Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 7

Capítulo 3: Secuela, La Doncella de Cabello Platino y la Doncella de Ojos Dorados Hacen una Visita a una Tumba

Parte 6

El aroma característico de la mantequilla que se calienta flotaba por el aire. Latina luego agregó ágilmente pan que se había empapado en yema de huevo a la sartén de metal. La llama era baja, por lo que se cocinaba lentamente.

“Los dulces se queman fácilmente, por lo que es importante controlar la llama”, dijo Latina mientras usaba el tiempo que llevaba calentar para preparar rápidamente los platos. Los colocó sobre la mesa y luego colocó tazas junto a ellos. Su tiempo se había espaciado perfectamente para que el pan terminara de cocinarse justo cuando la olla llena de agua hirviendo y hojas de té comenzó a desahogarse.

Cuando llegó el momento justo, volteó el pan, revelando una superficie perfectamente asada. Era delicioso solo para mirar, lo que parecía hacer que Latina se sintiera muy feliz.

“A los niños les gustan los dulces, ¿verdad? Dicen que es porque la dulzura es el gusto más fácil de comprender. La amargura y la acidez pueden recordar el sabor de los alimentos en mal estado, por lo que creo que tienden a ser más de un gusto adquirido”.

“¿Así es como funciona…?”

“Así que creo que es mejor acostumbrarse a la nueva comida comenzando con algo dulce. Quiero decir, cuando era niño, Kenneth comenzó dándome platos nutritivos que solo estaban ligeramente sazonados”.

Latina llevó la sartén que contenía la tostada francesa a la mesa mientras conversaba con Dale. El huevo se había empapado hasta el final, dejando el pan dulce y esponjoso. Había sido uno de sus favoritos desde que era una niña.

“Aquí está la porción de Emma. Y esto es para ti, Theo”, dijo, dejando un plato frente a cada uno de los hermanos. Ambos estaban ahora completamente unidos a ella, por lo que estallaron en grandes sonrisas al ver la cocina casera de Latina.

“Y aquí está el tuyo, Chrysos”.

“Bien.”

Parecía que el número de niños había crecido de repente en uno.

Dale miró la vista con una mirada tibia.

Latina vertió el té de la olla en las tazas. No había plato delante de Dale porque no le gustaban tanto los dulces, pero Latina se había asegurado de prepararle una taza. Pero desafortunadamente, antes de que pudiera tomar un solo sorbo, Latina le robó la mirada. Se veía más feliz que nadie allí mientras se sentaba a la mesa.

“Y esta es mi parte”.

“Realmente te ves feliz comiendo eso, Latina…”

“Es por necesidad. Si lo estoy comiendo, entonces Chrysos también puede comerlo sin preocuparse… “, dijo Latina, sonando como si estuviera buscando una excusa.

“De hecho”, acordó Chrysos con un movimiento de cabeza.

La forma sincronizada en que movían sus tenedores realmente me recordó el hecho de que eran gemelas.

“Incluso si es algo que nunca había visto antes, si Platina me lo presenta, no hay forma de que pueda causarme daño”.

“Nunca cambias, ¿verdad?”, Bromeó Dale, ignorando el hecho de que él no era realmente alguien para hablar.

“Aun así, pensé que si Chrysos se sentía así, también podríamos usar eso para nuestra ventaja”.

“Supongo… supongo que si su gobernante está comiendo sin dudar, sus subordinados no podrán negarse”.

En Vassilios, el señor demonio no solo tenía autoridad absoluta en el ámbito político, sino también religioso. Si ella ordenara a los enviados comer con los ojos vendados o incluso comer veneno, limpiarían sus platos con sonrisas en sus rostros.

No se tuvieron en cuenta los derechos del individuo cuando se trataba de cosas así.

Dicho esto, la profunda preocupación de Chrysos por sus criados era bien conocida, por lo que sabrían que no los estaba obligando a hacer nada irrazonable. No se encontraría con una gran oposición.

“Y así, mi plan es presentarle a Chrysos tantos platos diferentes como pueda”.

Mientras Dale y Latina estaban teniendo esa conversación, un chico que no sabía cómo leer la situación les arrojó un plato entre ellas.

“Hermana, otra vez por favor”.

“Si comes demasiado ahora, arruinarás tu comida, Theo”.

“En efecto.”

“Debes tener cuidado de no comer en exceso y enfermarte también, Chrysos”.

Chrysos había estado sosteniendo su plato como el niño y había recibido el mismo tipo de respuesta de parte de Latina.

“Realmente es como si hubiera más niños dando vueltas por el lugar…”

Dale parecía exasperado y suspiró mientras volvía a llenar la taza de Emma con té. La niña estaba felizmente masticando su merienda todo el tiempo.

“Por cierto, ¿qué terminó pasando con Adelina y las demás?”

“Están tomando un descanso en la tienda en este momento”, respondió Latina.

Al escuchar eso, Dale se mudó de la cocina a la tienda y encontró que Adelina, Paula y Elvira parecían completamente y completamente agotadas.

“Um… ¿están bien…?”

“… ¿Eh? … Oh… Sr. Dale… Gracias por todo el trabajo duro siempre… ”

“Sí…”

“No importa cómo lo vea, diría que todos ustedes han estado trabajando mucho más duro que yo, en realidad…”

Dale no pudo evitar sonreír por la forma en que permanecían flácidos mientras saludaban a alguien que estaba de pie.

“Um, de todos modos… sí… Perdón por todos los problemas que Chrysos te está causando…”

Dale llegó a la conclusión de que, dado que Latina era su prometida, eso hizo que Chrysos fuera un pariente. Como tal, sintió la necesidad de disculparse por la fuente de todo su agotamiento.

Los tres miraron a Dale con miradas de lastima.

“Nunca imaginé que los trabajos de guardia serían tan duros…”

“… Creo que esta es probablemente una bestia completamente diferente en comparación con tu trabajo de guardia promedio…”

No era exactamente todos los días que el gobernante de una nación extranjera se colaba para una visita, sin traer ni un solo sirviente.

“Quiero decir, con la forma en que sigue actuando, es difícil saber si tiene sentido común o no…”

“Parece que hay amas de casa que vienen y se encargan de las tareas domésticas, pero no tenemos ni idea de cuándo aparecen…”

Oh, entonces técnicamente hay personas del lado de Vassilios, ¿eh?

Dale no pudo revelar los antecedentes de Chrysos, por lo que dudó en explicar que esas “amas de casa” pueden haber sido realmente agentes de inteligencia. Sin embargo, como las chicas ignoraban las circunstancias, debe haber parecido realmente extraño encontrar las tareas domésticas realizadas sin que ellas lo supieran.

Una sola gota de sudor frío corrió por la espalda de Dale. Realmente se compadeció de las chicas.

“Y ella parece actuar como si le resultara totalmente natural que la gente la vigilara, solo para luego alejarse por su cuenta sin prestarnos atención…”

“La última vez que desapareció repentinamente y tuvimos que cazarla, la encontramos agachada frente a un gato callejero… Casi grité” ¡¿Qué eres, una niña?! “sin siquiera pensarlo”.

Ah, Latina también hace eso.

Dale siempre tenía que tomar la mano de Latina cuando salían a caminar por la ciudad para que la curiosidad no se fuera y se perdiera a la primera vista de algo que le llamó la atención.

“Y sin embargo, ella sigue queriendo ir a las partes menos organizadas y más rudas de la ciudad…”

“Pensamos que la habíamos perdido cuando la llevamos al distrito este, solo para descubrir que había entrado en un taller y estaba tomando té con el dueño…”

Su agotamiento no fue una sorpresa, considerando todo.

Dale había adivinado que las cosas saldrían así con Chrysos, provocando una risa incómoda de él. Después de todo, ella se había comportado de la misma manera, incluso en su corto viaje desde el Ocelot a esa mansión donde ahora se estaba quedando.