Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 8

Capítulo 6: Encuentro Casual

Parte 1

Quince días después de que Río y los demás partieron de la aldea de los espíritus…

El viaje había progresado sin ningún obstáculo particular, lo que les permitió llegar a la región de Strahl con seguridad. Fue gracias a que Río eligió una ruta más segura, ya que había viajado entre la aldea de espíritus y la región de Strahl en numerosas ocasiones.

Era antes del mediodía; su ubicación actual estaba muy por encima del área más oriental del Reino de Galarc, conocida como las montañas Nephilim, la cadena montañosa que separaba la región de Strahl del desierto.

“La región de Strahl ha pasado aquí”, informó Rio a los demás.

“Así que esto es…” Todavía no había signos de civilización, pero Sara y las otras chicas espíritus miraban con asombro su primera mirada de la vasta región de Strahl.

“…” Latifa también miró fijamente la vista ante ellos. “¿Tienes miedo, Latifa?”, Preguntó Rio.

“¡No, porque Onii-chan está conmigo! ¡Estoy bien!” Respondió Latifa, abrazando fuertemente a Rio, que todavía la llevaba.

“Ya veo. Si te sientes incómoda, puedes confiar en mí y en las personas que te rodean”.

“¡Sip!” Latifa respondió obedientemente a las gentiles palabras de Rio.

“Hemos vuelto de nuevo. A la región de Strahl…” Aki debe haber estado nerviosa, ya que estaba mirando hacia abajo inquieta.

“Espero que podamos encontrar a Takahisa”, dijo Miharu, apretando la mano de Aki.

“Sip. Por favor, pregúntale a Satsuki todo en mi nombre, Miharu,” dijo Aki asintiendo, apretando la mano de Miharu.

“Primero, tenemos que dirigirnos a Aishia. Ahora que hemos llegado hasta aquí, debemos llegar antes del anochecer. Seguiré liderando el camino como lo he estado, así que sígueme”, gritó Rio al grupo que volaba detrás de él.

“¡Está bien!” Miharu y los demás se concentraron y asintieron con firmeza.

***

Varias horas después, antes del anochecer, exactamente como estaba planeado…

Río llevó a los demás a un área a las afueras de la capital del Reino Galarc.

“Debería estar cerca de las rocas aquí…” Rio buscó en su memoria mientras miraba hacia abajo a la zona rocosa.

Al igual que esconder un árbol en un bosque, había colocado la casa de rocas junto a otras rocas. Ya podía sentir su conexión con Aishia cerca, pero todos los cantos rodados dificultaban la búsqueda. Bienvenido a casa, Haruto. El mensaje telepático hizo eco de repente en la cabeza de Río.

Aishia, estoy en casa. Buen momento: solo estaba teniendo problemas para localizar la casa. ¿Puedes llevarme allí? Rio sonrió con ironía. Si podían comunicarse telepáticamente, Aishia debía estar muy cerca.

Sí, me dirijo a ti ahora.

¿Hm? …Ah, allí estás. Rio vio a la figura acercándose a ellos en diagonal a la derecha y sonrió. Tenía los ojos fijos hacia abajo, por lo que tardó un poco en darse cuenta.

“Es Lady Aishia”. Sara y los demás también la habían notado.

“Bienvenido de nuevo”. Aishia se detuvo ante ellos en un instante, llamando a Rio y al grupo.

“Ai-chan… estamos de regreso”. Al ver a Aishia por primera vez en mucho tiempo, los ojos de Miharu se llenaron de lágrimas.

“Bienvenida a casa, Miharu”, dijo Aishia.

“Ha pasado mucho tiempo, Lady Aishia”, dijo Sara respetuosamente. “¡Cuánto tiempo sin verte, Aishia!” Latifa gritó alegremente.

“Hola a todos. Celia está esperando, así que déjame llevarte a la casa primero. De esta manera,” dijo Aishia, volviéndose para regresar en la dirección en que vino. La fiesta la siguió, volando por los aires. Menos de un minuto después

“Estaban aquí. Por allá.” Aishia señaló a continuación. Estaba la casa de piedra, con Celia parada afuera agitando sus brazos.

“Esa mujer debe ser la maestra de Río”, murmuró Alma en voz baja.

“Estoy nerviosa, ¡pero espero poder presentarme correctamente y hacerme su amiga!”, Dijo Orphia con entusiasmo.

“De acuerdo”, Alma asintió con una pequeña sonrisa. En poco tiempo, estaban aterrizando en el suelo. Mientras todos bajaban los pies, Celia dio la bienvenida a la fiesta con un poco de desconcierto.

“E-Esa es mucha gente…”

“Estoy en casa, profesora”.

“S-Sí. Bienvenido a casa…” Celia respondió con miedo. Primero miró a Latifa siendo cargada como princesa, luego a Miharu, Sara y los demás.

Hay tantas chicas lindas… ¿Me pregunto cuál es su relación? Celia se sintió impulsada por la necesidad de preguntarle a Río, pero con tantos compañeros de viaje presentes, no pudo evitar dudar.

Para que conste, Sara y las demás usaban actualmente artefactos mágicos en forma de collares para aparecer como humanos, ocultando sus rasgos raciales como orejas y colas para que Celia no pudiera ver.

“…” Latifa y los demás vieron a Celia cautivada.

“… Ella realmente es joven”. Sara miró a la mujer de la que había oído con curiosidad.

“¿Tiene aproximadamente la misma altura que Aki y Latifa, o tal vez un poco más alta?”, Dijo Orphia, inclinando la cabeza.

“Es una persona muy hermosa”, murmuró Alma, mirando fijamente a Celia. “H-Hey, ¿quiénes son estas personas? La persona Miharu está entre ellos, ¿verdad?”, Preguntó Celia vacilante. Ella debe haberse sentido incómoda por toda la atención.

“Si. Eso es correcto, pero no estoy seguro de por dónde empezar a explicar. Las presentaciones también están en orden, así que, ¿qué tal si entramos primero?” Río sugirió con una mirada preocupada.