Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 7

Capítulo 4: Un Día Nevado y los Recuerdos de la Pequeña Niña, así Como su Tiempo con la Doncella de Ojos Dorados

Parte 1

 

 

La nieve cayó sobre la ciudad de Kreuz durante la visita de Chrysos.

Por lo general, dicho clima se produjo a principios de año, lo que hace que esta sea una nevada fuera de temporada. Suponiendo que Chrysos probablemente no había preparado ningún atuendo para el clima, Latina agarró algunos de los suyos para compartir y luego corrió hacia la mansión donde se alojaba su hermana. Bueno, para ser más precisos, Vint fue quien corrió, mientras que Latina lo siguió constantemente detrás de él.

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El camino estaba cubierto de nieve, lo que facilitaba el deslizamiento. Si se apresuraba demasiado, solo terminaría tropezando y cayendo de espaldas. Latina lo sabía bien, ya que tenía muchos recuerdos dolorosos y fríos de tales acontecimientos.

De acuerdo con sus gustos, la ropa de Latina era femenina y linda. Una vez que Chrysos se puso las esponjosas prendas de punto de Latina, crearon un par de gemelas aún más adorables de lo habitual. Desde que el Rey Dorado había nacido y crecido en el clima cálido de Vassilios, esta repentina ola de frío debió de ser dura para ella. Cuando Chrysos llegó al Dancing Ocelot, vestida con un gorro y una bufanda de punto, parecía un corderito rosado.

“Kreuz no recibe tanta nieve como el resto de Laband, y generalmente solo equivale a una ligera capa de polvo al final… Ciertamente ha pasado un tiempo desde que hemos recibido tanto”, dijo Latina, sentándose a continuación de su gemela que miraba por la ventana. Puso las tazas que sostenía delante de ella y Chrysos. A primera vista, parecía contener un vino tinto intenso, pero en realidad era una bebida tibia y dulce hecha de jugo de frutas, especias y azúcar.

Después de soplar, Latina tomó un sorbo.

La receta para el vino caliente vino directamente de Kenneth, y Latina siempre lo hizo cuando llegó el invierno. Originalmente, ella lo había aprendido para ayudar a Dale a calentarse cuando él llegó a casa helado hasta los huesos, pero ahora que era una adulta, había desarrollado un gusto por ella misma. Dicho esto, Latina no era exactamente una bebedora fuerte, por lo que un solo sorbo de la mayoría de las bebidas alcohólicas fue suficiente para poner roja su remolacha. Como tal, cuando hizo algo para sí misma, se aseguró de que fuera realmente ligero el contenido alcohólico.

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Chrysos no parecía estar prestando mucha atención a lo que decía Latina, ya que estaba obsesionada con la vista por la ventana. Entre eso y lo fría que se veía Latina mientras tomaba un sorbo de su vino caliente, parecía que debían haberse desviado bastante desde el distrito occidental. Realmente era bastante aparente lo que había sucedido.

Dale los miró a los dos con una sonrisa, recordando nostálgicamente el pasado.

“Latina también se emocionó mucho cuando vio nieve por primera vez”.

“Quiero decir, nunca tuve la oportunidad de verlo en Vassilios”.

“Sí, supongo que es verdad…” Dale estuvo de acuerdo con un asentimiento. Ahora que había visto la tierra árida que rodeaba a la nación, definitivamente lo entendió.

La primera nevada del año en que Latina llegó a Kreuz apenas había proporcionado una fina capa blanca sobre la ciudad, pero eso fue suficiente para que la jovencita se pusiera nerviosa todo el día. En su entusiasmo, estaba prácticamente pegada a la ventana, e incluso la abrió varias veces a pesar de las quejas de los clientes.

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Dale no pudo simplemente sentarse allí y mirar, así que terminó llevándola afuera en poco tiempo. Latina no tardó mucho en quitarse la capucha que tenía puesta, sintiendo que se estaba interponiendo. Y luego levantó la vista hacia el cielo gris y la nieve que revoloteaba, sin cansarse nunca de la vista.

Puede que Dale siempre la haya mimado, pero incluso él no pudo evitar sentirse un poco atónito, ya que seguía limpiando la capa ligera de nieve de su cabello platino mientras caminaban por la ciudad. Si él seguía dejándola hacer lo que quisiera, terminaría resfriada. Dale terminó trayendo a Latina de vuelta al Ocelot, a pesar de que parecía que todavía no se había llenado. Al parecer, Kenneth había previsto todo esto y preparó un baño, en el que Latina pronto se vio arrojada.

Latina no había estado tan emocionada en mucho tiempo, pero Dale sabía muy bien que la oportunidad de ver la ciudad con una luz diferente era algo que seguramente captaría su atención. Aun así, dado que se enfrentaba a su hermana gemela aún más nerviosa que ella, Latina mantuvo una expresión compuesta. Él también entendió la forma en que ella se sentía y no pudo evitar sonreír, así que lentamente se volvió hacia un lado y esperó a que pasara.

“Esto realmente puede acumularse para cuando llegue mañana”.

“¿Pueden suceder cosas así?”

“Sí. Parece que al menos será suficiente para que los niños jueguen en él… Sin embargo, debes tener cuidado al caminar cuando hay nieve en el suelo. Chrysos, puede ser mejor no salir mañana si puedes evitarlo…”

“Simplemente no hay forma de que cumpla con ese consejo”, respondió Chrysos, rechazando firmemente la sugerencia.

“¿Wah?”

Latina parecía atónita. Dale, mientras tanto, la miraba con una expresión de asombro.

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“¿Realmente deberías estar diciendo eso? Quiero decir, nunca fuiste del tipo que se sentaba obedientemente, ¿verdad?”

“Sí.”

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“Eso es seguro.”

La forma en que los dueños del Ocelot inmediatamente estuvieron de acuerdo con él hizo que Latina hinchara un poco sus mejillas. Parecía que ella había querido parecer al menos un poco madura frente a su hermana.

“Aun así, probablemente sería mejor regresar al distrito oeste más temprano que tarde. Realmente parece que se va a acumular, después de todo”.

Dale creció en una tierra nevada, así que esto no fue todo para él. Pero sabía que, dado que Chrysos no estaba acostumbrada, incluso caminar podría resultar problemático.

“Estoy segura de que Adelina y las chicas palearán la nieve, pero aun así…”

“¿Debería quedarme aquí a pasar la noche?” Chrysos interrumpió sin rodeos.

“¿Huh?”

“¿Wah?”

Chrysos inmediatamente se volvió hacia Kenneth y comenzó las negociaciones.

“Puedo ser un pariente de Platina, pero no me importa si me pide que pague la tarifa estándar. ¿Tienes habitaciones abiertas?”

“Ah…”

Aparentemente, incluso Kenneth no había predicho este giro de los acontecimientos. Sus ojos comenzaron a vagar inconscientemente en respuesta a la pregunta de Chrysos.

Incluso si Chrysos dijo que no le importaba, este no era el tipo de posada que estaba equipada para colocar al gobernante de una nación. Y lo que es más importante, no creía que hubiera forma alguna de que fuera aceptable que la hermana de la amada Princesa de Hadas permaneciera en el mismo piso que todos los clientes habituales.

Además, no era como si pudiera echar a todos sus otros clientes, especialmente en este clima.

“Chrysos…”

“¿Qué pasa?”

“¿Quieres usar mi habitación?” Ofreció Dale, sintiendo la necesidad de hacer algo sobre la situación. Chrysos instintivamente tenía una mirada de asco. La habitación de Dale tendría que referirse a aquella en la que estaba con Latina, día tras día. Quizás la reacción del Rey Dorado fue natural.

“Si lo tomas, podrás pasar la noche con Latina”.

“En efecto.”

Sin embargo, ese único comentario fue suficiente para cambiar los sentimientos de Chrysos sobre el asunto.

Al ver la reacción de su hermana, Latina se levantó silenciosamente de su silla. Al ver cómo se dirigía a la cocina, probablemente ordenaría la habitación del ático y cambiaría la ropa de cama.

“Usaré una habitación de invitados… es lo que me gustaría decir, pero será mejor que me quede cerca de las escaleras, en caso de que haya algún tipo de problema”.

“¿Tu propia existencia no es una amenaza para mí?”

“Escuchar eso haría llorar a Latina, así que por supuesto que no”.

“Supongo que es cierto”.

El argumento simple del héroe deplorable resultó ser extrañamente persuasivo.

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Y así, la primera vez que Chrysos pasó la noche estaba lista. Por desgracia, nadie se dio cuenta de que sus tres guardias habían quedado atrás y olvidados en el distrito occidental.

La rutina diaria de Latina era terminar de bañarse antes de que el Ocelot entrara en sus horas nocturnas. Kenneth y Rita siempre estaban ocupados, por lo que ella también solía ayudar a que Theo se bañara cuando era pequeño, y ahora ella hacía lo mismo por Emma.


Latina decidió que también se bañaría con Chrysos porque tenía miedo de apartar la vista de alguien a quien siempre habían asistido las damas de honor mientras se bañaban. Y además, los tipos de dispositivos mágicos utilizados en Laband no existían en Vassilios, por lo que probablemente también necesitaría ayuda en ese sentido. Entonces, por razones que Dale podía adivinar, el leal cachorro de Latina terminó vigilando cuidadosamente fuera del baño del Ocelot.

Cuando Dale finalmente escuchó sus voces acercándose, pensó que su baño debía haber terminado. Levantó la vista con indiferencia, solo para luego congelarse en su lugar.

“¿Oh?”

“¿Dale?”, Cuestionó Latina, inclinando la cabeza.

“No, es solo que… ustedes dos realmente se parecen…”

Dale estaba bastante acostumbrado a ver la ropa cotidiana de Latina. Sin embargo, verlo en Chrysos fue una experiencia nueva. Sus físicos diferían al igual que sus colores de ojos, pero las prendas de punto esponjosas que tenían ocultaban los contornos de sus cuerpos. Parecía que sería muy fácil confundirlas a primera vista.


Aun así, no hay forma de que no elija a Latina, por supuesto…


Ese fue un punto que Dale se negó a ceder.

“Wow… se ha acumulado bastante…” Latina dijo alegremente, mirando por la ventana.

Las dos gemelas estaban pegadas a la ventana, mirando afuera como un par de niñas pequeñas.

“A este ritmo, mañana estará bastante ocupado”.

“¿Lo estará?”

“En Kreuz, cuando hay una gran nevada, los niños siempre tienen una pelea de bolas de nieve en el centro de la ciudad”.

“¿Hmm?”

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“Emma todavía es muy pequeña, así que no puede participar… Sin embargo, Theo probablemente se unirá. Estaba pensando que tal vez iría a mirar “, explicó Latina con entusiasmo.

Chrysos, sin embargo, no parecía entender en absoluto. Como era de esperar, como alguien que creció en Vassilios, no tenía idea de cómo era jugar en la nieve.

Se estaba convirtiendo en una tradición para los niños en Kreuz tener una pelea de bolas de nieve después de una gran nevada, tal como había dicho Latina. Sin embargo, todo comenzó en un día invernal el año posterior a la llegada de Latina.

Dale estalló en una amplia sonrisa, recordando esa época.

El día antes de la pelea de bolas de nieve, Latina había estado muy emocionada…

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