Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 8

Capítulo 5: Partida

Parte 1

A la mañana siguiente, después de que Río, Latifa, el grupo de Miharu y el grupo de Sara terminaron el desayuno, todos hicieron una visita al ayuntamiento y solicitaron una reunión con los principales jefes. Poco después, los llevaron a una habitación dentro del ayuntamiento.

“Bienvenido. Por favor, tome asiento “, dijo Syldora cálidamente.

“Muchas gracias. Miharu: tú, Aki y Masato pueden sentarse allí”, dijo Rio, instándolos a los tres a sentarse en los asientos opuestos a los ancianos. Latifa, Sara, Orphia y Alma se sentaron a un lado.

“Disculpe”. Miharu se inclinó cortésmente antes de sentarse. Rio se sentó a su lado y se enfrentó a los ancianos.

“Llegaste a una conclusión más rápido de lo que esperábamos”, dijo Ursula la werefox.

“Sí, los tres lo discutieron. Anoche, Sara y las chicas se unieron, y yo también escuché. Me gustaría respetar la decisión que tomaron”, respondió Rio sin problemas.

Syldora los miró a los tres y asintió. “Ya veo. Entonces déjenos escuchar lo que ha decidido de inmediato. Lord Rio, por favor.”

Rio asintió, yendo directo al grano al informar la conclusión de su conversación. “Si. Para empezar, los tres quieren ir a Strahl.”

“Ya veo”. Los ancianos asintieron solemnemente. Habían predicho esto, pero era una de dos opciones: permanecer en el pueblo o partir hacia la región de Strahl. Se trataba de si todos eligieron la misma opción o si cada uno tomó una opción diferente, pero todo estaba dentro de sus expectativas.

“En cuanto a lo que sucede después de mudarse a Strahl, Aki y Masato esperarán cerca del castillo. Miharu quiere asistir al banquete conmigo, así que planeo consultar con el noble que me ha invitado a ver si Miharu también puede asistir”.
“Entiendo. Eso suena aceptable”, dijo Syldora de una manera majestuosa.

De repente, Miharu se puso de pie con gran fuerza. “Umm, todos en el pueblo han sido tan amables con nosotros a pesar de que nuestras circunstancias fueron forzadas a ti, y ahora nos vamos a nuestra conveniencia, ¡así que lo siento mucho por todo!” Miharu debe haber estado nerviosa, mientras su voz era aguda mientras inclinaba la cabeza con profundo pesar.

“No hay necesidad de estar tan ansiosa, Lady Miharu. Finalmente has obtenido una pista sobre tu amiga y familia. No hay necesidad de negar tus sentimientos de querer conocerlos.” Syldora esbozó una sonrisa amable mientras hablaba con Miharu.

Úrsula estuvo de acuerdo alegremente. “En efecto. Será un poco solitario por aquí, pero es tu futuro. Necesitas encontrar pistas sobre cómo volver a tu mundo. No hay necesidad de dejar que te moleste”.

Dominic levantó ambas manos para apoyar su decisión. “Bueno, si te encuentras con algún peligro, puedes regresar a la aldea. Como Río, ustedes, los jóvenes, ya son como nuestros hermanos también”.

Úrsula asintió con una sonrisa. “Así es. Si alguna vez sientes que estás en peligro, puedes regresar a la aldea”.

“¡M-Muchas gracias!” Miharu se mordió el labio, movida por sus emociones, e inclinó la cabeza profundamente una vez más. Aki y Masato la siguieron y, con su agradecimiento, también inclinaron la cabeza.

“Levanten la cabeza, ustedes tres”, dijo Syldora con una mirada preocupada mientras Ursula miraba a Rio.

“Por cierto, Lord Rio. ¿Cómo piensas llegar a Strahl?”

“Planeo llevarlos por aire, por supuesto”, respondió. Si bien había un cristal de teletransportación a la aldea, no había uno de regreso a la región de Strahl, lo que significaba que las dos únicas opciones eran caminar o volar.

“¿Solo, Lord Rio?” Confirmó Ursula cuidadosamente.

“… Sí”, dijo Rio con un poco de vacilación.

“Bueno, es cierto que Lord Rio puede lograrlo…”, dijo Ursula, mirando a Syldora y Dominic. Luego, se volvió para mirar a Sara, Orphia y Alma.

“Uh…” Parecían querer decir algo, pero cuando los ancianos dirigieron su atención hacia ellos, se sobresaltaron. Los ancianos de la cabeza sonrieron, asintiendo el uno al otro con una sonrisa en los labios.

“En ese caso, deberías llevar a Sara, Orphia y Alma”, dijo Syldora.

“… ¿Eh? No, pero…” Rio miró maravillado, pero sacudió la cabeza al mismo tiempo. Tenía la leve sospecha de que le ofrecerían ayuda desde el momento en que Úrsula mencionó su método de viaje, pero no lo había esperado.

“Está bien. Esas tres probablemente tenían la misma intención en primer lugar”, dijo Ursula, volviéndose repentinamente hacia Sara y los demás.

“Eh… ah. Umm, sí. Nunca imaginé que sería tan fácil, y lo sugirieron los propios ancianos…” Sara se estremeció y dijo con miedo.

“…” Rio no pudo encontrar las palabras para decir, frunciendo el ceño disculpándose.

“Eso es eso. Está decidido “, resumió Dominic con un jadeo presumido.

“¿Pero qué hay de las leyes de la aldea? Los residentes de la aldea no pueden deambular imprudentemente en el mundo exterior”. Rio trató de detener las cosas a través de su confusión. Debido a esta ley, ni las chicas de la aldea de los espíritus ni el propio Rio podían hacer la última llamada para acompañarlo.

“La ley prohíbe que alguien se vaya sin la aprobación de los tres ancianos o la mayoría del consejo. En cuanto a la aprobación de los tres ancianos principales, bueno, aquí tienes”, dijo Ursula con una risa alegre.

“Uh…” Rio pronunció, perdiendo completamente la noción de sus pensamientos.

Ciertamente era algo por lo que estaba agradecido; sin embargo, sintió un profundo pesar por el hecho de que sus duras excepciones a su ley se ignoraran tan fácilmente.

“Umm, nos duele verte pasar por tantos problemas para nosotros, y ya estamos obligando a Haruto a asumir tanto… No sé…” Miharu dijo con nerviosismo. Se sintió mal dejándolo todo a Río, pero eso no significaba que no doliera causarle problemas a la aldea también. Ciertamente estaba atrapada entre una roca y un lugar duro.

“Mira, ahora Lady Miharu está preocupada, y su firme resolución puede terminar vacilando. Es una mala costumbre de Lord Rio actuar con demasiada consideración”, dijo Ursula con una sonrisa a Miharu.

Rio esbozó una sonrisa torpe y tensa antes de mirar a los ancianos y a las chicas de la aldea de los espíritus y agachar la cabeza. “… Eso es lo más vergonzoso de mi parte. Entonces, aceptaré tu oferta. ¿Puedo preguntarte eso?”

“¡Por supuesto!” Sara, Orphia y Alma estuvieron de acuerdo con entusiasmo.

“También. Para estas jóvenes que algún día liderarán la aldea, normalmente les ordenamos que salgan en un viaje a los reinos humanos para ampliar sus puntos de vista. Por supuesto, les damos artefactos mágicos que cambian su apariencia a la de un humano”. Así que no te preocupes por eso, era lo que Dominic estaba diciendo.

“Aunque todavía parece un poco temprano para eso… Si Lord Rio está con ellas, entonces no tenemos que preocuparnos. Por eso es un intercambio de dos vías”, dijo Ursula, riendo.

“Las tres deberían aprender sobre el mundo exterior mientras actúan como acompañantes de Lady Miharu. Será una buena experiencia de aprendizaje”, dijo Syldora, mirando a las chicas mientras hablaba palabras de aliento.

“¡Sí señor!” Estuvieron de acuerdo con entusiasmo.

“¡E-Espera!”, Gritó Latifa. Había estado observando la conversación con una mirada aturdida hasta ahora; una repentina mirada de pánico estaba en su rostro.
Rio se dio cuenta de lo que estaba pensando Latifa y la llamó con una expresión preocupada. “Latifa…”

“¿Q-Qué hay de mí?” Preguntó Latifa preocupada.

“… Latifa, quédate en el pueblo”, le dijo Rio en señal de advertencia.

“¡N-No! ¡Si Sara y los demás se van, yo también voy!” Latifa objetó en estado de shock.

“No puedes”. Rio sacudió la cabeza sin rodeos.

“¿Por qué no?”, Preguntó Latifa con lágrimas en los ojos.

“… Tienes malos recuerdos de la región de Strahl, ¿no?”, Preguntó Rio con dificultad.

“¡Sí, pero…!” La cara de Latifa se contorsionó mientras apretaba los puños.

“Has estado esperando en el pueblo todo este tiempo, ¿recuerdas? No es que vamos a jugar “, Rio se rascó el cuello, tratando de amonestar a Latifa.

“¡Esto es diferente que antes! El grupo de Miharu se va, Sara y los demás se van, Aishia está esperando allí… ¡No quiero ser la única que quede atrás! ¡Llévame contigo esta vez! ¡Solo esta vez!” Latifa suplicó desesperadamente.

Latifa… Miharu miró a Latifa con frustración.

Ayer, después de hablar solo con Latifa, Miharu descubrió cuánto amaba Latifa a Río. Ella entendió por qué Latifa estaba tan desesperada como nadie más presente. Ella no quería que Haruto la dejara atrás: Miharu decidió asistir al banquete y tener su propio futuro en sus manos debido a eso, para poder relacionarse.

“Umm, sé que no estoy en posición de pedir nada, pero ¿no puede venir Latifa también?” Miharu ya no podía quedarse quieto y suplicó a Rio y a los ancianos.

“Tú también, Miharu…” Rio estaba completamente perdido.

“Hmm, no creo que debamos rechazar que ella te acompañe sin escucharla primero”, dijo repentinamente Ursula, quien también era la guardiana de Latifa.

“… ¿Puedo preguntar por qué?” Rio le preguntó a Ursula con un pequeño suspiro.

“Hace tres años, cuando le dijiste a Latifa que te ibas a la región de Yagumo, Latifa no pidió acompañarte, aunque ella te pidió que no fueras.
¿Es eso cierto?” Confirmó Ursula con Rio. “Sí”. Rio asintió incómodo.

“En aquel entonces, ella todavía temía inconscientemente salir. Probablemente por eso la propia Latifa no pensó en abandonar el pueblo. Pero esta vez, ella está pidiendo salir de su propia voluntad. Si es así, esta podría ser una buena oportunidad para que ella crezca con el fin de borrar sus cicatrices pasadas”. Ursula miró hacia el pasado emocionalmente mientras hablaba de los beneficios de Latifa dirigiéndose a la región de Strahl.

“…” Rio no quería descartar los sentimientos de Latifa e ignorar una oportunidad para que ella creciera. Sin embargo, él todavía estaba preocupado como su hermano mayor, temiendo que su trauma reapareciera.

“Quiero ir con Onii-chan. Quiero quedarme a tu lado.” Latifa se levantó lentamente, acercándose a Río y agarrando su manga con miedo.

Mientras todos en la sala enfocaban su atención en ellos, Rio dudó por un largo momento antes de hablar. “… Tengo condiciones”.

“¡¿Q-Qué?!” La cara de Latifa se iluminó de inmediato.

“… Incluso si vamos allí, no podrás quedarte conmigo constantemente. Miharu y yo tenemos que asistir al banquete, por lo que deben escuchar las palabras de Aishia, Sara o la profesora Celia, que estarán con nosotros allí.”

“¡Bien!”

“No puedes quejarte y causar problemas. Debes abstenerte de actuar egoístamente. Si quieres ir a cualquier parte, no puedes ir sola, te absorbes demasiado rápido. También…”

“Fu…” Se oyó una risita en la habitación.

“… ¿Pasa algo?” Rio miró a las personas en la habitación con curiosidad. Los ancianos, las chicas folklóricas y los humanos sonreían divertidos.

“Nada, solo estábamos pensando que eres bastante sobreprotector”, dijo Ursula.

“… Todavía tengo otra condición. A menos que obtenga el permiso adecuado de Syldora y Dominic también, no puedes venir. Es la ley del pueblo.”

Rio suspiró cansado.

“No me importa”, dijo Dominic.

“Yo tampoco”, respondió Syldora de inmediato.

“… Hubiera apreciado un poco más que eso”, dijo Rio, expresando con franqueza su desconcierto.

“La razón es como dijo Ursula. ¿Qué más quieres que digamos? Has cubierto todas las advertencias tú mismo. Por eso elijo no decir nada. Eso es todo.” Dominic sonrió levemente y se encogió de hombros.

“Si tuviera que decirlo, entonces el desarrollo de Latifa ha sido un caso un poco especial. También hemos considerado esas circunstancias. Con respecto a las preocupaciones, mi juicio es que no es un problema si Lord Rio está allí”, dijo Syldora.

“… Sí, si pudiera agregar una cosa. Si necesita un nuevo alojamiento para alojarse mientras está en movimiento, puedo preparar una casa de piedra adicional. Después de que hicimos el anterior para ti, nos pareció tan divertido que hicimos un par más. Este sería uno de esos. De todos modos, son extra, así que llévatelo contigo”, ofreció Dominic generosamente.

“¿Oh? En ese caso, puede partir de inmediato. ¿Cuándo irás?” Ursula estaba completamente a favor de eso y empujó la conversación hacia adelante.

“… Todavía hay tiempo antes del banquete, pero no quisiera llegar tarde debido a problemas mientras me mudo. Creo que cuanto antes mejor “, respondió Rio, rindiéndose.

“¿A más tardar, unos días y, como muy pronto, pasado mañana? Lo que significa…”

Ursula colocó una mano contra su boca y tarareó pensativa.

“¡Necesitamos organizar una fiesta para la partida de todos!” Dryas se manifestó en una esquina de la habitación. La repentina aparición del espíritu de alto rango dejó a todos con los ojos muy abiertos en estado de shock.

“… Lady Dryas, ¿estabas escuchando?”, Preguntó Ursula, suspirando con exasperación.

“Sí, pero solo el final. No parecía el estado de ánimo adecuado para interrumpir, por lo que estaba siendo considerado “, respondió Dryas con un humor agradable. Ella realmente era caprichosa y esquiva.

“No es de extrañar que Ariel se agitara dentro de mí por un momento”.

“Hel también…”

“Ifritah también”.

Sara y Alma también habían sentido el cambio en sus espíritus contractuales. Los espíritus podían sentir la presencia de otros espíritus, por lo que probablemente habían notado que Dryas se acercaba en su forma espiritual.

“Heh, yo también estaba ocultando mi aura bastante en serio… Ustedes niños también han crecido”, elogió Dryas, impresionado por los espíritus contractuales que residen dentro de las chicas folklóricas. “Por cierto, ¿Aishia no está aquí esta vez? De repente no ha aprendido a ocultar completamente su aura… ¿verdad? “, Preguntó, mirando alrededor de la habitación.

“Sí, esta vez ella está esperando en la región de Strahl”, respondió Rio con una sonrisa.

“Ya veo. Bueno, he escuchado la esencia general de las cosas y podemos discutir los detalles más tarde, pero por ahora, ¡es hora de celebrar la partida de todos con una fiesta! ¡Preparémonos!” Dryas sugirió triunfante.

“Entendido. ¿Qué tal mañana por la noche? También podemos usar el salón de comidas en el ayuntamiento donde celebramos la fiesta cuando llegaron por primera vez. Si los aldeanos van al mundo exterior, también se debe informar a varias personas”. Al parecer, Úrsula tenía la intención de hacerlo, ya que concluyó la charla de inmediato.

“¡Sara, Orphia, Alma!”, gritó Syldora.

“Sí”, respondieron las chicas de la aldea de los espíritus, preparándose.

“Regresa a las casas de tus padres esta noche. Además de su propia voluntad y nuestro permiso, también necesita el acuerdo de sus parientes consanguíneos. Informe a sus familias con sus propias palabras: que le han asignado un deber”.

“¡Sí!” Por orden de Syldora, las tres estuvieron de acuerdo con entusiasmo. Por lo tanto, se decidió que la fiesta para celebrar su partida se celebraría mañana por la noche.