Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 9

Capítulo 5: Un Cierto Pequeño Epílogo, Después Del Final De La Historia

Parte 2

Después de unos días de estadía, Latina empacó todas sus cosas en una bolsa grande y salió del Ocelot antes de que comenzaran los preparativos de la mañana. Cuando se despidió de Theodore en el frente, fue como si acabara de salir al vecindario.

“Bueno, entonces, Theo, te veré por ahí”.

“Sí”, Theodore respondió ligeramente. “También deberías ir a ver a Emma alguna vez”.

“Lo hare.”

Theodore tampoco veía a su hermana pequeña muy a menudo hoy en día, ya que se había casado y vivía en un pueblo vecino. Pero la mayoría de las personas rara vez abandonaron la ciudad para empezar. Sin embargo, su hermana mayor se puso de pie rápidamente, por lo que tenía más oportunidades a pesar de vivir más lejos.

Cuando Latina se volvió para irse, Theodore suspiró y luego agregó: “Dale también…”

“¿Hmm?”

“Dile a Dale que también debe mostrar su rostro por aquí ocasionalmente. No solo saldrá y lo dirá, pero sé que mi viejo siempre se preocupa por él”.

“Cierto… se lo diré”, respondió Latina con una sonrisa. Con eso, se despidió con su pequeña mano y se puso en marcha.

Cuando Theodore la vio irse, fue como cuando la había visto en un viaje lejano cuando era pequeño.

Cuando Latina salió de Kreuz, encontró a un joven con un abrigo de cuero negro apoyado contra la pared y mirándola. Era un espectáculo muy familiar para ella, pero en realidad era raro últimamente para él viajar con ese atuendo.

“Lo siento, ¿te hice esperar?”

“No, acabo de llegar temprano”.

“¿Has descansado bien…?”

Dale desvió la mirada, aparentemente no queriendo responder la pregunta. No quería mentirle, así que estaba evitando abiertamente el asunto. Era increíblemente infantil, pero esos gestos se habían convertido hace mucho tiempo en parte de sus hábitos habituales.

Después de aceptar su paquete, Dale finalmente esquivó la pregunta por completo y en su lugar hizo la suya.

“¿Debería llamar a Vint para que nos lleve de vuelta?”

“No. Quiero comprobar cómo avanza el camino, así que caminemos en su lugar”.

“Tan pronto como regresemos, volveremos al trabajo, ¿eh?”, Dijo Dale con una sonrisa, caminando junto a Latina.

“Theo parecía que estaba bien”.

“¿Eso es así?”

“Dijo que deberías venir a verlos alguna vez también. Y que Kenneth estaba preocupado por ti.”

“Sí claro.”

En algún momento, Dale había comenzado a evitar entrar a Kreuz.

Cuando Latina se dio cuenta de eso, en realidad comenzó a tomarse más tiempo para visitar a sus viejos conocidos. Y últimamente, había estado visitando a las personas lo suficientemente importantes para ella como para compensar cómo no podían ver a Dale.

Ella sentía que eso era algo que tenía que hacer.

“Creo que definitivamente lamentaría no haberlo visto, así que sería mejor hacerlo. Estoy seguro de eso.”

“Eso puede ser tan…”

Aun así, había un sentimiento con el que Latina también se atormentaba. Que Dale estaba reteniendo su dolor en una forma de egoísmo. Y así, ella quería salvarlo de esos sentimientos, aunque solo fuera un poco.

“No vayas a hacer una cara así, Latina. Estoy bien”, dijo Dale con una sonrisa brillante, claramente viendo las preocupaciones de Latina en su rostro. Agarró la mano de Latina y la atrajo hacia sí, luego acarició suavemente su cabello. “Para ser honesto, es complicado. Pero aun así, estoy muy contento de que esto no sea algo que tengas que enfrentar por tu cuenta”.

“Dale…”

“Y así, estoy bien”, repitió Dale con una sonrisa. Latina levantó la vista y lo miró directamente a la cara en lugar de apartar la mirada.

Y luego, Latina le devolvió la sonrisa. Por su reflejo en sus ojos negros, ella podía decir que parecía estar manejándolo adecuadamente.

Ella conocía el miedo a ser dejado atrás por el paso del tiempo más que nadie.

Él estaba haciendo todo lo posible para cargar algo de esa carga por ella, y por eso, se sintió agradecida.

“Muchas gracias por elegir quedarse conmigo, Dale”, dijo, sus sentimientos se desbordaron de sus palabras.

Ella seguiría diciéndole, sin olvidar nunca.

Ella no olvidaría que este tiempo alegre juntos no fue algo que surgió naturalmente. Era importante que ella nunca olvidara eso.

Y así, en lugar de disculparse, ella le dijo lo feliz que estaba. Era lo que podía hacer, y sentía que tenía que hacerlo, pero, por supuesto, nunca podría ser suficiente para compensar el precioso regalo de él compartiendo su carga.

“Claro. Y también seguiremos juntos”.

Cuando él respondió, Dale apretó su mano con fuerza, e intercambiaron sonrisas suaves.

Luego, comenzaron a caminar de regreso. Algún día, seguramente podrían llamarlo su nueva ciudad natal. Y seguramente se convertiría en eso también para un gran número de personas.

Sin duda sería agradable si pudiera ser un lugar amable y gentil donde todos pudieran simplemente vivir su vida cotidiana, tratando eso como algo natural. Ese era el tipo de lugar que esperaban crear.

Y entonces, ahí fue donde la pareja partió, caminando de la mano.