Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 8

Final: En Un Mundo Vigilado Por Un Arco Iris

Parte 1

Laband era un país rico de humanos con una larga historia. El dios principal que adoró allí fue Ahmar, y le guardaban a sus leyes un gran respeto. Eso se podía ver en la forma en que no representaban la discriminación contra otras razas o la explotación basada en el rango, y se había gobernado de manera justa durante mucho, mucho tiempo.

Y fue una nación que durante mucho tiempo mantuvo relaciones amistosas con su nación vecina de Vassilios, el país de los demonios.

El Rey de Oro de Vassilios era conocido por su belleza y sabiduría, e invitó activamente a estudiantes de Laband a su país, así como también formó relaciones cercanas entre las dos naciones en términos de estudios culturales y académicos y mágicos.

Junto a la carretera que conecta los dos países, había una pequeña ciudad.

Fue construido cerca de un hábitat de bestias mágicas, por lo que ciertamente había cierta preocupación allí en términos de seguridad, pero también era un lugar admirado por los aventureros de todo el mundo. Después de todo, era una ciudad que había sido construida por aventureros.

Y en la posada que había estado allí desde poco después de la fundación de la ciudad, el Gato Blanco Cantante, se podían escuchar bastantes anécdotas relacionadas con un héroe legendario que alguna vez había sido famoso en todo el mundo.

El que gobernaba esta tierra no solo era un gobernante, sino también un guerrero de primer nivel, además de tener una mente bastante abierta hacia los aventureros. Y la pareja armoniosa que gobernó puede haberse retirado en la actualidad, pero sus hijos adoptivos, además de ser sus discípulos, se habían hecho cargo de la administración de la ciudad, por lo que esa política no había cambiado en lo más mínimo.

Sí, era una tierra admirada por los aventureros. Y se llamó así por muchas razones.

La carretera atravesaba el territorio de la bestia mágica, lo que significaba que viajar inevitablemente significaba enfrentar el peligro. Como tal, la mayoría de los viajeros contrataron aventureros para protegerlos mientras pasaban.

El sabio Rey Dorado hizo grandes esfuerzos para mantener siempre cuidadosamente esta carretera entre las naciones, y construyó torres a intervalos regulares para ese propósito. Para los viajeros, esas torres sirvieron como puntos de referencia para los viajeros, así como lugares seguros para descansar, ya que tenían barreras para repeler a las bestias mágicas.

La torre de paredes blancas que indicaba que te estabas acercando a Laband era especialmente magnífica.

La mayoría de la gente creía que los símbolos del sol y la luna tallados en los lados de la torre representaban al Rey Dorado y su hermana, y eran un esfuerzo conjunto para conmemorar el establecimiento de relaciones amistosas entre las dos naciones.

Un hecho notable sobre la torre fue que ocasionalmente los viajeros traían ramos de flores como ofrendas, lo que gradualmente condujo a que cada vez más variedades de semillas de flores echaran raíces allí, hasta que el lugar era un hermoso campo de flores, independientemente de la estación del año.

La torre seguía vigilando a los viajeros mientras muchos de ellos visitaban para disfrutar de la hermosa vista.

Más allá de esa parte de la carretera se encontraba la ciudad de Kreuz, que se llamaba la segunda capital de Laband.

Estaba rodeado de muros y, tal como su nombre lo indicaba, estaba distribuido en forma de cruz, aunque ligeramente distorsionada. Y como era el punto de contacto para el comercio con Vassilios, una gran cantidad de viajeros y comerciantes se reunieron allí.

Una gran cantidad de aventureros también iban y venían, tomando trabajos para proteger a los viajeros a lo largo de la carretera o exterminar bestias mágicas. El ambiente acogedor de la ciudad hacia los forasteros se había cultivado durante muchos años, y se mantuvo fuerte hasta nuestros días.

Se podía sentir cuán bendecida y tranquila era la ciudad por la cantidad de niños que se podían ver dando vueltas.

Una mujer que vestía un atuendo de viaje observó a esos niños que jugaban, naturalmente con una sonrisa amable.

Uno de los niños que juegan se cayó justo delante de ella.

“¡Ah! ¿Estás bien? ” Gritó reflexivamente, cuando vio que la rodilla del niño sangraba. Parecía que había sido desafortunado, y una piedra afilada terminó cortándolo. Cuando el niño bajó la mirada hacia su rodilla, su rostro comenzó a distorsionarse y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

“Parece que te cortaste… ¿Podrías ser valiente por un momento?”, Preguntó la mujer, inclinándose para mirar al niño a la cara.

Al escuchar su voz increíblemente gentil, el niño la miró. Luego, parecía completamente atónito, como si hubiera olvidado que estaba a punto de llorar.

“La princesa de Hadas…”

Era un cuento popular que todos los niños de esta ciudad conocían, así como una epopeya con la que muchas personas de todo el mundo estaban familiarizadas: la leyenda conocida como “El héroe del platino y la princesa de las hadas”.

El niño lo había leído innumerables veces en forma de libro ilustrado. Esta mujer era hermosa, como la princesa de ese libro.

La mujer sonrió incómoda ante el comentario del niño y luego señaló con la punta de su dedo hacia su rodilla. Había una luz pálida, y luego el dolor punzante desapareció de repente.

“¿Estás bien?”, Preguntó la mujer de nuevo con voz suave.

“Sí”, respondió el niño con un gran asentimiento.

Con ese movimiento, un pequeño fragmento negro que colgaba del cuello del niño apareció y brilló.

“Eso es…”

Al darse cuenta de que había llamado la atención de la mujer, el niño la sostuvo orgullosamente para que la viera.

“¡Es un encanto!”

“…Ya veo. Un encanto…”

“Sí. Mi papá me lo dio. Y papá lo recibió de la abuela, y ella también se lo había dado. Sigue pasando por la línea”.

“Correcto… Lo estás cuidando bien, ¿no?”

“¡Sí!” El niño no sabía por qué sus ojos grises habían llorado un poco, pero estaba feliz de ver que ella había sonreído.

La mujer se acercó una vez más, tocando el fragmento negro. “Sí… Esto es un encanto”.

Sintiendo que el fragmento parecía emitir un poco de calor, el niño inclinó la cabeza. La mujer sonrió aún más, encontrando la reacción infantil bastante encantadora.

“Hay un deseo imbuido en él, que la persona preciosa que lo reciba encontrará la felicidad”, susurró con una voz increíblemente gentil.

El niño no entendía muy bien a qué se refería, pero por dentro se sentía cálido y confuso.

“¡Mamá!”

“¡Mamá!”

Al escuchar esas dos voces juveniles, la mujer levantó la vista.

Lo que vio allí fue a un hombre joven con un abrigo negro, así como un niño y una niña. Los niños sostenían las manos del hombre y la saludaban con las manos libres.

“¡Te perdiste!”

“Papá volvió a entrar en pánico”.

La mujer se puso de pie, dando una sonrisa incómoda ante lo que los niños habían dicho.

“… Ah”, pronunció, aparentemente dándose cuenta de algo.

Los niños miraron a su vez a donde ella miraba y vieron un gran arco iris proyectado en el cielo.

“Los arcoíris aparecen en el cielo cuando los dioses miran hacia la tierra”.

Después de decir eso con una sonrisa, se fue corriendo hacia los niños que la llamaban.

La familia parecía realmente feliz, reuniéndose debajo del arco iris.