Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: ¡He Llegado a la Academia de Magia!

Parte 7

Al día siguiente, me dirigí a la cafetería del dormitorio antes de ir a las cámaras del consejo estudiantil. Calenté muy ligeramente los bocadillos que había dejado en las cocinas, para que Lady Katarina pudiera disfrutar mejor los bocadillos que había horneado.

Y así, con mi canasta llena de golosinas calientes, me dirigí hacia las cámaras del consejo… y fue entonces cuando sucedió.

En mi camino a los edificios escolares desde los dormitorios, varias estudiantes me detuvieron. Por el aspecto de sus vestidos caros y de colores vibrantes, me di cuenta de que entre la nobleza general eran damas nobles de alto rango.

“Tenemos… algunos asuntos que discutir.” Con eso, el grupo me escoltó a la fuerza a un área boscosa cercana. Una vez que nos alejamos del camino, las damas nobles comenzaron a gritarme, arrojándome abusos verbales de todo tipo. “¡Sucia plebeya!” Dijeron.

Desde que comencé en la academia esto había sucedido muchas veces. Mantuve mis ojos bajos, mirando al suelo, esperando que eventualmente las damas nobles se calmaran y se fueran. Sin embargo…

“¿Y qué es esto?”, Dijo una de las damas nobles, señalando la canasta que sostenía en mi pecho.

“… Ah… esto… estos son solo algunos bocadillos que hice, como un regalo para el consejo estudiantil…” Me encontré respondiendo sinceramente por sorpresa al ser interrogada abruptamente. Sin embargo, pronto lamenté mi torpeza al hacerlo…

Al escuchar mi respuesta, las expresiones de las damas nobles cambiaron colectivamente. Mientras antes sus rostros estaban enrojecidos por la ira, ahora parecían aún más… molestos. Estaban furiosas.

Ahora lo he hecho… Mis palabras descuidadas habían agitado aún más a las damas nobles. Y luego, con un fuerte crujido, la canasta que sostenía fue brutalmente golpeada de mis manos, cayendo bruscamente al suelo. Los bocadillos recién calentados salieron de la canasta caída y luego se detuvieron en el suelo cubierto de hierba.

“¿Y qué si tienes magia de luz? No te llenes de ti misma. ¿¡Quién crees que eres!? ¡Miren esto! ¡Hecho por una plebeya, hecho por alguien pobre! ¡No te atrevas a darle esto al consejo estudiantil! ¡Eso sería demasiado desagradable para soportar!” Gritó la noble dama, antes de levantar el pie en preparación para aplastar los bocadillos caídos.

Nunca antes había sentido tanta ira dirigida hacia mí. Nada de lo que había sentido en mi vida podía compararse con esto. Solo podía quedarme allí, estupefacta, mientras miraba lo que estaba a punto de desarrollarse ante mí. Fue entonces cuando sucedió.

“¡DETENGAN ESTO DE INMEDIATO!” Una voz repentina, resonando en el aire. Era confiada, digna. Una cabeza llena de hermoso cabello castaño. Ojos azules, mirando al frente, su apariencia era tan digna como su voz.

¿Por qué, de todos los lugares, estaría ella aquí? ¿No estaba siempre en las cámaras del consejo después de las lecciones…? Esta persona se colocó entre mí y las damas nobles, como para protegerme de su ira.

“L-Lady Katarina… Claes…” La dama noble que estaba a punto de pisar mis bocadillos murmuró, como en estado de shock. Aunque estaba sorprendida por este giro de los acontecimientos, parecía que las nobles que me rodeaban estaban aún más desconcertadas. Sus ojos estaban muy abiertos.

“Ustedes… ¿¡QUÉ CREEN QUE ESTÁN HACIENDO!?”

Ante las duras palabras de Lady Katarina todo el color de sus rostros desapareció. Pero, por supuesto, se sentirían así… Lady Katarina Claes era la hija mayor del Duque Claes, y también la prometida del tercer príncipe heredero del reino, el Príncipe Jeord. El consejo estudiantil, que era admirado por toda la población estudiantil, adoraba a Lady Katarina. De hecho, su naturaleza brillante y agradable fue admirada en secreto por muchos individuos anónimos en la academia misma.

Si uno molestara a Lady Katarina Claes, no solo les resultaría difícil vivir en la academia, sino que también se verían en apuros para permanecer en el reino.

Y antes de darme cuenta, todas esas damas nobles que antes estaban tan enojadas ahora eran imposiblemente mansas y calladas…

“L-Lo sentimos mucho… perdónanos…” Diciendo eso, se inclinaron ante Lady Katarina, y luego, como si entre ellos hubiera surgido una feroz competencia, huyeron tan rápido como pudieron

A la luz de este repentino desarrollo todo lo que pude hacer fue mirar en silencio… hasta que me di cuenta de que tenía que dirigirme rápidamente a las cámaras del consejo. Iba a llevar mis bocadillos horneados y golosinas al consejo… y fue entonces cuando lo recordé. Mis bocadillos ya no estaban en mis brazos. En cambio… los bocadillos que había horneado ahora estaban esparcidos por el suelo.

Ah… no puedo llevar estos bocadillos a las cámaras del consejo. Sentí un viejo recuerdo inundar mi mente… del momento en que nadie comía ninguno de los bocadillos que había horneado, de cómo los dejaban en la mesa de la cafetería… a pesar de que había trabajado tan duro para hacerlos. Ni siquiera alguien les daría una mirada.

Todavía arraigada en el lugar, solo pude ver a Lady Katarina arrodillarse, levantando lentamente y devolviendo los bocadillos caídos a la cesta. Al ver esto entré en pánico. ¿Cómo podría dejar que Lady Katarina recoja objetos caídos del suelo? Cuando estaba a punto de plantear una objeción, Lady Katarina abrió mucho la boca, y luego rápidamente puso un bocadillo en su boca. Y luego…

“… Delicioso.” Dijo, sonriendo suavemente.

Aperitivos que habían caído al suelo… Pensé que tendría que comerlos todos yo sola, como lo hice en aquel entonces, pero allí estaba ella. Lady Katarina estaba comiendo los bocadillos que había horneado… diciendo que estaban deliciosos y sonriendo mientras lo hacía.

La vista era demasiado para mí. Solo podía mirar a Lady Katarina con los ojos muy abiertos. En poco tiempo, ella había comido todos los bocadillos que yo había horneado. Encontré su mirada, sus ojos azul celeste miraban profundamente los míos.

“Um… Ah. Lo siento… es un mal hábito mío, adelantarme y comer todo de esta manera…” Entonces se inclinó, bajando la cabeza. Pero… ni siquiera podía comenzar a entender por qué se disculpaba por comer mis bocadillos horneados.

“Ah, no… no me importa, Lady Claes. Es solo que… los bocadillos habían caído al suelo…”

Lady Katarina, sin embargo, tenía una mirada confiada sobre ella mientras respondía. “Solo cayeron sobre la hierba, Lady Campbell. En su mayoría estaban libres de suciedad. No hay problema, de verdad.”

Ya no sabía cómo responder a lo que acababa de escuchar. Todo lo que pude hacer fue reunir una sonrisa extraña. “… E-Eso es así…”

Luego Lady Katarina pasó a alabar fervientemente los bocadillos que había preparado. Nunca antes me habían elogiado así. Me sentí tan feliz, pero a la vez tan avergonzada, que pude sentir mi cara calentarse.

Fue entonces cuando el Príncipe Jeord llegó desde la dirección de las cámaras del consejo estudiantil. Aparentemente había venido a buscarme, debido a que llegué tarde a la reunión que se suponía que debíamos tener.

El Príncipe Jeord, sin embargo, miró a Lady Katarina con recelo, estaba abrazando la canasta de refrigerios cerca de su pecho, todavía arrodillada en el suelo, y mi rostro era de un tono rojo intenso. Se me ocurrió la mejor explicación que pude: “Ah, Príncipe Jeord… Por casualidad me encontré con Lady Katarina, que amablemente habló conmigo por un tiempo…”

No quería contarle al príncipe sobre la intimidación. Sería impropio que el consejo se preocupara por mí. Como si entendiera cómo me sentía, el Príncipe Jeord se volvió hacia Lady Katarina, y pronto estábamos todos hablando juntos.

De camino a las cámaras del consejo, aún podía sentir mis mejillas sonrojadas. El Príncipe Jeord se volvió hacia mí con una sonrisa indescifrable en su rostro. “Debería ser más cuidadosa, Lady Campbell. Ella es muy encantadora.” No entendía muy bien lo que quería decir.

Desde ese día, diariamente hice meriendas para el consejo.

Lady Katarina, por su parte, parecía muy feliz con este desarrollo.

No tardé mucho en darme cuenta de que la intimidación y los chismes parecieron disminuir después del incidente en el que Lady Katarina me protegió, y por lo tanto, bajé la guardia. Fue entonces cuando sucedió… en la pausa del almuerzo de cierto día.

La cafetería en la academia era una estructura grandiosa y respetable, y era regularmente patrocinada por nobles de todo tipo. Con la academia misma teniendo muchos estudiantes de noble cuna, no hace falta decir que muchos de ellos decidieron comer allí…

Al igual que la forma en que estábamos segregados en diferentes dormitorios por estatus social, los asientos en la cafetería también se dividieron de esa manera.

Siendo una plebeya, sin embargo, no parecía haber un lugar para mí. Después de todo, solo había un área para comer en la academia… y estaba principalmente llena de estudiantes nobles de alto nivel social.

Estaba lejos de poder usar la cafetería, siendo muy consciente de mi propio estatus como una simple plebeya. Por eso solía preparar loncheras en mi dormitorio y luego comía sola en algún lugar del patio central de la academia.

Ese día fue como cualquier otro, me senté en un pequeño banco en el patio, como siempre, y estaba a punto de abrir mi lonchera. Y luego sucedió. Antes de darme cuenta, nuevamente estaba rodeada de damas nobles con las que no recordaba haberme topado.

“¡Sucia plebeya! ¡Solo porque puedes usar algo de magia de luz, te seleccionaron para el consejo! ¡No te adelantes!”

“Recibes un trato especial por esa tonta magia tuya, ¿no? ¡No tuvieron más remedio que ponerte en el consejo! ¡Simplemente asqueroso!”

“¡Eso es correcto! ¡Probablemente recibiste un trato preferencial en las pruebas de evaluación! ¡Tiene que ser eso!”

Las nobles damas que me rodeaban me acribillaron con abuso verbal. Me quedé callada, como siempre lo hice, esperando que su furia disminuyese. Sus palabras fueron las mismas que escuché desde que me inscribí en la academia… no, estas fueron las mismas palabras que escuché desde el principio de todo.

“Porque usas magia de luz.” Esas fueron las palabras que me habían acosado desde que se manifestó mi magia. No importa lo mucho que trabajé, o lo mucho que lo intenté… todo sería porque “uso magia de luz”, y eso fue todo lo que alguien diría.

Si solo pudiese… si tan solo pudiera dale esta magia a cualquier otra persona. Lo haría en un abrir y cerrar de ojos… No necesito esto… ¡No necesito esto en absoluto!

¡Yo solo…! ¡Yo solo! Sucedió cuando estaba perdida en mis pensamientos y era inundada en un torrente interminable de abuso verbal. Una de las damas nobles levantó la mano y en su palma había una bola de fuego que ardía de color rojo brillante.

Hasta ahora, me habían abofeteado en la cara innumerables veces, me pisaron el pie más de lo que podía recordar, y regularmente me acosaban de todo tipo de formas. Pero… con magia… era la primera vez. Observé la bola de fuego al rojo vivo. No me parecía real, todo lo que podía hacer era mirarla, como si fuera un objeto de otro mundo.

Justo cuando la acosadora dio un paso adelante, las llamas en su mano se elevaron… Creí escuchar una voz clara sonar. Entonces, sin previo aviso, la dama noble que todo este tiempo se había estado acercando a mí amenazadoramente cayó de espaldas, justo delante de mis ojos. Antes de que pudiera reaccionar, una silueta familiar y digna entró en mi campo de visión.

“¡¡USTEDES!! ¿¡Qué creen que están haciendo!? Decir que ella recibe un trato preferencial debido a que puede usar magia de luz… ¡Estás haciendo acusaciones sin fundamento! Escuchen, ¡esta academia se rigüe por la MERITOCRACIA! ¡Aquí no hay trato preferencial!”

Quien una vez más me protegió de los matones fue… Lady Katarina Claes.

Sí. Fue justo como dijo Lady Katarina. Siempre he trabajado duro. Nunca hice trampa en mis pruebas. Todo lo que hice fue trabajar duro… Hice lo mejor que pude. Y sin embargo, nadie notó mis esfuerzos… o eso pensé. A pesar de todo, esta persona… se dio cuenta. Lady Katarina Claes se dio cuenta. Abrí mucho los ojos y miré directamente a la espalda de Lady Katarina.

Mientras seguía mirando, estupefacta, ella continuó: “También… ¿Los integrantes del consejo estudiantil y yo? ¡No la apoyamos porque ella sea capaz de usar magia de luz! Lo hacemos porque ella se esfuerza más que nadie y da todo de sí… ¡Y es por eso que estamos con ella! ¡Porque nos GUSTA!”

Ante sus palabras, sentí mis ojos calentarse. En poco tiempo, las lágrimas corrían por mis mejillas. Desde el día en que se manifestó mi magia, todos habían dicho que era especial, pero me habían tratado como una anormalidad. No importa cuánto trabaje o cuánto lo intente, mis esfuerzos simplemente eran ignorados. Todo porque tenía este “poder especial”, o tal vez porque hice trampa. Todos me veían como: “la niña especial que usaba magia de luz”. Nadie nunca me vería como María Campbell, un ser humano, solo una chica.

Aun así… Lady Katarina… se dio cuenta. Ella notó mis esfuerzos. Y a ella no le caía bien porque era una chica especial con magia de luz… sino porque era María Campbell. Y con eso, sentí una ola de emociones surgir dentro de mí y extenderse. Era como si una presa se hubiera abierto en lo profundo de mi corazón, las lágrimas simplemente no dejaban de fluir.

Lady Katarina se acercó a mí mientras yo seguía llorando, antes de poner una mano en mi espalda. El suave calor de su mano hizo que la pregunta en mi corazón dejara mis labios antes de que me diera cuenta.

“Ah… Um… Lady Claes, mi nombre…” Lady Katarina siempre se refirió a mí como: ‘Lady Campbell’. Pero justo ahora, mientras reprendía a los matones, me había llamado por mi nombre… ‘María’.

“Ah, sí… sobre eso. Pido disculpas, de repente me réferi a ti como si fuéramos las mejores amigas…” Dijo Lady Katarina, luciendo bastante nerviosa.

Sacudí la cabeza vigorosamente de lado a lado. “No… no me importa en absoluto. De hecho, no hay necesidad de llamarme ‘Lady’. Por favor, refiérase a mí como ‘María’…”

Lady Katarina simplemente sonrió gentilmente a mi pedido. “Gracias, María.”

Al escuchar su voz distinguida gritar mi nombre, reuní todo el coraje en mi ser.

“Ah… Um. S-Si… perdonas mi descaro… Um… ¿Podría por favor llamarte ‘Lady Katarina’, como todos los demás en el consejo estudiantil…?” Dije, haciendo de forma desesperada la pregunta que tenía en mi corazón.

Lady Katarina pareció momentáneamente aturdida y luego… “¡Por supuesto! No dudes en llamarme como quieras, María. Después de todo, ¿no somos amigas?” Dijo ella, con la misma sonrisa amable en su rostro.

Pensar que ella, una noble, llamaría a una plebeya como yo, una amiga… Justo cuando finalmente me había calmado me encontré renovando mi llanto.

Cualquiera… por favor. Cualquiera está bien… por favor, solo… ¡Mírenme! Miren a María Campbell… Eso era lo que siempre había deseado. Si trabajo más duro… si voy a la Academia de Magia, entonces…

Con todas y cada una de las esperanzas que había acunado en mi corazón cruelmente destrozadas, pensé que mi deseo nunca se haría realidad, y sin embargo…

Las lágrimas continuaron bajando por mis mejillas mientras la cálida mano de Lady Katarina se movía suavemente por mi espalda. Me alegré. Mi anhelo finalmente se había cumplido… Y por un tiempo, nos sentamos así. Eventualmente me tranquilicé y el Maestro Keith vino a recoger a Lady Katarina. Los tres nos dirigimos a la cafetería…

Me encontré sonrojada cuando Lady Katarina me tendió la mano. Al ver esto, el Maestro Keith suspiró, como si estuviera exasperado. “… ¿¡De nuevo!? ¿A cuántas personas debes encantar…?”

Me pregunto qué quiso decir el Maestro Keith.

Desde entonces, me hice más cercana a Lady Katarina y sus amigos, incluso fuera de nuestras actividades en el consejo estudiantil. Tomamos clases juntos, y después de nuestras lecciones, todos nos dirigimos directamente a las cámaras del consejo estudiantil.

Cuando saqué los bocadillos que tenía la intención de regalar al consejo, Lady Katarina estaba encantada. También me alegré, aunque tuve que apartar los ojos de Lady Katarina, sintiéndome un poco avergonzada por mi rostro sonriente.

Noté que mientras miraba a mí alrededor, los otros miembros del consejo estudiantil también estaban sonriendo amablemente a Lady Katarina. El Príncipe Jeord tenía, por supuesto, su habitual sonrisa y el generalmente estoico Maestro Nicol tenía una leve sonrisa en sus labios.

Seguí mirando alrededor de la habitación… ¿Hmm? Algo se siente… fuera de lugar. Una vez más moví mis ojos hacia esa persona. Como era de esperar, tenía su habitual sonrisa amable y cálida.

… ¿Solo estaba viendo cosas? Por un momento, pensé que tenía una expresión más fría en su rostro… Se había ido tan pronto como volví mi mirada hacia él, como si todo este tiempo tuviera la misma expresión amable sobre él.

Por eso había asumido que era solo una especie de error de mi parte. Después de todo… ¿Cómo podría una persona tan amable y gentil tener una mirada tan fría como esa… y estar mirando a Lady Katarina? Era casi imposible.

“¡María… estos bocadillos son… deliciosos!” Dijo Lady Katarina, con una amplia sonrisa en su rostro, mientras que estaba perdida en mis pensamientos sobre lo que acababa de ver.

Una vez más sentí una oleada de felicidad invadirme, y muy pronto, esos pensamientos desaparecieron tan rápido como aparecieron. ¡Debería poner aún más esfuerzo en mi preparación de bocadillos, para poder seguir viendo esa sonrisa!

Habían pasado diez años desde que se manifestó mi magia de luz. Con la esperanza de que algún día se cumpliera mi deseo, durante todo este tiempo me esforcé mucho. Y ahora, después de tanto… finalmente lo había hecho.