Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 2

Capítulo 4: Pasos que Anuncian la Proximidad de la Catástrofe

Parte 11

Poco después de haber comenzado a vivir mi vida como Sirius Dieke, me di cuenta de que tenía poderes extraños y misteriosos. Descubrí que podía leer los corazones de los demás y controlar sus acciones. Esto era magia oscura. Hablando honestamente, no sabía por qué este poder se manifestó en mí. Aun así, era algo que podía usar, y agradecí su presencia.

Desde entonces, había vivido solo por venganza. El tiempo pasó… y luego la conocí. La chica que dijo las mismas cosas que mí amada madre. La chica con la misma sonrisa amable en su rostro, al igual que mi madre, Katarina Claes. Desde que me crucé con ella, todo lo que pude sentir fue un tumultuoso vórtice de emociones en mi corazón. Mi determinación de vivir por venganza… comenzó a tambalearse.

Por eso tenía que deshacerme de Katarina de una vez por todas. La adormecí profundamente con las artes oscuras. Dormiría para siempre y finalmente moriría.

Sin embargo, mi hechizo irrompible fue superado. Entendí que este era el caso cuando fui a ver a María en su pequeña habitación escondida, y vi que mi magia oscura se había deshecho. Debería haber estado en pánico por la situación, pero en cambio, sentí una profunda sensación de paz.

El hechizo que le había lanzado a Katarina estaba roto. Con esto, ella se salvaría. Quizás eso sea lo mejor, pensé. Con el despertar de Katarina, mis acciones saldrían a la luz. Seguramente sería arrestado.

“¡No te puedes dejar atrapar aquí! ¡Tienes que escapar, así que puedes seguir planeando tu venganza!” Dijo la voz dentro de mí, algo enérgica. Sin embargo… si me atraparan aquí, entonces todo terminaría. Quizás eso era algo bueno.

“¿Has olvidado las últimas palabras de tu madre?” Dijo la voz. Sentí mi corazón agitarse. “Por favor, véngame…” Las últimas palabras de mi madre. Todo este tiempo había vivido con la esperanza de cumplir ese sueño. Pero estaba… cansado. Ya no quería lastimar a nadie.

Una vez que las autoridades se enteraran de esto, seguramente también se descubriría este lugar, cámaras ocultas conocidas solo por la familia Dieke. Las cámaras fueron construidas originalmente para que Madame Dieke pudiera llevar a cabo una investigación oculta con la esperanza de salvar a su hijo. Poco después, la investigación en las cámaras se trasladó a las artes oscuras. Fue para estos fines que este lugar fue construido, escondido en los bosques, y aun así en los terrenos de la Academia de Magia.

El lugar donde la vida de mi madre había sido quitada. Donde me habían arrebatado mi vida, mi futuro. Que todo termine aquí… tal vez fuese cosa del destino. Por eso seguí esperando en esta cámara oculta. Esperando mi propia destrucción.

No tuve que esperar mucho. Pronto, sentí varias presencias en la habitación en la que había encerrado a María. La habitación más profunda. Con la escalera descendente y una puerta gruesa entre ellos y yo, no podía observar la situación en la otra habitación.

Sin embargo, el simple hecho de que sentí una presencia en esa habitación fue suficiente para que lo entendiera. Por fin, María sería salvada, y yo sería arrestado y detenido.

“¡Aún puedes escapar! ¡Rápido, usa las artes oscuras en ellos! ¡En todos!” Gritó la voz dentro de mí. La voz no se detendría. Y, sin embargo, me encontré en silencio esperando el final.

Y así… después del sonido de pasos acercándose por el hueco de la escalera, la puerta de mi habitación se abrió. Había esperado a las autoridades, quizás armadas con una variedad de armas. En cambio, quedé paralizado al reconocer a cierto individuo en el grupo que entró en la cámara.

Jeord Stuart y Keith Claes. Miembros del consejo estudiantil… esperaba esto. El príncipe, que hacía mucho que había perdido su corazón por Katarina, seguramente deseaba arrestarme, quien había atentado contra su vida, con sus propias manos. Naturalmente. Asumí lo mismo.

Pero no. Permanecí paralizado, mirando a la persona que tenía delante. ¿Por qué está esta persona aquí? No lo pude entender. Había dicho palabras tan odiosas, incluso hice un atentado contra su vida. Entonces, ¿por qué… por qué aparecería ante mí?

“… ¿Por qué estás aquí?” Le pregunté, solo para que ella respondiera, casi distraídamente.

“… Porque el hechizo para dormir que me habías lanzado se disipó.” Katarina Claes se paró frente a mí, con la misma actitud de ella. Era casi como si hubiera olvidado lo que había sucedido en el patio. Lo que le había hecho a ella.

“¡Eso no! ¡Sé que fue disipado! ¿Por qué… por qué estás aquí? ¿Después de lo que te hice? ¿Por qué aparecerías ante mí?”

“Ah, eso. Correcto. Bueno… Realmente no creo que me hayas hecho algo particularmente terrible…” Dijo Katarina, como siempre hacía. Como si nada notable hubiera sucedido en absoluto.

Me había propuesto matarla. ¿En qué estaba pensando? ¿En verdad era tan tonta…? ¿O realmente poseía el corazón indulgente y tolerante de una santa? O, tal vez… había una explicación aún más simple.

“…Tú. ¿¡Incluso… sabes siquiera lo que te hice!?” Pregunté.

“No, lo sé. Usaste tu magia oscura para lanzarme un hechizo para dormir, ¿verdad?” Katarina respondió, como si fuera la cosa más simple y obvia del mundo que decir.

“¡Exactamente! ¡Y con ese hechizo para dormir extinguiría tu vida!” No tuve más remedio que exponerlo claramente, ya que Katarina parecía tener problemas para comprender el alcance de la situación.

“Hmm… Eso es una mentira, ¿no?”

“¿Una mentira…?”

“Después de todo… si realmente quisieras matarme, lo habrías hecho allí, y no me hubieses puesto a dormir. ¿No era más rápido de esa manera?”

“…” Ahí estaba de nuevo. Esa manera evidente y directa de responder a mis preguntas. Me encontré sin palabras.

Fue exactamente como Katarina dijo. Hubiera sido mucho más simple para mí matarla, en lugar de pasar por la molestia de ponerla a dormir. Entonces… ¿Por qué no hice eso? No… no pude. No pude hacerlo. En verdad, yo…

“Quería volverme a reunirme contigo, presidente. Para poder hablar.”

“… ¿Hablar?” ¿Qué es esto?

“Sí. Porque… en ese entonces parecías dolido. Porque estabas… llorando. Entonces… quería volver a verte, para ver si podíamos tener una conversación adecuada…”

Sus ojos azul turquesa miraron directamente a los míos. Sentí mi pecho apretarse. Apenas podía respirar. La vorágine de emociones devastó mi corazón.

“… Eres hipócrita… ¿Y? ¿Y qué? ¿Me vas a salvar como salvaste a estos otros tontos? ¿Santa Katarina Claes?” Antes de darme cuenta, las palabras salieron de mi boca. Apenas sabía nada de mí. Nada. ¿Qué sabría la hija de un duque, criada feliz y amorosamente?

Incluso si Katarina Claes hubiera dicho algo cómo que ella “me salvaría”, seguramente la ignoraría. No…. La despreciaría por estar llena de sí misma, sólo por su insensatez de noble dama hija de una familia poderosa, criada con amor.

Inesperadamente, sin embargo… Katarina dijo exactamente lo contrario.

“¡Eso es imposible!” Declaró, mirándome fijamente. “¡Después de todo, no soy la protagonista! ¡No soy más que un personaje rival, una villana! ¡De ninguna manera soy capaz de salvar a nadie!”

¿Protagonista? ¿Rival…? No pude comprender estas palabras, que fueron pronunciadas con tanta fuerza. Ella declaró que la salvación era “imposible”... No podía esperar entender los procesos de pensamiento de Katarina Claes. Todo lo que pude hacer fue pararme, mirarla con una expresión en blanco. Y entonces…

“No puedo salvarte de tu dolor… o hacer que desaparezca. Pero… puedo quedarme a tu lado.” Dijo Katarina, sonriendo suavemente. “Podría quedarme contigo. Cuando estás triste, cuando las cosas sean difíciles… puedo escucharte. Puedo quedarme hasta que vuelvas a estar feliz, o tal vez hasta que vuelvas a estar bien.”

Palabras… muy parecidas a lo que hace mucho tiempo me había dicho mi madre. Me había escondido en un rincón y lloraba solo, sin querer preocupar a mi madre. Sin embargo, cuando me encontró, me abrazó con fuerza, diciéndome cosas similares. Cuando finalmente recordé eso… sentí que algo dentro de mí se rompía. Era casi como si la niebla en mi mente se hubiera despejado.

En verdad, siempre, siempre sospeché, en un rincón de mi mente. “Por favor, véngame…” Esas supuestas últimas palabras de mi madre. Pero, ¿podría mi gentil y amorosa madre, que siempre se preocupó más por mí que por ella misma… alguna vez dejarme con esas palabras?

Y ahora lo recordaba. Finalmente recordé que mi madre apenas había dejado palabras tan odiosas. ¿Por qué? ¿Cómo podía recordarlo tan mal?

Las últimas palabras de mi madre… “… Por favor… vive. Vive… sé feliz. Te amo…”

Sí. Mi madre nunca había buscado venganza. Hasta el final, hasta su último aliento… había deseado mi felicidad. Por eso pensé que debería seguir viviendo… que tenía que seguir viviendo.

Antes de darme cuenta, Katarina se había acercado bastante a mí. “Entonces… no tienes que llorar solo.” Con una sonrisa amable, extendió la mano.
¿Por qué mi visión se distorsionó de tal manera? Mis mejillas estaban mojadas.

“Ven. Ven conmigo… Raphael.”

Raphael. Mi nombre real. El nombre que me había dado mi madre. Un nombre verdaderamente importante. Lentamente, extendí mi mano hacia la de Katarina. Pero entonces…

“Hey. ¿Qué crees que estás haciendo? ¡No escuches las palabras de alguien así! ¡De hecho… son descuidados y se han acercado a ti! ¡Toma un rehén y escapa! ¡Todavía puedes escapar!” La voz en mi gritó, agitada.

Sin embargo, me volví hacia la voz y respondí. “No quiero hacer nada así. ¡Ya he tenido suficiente de esta venganza!”

“… ¿Q-Qué?” La voz en mí parecía asustada.

Le hice una pregunta. “Además… ¿quién eres?”

Había vivido mi vida según lo que decía esta voz que predicaba sin cesar sobre la venganza. Fue esta misma voz la que trajo el recuerdo de las últimas palabras de mi madre. Sin embargo… esas últimas palabras fueron falsas. Mi madre nunca dijo tal cosa.

Fue esta voz la que me atrajo a hacer todo esto. Este “otro yo” que gritó sobre venganza, y que torció las últimas palabras de mi amada madre. Finalmente me di cuenta. Esta cosa no era yo.

Mi creencia de que esta voz era yo había nublado su verdadera forma. No pude verlo por lo que era. Durante mucho tiempo, pensé que esta voz era otra parte de mí. En verdad, él era el hombre de negro. El mismo hombre de negro que se había llevado la vida de mi madre.

“Entonces… al fin te diste cuenta.” El hombre de negro sonrió, amargamente, derrotado.

“…Todo este tiempo. Me has estado controlando… fingiendo ser yo. Lo recordaba. Cómo sus dedos me rozaron justo antes de su muerte. Supongo que fue entonces cuando las artes oscuras se infiltraron en mí y controlaron mi voluntad. Y así fue como torció las últimas palabras de mi madre.

“Todo lo que estaba haciendo era cumplir tu deseo. Solo te estaba ayudando.” Dijo el hombre de negro con odio.

“…Si. Los odiaba… los odiaba a todos… ¡Pero no viví por venganza! ¡Viví para poder algún día ser feliz!”

Ese fue el último deseo de mi madre, vivir y encontrar la felicidad. Entonces… este hombre de negro tenía que ser borrado. El supuesto hecho de que las artes oscuras solo pudieran ser disipadas por la persona que lanzó el hechizo… esta chica delante de mí fue una prueba de que no era algo definitivo.

“Vas a estar bien.” Las cálidas manos de Katarina sostuvieron suavemente las mías.

Comencé con el hombre de negro, enfocándome en un pensamiento singular en mi mente. “…Esto es el fin. No habrá más venganza. Tu existencia ya no es necesaria.”

“Maldita sea… ¿Quién crees que fue el que te guió hasta aquí? Eres débil… traidor…”

Con esas últimas palabras, el hombre de negro desapareció.

Al levantar la vista, vi la suave sonrisa de Katarina y sentí su cálida mirada.

***

Sirius Dieke, nombre real Raphael Wolt.

Nos contó todo; sobre cómo era el hijo del Marqués Dieke y una criada a su servicio, sobre cómo se había criado y cómo había estado viviendo como Sirius Dieke… y también sobre cómo se había vuelto usuario de magia oscura. Finalmente, también nos contó cómo había sido controlado durante los últimos siete años por la misma magia oscura.

Aunque todos tenían la intención de presentarlo a las autoridades y señalarlo como el criminal detrás de todo este incidente, sus opiniones cambiaron al escuchar la historia de Raphael. Nunca había pensado perseguir a Raphael por lo que hizo. María también decidió perdonarlo por haberla confinado en esa cámara durante varios días.

Parecería que María había estado mirando los ojos de Raphael en el momento en que se disipó la magia oscura sobre él, y al hacerlo se convenció de la veracidad de sus palabras.

Sin embargo, Raphael decidió que debía entregarse a las autoridades. “Quiero contarles todo esto yo mismo. Sobre mi madre y yo… y el hombre de negro, y el verdadero Sirius. Aunque estaba siendo controlado, todavía tengo el deber de hablar de las cosas que he hecho….” Dijo Raphael, decidiendo informar a las autoridades sobre todo lo que había sucedido.

Los pecados de Madame Dieke, sus hombres y los propios pecados de Raphael fueron, por lo tanto, descubiertos. Un tiempo después de que Raphael se entregara, la noticia de que Madame Dieke y sus hombres fueron arrestados se extendió por los círculos de la sociedad noble. Nunca supimos lo que pasó con Raphael por su participación en la magia prohibida, ni el incidente se hizo público. Probablemente era seguro asumir que de alguna manera, en este momento, estaba expiando sus pecados.

No hubo detalles en los rumores sobre Raphael y su destino después de que se entregó. Solo podía seguir preocupándome, sin saber qué había sido de él.

Pasaron varios meses. Ahora estábamos a un mes de la ceremonia de graduación. Con la ceremonia de graduación a la vuelta de la esquina, los miembros del consejo estudiantil estaban, en consecuencia, ocupados. Así que decidí concentrarme en mi trabajo agrícola, no queriendo interferir en sus deberes. Me dirigí a mi dormitorio, con la intención de recuperar mis implementos agrícolas.

“Lady Katarina Claes.”

Una voz familiar. Me di la vuelta. De pie, había un joven de cabello castaño algo extraño que vestía un atuendo que recordaba a los funcionarios del Ministerio Mágico. Tenía un aura normal, casi aburrida sobre él, si no me hubiera llamado, probablemente habría pasado junto a él sin haber notado que estaba allí. No se destacó en lo más mínimo.

¿Hmm? ¿Quién es éste? El hecho de que me llamara y supiera mi nombre significaba que de alguna manera lo había conocido… y, sin embargo, no podía recordarlo.

Cuando esos pensamientos pasaron por mi mente… miré a los ojos del joven. Fue entonces cuando recordé, esos eran los suaves ojos grises que conocía tan bien.

“… Espera… ¿Podría ser? ¿Raphael?”

Mientras lo hacía, Raphael abrió mucho los ojos. “Me sorprende que pudieras notarlo. Sobre todo porque mi apariencia ha cambiado mucho.”

Ah, después de todo es Raphael… No lo había visto en unos meses, y él se veía completamente diferente, pero esos gentiles ojos grises permanecieron como siempre. Él sonrió, como avergonzado, al escuchar mi explicación. Era una sonrisa que no había visto en mucho tiempo.

“¿Has regresado?” El hecho de que Raphael estuviera parado aquí significaba que podía regresar a la academia… o eso supuse.

“Sí. Gracias a los diversos testimonios que todos brindaron, pude volver a este lugar.”

Todos hicimos lo que pudimos para ayudar a Raphael. Les contamos a las autoridades lo que sabíamos de la historia de Raphael, el testimonio de un testigo ocular de María y el cómo hasta ese momento había sido amable con nosotros. Además, también utilizamos algunas conexiones sociales, haciendo directamente una petición a los niveles más altos de autoridad en el país. Si lo que hicimos ayudaría a Raphael, incluso de la manera más leve… entonces eso fue algo bueno.

No pude evitar sorprenderme de su apariencia actual, tan diferente de cómo era antes. ¿Por qué era necesario cambiar su aspecto hasta este punto? “¿Podría ser que… estas pensando en inscribirte nuevamente en la academia, como un nuevo estudiante…?” Pregunté.

Después del incidente, Raphael dejó la Academia. En la superficie, se había ido “para recuperarse” debido a “problemas de salud”. Sin embargo, los rumores sobre el arresto de Madame Dieke ya se habían extendido a través de las capas entremezcladas de la sociedad noble, y muchos asumieron que su hijo, Sirius, estaba de alguna manera involucrado en el incidente, al menos, esa fue la imagen que obtuve.

Sería difícil para Raphael inscribirse como Sirius Dieke, especialmente con esa cara, que era ampliamente conocida por el alumnado. Sin embargo… ahora que había alterado tanto su apariencia, tal vez era posible volverse a inscribir en la academia como otra persona. Esos fueron los pensamientos que pasaron por mi mente mientras inspeccionaba la nueva apariencia de Raphael.

“No. Ya no volveré a la academia… Es un poco desafortunado que no pueda graduarme. Sin embargo, obtuve un puesto en el Ministerio Mágico, y de aquí en adelante trabajaré allí. Por supuesto, como Raphael Wolt.”

Como la magia oscura lanzada sobre Raphael se disipó, también desapareció lo que era la fuente de su poder, Raphael ya no podía utilizar las artes oscuras. Aun así, tenía una alta aptitud mágica. Parecería que fue valorado por sus habilidades, y finalmente se le ofreció un puesto dentro del Ministerio.

Sin embargo, había otro ángulo para esto. Teniendo en cuenta que por un tiempo Raphael había estado actuando bajo la influencia mental de la magia prohibida, tenía sentido que la quisieran monitorear. En otras palabras, ahora estaba bajo la supervisión y cuidado del Ministerio.

Debido a estas circunstancias, Raphael fue asignado a trabajar en las instalaciones de investigación en los terrenos de la academia. Por eso tuvo que cambiar su aspecto, para que no fuera reconocido por el alumnado, evitando así una conmoción. En cuanto a por qué se parecía completamente a otra persona… aparentemente tenía la ayuda de un artista profesional de disfraces y maquillaje.

¿Un artista profesional… de disfraces y maquillaje? ¿Qué tipo de profesión es esa? Incluso cambiaron su forma facial… un disfraz bien hecho. Sí, como se esperaba de un profesional. Aparentemente, hasta que la sociedad noble en general se hubiera calmado, Raphael se quedaría con este disfraz.

“Entonces, ¿supongo que nos volveremos a encontrar en otra ocasión?”

“Sí. Creo que sí… después de todo estamos en los terrenos de la academia.”

“Ja. Entonces… ¿De tener una oportunidad, volverías a prepararme té, de esa manera tan deliciosa que lo haces?”

“Por supuesto. Con mucho gusto.” Sonriendo, de repente Raphael se arrodilló ante mí, extendiendo la mano. Era una reminiscencia de lo que Jeord había hecho cuando me pidió mi mano en matrimonio.

¿Eh? ¿Qué? ¿De qué se trata todo esto? ¿Qué tengo que hacer?

“Lady Katarina Claes… permíteme volverme presentar. Mi nombre es Raphael Wolt, y me gustaría vivir a tu lado. ¿Me permitirías el honor de hacerlo…?”

Hmm… qué palabras tan rígidas y formales. Supongo que Raphael quiere decir que… ¿Quiere ser amigo y llevarse bien conmigo de ahora en adelante? En ese caso.

“Por supuesto. Espero que a partir de ahora nos llevemos bien.” Dije, sosteniendo su mano extendida en la mía.

“Ah… pero. Bueno… tal vez no deberías llamarme por mi nombre completo. Es un poco desconcertante. Solo dirígete a mí como siempre lo has hecho, ¿sí?” Raphael sonrió, como un poco perdido, al escuchar mis palabras.