Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 8

Capítulo 5: Partida

Parte 2

La noche siguiente, todos se reunieron en el comedor en el piso más bajo del ayuntamiento. Todos los escalones superiores del pueblo y sus familias estaban reunidos y charlando agradablemente. Las mesas alrededor de la habitación estaban repletas de comida y bebidas preparadas para celebrar su partida.

“¡Miharu! ¡Quería aprender más recetas tuyas y hablarte mucho más! Voy a estar sola. Estoy muy triste”, se lamentaba la gata Anya mientras se aferraba a Miharu.

En la actualidad, Miharu estaba rodeada por Anya y las mujeres jóvenes de la aldea que lamentablemente se despedían. Todos eran estudiantes del aula de cocina que tenía Miharu.

“Yo también quería hablar con ustedes”, respondió Miharu con una sonrisa triste.

“Hmph, ¡está bien! ¡Podemos tener una larga conversación solo entre nosotras, chicas! ¡Nada sombrío permitido! ¡Nos divertiremos mucho con las charlas de chicas!”, Dijo Anya con entusiasmo, apretando a Miharu con fuerza. Las chicas a su alrededor también estaban a bordo, haciendo un alboroto emocionado.

Mientras tanto, en otra parte de la habitación, Vera también estaba afligida por decir adiós a Latifa y Aki. “¡Uf, las despedidas repentinas son tan tristes! ¡No puedo creer que Latifa vaya también!” Sus ojos estaban llenos de lágrimas mientras los abrazaba a los dos.

“Ahaha, eso duele, Vera”. A pesar de decir eso, Latifa en realidad no se resistió, solo se quedó allí abrazada con una expresión tranquila.

“…Lo siento. Se decidió de repente,” dijo Aki disculpándose.

“Aww… te vas mañana, ¿verdad? ¿Cuándo nos volveremos a ver?” Preguntó Vera, aferrándose a Aki y Latifa.

“…No lo sé. Pero quiero volver a ver a Vera. Si puedo volver, entonces quiero hacerlo. Eres mi preciosa amiga, después de todo”, explicó Aki, expresando pensamientos que estaban separados de sus sentimientos de querer ver a su hermano y Satsuki y regresar a casa.

“¡Es una promesa! ¡Si no vienes, lloraré!” Dijo Vera, sollozando mientras los abrazaba aún más fuerte.

“Sip…” Aki y Latifa asintieron solemnemente.

“Caray, todos están exagerando mucho”, dijo Arslan con cansancio. Él y Masato habían estado observando el intercambio en silencio a su lado todo el tiempo.

“Jaja, cierto”, coincidió Masato con una sonrisa forzada.

“¡¿Dices eso, pero no van a decir adiós ustedes dos?! Dejando a un lado a Latifa, no sabemos si Aki y Masato podrán regresar.” Vera hinchó las mejillas con indignación, mirándolos con una mirada de reproche.

“No… Bueno, hacer eso entre hombres es un poco, ya sabes. ¿Un poco vergonzoso o débil? Me da comezón”, dijo Arslan, rascándose el cuello.

“Así es. De todos modos, tengo la intención de volver. Todavía no he ganado contra él una vez, después de todo”, dijo Masato, mirando a Arslan, que estaba a su lado.

“Ja, si pudieras. Me voy a hacer aún más fuerte. No voy a perder la próxima vez que nos veamos, tampoco”, resopló Arslan con aire de suficiencia.

“Bueno, solo espera. Hasta que me fortalezca, eso es.”

“Ja, supongo que puedo esperar, aunque no espero nada. … Solo ten cuidado en tu viaje”.

“Si.”

Ambos alcanzaron un golpe de puño. Vera miró atentamente el intercambio entre los dos muchachos. “¿Qué hay con eso? Después de decir esas cosas que quieren ser geniales, estás siendo mucho más vergonzoso que las dos”, dijo sin rodeos con una mirada fría.

“¡Oh, yo también pensé eso!”

“¡Yo también!”

Latifa y Aki estuvieron de acuerdo de inmediato.

“Caray, podrías ser un poco más honesto”. Aki sonrió, mirando a Masato y Arslan.

“¿Cierto?”

“Cierto.”

Latifa y Vera asintieron mientras reían.

“¡¿H-Huh?! ¡Eso no es cierto!” Masato y Arslan objetaron con caras rojas.

“Aww, pero es verdad. ¿No es así, ustedes dos?” Vera refutó con una carcajada, luego se volvió hacia Latifa y Aki e imitó las palabras de Arslan. “… Solo ten cuidado en tu viaje”.

“Sí”. Aki puso su expresión más aguda e imitó a Masato, luego golpeó a Latifa.

“Ugh…” Masato y Arslan estaban de color rojo brillante mientras observaban.

“¡Lo-Lo que sea! ¡Vamos, Masato! “

“¡S-Sí!” Masato y Arslan se retiraron de la escena avergonzados.

“Fufu”. Las chicas restantes observaron sus espaldas y se rieron.

Mientras tanto, en otra parte del lugar…

“Te dejo a mi hija y sus amigas, Lord Rio”.

Rio, Sara, Orphia y Alma estaban hablando con los ancianos y los parientes de las chicas de la aldea de los espíritus. El padre de Sara, un hombre lobo plateado, confiaba a Sara y a los demás a Río.

Rio asintió con la cabeza. “Si. En todo caso, yo seré el que esté a su cuidado…” dijo disculpándose.

“No, este viaje será una valiosa experiencia de aprendizaje para nuestras hijas. Si usted y Lady Aishia actúan como sus guías, estaremos encantados de despedirlos”. El padre de Orphia, un gran elfo, hablaba alegremente. Sin embargo, a pesar de decir eso, Rio probablemente no estaba imaginando la expresión un poco triste en su rostro.

“Bueno, como dicen: tienen que abandonar el nido en algún momento. ¡Cuida a mi hija, Lord Rio!” El padre de Alma agarró el hombro de Rio con entusiasmo. Era más joven que Dominic, pero su lenguaje corporal y facial era muy similar al del anciano.

Mientras que los padres de Sara y Orphia no parecían mucho mayores que sus hijas, el padre de Alma tenía una cara que parecía ser de mediana edad para los humanos. Esta era una característica de la raza enana, donde los machos generalmente tenían caras más viejas.

“No puedo expresar mi gratitud lo suficiente a todos por confiarme sus preciosas hijas. Puedo confiar en ellos más de lo que me necesitarán, pero prometo protegerlos lo mejor que pueda”, prometió Rio respetuosamente.

Ante eso, Sara y los demás se sonrojaron de vergüenza.

“Gahaha, eso es como un voto de matrimonio. Las chicas se están avergonzando”, Rio. Dominic se rió de buena gana, dándole una palmada en el hombro a Rio.

“¡Por favor, no digas cosas tan extrañas!” Sara y Alma se opusieron a las palabras de Dominic juntas.

“Ajaja, bueno, yo también estaré bajo tu cuidado, Sara, Orphia, Alma”, dijo Rio, ocultando su vergüenza con una sonrisa irónica e inclinando la cabeza.

“Uh, i-igual aquí, ¡contaremos contigo!” Las mejillas de Sara se enrojecieron, su cola se movió nerviosamente mientras inclinaba la cabeza.

“Gracias, Rio”. Dijeron Orphia y Alma. Rio asintió con una leve sonrisa.

“No es necesario ser tan formal. Desde ayer hasta hoy, las chicas pasaron tiempo en sus casas y discutieron las cosas a fondo. Además de eso, estos viejos aceptaron y decidieron confiarte a sus hijas”, dijo Dominic, dándole una palmadita en el hombro a Rio. “Contamos con usted”.

Todos los padres volvieron la cara avergonzados, tomando sorbos de sus bebidas.

“Aparte de eso, abuelo. ¿Le enseñaste palabras extrañas a Latifa?” Alma suspiró decepcionada ante Dominic.

“… Hum, ¿de qué podrías estar hablando?” Dominic ladeó la cabeza con asombro.

“No intentes hacerte el tonto. ¡Estoy hablando del asunto de la amante local!”, Declaró Alma resueltamente, negándose a escuchar cualquier excusa.

“A-Ahem”, los padres escupieron sus bebidas, limpiando sus gargantas.

“¡Oye! ¡Anciano! ¡¿Qué crees que le estás enseñando a los niños?!” El padre de Alma protestó contra Dominic con nerviosismo.

“A-Ah, ¿eso? Ahora recuerdo. Estaba hablando con Latifa sobre Río antes cuando mi boca se deslizó por la costumbre. Bueno, probablemente ella no lo entienda de todos modos”. Dominic se rió de buena gana en un intento de ignorar la situación.

“¡Ese no es el problema!”, Dijo Alma.

“E-Está bien, está bien. ¿Y tú? Estás a solo un año de Latifa. ¿Sabías el significado?” Dominic dijo en broma.

“¡Uh…!” Alma se puso rojo brillante.

“Por favor, no molestes demasiado a Alma, Dominic”, advirtió Rio suavemente mientras se paraba frente a Alma.

“C-Cierto”. Dominic debe haber sentido algún tipo de presión extraña de Río, mientras asentía con desánimo.

“Tengo un poco más que decir sobre el incidente con Latifa. ¿Lo discutimos mientras tomamos una copa?” Rio suspiró cansado e invitó a Dominic a tomar un poco de alcohol.

“Claro suena bien. ¡Muy bien, ustedes también vienen! ¡Es una fiesta para beber para hombres ahora!” Dominic llamó a los padres de buen humor.

La fiesta continuó ruidosamente y hasta altas horas de la noche.

***

Llegó la mañana siguiente; Finalmente era hora de que Rio llevara a Miharu y a los demás de regreso a la región de Strahl.

“Muy bien, ¿tienes todo?”, Preguntó Dominic, mirando a la partida que partía.

“Sí, eso creo”. Rio miró al grupo y respondió en su nombre.

“… ¡Ah!” Vera de repente recordó algo.

“¿Hm? ¿Qué pasa, Vera?”, Preguntó Ursula.

“U-Umm. Latifa, Latifa.” Vera corrió hacia ella.

“¿Qué pasa, Vera?” Latifa inclinó la cabeza con curiosidad.

“¿Trajiste la cosa?”

“¿La cosa?”

“Ya sabes, la cosa. Los uniformes que hiciste para sorprender a Río”, susurró Vera al oído de Latifa.

“¡Oh! Esa cosa. Sí, traje para todas.” Latifa sonrió y asintió entendiendo.

“¡Es bueno oír eso! Tienes que sorprender a Río, después de todo.”

“¿Yo…?” Río debe haber captado las palabras de Vera, mientras miraba confundido.

“Es un secreto. Definitivamente te sorprenderás. Yo también quería verlo, pero me dijeron que era una sorpresa para cuando volvieras, así que”, dijo Vera, sonriendo.

“Ya veo. Lo espero con ansias, entonces,” Rio se rio entre dientes, mirando a Latifa.

“¡Sip! Aki, Latifa, cuídense. Rezaré por tu regreso seguro “, respondió Vera enérgicamente.

“Sí”, Latifa y Aki asintieron. “¡Nos iremos ahora!”

“¡Está bien, vámonos!”, gritó Rio a Latifa y Aki.

“¡Está bien!”, Dijo Latifa felizmente, corriendo hacia Río. Mientras tanto, Aki se acercó al espíritu gigante de pájaro, Ariel, esperando junto a Orphia.

“Está bien todos, suban a Ariel”, dijo Orphia a Miharu, Aki, Masato y Sara. El grupo se reunió en la espalda de Ariel con familiaridad, ya había montado el espíritu muchas veces.

“Sí, hay suficiente espacio para cuatro personas allí. Llevaré a Alma y Río llevará a Latifa, ¡es perfecto!”, Dijo Orphia con satisfacción una vez que todos se subieron a la espalda de Ariel.

“¡Sip! ¡Esta es la mejor opción!” Latifa estuvo de acuerdo, extremadamente complacida. Probablemente estaba feliz de poder quedarse con Río durante todo el viaje.

Los únicos que podían volar libremente por el aire entre el grupo eran Rio, Orphia y Ariel. No era como si Sara y Alma no pudieran volar en absoluto, pero les faltaba habilidad en comparación con Río y Orphia, por lo que fue más rápido viajar de esta manera.

Ahí fue donde surgió la cuestión de quién llevaba a quién, y se decidió que Rio y Orphia llevarían a Latifa y Alma más ligeras mientras los miembros restantes cabalgaban a lomos de Ariel.

“No te muevas, ¿de acuerdo?”, Dijo Rio, cargando a Latifa como una princesa.

“¡Sí!” Latifa asintió alegremente.

“…” Alma observó la escena con ligera envidia.

“Tendrás que aguantarme, Alma”. Orphia se rió de Alma.

“No hay nada que aguantar. Gracias por esto “, dijo Alma, subiéndose a la espalda de Orphia.

“Sí”, respondió Orphia alegremente, mientras Latifa señalaba el cielo enérgicamente.

“¡De acuerdo, vámonos! ¡Todo vapor!”

“¡Nos iremos ahora, todos!” Río se rio entre dientes, luego se volvió para mirar a todos los que se habían reunido para despedirlos. Flotó suavemente en el aire, con Orphia y Ariel siguiéndole de cerca.

“¡Cuídate!”

“¡Cuida a nuestras hijas!”

“¡Enséñame a cocinar de nuevo alguna vez, Miharu!”

“¡Volvamos a jugar cuando regreses! ¡Es una promesa!”

“¡Hazte más fuerte, Masato!”

Muchas voces resonaron a su alrededor.

“¡Todos, muchas gracias por todo! ¡Definitivamente regresaremos de nuevo! ¡Queremos volver de nuevo!” Miharu miró hacia abajo y gritó sus despedidas en voz alta, lo cual era raro que viniera de ella.

“¡Hasta luego!”

“¡Quiero volver otra vez también!”

A pesar de haber intercambiado tantas despedidas ayer, Aki y Masato también se despidieron.