Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 8

Capítulo 3: Secuela, El Héroe de Platino Vs. los Guardaespaldas de la Princesa de las Hadas

Parte 2

En este punto, el clima en Kreuz a menudo era lo suficientemente caluroso como para dejar a cualquier peatón un desastre sudoroso, pero aún era mediado de primavera en Tislow, donde las estaciones cambiaron lentamente.

La suave luz del sol se filtraba sobre los complejos patrones de la alfombra. La viejecita cuya habitación ocupaba la bandeja de tabaco y rellenó su pipa con un movimiento practicado.

“No hace tanto calor aquí en comparación con cómo está allá. Si comenzamos a prepararnos ahora, podríamos celebrar la ceremonia de la boda antes de que el verano llegue a su punto máximo”.

Wendelgard ya había vivido más que la mayoría, pero trató a Dale de la manera más distante y tranquila de siempre.

Dale sabía que su abuela probablemente ofrecía a los clientes habituales apoyo para su gran plan tonto. Después de todo, ella encontraba esas cosas como una fuente de diversión personal. Sería realmente extraño para ella no involucrarse.

Ella estaba actuando con demasiada normalidad, mientras soplaba su pipa, para que él estuviera completamente seguro.

“¿Qué estás tramando, llamándome aquí de repente?”

“Qué acusatorio. En lugar de hacer tales afirmaciones, ¿tal vez ya deberías dedicar esa energía a los preparativos de la boda?”

“También he estado pensando en eso…”

“Si te lo dejara todo a ti, patearía el cubo mucho antes de que pudiera ver a Latina vestida de novia”, dijo la abuela Wen, señalando un traje de novia Tislow que se había transmitido de generación en generación y ahora estaba sentado en la esquina de su cuarto. “Tomará más de un día o dos arreglar eso para ella”. “También te tomó un tiempo poner los nervios de punta, y desde entonces has estado arrastrando los talones”.

“No he estado arrastrando los talones”.

Puede haber sido el héroe de una epopeya, pero parecía que todavía era un nieto descarado en lo que respecta a Wendelgard.

“Dale, solo una estimación aproximada está bien, pero ¿conoces la altura de Latina?”

“¿Eh…? Supongo que es un poco más baja que Frida”.

“¿Qué pasa con el ancho de sus hombros?”

“Ella tiene una construcción más pequeña…”, respondió Dale, quedando atrapado un poco en el impulso de su madre Magda mientras medía el atuendo y pensaba en el asunto.

Parecía estar captando la idea de la forma en que las manos de Dale se movían por todos lados mientras hablaba de Latina.

“Parece que sería bueno incorporar esta parte en un poco, ¿no? Parece bastante delgada, después de todo”.

“¿Qué tal aquí?”

“¿Intentamos recortarlo un poco? Ah, pero creo que debemos tener cuidado al llevar demasiado el corpiño”.

El plan consistía en tirar audazmente de la falda alrededor de su cintura, mientras solo acortaba el ancho de los hombros de la parte superior.

Tal vez era justo lo que uno podía esperar de la madre de Dale, pero Magda sintió por los movimientos de las manos de su hijo solo lo que una chica con estilo Latina se había convertido. Se dio cuenta no solo de que la chica era delgada en general, sino que también ciertas partes de ella habían crecido bastante.

“Madre, me encargaré de esta parte, ¿podrías ocuparte de la faja?”

“Bien. Y luego, ¿podrías hablar con Yorck sobre hacer arreglos?”

La cuñada de Dale, Frida, no nació en Tislow. Como resultado, ella no sabía acerca de las tradiciones relacionadas con tal atuendo, por lo que finalmente dejó las partes difíciles a Magda.

Cuando pensó en cómo su madre y su cuñada estaban haciendo esas labores para que su novia fuera, una mirada de vergüenza apareció en el rostro de Dale.

“Parece que también necesitaremos algunos ajustes para usted. No pensé que pudieras ser más grande “, dijo Magda con un suspiro de asombro mientras miraba los brazos de Dale. La altura de Dale seguía siendo la misma que cuando había traído a Latina de visita a casa, pero su constitución general se había vuelto aún más robusta. Ella también tuvo la sensación de que él se había parecido a su padre, lo cual era un poco extraño.

“No necesitas hacer todo eso por mí…” declaró Dale sin rodeos, tratando de ocultar su vergüenza.

“Siempre dices cosas así. Pero no quieres verte en mal estado frente a tu propia novia, ¿verdad?” Magda lo interrumpió, viendo a través de él.

Se había aprovechado de su título de los héroes más temibles del pasado, pero incluso su confianza flaqueó cuando se enfrentó a las mujeres de su familia.

“Nos encargaremos de los preparativos de nuestra parte, así que asegúrate de que la novia también este saludable y lista”, dijo la abuela Wen con una sonrisa y una pequeña bocanada de humo, pareciendo una niña traviesa.

Con eso, el intercambio de Dale con su abuela había concluido, y su madre se había encargado de ajustar el atuendo, además de que se habían tomado sus medidas, por lo que Dale quería regresar directamente a Kreuz, pero no pudo.

“¿Entonces, cómo te fue?”

Esas breves palabras habían venido del padre de Dale, quien era el jefe efectivo del clan a pesar de que la abuela Wen todavía tenía el título en papel.

La carta a Dale también decía que si volvía a casa, también debería traer de vuelta los dispositivos mágicos presentados a Vassilios como ejemplos. La breve pregunta de Randolph se refería a ese asunto.

“Cierto… Bueno, ya te lo hice saber a través de mi carta, pero le regalé un dispositivo mágico decorado con zoisita. Aparentemente, el proceso general consiste en pulir las cosas en esferas y luego alinearlas. Y así, ella tenía interés en el proceso de corte en sí mismo”.

“Ya veo.”

“También pregunté acerca de los minerales naturalmente presentes en Vassilios, pero… Bueno, lo escribiré todo en un informe, más adelante. Ahora mismo estoy ocupado con algunas cosas”.

“Hmm… Por cierto…” comenzó Randolph, alejando su atención de los dispositivos mágicos. “Pensé que dirías que ibas a comprarlos todos como regalos para la pequeña señorita, pero ¿ninguno de ellos llamó su atención?”

Dale parecía molesto por las palabras de su padre.

Parecía que su viejo había visto a través de él, pero eso no fue una verdadera sorpresa, ya que Dale era increíblemente fácil de leer donde estaba involucrada Latina.

Dale había pensado que comprarlo todo sería un buen plan, pero fiel a su visión excepcionalmente frugal del dinero, Latina se negó.

Ella era muy consciente de la personalidad de Dale, y sabía muy bien que su padre adoptivo / prometido la adoraba tanto que cualquier cuestión de precio saltó por la ventana. Además, desde que era pequeña, nunca fue del tipo que pide regalos innecesarios. Y así, esta vez ella finalmente aceptó a uno de ellos, para formar una pareja a juego con su hermana.

“Ella será su nuera pronto, así que ¿no es un poco extraño llamarla ‘señorita’?”, Preguntó Dale para molestar a su padre.

“Hrmm… ¿Estaría bien llamarla por su nombre…?”, Preguntó Randolph, luciendo preocupado.

Ella pudo haber sido su nuera, pero Latina todavía era un poco más joven que su hijo. Ya lo hacía sentir tímido de alguna manera, refiriéndose a ella como “hija”. Y él ya había percibido una parte de eso en cierta medida cuando era joven, pero tenía una belleza elegante acerca de su ajuste a su posición como princesa de un país vecino No fue una sorpresa que alguien viviendo en los palos como él se sintiera de alguna manera intimidado.

Incluso ignorando el hecho de que su hijo era un chico de campo, la idea de que se casara con una princesa parecía inimaginable, por lo que lo había estado ignorando por el momento. Realmente era el padre de Dale y el hijo de la abuela Wen, por haber tomado esa ruta.

“Si actúas extrañamente nerviosa, también hará que Latina se pongan nerviosa…”

Su padre y su novia nerviosamente hablando formalmente el uno al otro… Definitivamente fue fácil imaginar que eso sucediera. Bueno, en realidad quería verlo un poco, aunque…

Esos eran los pensamientos que corrían por la cabeza de Dale en este momento.

“… Si dijera que quería comprarlos todos, ¿me habrías ofrecido un descuento como regalo de bodas?”

“Con tus finanzas, pensé que no le importaría agregar un poco más por el bien de sus amigos”.

“Eso es lo que pensé que dirías”, respondió Dale con su habitual sonrisa incómoda, al ver que la respuesta de su padre había sido la esperada.

Por cierto, el dispositivo mágico presentado a Chrysos fue un regalo de Tislow, pero el correspondiente para Latina se pagó del bolsillo de Dale. Si Latina hubiera sabido que se habría negado rotundamente, entonces Dale envió el pago de vuelta a casa a escondidas.

Pero dicho eso, también era un asunto muy simple, ya que Dale solo quería que el regalo para la chica que amaba fuera de él. Eso era todo lo que había al respecto.