I Reincarnated For Nothing

Capítulo 173: El Contrato de un Hombre (Parte 6)

[¿Recuerdas todo ahora?]

“¿Recordar…? ¡Qué demonios hiciste!”

El interior de su cabeza era un desastre confuso, así que no podía hablar correctamente. Los numerosos recuerdos se mezclaron con sus recuerdos actuales. Le hizo dudar si realmente estaba aquí.

[Fuiste el ladrón del grupo de la heroína, y pasaste por innumerables aventuras con Maetel. Al final, ustedes perdieron en el castillo del Rey Demonio. Caíste]

“Estás diciendo tonterías…”

Refutó las palabras del Demonio por instinto, pero pudo ver claramente la escena dentro de su cabeza. La Maetel en esas memorias era un poco más madura que el Maetel que conocía actualmente. Se había parado junto a ella, y también podía ver a sus otros camaradas. Pero Artpe no estaba en esas escenas.

[No existe tal cosa como un segundo héroe. Eras el compañero de la heroína. Como mínimo, te considerabas su compañero.]

Pero eso no era cierto. La heroína Maetel no había tratado a Silpennon de forma diferente a sus otros camaradas. Sólo había sido su amigo. Al final, ni siquiera había intentado llevarlo al campo de batalla. De principio a fin, Silpennon sólo había sido la dama de honor.

Sólo amaba al hombre que se le había aparecido como enemigo. Parecía que el hombre sentía lo mismo hacia Maetel. Silpennon se había puesto celoso, y había apuñalado a ese hombre hasta la muerte. Se justificó a sí mismo diciendo que lo había hecho por la heroína.

[Pero su despertar nos abrió el camino. Es verdaderamente irónico. El ganó la oportunidad de revertir el mundo, pero también significó que todos quedaron atrapados en su poder.]

“Artpe———-.”

Había ganado estos recuerdos gracias a ese maldito demonio. En sus recuerdos, Artpe no era el héroe. Él era uno de los cuatro reyes celestiales. Seguía siendo desagradablemente atractivo, pero su posición en la vida era muy diferente. Al final, había muerto frente al grupo de la heroína. En esta realidad actual, Artpe era…..

[Sabes que esto no es una mentira. Ya te has dado cuenta de que esta es la verdad. ¿No tiene ese hombre demasiado conocimiento de todo? ¿No ha experimentado numerosos eventos que no pueden ser explicados por el hecho de que él sea sabio?]

“······.”

El arma de Silpennon se había movido hacia el enemigo, pero en algún momento se había detenido. Sería fácil para él descartar esto como una tontería, pero dentro de su cabeza había una voluntad diferente. Esta otra voluntad le impidió descartar la afirmación del Demonio. Le hizo continuar la conversación con el demonio.

“Artpe——– ¿Me engañó?”

Para ser precisos, está engañando al mundo entero. Solía ser un Rey Celestial en el ejército del Rey Demonio. Cambió el mundo a su gusto, y está haciendo el papel de héroe. ¡¿Qué gracioso es eso?! Mereces estar al lado de la heroína, pero él te separó de ella. Tomó posesión de la heroína. ¡¿Cómo puedo no reírme?!]

“¡Koohk!”

Le dolía la cabeza otra vez. El pasado…… No, los recuerdos y la conciencia de antes de la inversión de este mundo estaban invadiendo lentamente su yo actual.

[Mi habilidad innata se llama Mantenimiento de Registros. Es por eso que no fui completamente arrastrado por su poder. Preservé el Registro de Su Majestad, y también tomé posesión de tus Registros. Probablemente sabes por qué lo hice.]

El emisario se rió.

[Quiero que pienses en la respuesta que diste. ¿No dijiste que estabas con nosotros?]

“Yo······.”

Estaba desesperado por su desesperada y miserable situación. Estaba decepcionado con la heroína, que ni siquiera había mirado hacia él. Odiaba a Artpe, que había renacido con su muerte.

Eso es correcto. El ladrón Silpennon había aceptado la propuesta del emisario.

[Todo ha sido preparado. Sólo hay un cambio en la variable. Iba a darte el Registro de tu vida pasada, y te iba a fortalecer. Pero, te engañaron para que siguieras a ese hombre. Ya has ganado poder. No obstante, el poder que has adquirido se usará para apuñalar a ese hombre una vez más. ¿Qué tan gracioso es eso?]

“Yo… ¿Por qué yo…?”

[Tu posees la verdadera línea de sangre de Diaz. Tienes suficiente poder para convertirte en una figura central para los humanos. Si te unes al bando de los Demonios, no será necesario matar a muchos humanos.]

“¿Qué…?”

Cuando Silpennon contestó estupefacto, el demonio habló con una sonrisa verdaderamente satisfecha en su rostro.

[Así es. Al final, todos se convertirán en vasallos bajo su majestad, así que, ¿por qué íbamos a exterminarlos a todos?]

“¿De qué demonios estás hablando?”

[Es bastante simple. Todo el mundo se convertirá en un demonio. Si todos se vuelven iguales, no habrá razón para que los humanos y los demonios luchen. El reino humano se convertirá en el reino de los demonios. Los dos reinos ya no estarán divididos.]

“¡¿Qué estás…?!”

En un instante, Silpennon sintió un silencio descender a su alrededor. Las palabras del emisario resonaron en sus oídos. Si era posible que fuera secundario, Silpennon podía sentir que el Demonio realmente creyó en sus palabras. No pudo evitar sorprenderse.

“Ese tipo de tiranía——–¿Realmente crees que te dejaremos hacer lo que quieras?!”

Silpennon rechinó los dientes mientras gritaba. Su mente, que se había tornado borrosa, recuperó algo de su claridad. No podía dejarse llevar por una historia tan nebulosa como su vida pasada. Era un rey responsable de la vida de incontables seres humanos, ¡y era un guerrero!

Parecía que el emisario estaba disfrutando de su reacción.

[Los demonios viven más que los humanos, y nosotros somos más poderosos. ¿Por qué los humanos se negarían a convertirse en demonios?]

“¿Vas a usar ese razonamiento para convertir a todos los humanos en demonios? ¿Estás loco…?”

[¿Convertir? Estamos terminando lo que los humanos querían en primer lugar.]

“Lo que ellos querían…”

El instinto de Silpennon hizo sonar una alarma. Le estaba diciendo que esto era lo más lejos que debía escuchar las palabras del Demonio. Intentó atacar al Demonio, pero desafortunadamente, no pudo superar la brecha de habilidades entre el Demonio y él. Una vez más creó un rayo con sus dagas, pero el Demonio las bloqueó fácilmente. El Demonio se rió.

[Los humanos del pasado querían ser fuertes, y querían longevidad. No, los humanos actuales también quieren lo mismo.]

“No te puedo creer.”

Ponen su corazón y su alma para resolver este problema. Después de incontables años, los humanos encontraron un método que resultó. Era retorcer el maná para causar un cambio en el cuerpo. Básicamente, fue una evolución. Era una forma más fuerte y destructiva de Mana, pero creó un cuerpo superior. Les dio longevidad. No todos pudieron lograr esta evolución. Pero, los que nacieron de nuevo habían ganado lo que habían deseado.]

“¡Te dije que no te creeré!”

[Ya sabes que esto es verdad. Se convirtieron en la raza de los demonios. Los demonios y el reino de los demonios fueron creados por las manos de los humanos.]

“¡No!”

No puede ser. Los demonios eran como los elfos y los enanos. Eran razas separadas de la raza humana. Este demonio le estaba mintiendo. Los recuerdos, que fueron insertados a la fuerza en él, eran una mentira. Eso es correcto. ¡Todo es mentira!

[No necesitas blandir tus espadas en mi contra. ¿No has decidido ya colaborar conmigo?]

“Yo… No. ¿Quieres convertir a los humanos en demonios? No puedo ser parte de tal misión”.

Aunque no fuera mentira, no importaba. Era muy consciente de la naturaleza de los demonios. Lo sabía muy bien. El Demonio había inyectado recuerdos en Silpennon, y Silpennon fue capaz de traer recuerdos relevantes a este tema. Era una sociedad donde los fuertes se aprovechaban de los débiles. Era un mundo donde el instinto se valoraba por encima de la lógica. El poder era lo único que podía mantener este mundo en orden!

Tal vez, una parte de la humanidad quería convertirse en demonios. Era posible. No obstante, no era algo que la humanidad en su conjunto deseara. No era una decisión que debía ser tomada por un pequeño número de seres supremos!

Al emisario no le importaba si los sentimientos de rencor de Silpennon hacia él se hacían más profundos Al final, Silpennon no tenía más remedio que escuchar al Demonio.

[Se los daremos todos a tu cuidado. Sólo queremos unir al mundo. No estamos interesados en gobernar a los débiles.]

“¿De verdad piensas que me lo creeré?”

[Realmente no tengo una razón para mentir. ¿No te satisface que te concedan la gente de este reino? Si tan——- Muy bien. Te daré a ella a ti también.]

“¿Ella…?”

El movimiento de Silpennon se detuvo como por arte de magia. Era como si le hubiera caído un rayo. Se enamoró de Maetel tan pronto como la conoció. Los recuerdos de su vida pasada habían sido transferidos a Silpennon a través de la habilidad del emisario, y eso dominaba su mente.

Una sonrisa de gran satisfacción apareció en los labios del enviado.

Originalmente, la muerte de la heroína Maetel estaba predestinada. Pero la perdonaremos si cooperas con nosotros. Sólo tienes que presentarnos a los humanos. La perdonaremos, y te la daremos a ti.]

“Ella es———-.”

Ahí está el que tomó posesión del corazón de la heroína. Él codiciaba el lugar que no es suyo, y revirtió el mundo. Te ayudaré a matar al segundo héroe, Artpe. Podrás matarlo con tus propias manos, y todo lo que desees será tuyo. Como precio, el reino humano se convertirá en el reino de los demonios. Tienes que ayudar un poco en esa tarea].

“Artpe——–?”

[Así es. Has recuperado tus recuerdos, así que sabes esto. Sabes lo vil y engañoso que es ese bastardo. También sabes cuánto lo odias como hombre…]

El demonio tenía razón. No había dicho una sola mentira. El Silpennon de su vida anterior había querido matar a Artpe. Su corazón estaba lleno de ese deseo.

Además, El Silpennon, de su vida pasada, se había enterado de su propia situación miserable cuando su vida estaba llegando a su final. Había creído que Artpe estaba muerto, sin embargo, Artpe fue capaz de cambiar el mundo después de despertar a su habilidad innata. El sentimiento de injusticia había alcanzado un punto de ebullición.

Pero, ¿estos sentimientos dominaron el corazón del actual Silpennon? En realidad, no fue así en absoluto.

[(Puedes dejarme el castillo del Rey Demonio a mí. Deberías proteger tu tierra y a tu gente.)]

Antes de subir al trono de Díaz, Artpe le había hablado usando el artefacto de comunicación. Silpennon no había olvidado las palabras de Artpe.

[(Además, deberías ser amable con Aria y Leseti. Según mi experiencia, no hay nada más aterrador que la hostilidad de una mujer.)]

Artpe había hablado como si estuviera mostrando su relación con Maetel. Se burló de Silpennon, pero al mismo tiempo, Artpe le había dado consejos. Eso no fue todo. Si echamos un vistazo a las acciones de Artpe, todas estas acciones habían sido para las personas que lo rodeaban.

Artpe lo sabía todo, pero era el mejor para ver el corazón de las personas. Parecía que siempre estaba haciendo todo por sí mismo, pero sus acciones resultaron ser beneficiosas para otras personas. Uno podría decir que era considerado con los demás.

(¿Realmente puedo llamarlo engaño? Aunque Artpe hubiera sido el Cuarto Rey Celestial, ¿tengo motivos para condenar al actual Artpe?)

Artpe era un líder. Todos los que le seguían parecían sonreír. La única razón por la que Maetel vivía era por Artpe. Todos los que se unieron al grupo de Artpe tenían sentimientos profundos hacia él. No estaban siguiendo a Artpe, porque fueron obligados.

Si Artpe usó su increíble poder para causar cambios en este mundo, y digamos que se había colocado a sí mismo en el centro del mundo. ¿Y si se elevara a una posición en la que fuera adorado por todos?

¿Sería correcto que Silpennon lo matara de nuevo? Amaba a Maetel, pero ¿debía robar a Maetel por la fuerza para sí mismo? ¿Debería cooperar con los demonios? ¿Era eso lo que realmente quería?

En primer lugar, ¿quería Artpe afiliarse al ejército del Rey Demonio? Nació como un demonio, ¿pero quería luchar contra la humanidad? Silpennon tenía los recuerdos de su vida pasada, para poder encontrar la respuesta. Todos los demonios habían sido encadenados por el Control Absoluto!

¿Qué le dijo la Maetel de su vida pasada a Artpe? ¿Qué dijo cuando se encontró con el cansado y triste Artpe? ¿Qué le dijo Artpe?

(¿Debería llevar a esta vida actual todos los sentimientos que tuve en mi vida anterior? Si fusiono esos sentimientos con los actuales, ¿seré capaz de aceptar todo de mí mismo? ¿Estoy seguro de que no me arrepentiré? Sé lo que es amar, pero ¿tengo derecho a robarle el amor a alguien más?)

Por encima de todo….

¿Es la elección hecha por Silpennon de su vida pasada la mejor elección para el Silpennon actual?

“Mi respuesta es…”

[Supongo que estás listo para darme tu respuesta.]

“Me niego.”

Silpennon bajó la cabeza y luego la levantó. Las dos dagas en sus manos emitieron una luz azul cegadora. Incluso si era un Demonio de alto nivel, ¡se quedó ciego por un breve instante por la luz!

[¿¡Negarte!? ¡Humano tonto! Sentiste mucha desesperación y rabia, pero te niegas….. ¿¡Koohk!?]

Cuando volvió a ver, el demonio apretó los dientes mientras miraba a Silpennon. Pero Silpennon ya no estaba solo.

“Ooh-ahhhhhhhhh. ¡Es un demonio increíblemente fuerte! ¡No debería haber venido aquí!”

“Mierda. ¡Qué vida de mierda llevo…!”

“Hoo, hoo-hue-hue. ¡Un bono adicional! ¡Si puedo matar a ese bastardo, puedo atrapar a Artpe-nim por el cuello!”

“Sr. Silpennon, no hemos llegado demasiado tarde”.

Estaba la mujer caballero guardián, que le había acompañado durante toda su vida. Estaba el mago negro con el compartía una relación nefasta. Pero le llegó a tener afecto. Luego estaba la comerciante ajumma. La conocía desde hacía tiempo, pero su apariencia y su mente no habían cambiado.

Por último, estaba la chica, que desconfiaba de él, pero ella seguía siguiéndolo. Ella era la santa sacerdotisa, que solía ser una sirvienta.

Cuando Silpennon fue añadido a estos cuatro miembros, nació otro grupo de héroes. No importaba lo que dijeran los demás. Este era el grupo de Silpennon.

“He encontrado a alguien que es más valioso para mí que Maetel.”

[¿¡Bastardo———-!?]

El rayo no fue hecho para dañar al demonio. Era una señal que llamaba a sus camaradas. Cuando el demonio se dio cuenta tarde de este hecho, se enfureció al mostrar los dientes. Silpennon soltó una alegre sonrisa mientras tomaba su postura de combate. La santa sacerdotisa rápidamente usó su Bendición para aumentar sus habilidades.

El ladrón de la vida pasada se había convertido en el joven rey de una nación en su vida actual.

Después de descubrir toda la verdad, había elegido su vida actual. Cuando lo hizo, sus dagas soltaron una luz mucho más brillante.