Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 8

Capítulo 4: Tu Sombra

Parte 3

Después de que Río se fue, Latifa y Miharu se quedaron solos en la puerta. Miharu de repente abrió la boca. “… Dime, Latifa”.

“¿Hm? ¿Sí?” Latifa respondió con torpeza.

“Umm, tú…” Mientras Miharu había sido la que comenzó a hablar, parecía extremadamente insegura de sus palabras. Su conflicto interno era bastante visible. “Latifa, ¿cuánto sabes sobre Haruto?”, Preguntó con miedo.

En la actualidad, los únicos que sabían que Río tenía recuerdos de una vida anterior eran el consejo de ancianos y la propia Dryas. Sara, Orphia, Alma y Latifa habían estado mostrando a Miharu, así que no estaban presentes y no lo sabían. Rio se lo dijo a Miharu, así que Miharu había evitado hablar sobre la vida anterior de Rio frente a las chicas de la aldea de los espíritus hasta ahora.

Sin embargo…

Miharu sospechaba que la hermana adoptiva de Río podría saber sobre su vida pasada.

“… ¿Qué quieres decir, cuánto?” Latifa preguntó vacilante.

“Me preguntaba si sabías por qué usa el alias ‘Haruto’ o algo así, tal vez”. Miharu evitó los ojos de Latifa y habló vacilante.

Latifa hizo una pausa por un largo momento antes de ir al punto que Miharu había estado tratando de describir sin aliento. “… ¿Tal vez estás preguntando sobre la vida anterior de Onii-chan?”

“E-Entonces sí lo sabes después de todo”. La expresión de Miharu cambió de repente y se mordió el labio.

“Sí, Onii-chan me lo dijo como prueba de nuestro vínculo entre hermanos”, Latifa asintió.

“Entonces… Entonces… ¿sabes, Latifa? Si Haruto es… el alias de Haruto…¿Ese era su nombre en su vida anterior?”, Preguntó Miharu en serio.

“… No puedo decirte eso. Onii-chan me pidió que no le contara nada a nadie sobre su vida anterior.” Latifa sacudió la cabeza lentamente.

“Eso dijo…”

Miharu se preguntó qué podría significar exactamente eso. No era algo que uno quisiera difundir normalmente. Ella no sabía por qué él no quería que se extendiera, pero no podía aceptar que fuera solo por una cuestión de privacidad.

Dicho esto, no podía obligar a Latifa a que se lo dijera, así que Miharu simplemente apretó los puños.

“Incluso si no puedes preguntarme, ¿por qué no preguntas a Onii-chan tú misma?”, Sugirió Latifa con una mirada muy preocupada.

“… Puede que solo sea mi imaginación, pero parece que me está evitando. Especialmente desde que regresó esta vez,” dijo Miharu, frunciendo el ceño con tristeza.

Pensé un poco lo mismo. Pero también pensé que era solo mi imaginación…

Rio realmente parecía que estaba evitando a Miharu antes, pensó Latifa. Primero se dio cuenta de que algo era extraño durante el intercambio entre Río que regresaba a la aldea y antes de que entraran juntos al ayuntamiento. Era como si Rio estuviera evitando a propósito los ojos de Miharu…

Pero incluso si eso fuera cierto, entonces Miharu también se comportaba de manera extraña. Desde que Rio regresó, sus ojos y su atención se habían centrado continuamente en él.

“… ¿Por qué quieres saber sobre la vida pasada de Onii-chan?”, Preguntó Latifa, examinando la expresión de Miharu.

“Si respondo eso, ¿me dirás el nombre de Haruto en su vida anterior?” Miharu parecía extremadamente frustrada cuando les mostró una manera de intercambiar información.

“No puedo hacer eso”. Latifa sacudió la cabeza lentamente.

“… Lo siento, fue injusto de mi parte decirlo. Lo siento”, se disculpó Miharu con vergüenza. Era un comportamiento que nunca hubiera mostrado en circunstancias normales, por lo que debe haberse sentido excepcionalmente derrotada.

“No, está bien…” dijo Latifa con una mirada contemplativa, buscando en el rostro de Miharu sus sentimientos.

Tal vez… no, es más probable que Miharu…

Según su intercambio hasta ahora, Latifa estaba prácticamente segura de que Miharu sospechaba que Rio era Amakawa Haruto en su vida anterior.

Pero… ¿desde cuándo?

¿Cuándo se había dado cuenta? ¿Porque sus nombres eran iguales? Si ese fuera el único factor, ella habría tomado algún tipo de acción hace mucho tiempo. Debe haber habido otro factor, pensó Latifa.

Ah, ¿fue entonces…? Latifa de repente pensó en algo y lo entendió.

Fue cuando prepararon el pastel de manzana durante la clase de cocina: estaban hablando de la primera vez que Rio y Latifa llegaron al pueblo. Mientras describían cómo arrojaron a Rio a una celda de la cárcel, Orphia y Alma dijeron que habían escuchado a Rio murmurar “Mii-chan” mientras dormía.

En aquel entonces, Latifa notó que la expresión de Miharu había cambiado claramente. No había actuado de manera extraña después de eso, pero era posible que hubiera comenzado a aferrarse a sus sospechas en ese momento. Luego, después de ver a Río de nuevo, esa duda se hizo más fuerte.

¿Ha notado Onii-chan el cambio de comportamiento de Miharu? ¿Es por eso que la está evitando? Latifa sospechó.

“¿Latifa?” Miharu inclinó la cabeza con torpeza, mirando a la cara de Latifa. Latifa se había perdido en sus propios pensamientos, por lo que Miharu probablemente se preguntaba qué estaba pasando con ella.

Latifa pensó mucho por un momento antes de mover lentamente la boca. “… Dime, Miharu”.

“¿Qué pasa?”

“No puedo contarte sobre la vida anterior de Onii-chan. Pero puedo contarte sobre mi vida pasada,” declaró Latifa, habiendo tomado una decisión.

“¿Eh…?” Miharu estaba estupefacta. Por un momento, no entendió lo que había dicho Latifa, ya que no tenía idea de que Latifa tenía una vida pasada.

“También tengo una vida pasada. Una historia que solo le conté a Onii- chan. Pero también te lo contaré, porque eres tú. Mis condiciones son que te quedes callada sobre lo que digo y que respondas una de mis preguntas después de que termine”, dijo Latifa con determinación y miró directamente a Miharu.

“Latifa…” Miharu estaba desconcertada por el repentino tema en cuestión.

“¿Bien? ¿Aceptas estos términos? Aunque no es justo decir eso cuando no sabes nada de mi vida pasada, entonces te diré una cosa por adelantado. Conocí a Onii-chan en mi vida pasada. Morimos en el mismo accidente de tráfico”.

“Ah…” Miharu jadeó en estado de shock.

“Podría cambiar de opinión más tarde, así que solo voy a esperar diez segundos. Diez, nueve, ocho…”

“¡E-Espera! Quiero escucharlo. Por favor dime, Latifa. Prometo cumplir tus condiciones.”

“Entendido. Lo siento, esta vez fui yo quien dijo cosas injustas. Pero a cambio, te contaré sobre mi vida pasada. No creo que te arrepientas”, dijo Latifa disculpándose.

Ella quería saber los sentimientos de Miharu. Al igual que Miharu quería saber sobre la vida pasada de Río, Latifa quería saber por qué Miharu estaba cavando en la vida pasada de Río.

Miharu sacudió la cabeza cortésmente, “Está bien. No quiero ser agresiva, pero ¿me lo dirás de inmediato? “

“Sip. Yo era un estudiante de primaria en mi vida pasada. Onii-chan era un estudiante universitario y nos conocíamos porque tomamos el mismo autobús a nuestras escuelas”.

“…” Miharu estaba concentrada en escuchar, así que no dijo una palabra.

“Al principio, no estaba acostumbrada a viajar en el autobús. Solo lo usaba ocasionalmente en días lluviosos, pero una vez perdí mi parada y fui a un lugar con el que no estaba familiarizada. Cuando me asusté y comencé a llorar, Onii-chan me trajo de vuelta a casa. Ese fue mi primer encuentro con Onii-chan. Eso fue todo lo que me tomó para… No, el Onii-chan de mi vida pasada fue tan amable y guapo que me enamoré de él a primera vista. Luego hice que mamá me dejara tomar el autobús a la escuela. Y eso fue un año antes de morir…”

Latifa se detuvo allí antes de continuar, recordando con cariño los detalles.

“Pero al final, incluso con el tiempo de un año, nunca tuve el coraje de volver a hablar con Onii-chan. Ah, sé que pregunté por qué no podías hablar con Onii-chan antes, pero ahora que lo pienso, realmente no soy nadie para hablar de Miharu, ¿eh? Todavía tengo muchas cosas que no he tenido el coraje de decir, incluso ahora”. Latifa sonrió con tristeza.

“Latifa…” Miharu apretó los puños con fuerza por el dolor del corazón.

“Por eso no estaba tan cerca de Onii-chan en mi vida anterior. Por supuesto, desde que me convertí en el yo de este mundo, he escuchado muchas historias de Onii-chan, pero te prometí que no le diría a nadie sobre eso. Lo siento, ¿no podría decirte mucho, supongo?” Latifa se disculpó con pesar. Quizás solo había querido contarle a alguien sobre ella. Tal vez ella quería que Miharu supiera de ella, tal vez por eso sacó ese tema.

“Eso no es cierto”. Miharu sonrió fugazmente, sacudiendo la cabeza.

“Gracias. Luego, para terminar las cosas, te contaré un poco sobre qué tipo de persona se parecía a Onii-chan de mi yo anterior. Y para mi yo actual también…” Después de decir eso, se podía vislumbrar cierta intención en los ojos de Latifa. Era posible que hablar sobre su impresión de Haruto de cuando ella era Suzune sería una violación de la promesa que le hizo a Río. Por lo menos, definitivamente era un área gris.

Pero Latifa quería decirlo de todos modos. Tenía que decirlo, pensó. Si iba a seguir enamorada de Río en el futuro, pensó que tenía que enfrentar a Miharu directamente aquí y ahora. “Onii-chan siempre… El Onii-chan en mi memoria siempre tenía una mirada triste en su rostro. Tenía una mirada lejana en sus ojos, como si estuviera mirando a alguien que no estaba allí. Como si alguien muy importante se hubiera ido, y él sabía que no volverían… “

Latifa sabía quién era esa persona importante. Ella ya estaba pisando una línea peligrosa en este punto, por lo que no podía decir nada más que eso.
“Haruto estaba…” Miharu parpadeó.

“No sé… no sé si Onii-chan todavía está mirando a esa persona incluso ahora. Pero tú sabes. Amo a Onii-chan. Él también me salvó en este mundo”.

“¿En serio?” La repentina confesión de Latifa hizo que Miharu retrocediera.

“Sip. Ahora que lo pienso, nunca te he contado lo que sucedió… Sobre la vida que estaba viviendo antes de venir al pueblo… “

“Escuché que viajabas con Haruto…” Miharu dijo nerviosamente.

“Fue antes de eso. Yo-Yo era… yo era una esclava antes. Cuando recuperé mis recuerdos de mi vida pasada en este mundo, había nacido y crecido como esclava”.

“La región de Strahl es territorio humano, por lo que prácticamente no hay comunidades como esta aldea donde viven personas de diferentes razas. Si los hay, son esclavos. No hay otro lugar para nosotros que no sea la esclavitud”. Latifa continuó con una mirada preocupada. “Los nobles que me poseían me criaron como una asesina. Me pusieron un collar mágico para evitar que desobedeciera. Por eso, cuando recuperé mis recuerdos de mi vida pasada, ya había matado personas. Después de que mis recuerdos despertaron también, con estas manos, yo…”

El cuerpo de Latifa tembló un poco mientras se miraba las manos. Debe haber sido doloroso solo recordarlo. Era un pasado que normalmente mantenía sellado en lo profundo de sus recuerdos.

“Está bien, Latifa. Si te duele, no tienes que obligarte a decírmelo.” Miharu se acercó a Latifa y la tomó de la mano. Ella habló con una mirada de dolor en sus ojos.

Latifa sacudió la cabeza de lado a lado. “No, necesito hacer esto… para hacerte una pregunta más tarde. Por eso… Puede que no quieras escuchar esto, pero yo quiero que lo hagas. ¿Eso está bien?”

“… Sí”. Miharu frunció el ceño, asintiendo profundamente.

“Gracias. Como asesina, yo… fui controlada por el collar de la esclavitud, y me dijeron que matara a Onii-chan como los demás… Eso fue lo que sucedió entre Onii-chan y yo, antes de llegar a la aldea”, dijo Latifa vergonzosamente, mordiéndose el labio mientras miraba a Miharu.

“… Latifa”. Las lágrimas cayeron suavemente de los ojos de Miharu. La historia era demasiado para soportar.

“Fingí colapsar para poder matar a Onii-chan. Pero, no había forma de que pudiera ganar contra Onii-chan, y fácilmente me dieron la vuelta. Pensé que me iban a matar, pero no quería morir, me asusté y luego me puse a llorar por completo, y Onii-chan me dejó inconsciente…” dijo Latifa con amargura. Realmente fue un recuerdo miserable.

“Sin embargo, Onii-chan no me mató. En cambio, se quitó el collar que me estaba controlando. Luego me trajo, que no tenía un lugar en Strahl, que no era más que una carga, hasta este pueblo. Le dio a alguien como yo, que ni siquiera tenía voluntad propia, la oportunidad de vivir una vida ordinaria “, continuó Latifa con voz tranquila pero firme.

“…” Miharu estaba abrumada y se quedó allí en silencio.

“Le he causado muchos problemas a Onii-chan. Le debo mucho, más de lo que puedo pagarle en esta vida. Onii-chan es amable, por lo que negaría todo eso, pero eso no es cierto en absoluto. Es por eso que pasaré mi vida devolviendo esta deuda a Onii-chan. Eso es lo que creo…” dijo Latifa, luego se detuvo.

“… Realmente amas a Haruto, después de todo”, dijo Miharu suavemente. Estaba claro como el día que Latifa realmente amaba a Río de su conversación en este momento. Tan claro, era casi demasiado brillante para mirarlo directamente.

“Sí, así es. Amo a Onii-chan. Lo amo como mi hermano y como hombre. Me enamoré de la misma persona dos veces.” Latifa asintió.

“Ya-Ya veo…” Por alguna razón, Miharu sintió que su pecho se apretaba e hizo una mueca de dolor.

“Por eso, creo que lo entiendo. La razón por la que Sara, Orphia y Alma, por qué todos lo aman también… Todavía parecen sentirse culpables por lo horrible que lo trataron por el malentendido cuando entramos por primera vez en la aldea, pero puedo decir que lo aman”.

“… Correcto”, Miharu asintió con dificultad. Como habían estado viviendo juntos como una familia, Miharu también se había dado cuenta de eso.

“¿Y tú, Miharu?” Preguntó Latifa de repente.

“… ¿Eh?” Por un momento, Miharu no estaba segura de lo que estaba preguntando, con los ojos muy abiertos. Pero ella entendió su significado en muy poco tiempo y se estremeció en estado de shock.

“¿También amas a Onii-chan, Miharu? Esta es la condición que di al principio. La pregunta que quería hacerte,” preguntó Latifa sin rodeos, mirando a Miharu de cerca.

“Uh…” Miharu no pudo responder en el acto, con una mirada terriblemente vacilante en su rostro.

“No tienes que apurarte. Quiero escuchar tus verdaderos sentimientos”, dijo Latifa con calma.

“Yo… tuve a alguien que amaba cuando era pequeña”. Miharu abrió lentamente la boca, pensando mucho. “Probablemente amé a esa persona tanto como tú estás enamorado actualmente. Era natural para nosotros dos estar juntos todos los días, y pensé que sería natural para nosotros estar juntos para siempre… Yo y mi amigo de la infancia. Aki también estaba allí, y los tres jugábamos juntos”, continuó.

“Mhm…” Latifa asintió, instando a Miharu a continuar.

“Pero nuestro tiempo juntos no continuó por mucho tiempo. Cuando tenía siete años, ese niño tuvo que mudarse lejos con su padre, después de que sus padres se divorciaron. Solo quedamos Aki y yo. Aki era la hermana pequeña de ese chico, ya sabes. Ha crecido para odiarlo ahora, pero en aquel entonces, amaba a su hermano. Después de que su hermano la dejó, ella se encerró en su habitación durante días y lloró”, dijo Miharu lentamente, recordando esos momentos.

Los ojos de Latifa se abrieron cuando descubrió que Aki odiaba a Haruto, pero decidió no tocar eso y en su lugar preguntó nerviosamente sobre Miharu en ese momento. “… ¿Lloraste, Miharu?”

“Era tres años mayor que Aki. Lo digo para hacerme sonar más genial, pero también lloré. Lloré todo el día que se mudó”, respondió Miharu con una sonrisa amarga. “Pero, cuando nos separamos, él me hizo una promesa. Que cuando creciera, vendría a buscarme. Por eso deberíamos casarnos. Entonces siempre podríamos estar juntos, él siempre podría estar a mi lado y protegerme con su vida… ”, dijo con una mirada triste y lejana.

“Miharu…” Latifa sintió que su pecho estaba a punto de romperse. Al final, Haruto aún pudo cumplir esa promesa, incluso ahora. Protegería a Miharu con su vida.

“Soy una persona simple, así que estaba muy feliz y dejé de llorar por eso. No sé si todavía amo a esa persona ahora que he crecido, pero mis recuerdos de esa época son un tesoro precioso para mí. Es por eso… Es por eso… No podía imaginar tener ese tipo de relación con otro hombre hasta ahora. Pero…” dijo Miharu avergonzada, frunciendo el ceño al final.

“¿Pero?” Latifa tragó saliva.

“…No lo sé. Algo así, nunca he… Mientras vivía con Haruto, comencé a superponer su existencia con la persona que conocía. Sé que es algo incorrecto, sigo diciéndome eso, pero últimamente mis sentimientos siguen aumentando. Sin embargo, los plazos no coinciden, por lo que no podría ser posible”.

Vueltas y vueltas, en círculos. Los pensamientos y sentimientos de Miharu fueron absorbidos por un ciclo de negatividad. Su rostro se retorció de dolor cuando agachó la cabeza, pero después de un rato, la levantó de nuevo.

“La persona que amaba cuando era joven se llamaba Amakawa Haruto. El mismo nombre que Haruto.” Ella miró a Latifa mientras hablaba en voz baja, como si buscara una respuesta.

“…Lo siento. Sé lo que estás tratando de preguntar. Aun así, no puedo decirte nada sobre la vida pasada de Onii-chan de mi propia boca”. Eso era lo que había prometido, después de todo. Latifa sacudió la cabeza en tono de disculpa.

“Si. Lo siento también, por molestarte así… La razón por la que no le he preguntado a Haruto es probablemente porque todavía no he llegado a mi propia respuesta. Tengo demasiado miedo para asegurarme…” Miharu se mordió el labio por vergüenza.

“…Eso es comprensible. Eres una hermana mayor de dos, por lo que debes considerar a Aki y Masato”.

En realidad, Miharu estaba en una posición como la mayor donde siempre tenía que considerar a los otros dos, no solo a sí misma. Sin embargo, el punto que finalmente hizo que Miharu se mantuviera firme fue la falta de coincidencia de líneas de tiempo. No había forma de que Amakawa Haruto pudiera haber sido un estudiante universitario, ya que era un estudiante de primer año como ella. Por eso, lógicamente hablando, no había forma de que pudieran ser la misma persona.

Ese fue el hechizo vinculante. Debido a que entendió que había una discrepancia de tiempo, Miharu temió inconscientemente confirmar con Rio. Ella creía que no era algo que debía confirmar, teniendo la vaga sensación de que algo cambiaría si lo hacía.

“…Si. Tengo que mantenerme firme Por el bien de esos dos,” Miharu se dijo a sí misma.

Si bien podría interpretarse como una forma de evitar el problema con Río, también era cierto que también tenía que enfrentar el problema con Satsuki de frente. En todo caso, en términos de urgencia, esto era más importante. Después de todo, conocer a Satsuki no era solo algo que preocupaba a Miharu; También afectaría mucho a Aki y Masato en el futuro. Rio había preparado una oportunidad para ellos, por lo que no podían dejar que eso se desperdiciara.

Era su propio asunto. No podían simplemente dejarlo en manos de otras personas, y tampoco podían empujarlo todo en Río. Miharu se calmó un poco, forzando sus sentimientos miserables en su pecho.

“Cuando te estoy mirando, pienso que también tengo que esforzarme más. Gracias, por escuchar mi historia y por responder mi pregunta.” La boca de Latifa se relajó en una sonrisa mientras agradecía a Miharu, contenta de haber podido tener una conversación franca.

No creo que este estado actual pueda continuar, tampoco, pensó Latifa desde el fondo de su corazón, aunque no podía explicarlo lógicamente.

Ahora que sabía que los sentimientos de Miharu estaban inclinados hacia Río, sabía que el problema entre Río y Miharu tenía que resolverse antes de poder enfrentarse orgullosamente a Río. Ella no podía darle a Río todo antes de eso.

“Umm, ¿eso es todo lo que querías pedirme?”, Preguntó nerviosamente Miharu.

Latifa miró hacia la entrada y sonrió con tristeza. “Sip. Sé cuáles son tus sentimientos ahora. Como dije al principio, no puedes contarle a nadie lo que te dije, ¿de acuerdo? Especialmente no Onii-chan.”

“Sí, lo prometo”, acordó Miharu, devolviendo la sonrisa suavemente.

“Vamos, entonces”, dijo Latifa en voz un poco más alta, volviéndose hacia la puerta. Crujió ligeramente, moviéndose débilmente como si hubiera soplado un viento. Del otro lado estaba…

“… Miharu ¿Es eso cierto?”

Fue Aki. Había estado buscando a Miharu para discutir cosas con ella cuando los encontró conversando fuera de la casa y terminó escuchando a escondidas. Aki corrió hacia la casa para evitar ser descubierta.

“¿Qué pasa, Aki?” Al correr hacia la sala de estar, Aki se encontró con Sara, cuyos ojos se abrieron un poco.

“Ah, no, estaba caminando un poco, pensando que podría ayudar a procesar mis pensamientos, o algo así…”, dijo Aki, inventando una excusa en el acto.

“Oh, conozco ese sentimiento. Estar quieto tampoco me conviene”, coincidió Sara con una risita. Justo entonces, Miharu y Latifa regresaron adentro.

“¡Estamos de vuelta!” En el momento en que Latifa entró en la sala de estar, saludó a Aki enérgicamente.

“Bienvenida. Espera, ¿a dónde fuiste? ¿Qué hay de Río?”

“Estábamos hablando a las afueras de la casa. Onii-chan salió a caminar afuera. Dijo que iba a saludar a los vecinos. Estoy seguro de que volverá pronto”. Latifa respondió a la pregunta de Sara en su tono habitual.

“Ya veo. Entonces almorcemos tan pronto como regrese Río. Todos los preparativos están hechos.”

La nariz de Latifa se crispó mientras olisqueaba, luego sonrió con una risita. “¡Sip! Hoy hiciste todo tipo de comida. Huele genial. El olor llegó hasta afuera de la casa, así que me muero de hambre”.

“¿En…serio? Me di cuenta una vez que entramos…” Los ojos de Miharu se abrieron con asombro.

“¡Eso es porque soy un werefox! Soy muy sensible al olfato.” Latifa hinchó el pecho con orgullo.

“Ya veo.” Miharu se rio con diversión. Latifa miró a Aki, que estaba parada todavía algo incómoda, y la llamó suavemente preocupada.

“Aki, ¿estás bien? No te ves muy bien… “

“N-No, estoy bien. No hay nada malo en absoluto.” Aki sacudió la cabeza con torpeza, su voz aguda.