Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 8

Capítulo 4: Secuela, La Doncella Platino se Convierte en Novia

Parte 2

Normalmente, los aventureros iban y venían al piso del Ocelote Danzante yendo y viniendo con zapatos sucios, pero gracias al pulido que le dieron los clientes habituales, no había tanto rasguño, con el grano de madera de color ámbar realmente brillaba. Y la escalera que conducía desde las habitaciones del segundo piso hasta el bar no fue la excepción. Eso no se aplicaba solo a los escalones, ya que la baranda y las paredes también habían sido pulidas.

Latina bajó lentamente las escaleras con Dale sosteniendo su mano.

Un suspiro de admiración escapó de todos los clientes que vieron a Latina.

Era una novia vestida de blanco puro. La parte de la cintura de la mitad superior se erguía y la falda larga que se extendía hacia abajo se extendía hasta el suelo. La falda hecha de capas de encaje fino se balanceaba mientras Latina se movía, luciendo increíblemente suave.

Sin embargo, no era simplemente blanco sólido.

La seda de clase alta tenía finos encajes cosidos. Y el bordado de la parte del pecho incorporaba perlas ordenadas desde muy lejos junto con el hilo de seda blanca. El vestido fue hecho con todo tipo de materiales y brilló de una manera verdaderamente elaborada.

El cabello platino de Latina también brilló entre toda esa brillantez. Estaba trenzado en un patrón complejo, y tenía un delgado velo de seda encima.

La flor decorativa pegada a ese velo era el único color brillante que Latina tenía en su atuendo. La flor viva era una naranja amarga, del color de Quirmizi, el dios que presidía el matrimonio, y agregaba una adorable y viva sensación al atuendo que realmente se adaptaba a Latina.

La pareja bajó las escaleras, luego avanzó antes del sencillo pero oficial altar colocado en el medio de la tienda. Dale sostuvo su símbolo sagrado en sus manos y comenzó a cantar una oración.

“Es casi como si fuera un sacerdote apropiado…” murmuró uno de los habituales, pero Dale no levantó una ceja mientras realizaba el ritual.

La línea final del canto recitado de Dale reverberó ligeramente por todo el espacio.

Las largas pestañas de Latina habían estado mirando hacia abajo mientras escuchaba, pero ahora miraba a Dale con una sonrisa amable. Dale, mientras tanto, respondió con cariño.

El canto había sido para bendecir a la novia y al novio, haciéndolo parte de los preparativos para la ceremonia. El resto del papel de Dale como sacerdote vendría cuando llegaran a Tislow.

Y así, de aquí en adelante, Dale dejó de ser un sacerdote Quirmizi y volvió a ser simplemente el novio.

La pareja estaba sentada una al lado de la otra en medio del Ocelote Danzante, que había sido preparado para la recepción. El primero en pararse ante los dos fue Kenneth. Eso era apropiado, ya que era el matrimonio entre su “hermano pequeño” y su alumna.

“Supongo que no tiene sentido decirles a los dos que se lleven bien ahora, pero… Bueno, trate de mantenerlo bajo control”, dijo Kenneth, sosteniendo una sola flor. “Sean felices, ustedes dos”.

“Gracias, Kenneth”, respondió Latina, aceptando la flor junto con sus palabras, luego la colocó sobre el soporte de patas según la tradición de Tislow. Había una gran canasta encima de ese puesto, y la flor de Kenneth fue la primera en entrar.

“No le hagas demasiados problemas a Latina, ¿de acuerdo? Felicidades”, dijo Rita en su tono habitual, siguiendo a su esposo y entregándole una flor a Dale.

Con una sonrisa un poco incómoda, Dale respondió sinceramente: “Gracias”.

“¡Hermana, felicidades!”

“¡Fewisidades!”

Theo y Emma habían venido después, imitando a sus padres sonriendo y sosteniendo flores amarillas brillantes.

Luego, la pareja continuó recibiendo bendiciones sin pausa.

Se había reunido tanta gente que no todos podrían estar contenidos en el Ocelote. Con el fin de evitar el caos en erupción, Kenneth y Rita repartieron alcohol a los asistentes que habían ofrecido sus bendiciones, y luego los llevaron a donde se había preparado una comida ligera. Naturalmente, habían colocado las mesas frente al Ocelote y en el patio trasero para limitar el número de personas dentro de la tienda.

Latina miró repetidamente su camino, incapaz de ocultar su interés en el trabajo que se realizaba detrás de escena a pesar de ser la estrella de todo el evento. Realmente era como ella.

“Te deseo felicidad, señorita”, dijo Sylvester con los ojos rojos, vestido con ropa bonita de un tipo que no estaba acostumbrado a usar. El atuendo realmente lo hizo parecer una celebridad.

Cuando Latina tomó la flor que le había ofrecido con una sonrisa, sostuvo sus ojos y parecía completamente emocionada.

Todos los clientes habituales ofrecieron sus bendiciones, luego hicieron espacio para los asistentes alineados detrás de ellos. Dale puede haber estado bien ya que era un monstruo en términos de resistencia, pero a medida que la ceremonia se prolongaba más y más, supondría una carga cada vez mayor para Latina. Realmente se podría decir cuán hábiles eran esos “guardaespaldas” por lo completamente considerados que eran.

Naturalmente, los amigos de infancia de Latina también estuvieron presentes.

Marcel trajo pan de la panadería de su familia como regalo, y lo depositó en una mesa donde se reunían los asistentes. Esto también sirvió al objetivo comercial de ganar nuevos clientes, lo que realmente mostró su personalidad.

Cuando Anthony la vio por primera vez en mucho tiempo, le contó cómo iban las cosas ahora que había comenzado a trabajar en la mansión del señor cuando le regaló una flor.

Y cuando Rudolph se mostró, llevaba puesto su uniforme de guardia.

“Sé que es tu celebración importante, pero tuve que dejar el trabajo para lograrlo”, dijo, rechazando el alcohol que le ofrecían.

Entonces, Rudolph se volvió hacia Dale en lugar de Latina y le entregó una flor.

“…Deseo tu felicidad.”

Dale no fue lo suficientemente grosero como para aclarar las emociones detrás de las breves palabras del joven, así que simplemente las aceptó junto con una sonrisa.

Chloe estaba cerca del final de la línea, y cuando vio que la canasta detrás de Latina y Dale ya estaba casi llena, no pudo evitar estallar en una sonrisa forzada. Esa masa de flores era prueba de cuántas personas habían venido a ofrecer su bendición.

“Realmente es increíble…”, dijo Chloe con una risita incómoda, solo para que Latina respondiera alegremente, “Estoy un poco sorprendida”.

Con eso, Chloe miró directamente a su amiga y dijo: “No vayas a decir: “Ahora mis sueños se han hecho realidad “”.

Latina podía sentir que las lágrimas comenzaban a brotar con esas palabras de su amiga, que se había preocupado por ella desde que eran pequeñas.

Sintiendo eso, Chloe le dio a Latina un golpe repentino en la frente.

“¡Ay!”

“Aguanta. No vayas a llorar”.

“… Correcto”, respondió Latina, mirando hacia arriba.

Chloe le devolvió la sonrisa a su amiga.

“Encuentra la felicidad, Latina”.

“Sí”, respondió Latina con una sonrisa alegre.

Las flores que brotaban de la canasta sirvieron como símbolo de las bendiciones ofrecidas a la pareja por los presentes. Como tal, no podían ser tratados a la ligera. En consecuencia, los agruparon en un ramo apropiado, que Latina luego sostuvo en ambos brazos.

Luego, Dale levantó fácilmente a Latina en sus brazos y la llevó fuera del Ocelote.

Según las tradiciones de boda de Tislow, una novia no debía pisar el suelo hasta que se casara con la familia de su esposo.

Latina dio una sonrisa un poco avergonzada cuando Dale la acunó en sus brazos.

Los invitados fuera de la tienda, mientras tanto, levantaron sus copas y dieron inicio al banquete.

Todos vitorearon con la aparición de las estrellas del día, y pétalos de flores de todos los colores giraron en el aire.

Dale caminó lentamente por el camino, que ahora estaba bellamente cubierto con esos pétalos de flores de los invitados.

Latina sonrió al pensar en estar en medio de la clase de vista que había admirado desde que era pequeña, con una novia que pasaba por una calle tan colorida, y tuvo que contener desesperadamente sus lágrimas de alegría.

Desde allí, Dale dio la vuelta al patio trasero del Ocelote. Había dos bestias míticas esperando su llegada.

Hagel llevaba una silla de platino, que ya tenía una canasta llena de flores que mostraban las bendiciones de los invitados.

A pesar de que Hagel tenía un sentido de valores totalmente diferente, aparentemente también encontró que la apariencia de Latina era realmente impresionante, ya que se dejó caer al suelo y entrecerró los ojos.

Dale se subió a la silla de Hagel, todavía sosteniendo a Latina en sus brazos. Estaba a punto de ponerse en marcha en ese momento, pero las burlas de los clientes habituales le hicieron mirar a su alrededor con una mirada de asombro en los ojos.

Los veteranos ya estaban bien y borrachos como siempre, y parecían encontrar la reacción de Dale como un buen cumplido a su bebida, ya que pronto estallaron en carcajadas.

Dale no le prestó atención al contenido de ese ruido y, en cambio, se sentó ligeramente detrás de Latina, que había inclinado la cabeza. Luego acercó la cara de Latina.

Los invitados de los alrededores, los habituales en su núcleo, levantaron una ovación.

Latina parpadeó sorprendida, luego se dio cuenta un poco tarde de que Dale la había besado con toda esta gente mirando. Ella, por supuesto, se puso roja como la remolacha hasta las puntas de las orejas.

Desde lo alto de la silla de Hagel, Dale miró a la multitud que lo rodeaba con una expresión impasible.

“¡Dale…!” Latina objetó con voz avergonzada mientras se sentaba de lado en la silla de montar.

“¿Hmm? ¿Quieres hacerlo de nuevo?”

A pesar de su vergüenza, Latina no se opuso a esa respuesta de Dale.

Dale parecía un poco sorprendido por la inesperada reacción de Latina, pero luego siguió adelante y acercó sus labios a los suyos una vez más.

Latina, mientras tanto, desvió la mirada y agarró sus mangas como lo había hecho desde que era una niña.

Otra fuerte ovación llenó el aire.

“¡Separar!”, Declaró Vint, sin poder leer el estado de ánimo, y luego extendió sus alas y despegó hacia el cielo. La campana alrededor de su cuello dio un tintineo refrescante. El papel de Vint era anunciar la llegada de la novia, así que una vez que estuvo en el aire, Hagel también extendió sus alas.

Los presentes que vestían uniformes de guardia se cubrían el rostro con las manos. Al ver esa expresión que significa que ignorarían a una bestia mítica que despegaba del centro de la ciudad por hoy, Hagel siguió adelante y agitó sus enormes alas.

Los invitados que los rodeaban arrojaron pétalos de flores al aire simultáneamente. Espoleados por la magia del viento de Hagel y Vint, volaron hacia el cielo. Cuando las dos bestias míticas despegaron, casi parecía que corrían a lo largo de un puente hecho de pétalos de flores.

“Bien entonces…”

“¡Nos vamos!”

Dale y Latina se despidieron con una sonrisa en la cara y todos respondieron de la misma manera.

Hagel hizo un bucle sobre las cabezas de todos, luego comenzó a dirigirse hacia Tislow.

“¡Cuídate, Hermana!” Theo gritó tan fuerte como pudo, agitando vigorosamente sus manos. Los asistentes, algunos de ellos estimulados por el alcohol en sus sistemas, también comenzaron a saludar con entusiasmo.

Vieron a la pareja en el nuevo camino que ahora caminaban, deseándoles buena fortuna en su viaje.

Y siguieron haciéndolo hasta que desaparecieron más allá del puente de colores brillantes en el cielo, que parecía casi un arcoíris.