Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 8

Capítulo 2: Retorno

Parte 2

Rio saltó los muros de la finca que había cruzado una vez en su búsqueda de Lucius y regresó a los terrenos de la finca de Liselotte. Con Flora todavía en sus brazos en un traje de princesa, se dirigió hacia el jardín de la finca a un paso.

“¡Haruto!” Celia notó primero la presencia de Rio y vino corriendo a toda prisa. Aishia estaba justo a su lado, por lo que probablemente sabían que él se acercaba de antemano.

Rio sonrió gentilmente en respuesta a Celia y Aishia. “Perdón por preocuparlos a las dos”.

“Está bien. Princesa Flora, me alegro de que estés a salvo “, dijo Celia torpemente, mirando a Flora. Se dio cuenta de que la tez de Flora estaba apagada, pero no pudo evitar sentirse incómoda al ver a Rio sosteniendo a Flora en un bolso de princesa. Era algo que nunca hubiera imaginado durante sus días de academia.

“Si. Tu eres…” Flora miró a la Celia cubierta de capucha e inclinó la cabeza en cuestión. En ese momento, Liselotte notó el regreso de Río y vino corriendo.

“¡Sir Haruto! ¡Princesa flora! ¡Ustedes dos están a salvo! ” Liselotte gritó emocionada. Su expresión fue de gran alivio, como si todas sus preocupaciones se hubieran aliviado.

“He traído a la princesa Flora de regreso como lo prometí. Desafortunadamente, el secuestrador logró escapar…” dijo Rio con una expresión amarga una vez que Liselotte venia corriendo.

“¡No es para preocuparse! No puedo agradecerles lo suficiente por traer de vuelta a la princesa Flora”, Liselotte negó con vehemencia sus palabras. La situación había estado al borde de la desesperación absoluta, pero de alguna manera lograron evitar el peor resultado posible con esto. El hecho de que Flora regresara ilesa fue el golpe de suerte más fortuito que pudo haber pedido.

“Entonces, ¿puedo dejarte a la princesa Flora?” Después de completar su deber, Rio quería confiar la seguridad de Flora a Liselotte.

“Por supuesto. Por ahora, movámonos dentro de la mansión. Puedes decirme los detalles en el camino”, dijo Liselotte.

“Entendido. Entonces, princesa Flora, te dejaré aquí abajo”, dijo Rio, moviéndose para dejar a Flora en el suelo. Sin embargo, Flora repentinamente agarró la ropa de Río en clara negativa a caer al suelo. Celia y Liselotte miraron con los ojos muy abiertos a Flora con expresiones de sorpresa.

“U-Umm, mis piernas todavía se sienten entumecidas… lo siento”. Flora se dio cuenta de que había hecho algo incómodo y puso una cara incómoda, explicándose con una voz apenas audible.

“…Entiendo. Entonces, si no es demasiado presuntuoso de mi parte, te escoltaré a la mansión así “, declaró Rio sin pestañear.

“Gracias por su ayuda, sir Haruto”. Liselotte inclinó la cabeza disculpándose ante Rio. Tenía la idea equivocada de que Flora todavía tenía miedo de ser secuestrada.

Celia pensó lo mismo que Liselotte y le habló a Rio suavemente: “Umm, gracias, Haruto”.

“Sí, por supuesto”. Rio le dirigió una sonrisa amable a Celia y caminó hacia adelante de inmediato.

“Uh…” Cuando Flora fue testigo de la sonrisa que Rio dirigió a Celia, frunció el ceño ante la diferencia de trato que podía sentir en comparación con ella misma, pero Celia y Liselotte comenzaron a caminar con ellos a la mansión sin notarlo. Para el registro, la mayoría de las chicas asistentes de Liselotte estaban ocupadas por los esfuerzos de limpieza después de toda la conmoción dentro y fuera de la mansión, dejando inevitablemente a Liselotte el papel de guiarlas a la mansión.

Liselotte explicó la situación a un asistente cercano antes de invitar a Rio y a los demás a seguirla. “Ahora, señor Haruto. Solo hay una cosa que abordar antes de preguntarle sobre el secuestrador. Anteriormente, una criatura parecida a un dragón negro cerca del área noroeste lanzó su aliento. El que repelió ese aliento fue…”

“…Fui yo. No sé si fue una coincidencia o no, pero justo cuando el secuestrador fue empujado hacia una esquina, ese aliento cayó. Usé mi espada encantada para contrarrestarla de inmediato, pero el culpable se escapó…” La cara de Rio se puso rígida y habló en un tono plano.

“Así que fuiste tú…” Liselotte debe haber esperado eso, ya que no parecía tan sorprendida por su respuesta. Dicho esto, había muchos pensamientos que tenía al respecto…

“Tengo una idea de los antecedentes del secuestrador. Más bien, sabía del hombre en cuestión… En el momento en que apareció en el jardín, me di cuenta de que había escuchado esa voz antes. Por eso traté de perseguirlo. Por supuesto, con la intención de rescatar a la princesa Flora también”. Rio no profundizó demasiado en las acciones irregulares e impredecibles de la criatura parecida a un dragón, sino que habló de Lucius.

“¿Es eso… cierto?” Celia le preguntó a Rio aturdida.

“… Sí”, confirmó Rio, avergonzado.

“¿Sabes el nombre del hombre?”, Preguntó Liselotte nerviosamente.

“Si. El hombre se llama Lucius. Creo que es la misma persona que el líder del escuadrón mercenario, Los Leones Celestiales, también conocido como Los Grifos”, reveló Rio en un tono agudo.

Al recopilar información en la región de Strahl siempre que fue posible, Rio se enteró de que Lucius era el nombre del hombre que dirigió a los Grifos. También descubrió que las descripciones de la apariencia de ese hombre se alineaban con lo que Rio sabía de Lucius también.

“He oído hablar de eso. Es el escuadrón mercenario veterano compuesto por un pequeño número de guerreros de élite, ¿verdad? No se han mostrado en público recientemente, por lo que hubo rumores de que se habían disuelto…” Liselotte asintió con la cabeza en contemplación.

“Estás tan bien informada como esperaba”, dijo Rio, volviéndose hacia ella.

“Así de famosos son los Griffin en esta línea de negocio, por lo que fue más como el conocimiento necesario para mí… ¿Pero cómo conoció a ese hombre, Sir Haruto?”, Preguntó Liselotte mientras examinaba la expresión de Rio.

“… Es alguien con quien tengo un poco de pasado”, respondió Rio evasivamente, con una mirada incómoda en su rostro.

… ¿Alguien con quien Rio tiene un pasado? Celia ladeó la cabeza y miró a Rio con curiosidad. En cuanto al pasado, Río había asistido a la academia real desde los siete hasta los doce años. Tampoco debería haber tenido muchas oportunidades para interactuar con el mundo exterior. Esto significaba que este hombre llamado Lucius debía haber tenido algo que ver con Río, ya sea antes de cumplir los siete años o después de abandonar la academia.

Sin embargo, al contrario de lo que Celia estaba pensando, Flora, que había estado escuchando las palabras intercambiadas en la batalla anterior, tenía una cara muy triste.

Liselotte leyó la situación y se disculpó avergonzada. “Perdóname, me he inmiscuido demasiado en mi interrogatorio”.

Rio desestimó esto y cambió el tema al núcleo del asunto. “De ningún modo. Pero la pregunta más importante aquí debería ser qué fuerza está tratando de secuestrar a la princesa Flora, ¿está de acuerdo? Tanto la aparición de los monstruos como la criatura parecida a un dragón se cronometraron demasiado convenientemente para la serie de eventos que ocurrieron”.

“… Nunca he oído hablar de una técnica que pueda controlar a los monstruos, así que admito que tengo curiosidad. Por la fuerza, ¿crees que alguien ha contratado a este mercenario llamado Lucius?”

“Si. Durante su fuga, otro hombre ayudó a Lucius. Se llamaba Reiss.”

“Reiss…”

“¿Le suena?”, Preguntó Rio.

“… No”, Liselotte sacudió la cabeza.

“Mientras lograba escapar, Lucius sufrió heridas graves. Como mínimo, no podrá volver a aparecer pronto. Si vas a buscarlo, entonces debes mirar alrededor del muro noroeste”.

“Entendido. Gracias por la información. Oh, hemos estado conversando por bastante rato. Aquí, ven por aquí. Ya casi llegamos”. Liselotte los dirigió a una intersección en T por el pasillo por el que caminaban.

No había señales de un solo monstruo que quedara dentro de la mansión, pero por si acaso, un pequeño número de chicas asistentes patrullaban cada área con caballeros a cuestas, fortaleciendo la seguridad en el área. Y así, se cruzaron con muchas personas en su camino.

Liselotte se detuvo en la esquina antes de dirigirse a la habitación de destino y hablar con Flora en brazos de Río. “Lamentablemente, dos caballeros han fallecido. Sin embargo, el héroe, Lady Roanna y el Duque Huguenot están a salvo. Por favor, demuéstrales que tú también estas bien.”

“Dos… caballeros… lo entiendo”. Dos personas habían muerto a causa de ella. Flora frunció el ceño avergonzada ante esa verdad, pero su dignidad como princesa la hizo asentir mientras se mordía el labio (por cierto, Flora aún no estaba informada por el Duque Huguenot que Alphonse y los caballeros enviados al bosque habían desaparecido). Luego, algo inconscientemente, apretó su agarre alrededor de Rio.

“…” Una expresión ligeramente incómoda se mostró en el rostro de Rio. Celia miró su perfil lateral.

“Entonces, por favor, ven por aquí”. Liselotte comenzó a moverse una vez más. Dobló la esquina y salió al pasillo con la habitación donde Roanna y los demás estaban esperando.

Los dos caballeros que custodiaban el exterior de la puerta abierta notaron de inmediato la aparición de Liselotte. Cuando vieron a Rio cargando a Flora, gritaron a la sala a toda prisa. “¡P-Princesa Flora ha regresado!”

“¡¿E-Es cierto?! ¿Princesa flora? ¡¿Princesa Flora?!” Roanna salió corriendo por la puerta en pánico. La chica normalmente tranquila estaba terriblemente sacudida en ese momento, saltando por la puerta y mirando salvajemente por el pasillo. Luego, cuando vio a Flora siendo cargada en los brazos de Río, se acercó a Flora con las piernas temblorosas.

“¡Oh, gracias a Dios, gracias a Dios que estás a salvo…!”

“Roanna…” Flora llamó débilmente el nombre de Roanna.

“¡¿Estás… estás lastimada en alguna parte, Princesa Flora?! Por favor, acepte mis más sinceras disculpas. Mi acción irreflexiva llevó a Su Alteza a un peligro tan terrible. Oh, sin embargo, me arrepentiré por esto…” Roanna se arrodilló en cuanto llegó a Flora, lamentando profundamente.

Flora sacudió la cabeza con una sonrisa fugaz. “No es tu culpa, Roanna. Sir Haruto me salvó, así que estoy bien. ¿Estás bien tú misma? Seguiste protegiéndome…”

“¡Por supuesto! Estoy ilesa. El duque Huguenot sufrió una herida profunda, pero su vida ya no está en peligro después de la curación. El héroe también está a salvo.”

Flora sonrió débilmente. “Me alegro. Pero escuché que había caballeros que también habían fallecido…” dijo ella, frunciendo el ceño con pesar.

“…Si. Los dos que originalmente estaban custodiando la parte exterior de la puerta fueron asesinados… Umm, entiendo cómo debe sentirse en un grado doloroso, pero murió por la justa causa de la protección de Su Alteza. Si es posible, felicítelos como valientes héroes.” Roanna eligió sus palabras con cuidado, como para alentar a Flora.

“… Correcto”, Flora se mordió el labio y asintió.

“Pero estoy muy, muy contenta de verte a salvo, princesa Flora. Si algo le hubiera pasado, yo… yo… Oh, señor Haruto, gracias. Muchas gracias. Simplemente no puedo agradecerte lo suficiente.” Roanna se estremeció al pensar en lo que podría haber salido mal y le agradeció a Rio implorante.

Río sacudió la cabeza suavemente. “No, no es nada que agradecer. La llevaré dentro de la habitación, pero cuida de la princesa Flora después de eso. Ella todavía parece estar asustada”.

“Por supuesto. Pagaré esta deuda en el futuro. Por favor, venga por aquí,” Roanna asintió con determinación antes de invitarlos a entrar. Río y los otros procedieron a seguir Roanna en la sala de estar. Hiroaki todavía estaba inconsciente, pero los cuerpos de los dos caballeros se había movido en alguna parte.

Cuando Rio entró en la habitación, el Duque Huguenot lo recibió a él y a Flora con una voz poderosa. “¡Oh, princesa Flora! ¡Estás bien…! ¡Haruto, tienes mi gratitud!”

“Uh…” En contraste, Stewart apartó sus ojos de Rio torpemente.

“No fue nada”, dijo Rio.

Mientras tanto, Roanna había preparado inmediatamente una silla para que Flora pueda sentarse. “Por favor, tome asiento aquí.”

“La voy a bajar ahora. Disculpe.” Esta vez, Rio se aseguró de bajar a Flora.

“…Bueno. Muchas gracias… “, dijo Flora con una cara un tanto reticente, luego soltó la ropa de Rio. Incluso después de ser colocada para sentarse en una silla, su mirada estaba fija en la cara de Rio.

Río se sintió incómodo en el extremo receptor de la mirada de Flora. Miró a Celia y Aishia. “… Voy a despedirme ahora. ¿Nos vamos?”, Sugirió ahora que su negocio estaba hecho.

“P-Por favor espera un momento. ¿A dónde vas?” Preguntó Liselotte, deteniendo a Rio a toda prisa. Había recibido un informe anterior de que las cosas se habían calmado en el exterior, por lo que ella esperaba para el intercambio de información un poco más con él.

“Solo seré una molestia si me quedo aquí, así que estaba pensando en salir a ayudar”, dijo Rio mientras miraba a Stewart.

Él sólo había estado en una disputa con él el otro día. Era una razón más que suficiente para que los dos se sintieran incómodos por estar en la misma habitación que el otro. Dicho esto, su intención real era evitar que Celia estuviera en la misma habitación que la realeza y nobleza de Beltrum tanto como sea posible.

Liselotte recordó la discordia entre ellos e inmediatamente dirigió la conversación a su partida. “Oh, me disculpo. ¿Puedo pedirle esa solicitud, entonces?” Normalmente ella se habría dado cuenta mucho antes y se trasladó a separarlos, pero la situación de emergencia le había impedido llegar tan lejos, muy a su pesar.

Dios, no tengo remedio. Debo estar cansada. En su lugar, informaría al Duque Huguenot y a los demás sobre lo que había sucedido después de la crisis. No era algo que necesitara priorizar en este momento.

“Déjamelo a mí.” Rio colocó su mano derecha contra su pecho respetuosamente.

“Tú también deberías ir, Liselotte. Obtendremos los detalles de la princesa Flora “, instó el Duque Huguenot.

“Gracias por la consideración. Habrá una necesidad de repasar lo que está sucediendo tarde o temprano, así que organizaré una reunión una vez que el peligro haya pasado. He aumentado al máximo la seguridad dentro de la mansión, así que descansa tu cuerpo. También voy a disculparme por mis fracasos en otra ocasión,” Liselotte habló con fluidez, inclinando la cabeza.

Duque Huguenot sonrió débilmente. “No hay necesidad de que te preocupes por nosotros y continua su dirección sobre la situación. Haruto, permíteme agradecerte por salvar a la princesa Flora en una ocasión posterior.”

“Sus palabras son suficientes para mí,” Río bajó la cabeza con respeto.

“¡Umm, señor Haruto!” Flora de repente llamó a Rio con todas sus fuerzas.

“¿Sí…?”, Respondió Rio, volviendo la mirada de fijación sobre Flora.

“Ah, umm… Muchas gracias, por lo que pasó. ¿Podríamos hablar un poco más después?”, Preguntó Flora con una expresión algo asustada.

“Por supuesto. Ahora, si me disculpas”. Lady Liselotte —Rio asintió respetuosamente con la mano derecha sobre su pecho antes de mirar a Liselotte.

“Muy bien. Te dejo el resto, Grace. Puede dar órdenes a los asistentes y caballeros que patrullan la zona, si necesitas algo,” Liselotte inclinó la cabeza profundamente, y luego llamó a la chica auxiliar de espera en la habitación.

“¡Sí, mi señora!” Grace asintió humildemente.

“Entonces, ustedes tres, vengan por aquí.” Liselotte llevó Río y las demás fuera de la sala de estar.