nos teletransportarás de regreso cuando terminemos, ¿cierto? Un bote solo terminaría en nuestro camino,” respondió Sadina.

“Sí… supongo que tienes razón,” respondí. Dirigiéndonos hacia alta mar, avanzamos bastante, ya con la pequeña isla que incluía la base secreta de Sadina apareciendo en la distancia.

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“Shildina, ¿podrías por favor mantener tu vista en el frente?” pidió Raphtalia.

“Todo está bien. Puedo seguir a Sadina bajo el agua incluso sin verla. Ella me envía ondas de sonido y pequeños pulsos eléctricos con una persistencia casi molesta,” explicó Shildina.

“Estoy segura de que puedes… pero me hace sentir inquieta,” respondió Raphtalia. Me di la vuelta para ver a Shildina pegándose a nosotros ante la petición de Raphtalia. Por supuesto, Shildina podía perderse en frente de su propia puerta.

Después de un tiempo, Sadina se detuvo.

“Este parece ser un lugar decente para comenzar. Pequeño Naofumi, voy a comenzar a sumergirme. Hazme saber si resulta demasiado para ti,” me dijo ella.

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“No hay problema,” respondí.

“Tú también, pequeña Raphtalia,” continuó Sadina. “Pequeña Shildina, no olvides mantener algo de aire usando magia de viento.”

Por supuesto. El uso de la electricidad de Sadina parecía conveniente para los temas relacionados con el mar, y después Shildina podía usar magia de viento para mantener un suministro de aire. Las dos juntas realmente podían transformar en un paseo las actividades bajo el agua.

Guiados por Sadina, comenzamos a sumergirnos hacia las profundidades.

Estar bajo el agua era casi como estar en el espacio. Era muy hermoso, como si la luz del sol estuviera siendo absorbida por el fondo oceánico.

También estaba al tanto de que el rango que necesitaba proteger era mucho más amplio que en tierra, sin suelo debajo de nosotros y la posibilidad de ser atacados desde cualquier dirección. Antes ya había luchado bajo el agua, pero todo lo que tuve que hacer en ese entonces fue concentrarme en el jefe de la ola.

“¡Vamos a buscar algunos monstruos para luchar!” dijo Sadina animadamente. Primero un tiburón azul nos vio y se acercó. Desplegué el Escudo de Estrella Fugaz y creé una barrera. Estaba preparado para su ataque, pero Sadina dio una estocada hacia el frente con su arpón y lo atravesó.

“Esa es la única clase de monstruo que aparece a esta profundidad,” explicó Sadina. Casi sentí lástima por el tiburón azul, que fue atravesado de un solo ataque. El océano se volvió rojo por su sangre, y esperaba que el olor comenzara a atraer todo tipo de otros monstruos… pero nada así pasó.

“Todos los monstruos de los alrededores saben lo aterradora que es Sadina. Ninguno de ellos vendrá,” reveló Shildina.

“Ah, ya veo,” respondí.

“Las cosas podrían ser diferente esta vez. Traerte con nosotras, pequeño Naofumi, parece haber atraído más atención de lo normal,” comentó Sadina.

“Ahora que lo mencionas…” murmuró Raphtalia, mirando alrededor desde la espalda de Shildina.

“Aun así, cazar monstruos a esta profundidad no va a darte la cantidad de experiencia que quieres, pequeño Naofumi. Solo dame un momento.” Sadina liberó algunas chispas de electricidad estática para ahuyentar a los monstruos de los alrededores.

“Podemos respirar por un largo periodo de tiempo, pero eso no es razón para luchar con todos ellos. Vamos más profundo,” sugirió Sadina.

“Cuenta conmigo. Emperatriz Celestial, por favor sosténgase fuerte,” dijo Shildina.

“B-Bien,” respondió Raphtalia. Sadina y su hermana se sumergieron con nosotros, más y más profundo… tan profundo que apenas podíamos ver la luz del sol.

“Pequeña Raphtalia, mi hermana y yo no necesitamos luz, ¿pero quizás podrías usar magia para crear algo de ella para ti y para el pequeño Naofumi?” preguntó Sadina.

“C-Claro,” respondió Raphtalia. Ella usó algo de magia para crear una esfera de luz para proporcionar iluminación. Solo eso incrementaba considerablemente el rango que podíamos ver.

Eventualmente la placa continental terminó, y un lugar aún más profundo apareció a la vista. El paisaje bajo el agua era bastante maravilloso, muy parecido a volar a través del cielo en la espalda de Gaelion.

“Ah, ahí hay algo,” indiqué.

“Si, lo veo. Es un barco hundido. Me temo que mi hermana ya lo ha registrado. Está vacío,” respondió Shildina. Sadina ofreció una disculpa.

“Ya veo,” dije.

“Podría haber otro en el lugar al que vamos, así que no te preocupes,” me consoló Sadina.

“Bien,” dije. Más profundo, más profundo… Eventualmente alcanzamos el fondo marino. Incluso con el equipo marino equipado, pude notar las limitaciones en mi movimiento. Por supuesto, Sadina y su hermana no parecían afectadas, ya que se movían como siempre con el impulso de sus poderosas colas.

“Aquí vamos,” dijo Sadina. Ante sus palabras, me preparé para la batalla. Primero apareció un pez de cara verde limón, un monstruo parecido a un rape con tres luces colgando en frente de su cabeza. También había una anguila verde oliva y un cangrejo sahara. No sabía si ese en realidad era un cangrejo o una langosta.

El pez de cara verde limón disparó una flecha de luz hacia nosotros desde sus tres esferas de luz.

“¡Aquí viene! Pequeño Naofumi, tú encárgate de eso,” me pidió Sadina.

“Claro,” respondí. Levanté mi escudo en frente de mí. Estaríamos bien detrás de la barrera del Escudo de Estrella Fugaz. La flecha de luz falló en penetrar la barrera y fue repelida.

Parecía ser que podía encargarme de este.

“¡Si! Es muy conveniente tenerte con nosotras, pequeño Naofumi. Esas flechas de luz son disparadas demasiado rápido. Esquivarlas es una molestia,” dijo Sadina.


“También tienen algunas propiedades rastreadoras,” agregó Shildina. “Tienes que tener cuidado con la anguila verde oliva. Ellas usualmente usan una membrana mucosa para limitar nuestros movimientos. El cangrejo sahara, mientras tanto, es bastante duro.”

“Eso lo resume. ¡Vamos a luchar contra ellos!” Sadina arremetió a toda velocidad hacia el pez con cara verde limón y dio una estocada hacia él con su arpón. Se retorció con mucha más fuerza que el tiburón azul.

“¡Cadena de Rayos Zweite!” Mientras sostenía su arpón, Sadina entonó algo de magia. El rayo resultante electrocutó al pez con cara verde limón y después avanzó hacia la anguila verde oliva. Si bien no fue suficiente para derrotarla, golpearla logró hacerla retroceder.

Sin perder la oportunidad para atacar, el cangrejo sahara pateó algo de polvo desde el fondo marino y acortó distancia, lanzando un poderoso golpe con sus enormes pinzas. Lo bloqueé con el Escudo de Estrella Fugaz.

“¡Vaya! ¡Esto es mucho más fácil de lo habitual!” dijo emocionada Sadina.

“Déjame un poco. Por favor únase a mí, Emperatriz Celestial,” dijo Shildina.


“C-Claro,” accedió Raphtalia. Desde dentro de la barrera, Shildina balanceó su katana hacia abajo con una fuerza increíble y cortó sus pinzas. Raphtalia después realizó un solo corte a través de su cuerpo.

“¡Una victoria fácil! Asegúrense de revisar su aire restante,” nos advirtió Sadina.

“Si llegamos a lo peor, usaré el Escudo Burbuja para crear un poco,” respondí. El escudo tenía la habilidad de crear oxígeno bajo el agua, solo una vez. Con algo de suerte podría usar eso para extender nuestro tiempo sumergidos.

“Pequeño Naofumi, ¿qué te parece la experiencia?” preguntó Sadina. La revisé luego de escuchar su comentario. Sí, era buena. Estaba recibiendo números mayores que en Q’ten Lo. E incluso más que en el viaje a las profundidades de las montañas. De seguro era mejor que los monstruos fuertes que Ren e Itsuki habían mencionado. Estos ni siquiera eran tan fuertes, y aun así la experiencia era casi la misma que los jefes de las series del karma en las islas Cal Mira. Eso los ponía por sobre el nivel 80.

“Si vamos más profundo, entonces encontraremos monstruos que dan incluso más experiencia. Por supuesto, también se vuelven más fuertes,” dijo Sadina. Le mandé una sonrisa inquietante. Así es. Si me volvía más fuerte, entonces quizás no perdería nada nunca más.

“Hasta ahora va bien. No hay razón para detenernos ahora,” dijo Raphtalia.

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“Estoy de acuerdo. Continuemos, Sadina,” respondí.

“Pueden contar conmigo,” respondió ella. Nos sumergimos más profundo, preocupándonos siempre del tiempo que nuestro aire duraría.

Por el camino, absorbí a los monstruos derrotados con mi escudo. Hacerlo me recompensó con algunas habilidades bastante convenientes, tales como un incremento del tiempo de inmersión y habilidades de combate bajo el agua, haciéndome progresivamente más fácil luchar.

Pero todavía estaba un paso por detrás de Sadina, quien eran naturalmente idónea a este entorno.

“Vaya. Nos hemos encontrado con uno grande,” dijo Sadina. Habiéndonos sumergido incluso más profundo, apareció un tiburón casi del tamaño del padre Gaelion, llamado Mega Tiburón Gris. “Creo que incluso nosotros cuatro podríamos tener problemas luchando contra él”, dijo ella.

“Tengo una idea para eso,” dije, y después propuse usar magia. “¿Quieres unirte?”

“Eso creo. Ya que mencionaste magia, te refieres a nosotros dos juntos, ¿cierto?” respondió ella.

“Así es,” le dije. Sincronizamos nuestra respiración y comenzamos a preparar el Descenso del Dios del Trueno. Ahora podíamos usarla hasta el nivel Superior.

Usar esta magia permitiría un incremento más eficiente de nuestras habilidades. Eso era lo que estaba esperando, pero con un sonido raro, la magia cooperativa falló.

“¿Oh?” se preguntó Sadina. El Mega Tiburón Gris comenzó a arremeter hacia nosotros. Logré bloquear el ataque mismo, lo cual significó que no recibimos daño. Pero el impacto nos envió lejos girando a través del agua.

“¡N-Naofumi-sama! ¡Sadina!” gritó Raphtalia.

“¿Qué salió mal?” preguntó Shildina.

“Pequeño Naofumi, intentémoslo una vez más,” propuso Sadina.

“Claro,” respondí… pero cada intento posterior de magia cooperativa también terminó fallando a medio camino.

No entendía lo que estaba pasando.

“Entonces no hay opción. ¡Usaré el Aura Superior!” Me concentré y recité algo de magia por mi cuenta. “¡Aura Superior!” La apliqué sobre Sadina, quien podía moverse de forma más eficiente.

“¡Aquí voy de nuevo!” gritó ella. Conmigo en su espalda, Sadina arremetió una vez más, deslizándose por las corrientes, y golpeando al Mega Tiburón Gris. Su estocada perforadora arrancó mucha de la carne de su objetivo… pero falló en derrotarlo de un solo ataque.

“Ahora… ¡Trueno Drifa!” Sadina liberó un estallido de rayos, impactando al Mega Tiburón Gris. Él se echó hacia atrás y contraatacó.

“¡Vaya!” exclamó Sadina.

“¡Gah!” gruñí. Incluso hizo retroceder bastante a Sadina mientras continuaba resistiéndose.

“Un chico realmente duro,” comentó ella.

“Sí. Es aterradoramente fuerte. Nunca pensé que habría monstruos como este en el mundo exterior. Quizás no es rival para el Dragón de Agua, pero aun así es increíble,” agregó Shildina.

“¿Q-Qué deberíamos hacer?” preguntó Raphtalia.

“Podemos derrotarlo,” respondió Shildina. “Aquí vamos. No voy a perder con Sadina.” Ella procedió a crear un tornado de agua, cortando todo el cuerpo del Mega Tiburón Gris. No obstante, el ataque no fue lo suficientemente fuerte como para envolverlo completamente.

“¡Haaaa! ¡Formación Dos de la Hoja del Destino de los Ocho Trigramas!” Raphtalia había usado ese tiempo para cerrar la brecha y liberar un ataque de corte hacia el pez. Eso finalmente fue suficiente para cortar al Mega Tiburón Gris en dos y derrotarlo.

“No era tan fuerte como el Fénix,” comentó Raphtalia.

“De seguro no puedes compararlo a uno de los cuatro animales benevolentes,” respondí. Ni siquiera quería pensar en eso. ¿Enemigos normales peores que la Tortuga Espiritual o el Fénix? Por supuesto, en un videojuego, los monstruos al final generalmente terminaban siendo más poderosos que los primeros jefes.

“Las cosas van bien. No habría llegado tan lejos sola,” dijo Sadina.

“¿En serio?” pregunté.

“Si. Tu protección ha hecho una gran diferencia. ¿Entonces cómo estuvo eso? Hablo de la experiencia,” preguntó ella.

“De seguro fue una cantidad decente. Sadina, ¿qué hay de ti? ¿Todas?” pregunté.

“Oh, yo ya alcancé el límite de nivel,” respondió ella. Por supuesto. Aquellos como Sadina, quienes no eran héroes, generalmente tenían un nivel máximo de 100. Cruzar ese límite aparentemente requería una segunda subida de clase, pero nosotros todavía no sabíamos cómo hacer eso.

Habíamos escuchado que el rey dragón… que los fragmentos de Dragón Emperador podían proporcionar una forma de superar el límite de nivel. Aún no teníamos ninguna información más aparte de esa.

Lo cual llevaba a la pregunta de cómo seguir subiendo de nivel de ahora en adelante.

Era una historia diferente para los héroes y portadores de las armas vasallas… Pero ahora Raphtalia simplemente tendría que seguir haciendo su mejor esfuerzo como una atacante.

“Nuestro objetivo de momento es incrementar tu nivel, pequeño Naofumi, y también el de la pequeña Raphtalia. Así que simplemente sigamos haciendo eso,” dijo Sadina.

“Bien. vamos a hacer eso… aunque sin tomar demasiados riesgos,” estuve de acuerdo.

Continuamos nuestra cacería en el océano. A lo largo del camino S’yne también se unió a nosotros.

***

 

 

Era el anochecer del segundo día después de que comenzamos a cazar en el océano.

El viejo de la tienda de armas, el tío de Imiya… y Motoyasu II aparecieron en la aldea. Ren había ido a recibirlos como representante de la aldea, así que él estaba con ellos cuando llegaron. Él era alguna especie de aprendiz del viejo.

“Hola, chico. Escuché lo que pasó. Eso debe haber sido difícil,” simpatizó el viejo.

“Tiene mis más sinceras condolencias,” dijo también el tío de Imiya. Ambos tenían una gran simpatía en sus ojos. Después de la batalla contra el Fénix, ellos le habían pedido a Raphtalia traerlos de vuelta cuando ella visitó Q´ten Lo. En cuanto a Motoyasu II…

“¡Siii! Diré una sola cosa de la aldea de este idiota: ¡siempre está llena de chicas lindas!” cacareó él, viéndose tan animado como siempre.

“¿Estás seguro de que es bueno sacarlo de Q’ten Lo?” pregunté.

“Tengo eso cubierto, chico. No te preocupes,” me tranquilizó el viejo.

“Siento un poco de lástima por él, pero parece ser la movida correcta,” agregó el tío de Imiya con una sonrisa amarga.

“¡Maldito seas! ¡No me recuerdes eso, Erhard! Idiota—” Motoyasu II fue interrumpido por un gruñido de dolor, poniendo su mano sobre su pecho. Reconocí esa reacción. Él tenía un sello de esclavo.

“Lo he configurado para que él no pueda alejarse mucho de mí. Además, para nuestro viaje aquí agregué otra condición. Se activa cuando él dice algo que pueda hacerte enojar, chico,” explicó el viejo.

“¿¡Por qué tengo que sufrir de esta forma a manos de mi propio aprendiz!?” rugió Motoyasu II.

“Porque usted es un horrible mujeriego y siempre termina con un montón de deudas de las que no se hace cargo,” respondió fríamente el viejo.

“Tenemos el permiso no solo de Raphtalia, la Emperatriz Celestial misma, sino que también el permiso de la reina de Melromarc,” agregó el tío de Imiya. Entiendo. Miré hacia Raphtalia y ella asintió.

“Solo no moleste al chico, ¿escuchó?” dijo el viejo.

“¡Bah! ¡Si él fuera un verdadero hombre esa pequeña belleza no habría tenido que—gah, maldita sea!” A partir de su reacción, podía adivinar lo que él iba a decir. Y tenía razón. Todo lo que yo podía hacer era defender, y aun así no había podido proteger a muchas personas, incluyendo a Atla.

“¿Hola? ¿Idiota? ¡Bah, esto no tiene gracia!” Después de mirar mi rostro, Motoyasu II chasqueó su lengua y se cruzó de brazos. “No soporto estar cerca de un perdedor. ¡Terminemos nuestros asuntos aquí de una vez y vamos a beber a la ciudad vecina!” se quejó él.

“¿Qué asuntos?” pregunté.

“Encontraste esa espada en Q’ten Lo, ¿recuerdas? Él terminó de purificarla,” dijo Ren. Él me mostró la hoja maldita que habíamos obtenido en Q’ten Lo, la cual había formado el núcleo del Orochi Sellado.

“Sí, logré purificarla. Pero no creo que unos zoquetes como ustedes puedan hacer uso de ella. Las estadísticas requeridas son súper altas. Necesitarían realizar todo tipo de pasos previos para solo hacer uso de ella.” Ante las provocaciones encubiertas de Motoyasu II, la revisé. Como temía, mi habilidad de evaluación no era lo suficientemente alta. Realmente necesitaba encontrar mejores habilidades en esa área para estar listo para cualquier circunstancia posible. “Para colmo, reconozco que solo serán capaces de usarla una vez. Balancearla una segunda vez provocará que la maldición purificada aparezca una vez más. ¡Después de todo ese trabajo duro!” se quejó Motoyasu II. Él dijo que solo podíamos usarla una vez. Eso no era exactamente eficiente. Aunque el filo sí se veía bastante bien…

“¿Y bien? Ren, ¿la copiaste?” pregunté.

“Lo hice… pero el arma que apareció fue la Espada Ama-no-Murakumo Sellada. Aunque mira la hoja.” Y así, Ren cambió su espada. El exterior se veía igual, pero también estaba cubierto por una cubierta transparente, como una vaina. Él además tuvo que cambiarla rápidamente a otra espada. “Solo mantenerla equipada causa todo tipo de estados alterados, aumentando mucho la presión. Y tampoco tiene una estadística de ataque tan alta,” explicó él.

“Entonces esa es el arma que conseguiste al copiarla… un arma sellada,” reflexioné. ¿Entonces era un arma maldita que había sido purificada a tal punto que era usable, o la maldición no había sido rota? Después de todo, mi Escudo del Odio había sido bendecido y se había convertido en el Escudo de la Compasión gracias a Atla. Había una posibilidad de que reunir ciertas condiciones pudiera romper la maldición.

Pensar acerca de los escudos me recordó algo.

“En un juego que probé una vez, había un escudo que solo tenía efectos negativos cuando era equipado. Pero si lo usabas por el tiempo suficiente la maldición se rompía y se convertía en el escudo definitivo,” recordé.

“No puedo negar esa posibilidad. Cuando la uso, un apartado especial aparece con un número,” describió Ren.

“Suena a que la maldición se intensificará o que será bendecida para ser usable,” razoné.

“Sí. Me gustaría intentarlo, pero estoy preocupado de que pueda afectar mi cabeza. Si causo cualquier problema, quiero que me detengan. Si esa arma comienza a corromperme, pueden usar la serie de la piedra de sakura del destino para contenerme, ¿cierto?” preguntó Ren tanto a Raphtalia como a mí.

“Así es. Por ahora, hagamos todo lo que podamos para volvernos aunque sea un poco más fuertes,” nos dijo Raphtalia a ambos, asintiendo con su mano en su pecho.

“¿Qué hay del arma original?” preguntó Ren.

“No podemos usar ese tipo de arma de un solo uso en combate real. Aparentemente está formada por núcleos de Dragón Emperador, ¿entonces qué tal si se la damos a Gaelion?” sugerí.

“¡Agradezcan un poco todo el trabajo duro que puse en volver a forjarla!” se quejó Motoyasu II. En este caso, su ira parecía justificada. Pero hacer uso de un arma tan complicada en batalla parecía ser más problemático de lo que valía.

¿Si alguien aparte de un héroe la hubiera usado—cuando el Fénix había estado a punto de explotar—podría haberlo derrotado? No estaba seguro, pero parecía improbable. Sin importar lo fuerte que fuera, no podía imaginar que terminara siendo una carta del triunfo tan poderosa. Después de todo, incluso con los héroes usando los métodos de incremento de poder al máximo, no habíamos sido capaces de derrotar al Fénix instantáneamente.

“En fin. Voy a estar en la tienda de armas de Melromarc por un tiempo, chico, investigando los materiales de los nuevos monstruos que has derrotado. Si algo más surge, solo ve a buscarme,” dijo el viejo.

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“Yo también estoy a punto de terminar mi entrenamiento y regresar a la aldea,” reportó el tío de Imiya.

“¿No ustedes tres fabricarían mejores equipos si trabajan juntos?” postulé.

“¡Es decir, probablemente tienes razón!” dijo el viejo con una sonrisa incómoda. Parecía ser que había dado justo en el clavo. Tomando esto en cuenta, decidimos que el tío de Imiya solo realizaría visitas periódicas a la aldea, y que continuaría trabajando junto al viejo.

Y así, solicité equipo nuevo a ellos tres.

Después de eso, le entregué a Gaelion el núcleo purificado de la Espada Ama-no-Murakumo Maldita. Aunque parecía ser que aún tomaría un tiempo sacar algo de información de él.

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