I Reincarnated For Nothing

Capítulo 100: Aunque nos Veamos Diferentes los Unos de los Otros (Parte 3)

[¡Nyaa nyaa nyaa nyaa nyaa nyaa nyaa nyaa nyaa nyaa nyaa nyaa!]

“Vaya. Roa está increíblemente emocionada.”

En un instante, la niebla negra cubrió toda la zona. Roa empezó a chupar todo el maná negativo de la zona. Esto era lo máximo que había comido desde que nació. El Bosque de la Eternidad era como un buffet para ella.

La fruta siempre sabía más dulce cuando uno se abstuvo de comerla durante mucho tiempo. Se comió toda la energía maldita que había brotado usando a los elfos como alimento. También se comió la magia negra reunida por los humanos. Era la comida más sabrosa que había comido hasta ahora.

Ella tuvo una idea. Tal vez, toda la maldición de este mundo fue reunida para ser suya. Roa soltó un rugido de alegría.

[¡Mee-yahhhhhhhhhhhhhng!]

“Koohk. ¿Cómo puede ser esto?”

La actividad glotona de Roa afectó inmediatamente al rey de Aedia y a sus nobles de alto rango.

Habían estado aprendiendo inescrupulosamente magia negra como magos negros. Habían estado a punto de usar su magia negra, pero la Bestia de la Codicia había absorbido abruptamente toda la energía de la zona. No fueron capaces de controlar a su Maná adecuadamente.

“El Mana es….”

“¡No, el círculo mágico está roto! ¡Esto no debería ser posible!”

[¡Nyahhhhhhhhhht!]

Si sus niveles fueran abrumadoramente más altos que los de Roa, podría haber sido una historia diferente. Pero Roa había viajado con Artpe desde que nació. Como una Bestia de la Codicia, ella había viajado por el Camino Real. En términos de nivel, ella estaba cerca de los magos negros!

“Huht. Esto es…… ¿¡Koo-hahk!?”

“¡Ggoo-ahhhhhhhhhh!”

Por supuesto, se pusieron nerviosos cuando sus hechizos no se manifestaban correctamente. Regina aprovechó esta oportunidad para enviar un solo golpe que hizo explotar las cabezas de los nobles. A todos, excepto al rey, les volaron la cabeza limpiamente.

Si el rey de Aedia no hubiera sacado a relucir rápidamente su magia defensiva, habría corrido la misma suerte que ellos. Cuando se dio cuenta de este hecho, apreto sus dientes por el miedo. Miró hacia Regina. Pero no tuvo tiempo de preguntarse por qué su magia negra no se había activado. No pudo investigar dónde estaba siendo succionada el Mana.

“¡R-Regina! ¡Puta! ¡Cómo te atreves!”

“Suerte. No estoy preocupada. Concentrémonos en el negocio que tenemos entre manos”.

Tenía la vaga sensación de que todo saldría bien si Artpe estuviera presente. Pero ella no esperaba que él apareciera con una bestia mágica que poseía una habilidad similar a la de un tramposo.

De todos modos, ya no tenía que centrarse en la protección del Árbol del Mundo. Además, la magia negra tampoco interferiría con ella. Desde que fue liberada de tales restricciones, Regina pudo usar todo su poder, que era casi el doble de fuerte que antes.

“¡Yo soy tu amo! ¡Soy tu maestro! ¿Cómo se atreve un golem a ir en contra de su amo?”

“Soy una Demite. Soy mi propio amo. Ejerceré mi libre albedrío”.

No era un gólem. Podía hacer lo que quisiera.

“Estoy cansada de las correas. Incluso la que está alrededor de mi cuello….”

Mientras exprimía cada gramo de maná dentro de ella, miró a su alrededor. Vio a los elfos atormentados. La maldición había penetrado en sus huesos, y habían perdido su sentido de sí mismos. Por alguna razón, sus ojos se posaron en Artpe.

“…Negación. Ese hombre siempre ha sido libre. Puede que tenga demasiada libertad”.

Cuando ella había viajado con él, había sentido una sensación de parentesco durante un corto período de tiempo. Pero se estaba engañando a sí misma. A Artpe le gustaban las mujeres más jóvenes, y había actuado con pasión en un intento de seducirla. Sólo la habían engañado un poco.

Eso fue todo. Regina le quitó los ojos de encima a Artpe mientras seguía hablando.

“—– Estoy cansada de ver correas en otros también.”

“Cuando dije que los elfos obedecerían a los humanos, ¡no me refería a eso! Eso es correcto. Me refería a que iba a tomar prestado el poder de los elfos para poder defendernos de nuestros enemigos externos”.

“Los humanos son tontos. Siguen repitiendo los mismos errores”.

Regina levantó ambos brazos. Su hechizo ya había terminado, y estaba esperando el momento adecuado para desatarlo. Regina usó el hechizo más fuerte de su arsenal Era un hechizo de corto alcance tipo hielo. Era la Furia del Dragón de Hielo.

“Sin embargo, soy una Demite.”

“Regina, espera un momento…. ¿¡Koohk!? ¡Kah-hahk!”

La primera etapa del hechizo liberó un helado aire que anuló y restringió el maná y el movimiento físico del enemigo.

La segunda etapa fue una tormenta de hielo que se condensó en una zona muy pequeña antes de ser disparada. Se congeló y destruyó al enemigo.

“No cometeré los mismos errores.”

Pero no hubo respuesta. La Furia del Dragón de Hielo había golpeado de lleno al rey de Aedia. No había rastro de él en este mundo. Estaba muerto.

“——hoo.”

Había matado a alguien a quien consideraba su amo. Regina flotó en el aire por un breve momento mientras hacía un análisis de sí misma. Esperó a ver si le pasaba algo malo. Sin embargo, no pasó nada con el paso del tiempo.

“Libertad. Realmente es libertad”.

Si fuera a enfrentar las consecuencias por romper las restricciones que se le impusieron como gólem, habría sentido la reacción violenta cuando fue en contra de la orden de despertar a los elfos. Habría sufrido cuando manifestó su hechizo de explosión contra los nobles.

Estaba pasando por un proceso de confirmación.

“Siempre he sido libre… Mi ignorancia me llevó a dificultades. Esto se siente mucho mejor que tener un rol de liderazgo”.

Después de reafirmar de nuevo su libertad, descendió del aire. No había nada alrededor de su cuello, pero se frotó el cuello con una expresión de satisfacción en su cara.

¿Fue una coincidencia?

Un apuesto y misericordioso mago la estaba esperando.

“Ha pasado un tiempo. ¿Qué dijiste cuando nos separamos? ¿Un golem sigue las órdenes de su amo? Creo que dijiste algo similar….kuh-huhk.”

“Malvado”.

Regina era consciente de que era inferior a Artpe en términos de capacidades físicas. Por eso había lanzado un hechizo de Fortalecimiento en su puño mientras golpeaba a Artpe en el estómago.

“¿No estás yendo demasiado lejos con alguien que te ayudó a recuperar tu libertad….kuh-huhk.”

“Malvado”.

Era como si ella le estuviera pegando cada vez que hablaba, así que Artpe cerró la boca. A pesar de esto, el asalto de Regina no había terminado.

“Sabías todo esto desde el principio. Mi situación…… tenías una evaluación completa, pero estabas en silencio. Malvado. Malvado. Malvado.”

“¡No me habrías creído aunque te dijera la verdad! ¡Ayúdame, Sienna!”

“Aht. ¡Los elfos están sufriendo por la maldición de allá! Enseguida vuelvo, oppa!”

“Me estás traicionando!?”

Regina apenas pudo soltar su malestar después de haber golpeado varias veces más el estómago de Artpe. Hizo un gesto mientras daba dos pasos hacia atrás. Luego bajó la cabeza.

“Gracias.”

“Tu forma de darme las gracias es excesiva. Si me lo agradeces dos veces, me romperás un par de huesos”.

“Mi ira hacia ti se ha recargado.”

“No, no lo hagas. Yo soy el culpable”.

Regina canceló el hechizo que estaba a punto de usar.

Ella cuidadosamente le hizo una pregunta a Artpe.

“¿Están a salvo los elfos?”

“Mmmm. Tal vez.”

Después de decir esas palabras, Artpe levantó la cabeza para inspeccionar su entorno.

El ex rey y la burguesía de Aedia habían muerto por explosión. Ya no quedaba rastro de ellos. Los humanos de su grupo sólo parpadeaban cuando miraban. No pudieron evitar sentirse desanimados. Los elfos se reunieron debajo del Árbol del Mundo mientras Roa aspiraba con fuerza toda la magia negra de ellos. El proceso fue doloroso, pero parecía que los elfos estaban más atormentados por el hecho de que habían caído en la categoría de elfos oscuros. Roa emitió un rugido como si dijera que iba a absorber toda la energía negativa de la región.

[¡Nyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!]

“Como mínimo, no se mancharán con la maldición o la magia negra. Ya que la mayor parte de la energía está siendo sacada de ellos, su Circuito de Mana sufrirá algún daño. Aun así, se recuperarán de ello.”

“Incluso tu forma de salvarlos es malvada. Eres como un candidato para el próximo Rey Demonio. Pero fuimos afortunados”.

“No me gustan los mocosos como tú, que aprenden muy rápido”.

Artpe respondió en broma mientras sonreía. Ella ya sabía que él había inducido el cambio de los Elfos a Elfos Oscuros. No tenía ninguna excusa que pudiera dar.

Una vez que los elfos se convirtieron en elfos oscuros, no pudieron recuperar su color de piel original. Al menos la mitad de su población se había convertido en elfos oscuros. Sólo les quedaban dos opciones como raza. Podrían aceptarlos o desterrarlos. Por supuesto, la mitad de los elfos podrían vivir una vida mejor sin importar a qué decisión llegaran. Esa parte del plan de Artpe ya era un gran éxito.

“De todos modos, tengo que intentar hablar con ellos, así que tendré que llamar a Mycenae aquí…. Ooh-ahhhhh. Ella me va a regañar. Me estoy deprimiendo sólo de pensarlo”.

“——sorprendido. Tienes otra mujer.”

“Ella es mi mercader personal.”

Inmediatamente cortó las palabras de Regina. Rechazó sus palabras. Rechinó los dientes mientras se daba la vuelta.

Los humanos, que habían acompañado a Artpe a este bosque, siguen mirando con una expresión de estupefacción en sus rostros. Las cosas se estaban desarrollando en una dirección extraña.

“Bueno, aniquilamos el remanente del poder de Aedia. Ya pueden regresar”.

“Pero….”

“¿Te sientes mal porque no hiciste nada?”

“Sí….sí. Creo que sí”.

Era como si Artpe hubiera escogido el pensamiento exacto que pasaba por su mente. El rey de Daitan frunció el ceño al reconocer las palabras de Artpe.

Decenas de miles de caballeros y magos se habían reunido para esta heroica aventura. Iban a desarraigar a los hombres malvados, que habían usado magia negra! Sin embargo, estos hombres malvados habían sido asesinados por una chica desconocida. Una bestia mágica que daba miedo se ocupaba de la maldición y la magia negra, que había estado atormentando a los elfos.

Algo estaba definitivamente mal aquí. Querían un papel principal, pero ni siquiera se les permitió asumir un papel secundario. Sintieron una sensación de pérdida cuando se dieron cuenta de que eran meros extras en esta historia.

“Bueno, puedes llevarte varios recuerdos como el artefacto usado por el rey de Aedia. Ya que estás regresando, también deberías conquistar Tiata. Ah. Estaré recogiendo a Maetel, así que la conquista tendrá que hacerse a través de tu propio poder. ¿Van a cooperar los magos de Aedia con Daitan?”

“Co-Cooperaremos…. Sin embargo, este sentimiento….”

“¿Qué es este insoportable sentimiento de vergüenza…?”

“Es porque…. Es porque ustedes no son héroes”.

No importa cuán fuerte fuera la individualidad de uno, uno se convirtió en dama de honor cuando un héroe hizo su aparición. Estaban allí, para que el héroe pudiera destacar entre la multitud.

Las hermosas mujeres se enamoraban del héroe, y los hombres lo admiraban. Los viejos se maravillarían de la sabiduría de los héroes, y los lores sintieron un impulso insoportable de entregar el control de sus tierras al héroe!

“Ya veo. Supongo que no se puede evitar….”

“Tiata ha perdido su gobernante. Si consolidan y muestran el poder de Aedia y Daitan, podrán resolver esto con un mínimo de violencia”.

“Eso es…. Yo también lo creo…”

El rey de Daitan renunció a discutir el tema. Se retiró. Era irónico que tuviera que conquistar Tiata con los caballeros y magos reunidos aquí. Pero su negocio en el bosque había llegado a su fin, por lo que no tenía motivos para inmiscuirse en los asuntos de Artpe.

“Bueno…… Voy a retirar las tropas, y nos dirigiremos directamente a Tiata.”

“Koo-hmm. No creo que nuestras acciones sean juzgadas amablemente si nos dirigimos hacia Tiata de esta manera….”

“No creo que eso sea cierto. Al final, Tiata también participó en este desastre. La burguesía de Aedia y Tiata había cometido grandes crímenes. Si vamos a buscar un nuevo camino, creo que el rey de Daitan es nuestra única opción”.

“Además, el héroe está con Daitan.”

Así es como fue.

Arpte aún no se había dado cuenta, pero la ocupación de Artpe como héroe jugó un papel importante en influir en las opiniones de la gente. Por eso pudieron aceptar esta situación irrazonable y retirarse.

Por supuesto, a Artpe no le importaba el razonamiento detrás de que aceptaran sus órdenes. Estaba concentrado en si Roa estaba comiendo bien, y comprobó si Sienna tenía suficiente maná para tratar a todos los elfos. Levantó el objeto de comunicación y Maetel respondió inmediatamente a su llamada.

[¡Artpe!]

“La situación se ha resuelto. Quiero que vengas al Bosque de la Eternidad ahora mismo”.

[¡Sí!]

Primero, le ordenó a Maetel que dejara de actuar como portero. Le dijo que viniera al bosque, y luego intentó contactar con su mercader personal Mycenae. Había pasado mucho tiempo desde que él se puso en contacto con ella. No tardó mucho en responder después de que la transmisión se apagó…

“Hey, ajumma….”

[¡Realmente contactaste de una manera rápida! ¿Dónde estás ahora mismo? ¿Pudiste entrar en Aedia sin muchos problemas? Aunque no necesites comprarme nada, deberías haberte puesto en contacto conmigo para hacerme saber que estás bien. No me contactaste por tanto tiempo, y estaba muy preocupada….]

Parece que tiene muchos sentimientos apilados, así que se descargó de Artpe con palabras agudas Ella habló en rápida sucesión. En un intento de calmarla, Artpe puso énfasis en su siguiente mensaje.

“Terminé La Misión del Bosque de la Eternidad”.

[Parecería inapropiado si te contactara primero…. ¿Qué? ¿Qué es lo que dijiste? ¿Puedes repetir eso otra vez?]

“La misión ha terminado, así que quiero que me des mi recompensa.”

Mycenae se quedó en silencio.

Su deseo de toda la vida fue concedido de esa manera.