Kumo Desu Ga Nani Ka?
Volumen 4
S7: Reencarnaciones
Parte 2
“Shun, ¿puedo hablar contigo un momento?”
Justo cuando se esta haciendo lo suficientemente tarde como para comenzar a prepararse para ir a la cama, Katia viene a visitar mi habitación con Fei a cuestas.
La Srta. Oka está fuera reuniéndose con los aliados de los elfos en el pueblo.
Pensé que alguien debería ir con ella, pero insistió en ir sola.
Hyrince dijo que lo más probable es que las personas con las que se reúne sean parte de los bajos fondos de esta sociedad.
Por naturaleza, gente como esa no se reunirían con nadie que no reconocieran.
Dijo que probablemente era por eso que la Srta. Oka estaba actuando sola.
No me gustaba la idea de dejar que nuestra profesora se involucrara con un grupo tan sospechoso, pero ella me informó de que a veces tienes que ensuciarte las manos para que las cosas se hagan, y me vi obligado a despedirla de mala gana.
“¿Qué pasa?”
Como ella eligió un momento para habar mientras la Srta. Oka estaba ausente, puedo suponer de qué se trata.
Lo más seguro, es que quiera comentar algo que ella no quiere que escuche nuestra profesora.
“Sr. Hyrince, lo siento muchísimo, pero ¿podría pedirle que salga?”
Y parece que no quiere que se entere Hyrince, tampoco.
“Hmm. Está bien. Iré a matar un poco el tiempo en un bar o algo así.”
“Muchas gracias.”
“Vamos, no importa. Estoy seguro de que vosotros las reencarnaciones tenéis cosas que no queréis que las otras personas escuchen, ¿cierto?”
Con eso, el siempre considerado Hyrince abandona el cuarto.
“¿Qué pasa con Anna?”
“Conseguí que esperara en la habitación.”
Una vez que Hyrince se marcha, Katia deja las propiedades y comienza a hablar bruscamente en japonés.
“Tío, Hyrince es taaaaaan maduro. ¡Qué bueno está!”
Fei salta a la cama.
Ahora que puede convertirse en su forma humana, parece bastante complacida de poder dormir en una cama otra vez.
Cuando era más pequeña, ocasionalmente se apoderaba de parte de mi cama, pero después de hacerse más grande, no tenía otra opción que dormir afuera.
Poder dormir en una cama nuevamente la ha puesto de muy buen humor.
Sin embargo, el único inconveniente del que se queja es el de no poder darse la vuelta por sus alas.
“¿Y bien? ¿De qué se trata?”
“Las otras reencarnaciones, por supuesto.”
Katia se sienta al lado de Fei con una expresión seria.
Parece que ella espera que esta conversación nos lleve un tiempo.
Me siento frente a ella y me preparo para escuchar.
“No os dije nada a vosotros chicos, pero pregunté a la Srta. Oka sobre las demás reencarnaciones varias veces antes. Ella me dijo que hay once de ellas protegidas en la aldea de los elfos. Ha logrado contactar con ocho más, incluyéndonos a nosotros. Las seis otras personas se encuentran en paradero aparentemente desconocido.”
La recuerdo vagamente diciendo algo sobre esto la primera vez que nos conocimos.
“Sabemos que los ocho con los que ha contactado deben incluirnos a nosotros tres, además de Hugo y Yuri. No estoy segura de los otros tres. ¿Me seguís hasta ahora?”
“Sí.”
“El verdadero problema son los últimos seis que faltan. La Srta. Oka dijo que cuatro de ellos están muertos.”
Ante las palabras de Katia, me quedo sin aliento por un momento.
No es que nunca se me hubiera ocurrido, por supuesto.
Pero escucharlo convertirse en realidad sigue siendo un shock.
A menudo me preguntaba si todas las reencarnaciones habrían sobrevivido en un mundo lleno de amenazas como demonios y monstruos.
Por lo poco que me han dicho, deduje que la Srta. Oka pasó por todo tipo de dificultades para reunirnos a las reencarnaciones y mantenernos a salvo.
Eso solo quiere decir que algunos de nosotros estábamos en suficiente peligro como para justificar todo eso.
¿Lo que significa que no pudo llegar a algunas reencarnaciones a tiempo para ayudarlas?
Ahora sabemos la respuesta, directamente de la boca de Katia.
“Los que murieron son Kouta Hayashi, Naofumi Kogure, Issei Sakurazaki y Hiiro Wakaba.”
Ante este apellido, Fei se sienta con un sobresalto.
Fei y Wakaba tenían una relación muy intensa.
Básicamente, Fei le hizo cosas a Wakaba que rayaban el acoso.
En su vida anterior como Mirei Shinohara, Fei era una chica llamativamente bella, tal y como lo es ahora en su forma humana.
Sin embargo, la única persona que llamaba más la atención de las miradas que ella fue Wakaba
Si esa fuera toda la historia, Fei seguramente no la habría acosado.
Pero a un estudiante de alta clase de quien Fei estaba enamorada en ese momento aparentemente le gustaba Wakaba, así que ella acabó intimidando a la chica por un sentimiento de envidia unilateral.
La mayoría de cosas que hizo eran bastante suaves para llamarlo acoso, como expandir rumores o esconderle sus cosas.
Y como Wakaba raramente mostraba mucha reacción, nunca nada se convertía en algo más serio.
Aun así, el acoso es acoso.
Fei me dijo una vez que ella había llegado a arrepentirse de sus acciones una vez que renació.
No puedo imaginar como se siente sabiendo que la otra persona involucrada está muerta.
“Oh, lo siento. Creo que… no puedo ni expresarlo con palabras…”
Incluso la misma Fei parece incapaz de expresar sus complicadas emociones.
Mientras la vigilo, también miro hacia Katia.
Fei no es la única que tenía una conexión con Wakaba.
Katia se confesó a Wakaba una vez, sólo para encontrarse con una honorable derrota.
Creo que Katia esperaba que esto sucediera, y después del hecho, simplemente sonrió y dijo, “me dieron calabazas”, así que no creo que eso le deprimiera demasiado.
Pero, aun así, ¿cómo debe sentirse Katia sabiendo que alguien que le gustaba ya no está?
“Katia, ¿tú no…?”
“¿Yo? Quiero decir, sí, es un shock. Pero no sé, no se siente muy real, supongo.”
Eso tiene sentido.
No estábamos allí para presenciar el momento de su muerte ni nada.
Simplemente se transmitió como información de segunda mano de la Srta. Oka.
Probablemente sea natural que no se sienta real.
Además, ya hemos estado en este mundo casi tanto como en nuestras anteriores vidas.
Para ser honesto, mis recuerdos de las caras de mis compañeros empiezan a borrarse.
Todavía recuerdo a mis amigos más cercanos bastante bien, pero a parte de eso, estoy empezando a olvidar a la gente que no causó gran impacto en mí.
De los cuatro muertos, no diría que fuera muy cercano con Wakaba o Sakurazaki, pero ellos me marcaron lo suficiente para que todavía los recuerde.
Sin embargo, apenas puedo recordar la cara de Hayashi.
“Kogure, ¿eh? Sólo puedo imaginármelo llorando.”
De esas cuatro personas, yo era el más cercano a Kogure.
Era un llorón incluso como estudiante de secundaria, alguien que se asustaba casi por cualquier cosa.
“Oh sí. Sólo llamarle la atención en clase era suficiente para hacerle romper en lágrimas, ¿verdad? Eso me trae recuerdos.”
Como yo, Fei probablemente no recuerda mucho de los compañeros con los que raramente interactuaba.
Nunca podré olvidar a Kogure, pero Fei probablemente Fei no había pensado mucho en él hasta que su nombre apareció justo ahora.
No puedo evitar sentirme un poco triste por eso.
“¿Cuándo crees que lloró más? ¿Cuándo le pusieron al cargo de los animales, tal vez?”
“Es verdad, es verdad. Él estaba en plan, ‘¡No puedo hacerloooooo!’ ¿O quizás aquella vez cuando el profe le quitó su consola portátil?”
No tomamos un momento para recordar los episodios de llanto más grandes de Kogure.
“Ah… si Icchi estuviera vivo, ese estúpido de Natsume probablemente no habría llegado tan lejos.”
Fei suspira.
“Icchi” es probablemente Issei Sakurazaki.
Él fue un amigo de la infancia de Natsume, el antigua yo de Hugo, y solía mantenerlo bajo control.
Incluso en nuestras anteriores vidas, Natsume tenía una personalidad bastante violenta, pero nunca fue tan malo como lo es ahora.
Nunca causó ningún incidente importante, porque Sakurazaki estaba ahí para pararlo.
Si también estuviera al lado de Hugo en este mundo, nuestro futuro podría haber sido muy diferente.
“¿Creéis que Natsume sabrá que Icchi está muerto?”
“Ni idea. Supongo que es posible que lo descubriera por la Srta. Oka de algún modo.”
“Quizá lo sabía, y es por eso por lo que se volvió loco. Honestamente, estoy bastante segura de que Natsume pensaba que Icchi era su único amigo de verdad.”
Fei era bastante cercana a Natsume y Sakurazaki.
Ella debe tener algunas ideas sobre lo furioso que puede llegara a estar Natsume ahora.
“Me pregunto por qué. ¿Cómo llegamos a esto? Pensaba que todos nos llevábamos bastante bien en Japón.”
“Volver a nacer en un mundo diferente cambiaría a cualquiera. Y Hugo parece haber cambiado a peor. Eso es lo que hay.”
“Pero tu no has cambiado, Katia.”
“¿Realmente crees eso?”
La repentina e intensa mirada de Katia me asusta un poco.
“A ver, ¿exactamente cómo me ves tú?”
“¿Cómo te veo?”
“Quiero decir, ¿yo soy Katia a tus ojos? ¿O soy Kanata?”
“¿Eh? ¿Qué quieres decir?”
Katia y Kanata son uno y lo mismo.
No sé qué intenta preguntarme.
Esta vez Katia suspira. “Oh, olvídalo. Simplemente no sé si realmente crees que no he cambiado o si eso es lo que quieres creer.”
“Ehm… ¿lo siento?”
Katia parece estar de mal humos ahora, así que trato de hacerla sentir mejor.
Sin embargo, ella sólo se ve más molesta por el hecho de que me haya disculpado sin saber qué hice mal.
Incapaz de encontrarme con su mirada por más tiempo, miro hacia otro lado.
En su lugar, mis ojos se posan en Fei, quien está claramente sofocando una risa.
“¿De qué te ríes?”
Katia vuelve su mirada hacia Fei.
“¡Oh, nada! Tan sólo soy una espectadora en todo este asunto.”
Fei sonríe y el ceño de Katia se profundiza.
Esto se está volviendo incómodo.
“Pero… eso no es todo lo que viniste a decir, ¿verdad?”
Cambio de tema, tratando de despejar el ambiente.
Si Katia sólo quisiera hablarnos sobre los cuatro estudiantes que han muerto, no habría esperado hasta que la Srta. Oka no estuviera cerca.
Estoy seguro de que hay algo que no quiere que nuestra profesora escuche.
“Cierto. ¿Cuánto de la historia de la Srta. Oka os creéis vosotros?”
Aunque todavía se le ve un poco frustrada, Katia pasa a la pregunta principal.
¿Está preguntando si creemos que los administradores son reales?
“¿Cuánto? No creo que ella no esté mintiendo. Ella misma dijo que todo eso sobre los administradores es objetivamente tan sólo algo en lo que los elfos siempre han creído.”
La Srta. Oka afirmó que los seres divinos llamados administradores realmente existen.
Sin embargo, ella no parecía completamente convencida de que estén usando este mundo para ganar poder, como dicen los elfos.
“Definitivamente suena como una teoría de conspiración para mí.”
Fei parece sentirse igual que yo.
“Estás diciendo que crees a la Srta. Oka, pero no la historia de los elfos sobre los administradores. ¿Correcto?”
“Sí. Eso creo.”
Por un lado, si estos supuestos administradores pueden robarles la fuerza a los muertos, no veo como los elfos podrían luchar contra ellos.
Los elfos no so mucho más fuertes que los humanos. Si realmente existiera tal poder divino, probablemente no habría nada que hacer al respecto.
Claro que, los elfos viven más tiempo que los humanos y son muy competentes en la magia.
Pero francamente, esa es la única diferencia.
No son exponencialmente más fuertes que los humanos ni nada de eso.
¿Cómo podrían competir con seres que van más allá de la comprensión humana?
“Pero lo que sí sabemos es que hay seres que se hacen llamar ‘administradores’. Incluso si no son tan poderosos como dicen los elfos, son lo suficientemente fuertes como para dar a la gente una razón para temerlos.”
Esa es mi conclusión, al menos.
La Srta. Oka dice que son reales, y luego está Sophia, quien es aparentemente una de sus subordinados.
El poder de Sophia va más allá de mis cálculos.
Si hay algo aún más fuerte que ella, eso sería sin duda algo a lo que temer.
“¿Sientes lo mismo que Shun, Fei?”
“Sí, más o menos.”
“Ya veo.”
Katia cierra los ojos y piensa por un momento.
Como si estuviera tratando de decidir si continuar con el tema.
Finalmente, parece tomar una decisión.
“Shun, Fei, ¿los dos confiáis en la Srta. Oka?”
“¿Tú no, Katia?”
Silencio.
No obstante, la complicada expresión de Katia dice mucho más sobre sus sentimientos que haría cualquier palabra.
“¿Puedo preguntar por qué?”
No creo que Katia desconfíe de la Srta. Oka sin una buena razón.
La expresión de su rostro dice que este pensamiento le ha estado afectándole mucho.
No creo que Katia realmente quiera sospechar de nuestra profesora.
Debe haber algunos motivos que la llevarían a plantear este tema ahora.
“La Srta. Oka está escondiendo algo. Ella no está mintiendo, pero tampoco nos está contando toda la verdad. Esa es la impresión que tengo.”
Esperaba que Katia tuviera una explicación más concreta, pero sus palabras son sorprendentemente imprecisas.
Por el tono de su voz, ella parece saberlo, también.
“¿Qué crees que está escondiendo, entonces?” le presiona Fei.
“Si lo supiera, no sería un problema. Pero definitivamente pienso que hay algo que no nos puede contar. Quiero decir, dijo que nos contaría todo, pero todavía quedan muchas cosas que no nos ha explicado.”
Eso también se me ocurrió.
Por ejemplo, ella no ha dicho quiénes son las reencarnaciones que están protegidas en la aldea de los elfos ni cuál es su situación.
O lo que las otras reencarnaciones que no están protegidas en la aldea de los elfos están haciendo.
La Srta. Oka a penas nos ha contado nada sobre nuestros compañeros reencarnados.
“Si nos está escondiendo algo, por supuesto que quiero creer que es por una buena razón. Pero los hechos son los hechos. Todos sabemos que sólo por ser un compañero reencarnado no significa que podamos confiar en él, ¿cierto?”
Sé lo que Katia intenta decir.
Hugo y Sophia, por ejemplo, son reencarnaciones, pero están trabajando para el enemigo.
Y es posible que Katia también se esté refiriendo a sí misma.
Hugo le lavó el cerebro en el pasado.
Y la volvió contra nosotros.
Ella está insinuando que incluso personas e las que puedes confiar se pueden volver en tu contra.
“No estoy diciendo que no debáis creerla. Tan sólo que… no confiéis en ella demasiado. Creo que deberíamos estar preparados para que nos traicione.”
Las palabras de Katia me golpean como piedras.
¿Quién iba a decir que dolería tanto tener que sospechar incluso de las personas en las que creías que podías confiar?
Incluso sabiendo que Hugo está detrás de ello, ser atacado por aliados cercanos como Sue o Katia seguía siendo doloroso.
Sue y Yuri siguen en manos de Hugo, también.
Sólo pensar sobre ello es lo suficientemente deprimente. Si la Srta. Oka nos traiciona además de eso…
La única respuesta que puedo exhibir frente a la advertencia de Karnatia es un profundo suspiro y un asentimiento silencioso.
NOVA: Esto es lo que dice esta ilustración…
KARNATIA SERI ANABALD: La única hija del Duque Anabald del Reino de Analeit. Una reencarnación que retiene los recuerdos de su vida pasada como Kanata Ooshima, una estudiante de secundaria japonesa. Aunque fue un hombre en su vida anterior, por alguna razón renació como mujer. Durante algún tiempo, sus recuerdos de ser un hombre estaban en desacuerdo con su estado actual como mujer, pero poco a poco ha llegado a pensar en sí misma más como una mujer. Esto llegó a su punto culminante cuando se hizo plenamente consciente de sus sentimientos debido a un incidente causado por Hugo. Ella y Shun han estado muy unidos desde sus vidas pasadas, y su objetivo actual es permanecer a su lado y protegerlo.
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